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domingo, 5 de julio de 2020

EL HORMIGUERO LUNES -6- JUEVES -9- Julio,./ La Sexta Columna - Putin ,. Viernes -10- Julio,./ Equipo de investigación - Dinero público ,Viernes -10- Julio,.

TITULO: EL HORMIGUERO LUNES -6- JUEVES -9- Julio,.
 

El homiguero - Lunes -6- Martes -7- Julio -  Pedro Alonso - , Antena 3 a las 21:30,.

  Pedro Alonso,.

 

Pedro Alonso: "La revolución ahora mismo sólo puede ser íntima",.


foto / Pedro Alonso (Vigo, 1971). Actor, es Berlín en La Casa de Papel. Tras hacer regresiones hipnóticas para conocer sus vidas pasadas, publica ahora El libro de Filipo (Grijalbo), su autobiografía de cuando en una vida pasada fue un guerrero del Imperio romano que dejó todo para seguir a Jesucristo.
Es usted un valiente....
¿Por qué? ¿A qué se refiere?
Hombre, me parece que hablar de reencarnación requiere valor, debe de haber gente que directamente se mofe. Y usted no sólo habla de reencarnación sino del encuentro en otra vida con una persona muy especial a la que en su libro se refiere como Yilak pero que sería el mismísimo Jesucristo...
Me he metido en territorio sensible, está claro. Un amigo me decía: "Tío, ¿tú te das cuenta de lo que estás contando? Que tu novia es terapeuta e hipnotista, que tú te dedicas a hacer regresiones, que en otra vida estuviste en la cuna del cristianismo y allí te pasaron cosas... Hostias tío, esto es una locura y tú hablas de ello como si fuese lo más normal".
Justo a eso me refería...
Yo reconozco que, como esto tiene continuidad con otros movimientos en mi vida, para mí es algo bastante normal. Puede haber gente que por ejemplo aquí en Vigo, donde me encuentro ahora, pueda decir "¿pero qué le pasa a nuestro muchacho?". Pero, más allá de eso, para mí lo increíble es comprobar como todavía hoy seguimos en una sociedad en la que, por mucho que las referencias hayan saltado por los aires, la convención está muy circunscrita a ciertos parámetros. Amigos míos del mundo de la cultura, de la comunicación, siguen poniendo la nota de atención en nuestros parámetros clásicos y dicen que yo me estoy saliendo de ellos.
Y eso que, en el fondo, su libro no deja de ser una especie de evangelio apócrifo en el que relata su reencarnación como Filipo y su encuentro con Jesucristo...
Eso es, lo más clásico que uno se puede echar a la cara. Yo he hecho una regresión y, más allá de lo que uno quiera creer y de cómo se quiera explicar lo que significa abrir la puerta a lo esotérico, a mí esto me ha venido dado. Yo sólo lo he acogido y lo he recibido.
Por qué empezó a hacer regresiones hipnóticas, a indagar en las supuestas vidas que vivió antes que ésta?
Yo entiendo que lo de las regresiones es un gancho muy goloso, pero no es el corazón del libro. El corazón del libro lo encarna el encuentro de un tipo, que es soldado del impero romano y que vive una especie de drama de época con toques de western. Pero, sobre todo, vive una historia de iniciación porque conoce a alguien que le cambia el chip, su sistema de pensamiento. Dicho esto, yo empiezo con las regresiones por la confianza que me ofrece Tatiana, mi pareja, cuando la encuentro en París en unos días que son una película en sí mismos.
¿Siempre se ha interesado por lo espiritual, por lo mágico?
