Solo el 0,59% de los vehículos fabricados en España en 2019 fueron eléctricos,.
Se produjeron 16.885 unidades impulsadas únicamente por baterías, y a penas 272 híbridos enchufables, de una producción total de 2.822.632 vehículos,.
Las cifras, no obstante, se corresponden con el, por ahora, pobre desempeño de este tipo de vehículos en nuestro mercado, puesto que, según la misma asociación, España se situó en la última posición del ranking europeo en cuanto a penetración de la electromovilidad, por las bajas ventas de modelos electrificados (a cierre de año solo había 53.847 de todo tipo, en un parque de 29.463.309 unidades) y la escasez de puntos de recarga (7.607 para todo el país).
«Esperamos atraer más producto electrificado en los próximos años», asegura José López-Tafall, director general de Anfac, que cifra 110.000 los puntos de recarga necesarios para 2025. El directivo cree que la transición hacia una nueva movilidad electrificada se acelerará por causa del coronavirus. «Los fondos europeos van a allegar antes. Debemos ser capaces de aprovecharlos ahora porque quizá no vuelvan a existir en los años venideros», reflexiona.
La patronal automovilística ha presentado este miércoles su Informe Anual 2019, aunque, en palabras de su presidente, José Vicente de los Mozos, «es difícil escribir, en 2020, unas líneas sobre el año pasado sin que parezca una realidad alejada, casi una ficción. La pandemia del coronavirus está representando una crisis de tal magnitud, que asomarse a los días anteriores parece abrir una ventana a un remoto lugar de la Historia reciente».
Sin embargo, el pasado ejercicio fue, para De los Mozos, «muy relevante para la industria automovilística del país». En 2019 nuestro país consiguió mantenerse como noveno fabricante mundial de vehículos, con 2.822.632, un 0,1% más, poniendo fin a dos años de caídas. Fue, junto con Brasil, el único país del top ten en incrementar su fabricación. Y aunque el principal mercado es el interno (enn torno al 23,6% de lo que se produce en España se queda en el país), se exportaron 2.310.070 unidades, un 0,2% más. El sector supuso además el 8,5% del PIB, el 11% si se suma la actividad del sector de la distribución, seguros o financieras, y dio empleo empleo al 9% de la población activa.
Anfac destaca que la entrada en línea de producción de nuevos modelos asignados incrementó a partir del mes de julio las cifras, generando una recuperación progresiva en los últimos seis meses. «Esta recuperación se vio empañada, sin embargo, en el último tramo del año por imprevistos externos a las cadenas de producción, que provocaron paradas no planificadas -como el aparatoso incendio que afectó a Seat y Nissan- y el comienzo, en algunas plantas, de la adaptación de las líneas de producción para la entrada de los nuevos modelos asignados para 2020», dice la asociación. En cuanto a las Comunidades Autónomas, Cataluña volvió a ser la región que más vehículos fabrico en España, seguida por Castilla y León y Aragón.
En 2019, los fabricantes y empresas asociadas a Anfac obtuvieron una facturación de 69.500 millones de euros, un 9% más de ingresos que el año anterior, mientras que el resultado neto el resultado neto creció un 46%, por encima de los 960 millones de euros. En el mismo ejercicio, las marcas invirtieron más de 2.700 millones de euros en España (un 9% menos), mientras que la recaudación fiscal del automóvil en su conjunto superó los 30.000 millones de euros, un 2,9% más. Curiosamente, pese a que las matriculaciones cayeron un 4% (hasta 1.501.239 unidades) se recaudó un 3,4% más en el impuesto de matriculación, hasta los 5.500 millones, consecuencia del incremento en las ventas de modelos SUV (que emiten más CO2, variable que afecta al tributo) y a las nuevas pruebas de medición de emisiones y consumos WLTP, más exigentes.
TITULO: Para Todos La 2 -Del GPS a mandar un mensaje en altamar,.
Del GPS a mandar un mensaje en altamar,.
«El mundo de hoy sería inconcebible sin los servicios que prestan los satélites»,.
Cuesta imaginar que sean necesarias máquinas que se encuentran a miles de kilómetros de la Tierra para realizar operaciones de la vida diaria que se nos antojan básicas, pero lo cierto es que «el mundo actual en el que vivimos sería simplemente inconcebible sin los servicios que nos prestan los satélites». Así lo afirma Javier Ventura-Traveset, director de la Oficina de Ciencia del Satélite de navegación Galileo (GSSC) y portavoz de la Agencia Espacial Europea (ESA) en España, quien invita a visualizar un hipotético apagón espacial. Al instante, todas las funciones citadas anteriormente, y muchas otras, se verían limitadas o desaparecerían, y el desarrollo de la humanidad quedaría en un punto similar al que tenía varios siglos atrás. Además, «el impacto económico global de este apagón sería extraordinario e inasumible. En la Unión Europea, por ejemplo, se calcula que más del 10% de su PIB depende de la disponibilidad de servicios satelitales», detalla el especialista.
