Sabado -18- Julio la 13:25 por La 2, foto,.
El
hormigueo de los nervios previos, las instrucciones de última hora, las
arengas con la voz rasgada que disparan las reservas de adrenalina, el
último grito de guerra antes de la batalla, la liturgia para saltar al
verde, supersticiones, rezos... Vuelve el fútbol para el Badajoz, y de
qué manera. Con el privilegio y, a la vez, la responsabilidad de luchar
por un ascenso a la categoría de plata que se resiste desde hace 28
años, cuando el conjunto blanquinegro selló su último billete al segundo
peldaño del olimpo futbolístico tras golear al Cartagena.
Han
pasado cuatro meses y diez días desde que se decretó un periodo de
abstinencia balompédica forzosa que dejó en la lejanía de la antigua
normalidad aquel 8 de marzo que cerró el curso regular a cal y canto. El
Badajoz refrendaba en el Nuevo Vivero sus buenas sensaciones de la mano
de Pedro Munitis enlazando tres victorias consecutivas cuando cumplía
su primer mes en el banquillo. «El equipo habría podido pelear por la
liga en las ultimas diez jornadas», comentaba convencido Pablo Vázquez a
este diario. Pasaron de perder uno de los puestos de privilegio a
ponerse a tiro del liderato, una dinámica ascendente que esperan
recuperar de cara al primer duelo por el ascenso ante el Bilbao
Athletic, en el Nuevo Mirador (20.00 horas).
El
parón fue unánimemente inoportuno, pero a los blanquinegros les impidió
dar rodaje a las ideas del nuevo entrenador para automatizar resortes y
planteamientos. «El tiempo es el que permite asimilar los conceptos,
pero en este mes y medio de entrenamientos grupales hemos afianzado todo
y llegamos con las cosas claras», añade el central gandiense. En todo
caso, la incertidumbre es la palabra más repetida a la hora de valorar
la vuelta después de una situación tan atípica: «No sabemos
verdaderamente en qué momento llegamos, pero sí que hemos entrenado
mucho y bien», relata Munitis.
Los
extremeños han probado fuerzas con tres equipos que aspiran a subir a
Segunda B (Coria, Villanovense y Cacereño), «pero no hemos tenido la
posibilidad de competir contra un equipo de nuestra categoría», se
lamenta el preparador santanderino. Esa referencia sí la poseen los
bilbaínos, que derrotaron (1-0), con tanto de Nico Serrano, al Logroñés,
inmerso también en el playoff exprés y campeón del grupo II en el que
los cachorros de Lezama fueron terceros.
Si
es difícil para Munitis calibrar el estado de su plantilla a distintos
niveles, lo es aún más aventurarse sobre lo que su homólogo Joseba
Etxeberria pondrá en liza esta tarde. «Sabemos lo que han hecho hasta el
momento, pero no lo que van a hacer en este partido. Pero es un equipo
muy definido y lo tenemos muy bien trabajado», recalca el entrenador
cántabro.
Frenar el torrente ofensivo rojiblanco será clave para
tener opciones de lograr el pase. Los bilbaínos son una máquina de
fabricar goles con Morcillo y Artola como principales baluartes. Munitis
resalta de los vizcaínos su juego alegre arriba, el buen manejo del
balón, la rapidez en las transiciones y los pulmones de un bloque muy
joven (la media de edad es de 21,5 años). Ese último factor puede ser un
arma de doble filo y «provocar que cometan errores, y en los partidos
de playoff es importante equivocarte lo menos posible», recalca.
La
experiencia es un grado, especialmente con futbolistas con muchos
kilómetros en sus piernas y con muescas en sus revólveres. No obstante,
Kike Royo, César Morgado, Guzmán Casaseca, Candelas y Toni Abad vuelven
al punto de partida del pasado curso para intentar desbloquear un nivel
que les fue vetado en la primera eliminatoria ante el Logroñés. Además,
cuentan con el 'espía' Gorka Santamaría, que logró el salto al fútbol
profesional con los rojiblancos hace cinco años y que hoy se enfrentará a
sus excompañeros como primer escollo para repetir hazaña.
En
cuanto a las novedades de ambos conjuntos, el Badajoz no podrá contar
para el envite con Djak Traoré, que cumple sanción tras ser expulsado
por doble amarilla en el último encuentro liguero. En cuanto a lesiones,
Munitis destacó que han tenido algunos contratiempos físicos en las
últimas semanas, pero todos estarán disponibles.
Sancet y Vivian, con el filial
En el Bilbao Athletic la noticia son las altas. Tras varias
semanas en las que se ha especulado sobre la presencia de algunos
jugadores claves que suelen ir convocados con el primer equipo, quedaron
resueltas las dudas. Sancet (plenamente integrado con los leones) y
Vivian viajaron ayer a Marbella para ponerse a disposición del
entrenador elgoibarrés de cara al choque contra el Badajoz; al igual que
ha ocurrido con Ezkieta, Unai Vencedor y Gorka Guruzeta.
Cabía
la posibilidad de que varios de ellos estuvieran en la lista ante el
Granada, pero tras perder todas las opciones matemáticas de clasificarse
para la Europa League, Gaizka Garitano ha liberado a piezas de gran
valor para el filial: «Facilitaremos todo lo posible al Bilbao Athletic.
Tendrán lo que ellos necesiten», comentaba el técnico al respecto. Una
variante que no trastoca los planes de Munitis, que fue muy taxativo:
«Nosotros hemos preparado la eliminatoria pensando que iban a estar
todos, sería un cambio que alguno no viniera».
Este movimiento de
piezas provoca que Aitor Paredes, Álvaro Núñez y Beñat Prados regresen a
Bilbao para preparar el choque del Basconia (segundo filial rojiblanco,
entrenado por el extécnico blanquinegro Patxi Salinas) ante el
Portugalete correspondiente al playoff de ascenso a Segunda B.
El
conjunto vasco podrá contar con Ewan Urain, que se perdió gran parte de
la temporada por unos problemas de rodilla y cuya recuperación ha
finalizado más allá del confinamiento. Nueve de referencia y delantero
franquicia del club, peleará por el puesto de ariete con Gorka Guruzeta,
apartado durante varias jornadas del inicio del campeonato por una
rotura del ligamento cruzado, pero que ha contribuido con cinco goles,
cuatro de ellos en los últimos cinco partidos. También se han
restablecido de sus dolencias Julen Bernaola y Andoni Tascón, de manera
que tan solo queda Iñigo Baqué como inquilino de la enfermería.
En
cuanto al escenario del encuentro, el Nuevo Mirador, Munitis dribla la
polémica sobre la posibilidad de que el terreno de juego no esté en las
mejores condiciones. «No pienso en cosas que son imposibles, el campo
está como está y me da igual. No hay excusas, es el momento de la verdad
y lo tenemos que afrontar como exige una eliminatoria de este tipo»,
zanjó.
El Badajoz jugará con la indumentaria especial
confeccionada por Adidas para la ocasión, cuyos colores son un guiño a
la bandera extremeña.
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