Hace 15 años tuve una especie de crisis personal y me entregué más abiertamente a abrir vías más intuitivas. Yo era un tipo muy racional, muy mental, como casi todos en esta sociedad en la que vivimos, y tuve el pálpito de que me convenía tirar por una vía más intuitiva. Y, en ese camino, en ese trabajo, para mi es normal que 15 años después esté haciendo una regresión. Hay herramientas en todas las culturas, sobre todo en la parte arcaica de nuestras culturas, que antes atendían eso de una forma normalizada y que ahora están arrinconadas, sepultadas por las religiones, vinculadas a territorios kitsch-casposos-esotéricos de cuarta categoría... La gente muchas veces mira eso con condescendencia, como si fuera una cosa de unos flipados que quieren relajarse. Pero cuando comienzas a leer, cuando viajas por Sudamérica como he viajado yo y conectas con el chamanismo, ves que eso siempre ha estado ahí. Ahí está por ejemplo Stonehenge, de tiempos del neolítico, un lugar donde la gente establecía una conexión sagrada muy poderosa con el entorno que ahora mismo no somos capaces de imaginarnos. Eso sigue estando en nosotros, pero lo tenemos adulterado, enterrado, ninguneado... Y yo he aprendido esa vía, estoy intentado desenterrar la esencia de algo que nos han robado,
Entiendo entonces que usted cree en el mundo de lo inmaterial, de lo inexplicable...
Sí. Y procuro descorrer cada vez más ese velo, y eso muchas veces implica simplemente hacer silencio, dejar de correr, dejar de pensar compulsivamente. Yo estoy en ese camino de rehabilitar lo perceptivo, lo intuitivo. Pero todo eso, que es de lo más normal, desata muchísimos prejuicios. Le hablas a alguien de viajes en el tiempo, de espíritus, de experiencias místicas, y dicen: "Joder el tío este, lo que se habrá metido entre pecho y espalda". Pero esa respuesta es un prejuicio aprendido por diferentes razones: porque ha habido gente muy charlatana, gente que la ha liado parda, pero también por desconfianza y miedo hacia la conexión con lo sensible, que tan necesaria es para que uno se sienta a gusto consigo mismo.
Este libro es su autobiografía de cuando usted fue Filipo, un soldado del imperio romano que dejó todo para seguir a un maestro que predicaba el amor, ¿no?
Sí. Yo soy el primero que se vio en la necesidad d que poner en orden cosas que no son matemáticas. Yo lo que voy viendo es que hay intuiciones que uno puede tener sobre lo que no ve en las que conviene ser humilde. Yo no sé si esto es un ejercicio de sublimación del inconsciente colectivo, o una sublimación de una memoria personal que yo necesitaba expresar o si literalmente, como parece ser, yo en otra vida fui Filipo y entonces hay reencarnaciones. En realidad no me parece lo más importante. Lo importante es el valor de lo que libera. Yo no trato de convencer a nadie y mucho menos se me ocurre decir que la verdad sea esta. Yo me meto en ese territorio y cuento con toda la honestidad de la que soy capaz lo que a mí me ha pasado, aquello con lo que me he encontrado, y comparto herramientas que nos ayudan a estar más en nuestro centro. Luego que cada uno haga lo que quiera y lo que pueda, porque el misterio al final no se puede encerrar en fórmulas, uno lo puede rozar con las yemas de los dedos pero es demasiado grande, no se puede aprehender.
En su libro se llama Yilak, pero la persona por la que usted dejó todo cuando fue Filipo era el mismísimo Jesucristo, convirtiéndose en uno de sus apóstoles, ¿verdad?
Bueno, usted me lo dirá...
Pues yo diría que sí: Yilak resucita a un muerto, celebra una última cena, muere crucificado...
Muy poca gente me hace esa pregunta que me acaba de hacer, aunque todo el mundo sabe la respuesta, pero me parece que no es lo que más les importa. Pero claramente esa historia está ahí. Y veremos lo que esto genera. No sé si a un católico apostólico y romano el libro le puede parecer una herejía en toda regla. Lo que yo me encontré en la regresión fue en un lugar que al principio no me permitía saber qué historia estaba viviendo. Pero sentí que la maravilla era precisamente eso: que no supiese nada del peso de la religión. A lo que aspira el libro es a que quien lo lea pueda sentirse, sin el peso de la historia, como uno más entre ese grupo de personas que, con todas las dudas del mundo, acompañaron a ese líder en esa tesitura tan particular. No es una historia de fe, no es una historia de dogmas, es una historia de un sistema de pensamiento que pone en cuestión el sistema de pensamiento que había entonces. Y esa es la maravilla: que estés de la mano de un tipo como Filipo que, como todos los que están con él, está dudando de un líder que va aparentemente improvisando y que reacciona de una manera que nos pone a prueba a todos. Así que cuanto menos se sepa de lo que uno se va a encontrar cuando empiece el libro, mejor.
Francisco es un Papa que está tratando de devolver a la Iglesia a su espíritu original, a su espíritu primigenio, justo al que usted relata en su libro, ¿no le parece?
Ese papa se presentó al público por primera vez con una cruz de metal, los zapatos viejos, quiso llamarse simplemente Francisco y no se quiso convertir en una estrella. En términos de estilo, hizo toda una declaración de intenciones. Estábamos tan acostumbrados al oropel y a las capas de armiño que la llegada de Francisco generó un movimiento muy fuerte, incluso en gente que ya no estaba ni de cerca ni de lejos relacionada con el cristianismo y que sentía que con él había un punto de inflexión. Pero, aparte de la simpatía que personalmente me puede generar Francisco, la Iglesia aún sigue aferrada en muchos términos a posiciones dictadas por un código moral que hace que si uno lo cumple estés en el lado de los buenos y si no, en el lado de los malditos. Es evidente que el tono del papa Francisco es volver a la raíz, pero el sistema del Vaticano debe de ser muy fuerte, no hay más que ver toda la presión que está recibiendo sólo por su afán de despojar a la Iglesia del boato y del dogma en términos de sexo y de otros muchos. A mí me gustaría saber qué le pasaría por el cuerpo al papa Francisco si leyera este libro.
Yilak, Jesucristo, le pregunta veces a sus apóstoles que a qué tienen miedo. ¿Usted de que tiene miedo?
Me perturba muy profundamente la intolerancia. Y estamos en un momento en el que es fácil visualizar como eso puede derivar hacia cosas horribles, de esas de que el día anterior a que pasen son inconcebibles. Creo que estamos rondando de una forma inconsciente cosas muy peligrosas. Mucho de lo que veo me remite a principios del siglo pasado, cuando había mucha frustración, mucha gente se sentía ninguneada, y de pronto aparecieron un tipo de voces de marcado carácter populista y dijeron : "Te voy a devolver lo que es tuyo" y crearon el horror. Eso me da mucho vértigo. Y miedo no, pero en última instancia lo que a mí me hace estar cada vez más es no ser consciente de lo que uno se puede alejar de sí mismo, de no ser consecuente, no ser coherente, no ser honesto con uno mismo.
Jesucristo fue en sus tiempos un revolucionario. ¿Hoy qué revolución podríamos esperar?
Hoy hay gente muy tronada, muy desnortada y muy tóxica en el mundo, pero también gente talentosa, extraordinaria y alucinante. Lo que yo veo es que uno se puede tirar, con la diferencia del canto de un duro, a un discurso catastrofista o a un discurso posibilista. Creo que el momento que estamos viviendo es un hito, es un momento muy terrible y delicado, un momento que da vértigo, pero un momento fascinante. Hace falta una renovación íntima, como tantas veces en la historia, para poder ver con un poco de distancia la locura en la que nos estamos moviendo. La revolución ahora mismo sólo puede ser íntima.
 El homiguero - Miercoles  -8- Jueves  -9- Julio - Laura Falcó Lara , Antena 3 a las 21:30,.
 
 Laura Falcó Lara,.

Laura Falcó Lara: "Hitler tenía su propio astrólogo que acabó en ...Laura Falcó Lara: "Hitler tenía su propio astrólogo que acabó en un campo de concentración",.

foto / Laura Falcó Lara. Barcelona, 1969. Ha sido directora editorial de varios sellos del Grupo Planeta y también escribe. Su última novela, La maldición de la lanza sagrada (La Esfera de los Libros), recrea el furor esotérico del régimen nazi.
¿Qué misterio esconde la lanza de Longinos, la que inspira la novela?
Quien la tenga será poderoso y quien la pierda se enfrentará a un destino fatal. Pasó por las manos de Barbarroja, Carlomagno, Napoleón quiso hacerse con ella... y Hitler, que la robó de Austria, empezó a perder batallas en 1942. ¿Y si la perdió entonces?
¿Quién la tiene hoy?
Hay muchas versiones. Una dice que Patton la encontró en el momento que Hitler moría. Al volver a Estados Unidos tuvo un accidente y murió. Fue Eisenhower quien la devolvió a su lugar original en Viena. Pero hay quien dice que fue enterrada en la Antártida, otros que Hitler se la llevó a Sudamérica ... probablemente esté en el Vaticano.
Se ha escrito mucho sobre nazis y esoterismo pero, ¿Churchill también?
El detonante fue la historia de Helen Duncan, la última mujer que fue juzgada por brujería en Inglaterra. Era una médium que en plena Segunda Guerra Mundial le dijo a la madre de un soldado que su hijo no iba a volver a casa porque estaba en un submarino que se había hundido días antes de que se tuviese confirmación oficial militar.
¿Creer en astrólogos era lo normal?
A la Segunda Guerra Mundial la suelen llamar la guerra de los magos. Hitler tenía su propio astrólogo, que acabó en Buchenwald, y Himmler, su mago. Churchill no era un especial defensor del ocultismo, pero se enfrentaba a un régimen que sí y qué mejor manera de cazar a un gato que comprar ratones. Si sabes que tu enemigo basa muchas de sus decisiones en cartas astrales, pues qué mejor que hacer tú lo mismo.
A Joseph Goebbels le deja como un auténtico depredador sexual.
¡Es que lo era! Villa Bogensee, a donde llevaba sus amantes, la usaba casi como prostíbulo. No había actriz en la época que no pasase por su cama si quería triunfar. Era de lo más ruin.
¿Desde cuándo se siente atraída por la parte más esotérica de la historia?
Desde niña. Siempre he tenido facilidad para que me pasen cosas. De hecho, me interesé por el mundo de lo paranormal precisamente para tratar de entender muchas cosas que me ocurrían para las que no encontraba explicación posible.
¿Qué tipo de cosas?
Mi madre me cuenta que desde pequeña le anticipaba episodios. Sueños, visiones o ideas absurdas que me venían a la cabeza y luego ocurrían. Como por ejemplo, soñar que alguien iba a tener un accidente... y pasarle.
¿Cómo vive una niña algo así?
De pequeña como una cosa normal. Luego cuando crecí vi que la gente empezaba a mirarme raro, como si estuviera loca. Fue cuando mi curiosidad se concentró en saber por qué tenía yo esas premoniciones y el resto de la humanidad, no.
¿Y le sigue pasando hoy?
Siempre. Eso ni se quita ni se pone, siempre está ahí. Cuando era niña era una cosa descontrolada, con los años aprendí a bloquearlo. Ahora no me afecta en mi vida normal porque he aprendido a cerrar. Todos somos como una antena: hay gente que la tiene bloqueada, otros la tienen obstruida y otros, sintonizada.
¿Entonces cree que hay algo más ahí?
Es que no me queda más remedio. Tengo claro que hay una vida después de esta. Cómo es no lo sé, pero lo tengo clarísimo.
En realidad es una suerte pensar así, uno se ahorra el miedo a la muerte, ¿no?
Es un alivio. Me da miedo que se muera un ser querido por no verle más, pero sé que hay algo después. No me da miedo la muerte porque sé que esto no se acaba aquí. No sé exactamente a dónde vamos, sólo sé que transmutamos en algo diferente. 
 
 
TITULO:   La Sexta Columna - Putin ,. . Viernes -10- Julio.
 

 Este viernes -10- Julio -    a partir de las 21.30, 'La Sexta, foto,.
 
 
 
Putin, protagonista de ‘laSexta columna’
Treinta años después de la disolución de la URSS, el viejo contrapeso al poder de Estados Unidos ha regresado y con potentes aliados. Puede que con su liderazgo haya terminado con la hegemonía de Occidente. Por el momento, son conocidas las injerencias en campañas extranjeras, sus ciberataques y su poderío militar junto a China. Con el título ‘Putin: el oso sale de la cueva’ y después de que los rusos dieran este miércoles vía libre a la reforma de la Constitución que concede al presidente ruso la opción de perpetuarse en el poder otros dos mandatos, hasta 2036, laSexta Columna realiza un acercamiento a la personalidad del líder ruso. 



 TITULO: Equipo de investigación - Dinero público  .  . Viernes -10- Julio ,. 

Este viernes  -10 - Julio -  a partir de las 22.30, 'La Sexta, foto.

Dinero público,.


CON la pandemia se ha puesto de manifiesto, por si no estaba lo suficientemente claro, que los servicios públicos como la sanidad absorben enormes cantidades de dinero en condiciones normales y aún más cuando las cosas se complican. Esos millones y millones de euros no caen del cielo, sino que se obtienen por dos vías fundamentalmente: nuestros impuestos y el endeudamiento del Estado.
Las deudas hay que pagarlas, por lo que la segunda vía es válida hasta un límite en que peligra la estabilidad de una nación (o de una comunidad autónoma) debido a su exagerado nivel de endeudamiento. Y en cuanto a los impuestos... ¿qué quieren que les diga?
Hay algunos de ellos, como el IVA, que se pagan al adquirir un bien, y nadie está exento de hacerlo. Pero hay otros muchos, como el IRPF, al que no contribuye quien no trabaja o quien obtiene rendimientos muy bajos. Quiere esto decir que cuanta más gente haya en las listas del paro, menos impuestos recaudará el Estado, que además se verá obligado a pagar subsidios para mantener un mínimo vital de quienes no tienen ingresos.
Cuando el Estado no ingresa, no puede soportarse a sí mismo. Los ciudadanos, acostumbrados a beneficiarnos de unos servicios públicos más que dignos, protestamos airadamente cuando los vemos decaer.
Mantener un hospital abierto cuesta una auténtica millonada cada día: mobiliario, servicios humanos, comidas, electricidad, equipos de diagnóstico, medicamentos y un larguísimo etcétera. De las carreteras y la Educación no hablemos. ¿Quién paga todo esto? Estamos de acuerdo en que con altas tasas de desempleo resulta difícil hacerlo. Pero, ¿y qué pasa con quienes estando obligados a pagar sus impuestos y pudiendo hacerlo no lo hacen?
Si ponemos la vista atrás comprobamos que la historia de la Humanidad está plagada de estafas, de engaños, de actitudes reprobables (a la vista de la revisión de valores actual no se salva ni el apuntador). Por estos días se cumplen años de aquel gol de Maradona con la 'mano de Dios', ¿lo recuerdan? Es insignificante pero ilustra la actitud del engaño. Se cumplen años también de la mayor estafa llevada a cabo por una sola persona en Wall Street. Fue el estadounidense Bernard Madoff, que estafó 50.000 millones de dólares. Por no hablar de algunos políticos que están tan de moda por llevárselo crudo, o esos millones de personas que soportan la economía sumergida.
Todo el dinero que el Estado deja de ingresar no podrá ser utilizado para pagar esos mismos hospitales en los que trabajan los aplaudidos sanitarios sin medios de protección, pero también para sostener colegios, carreteras y servicios cuya eficacia se pone muchas veces en tela de juicio por los mismos que no están dispuestos a pagarlos. El problema es que si lo que es de todos lo pagamos entre todos y hay muchos que no pagan, unos porque no pueden y otros porque no quieren, solo queda que el Estado pida prestado. Y esa deuda brutal y creciente la vamos a pagar muy cara.

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