Existen satélites de telecomunicaciones, de observación de la Tierra, de navegación, científicos, meteorológicos y militares. Aun así, el 75% de los que actualmente están en órbita ofrecen servicios de los tres primeros tipos. La cifra no es pequeña. Desde que la extinta Unión Soviética lanzara el primero de todos (Sputnik 1) —allá por el año 1957— hasta hoy, se han enviado al espacio del orden de 10.000 satélites. De ellos, unos 5.500 siguen actualmente en órbita, aunque solo 2.300 están activos.
El número de lanzamientos ha ido in crescendo a lo largo de las décadas. Entre 2000 y 2013, se proyectaban unos 100 al año; entre 2013 y 2017 entre 150-200; y en los dos últimos años alrededor de 400, según cifras de la Oficina de Space Debris de Alemania, del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), perteneciente a la ESA. Solo diez naciones tienen capacidad para lanzar satélites en órbita de manera independiente, mientras que 80 países disponen de sus propios satélites nacionales. China, Estados Unidos y Rusia encabezan el pódium de esta carrera espacial.
De los 10.000 satélites que se han enviado al espacio, 5.500 siguen en órbita, pero solo 2.300 están activos
Según la función que tengan, los satélites
se diseñan con instrumentos diferentes. Un satélite de comunicaciones,
por ejemplo, lleva antenas y amplificadores de señal. Uno de navegación,
está equipado de un reloj muy preciso y transmite su posición y la
hora. Por su parte, uno de observación de la Tierra puede llevar radar,
telescopio u otros instrumentos para analizar diferentes parámetros de
la superficie terrestre o de la atmosfera. «La construcción de
un satélite es un proceso muy largo y complejo que puede prolongarse
durante cuatro o cinco años; a veces más», explica Antonio Abad, director técnico y de operaciones de la compañía de satélites de comunicaciones española Hispasat.La tarea comienza con un estudio de las necesidades del mercado a largo plazo pues, una vez en órbita, no se pueden modificar sus especificaciones técnicas. «El fin es tratar de ajustar muy bien la previsión de demanda futura de servicios para que pueda ser útil durante muchos años», declara Abad. «Hoy en día, los nuevos satélites dan algo más de margen de maniobra una vez en órbita, pero dentro de unos límites muy estrechos».
Tras el lanzamiento, el tiempo de llegada del satélite a su posición orbital varía en función del vehículo lanzador y del tipo de satélite: los de propulsión eléctrica pueden tardar varios meses, los de combustible químico solo unos días. Una vez allí, se realizan pruebas para comprobar su estado y, finalmente, entra en operación.
Tipos de órbitas
Que el satélite se sitúe más cerca o más lejos de nuestro planeta depende de su misión. Por ejemplo, la mayoría de satélites para el estudio de la Tierra y el pronóstico del tiempo están en órbitas bajas o LEO (Low Earth Orbit), a 800 y 1.500 km de la superficie terrestre. «Es el caso de los pequeños satélites tipo CubeSat, dado que transmiten muy poca potencia y su coste de lanzamiento debe ser muy bajo», explica Ventura-Traveset. Además, gran parte de los satélites de observación de la Tierra están en órbitas heliosíncronas o SSO (Sun Sincronous Orbit), que se caracterizan porque un objeto ubicado en ellas pasa todos los días por un mismo lugar a la misma hora.Los satélites de navegación, como GPS o Galileo, están, en su gran mayoría, en lo que determinamos órbitas intermedias o MEO (Medium Earth Orbit). Estas están a una distancia de entre 2.000 y 35.700 km de altura y su periodo orbital es de 12 horas. Por su parte, la mayoría de los satélites de telecomunicaciones se colocan en la órbita geoestacionaria o GEO (Geostationary Earth Orbit), que es concéntrica al ecuador de la Tierra y se situa a 36.000 km de altura. Su periodo de rotación de la órbita tiene la misma duración que la rotación sideral de la Tierra, por eso son ideales para la radiodifusión de televisión pues, una vez se coloca la antena parabólica apuntando a uno de ellos, no es necesario volver a ajustarla cada vez que el satélite se mueve.
«Cuando un satélite queda obsoleto se propulsa hacia la 'órbita cementerio' con el fin de evitar la basura espacial»
Antonio Abad
Además, un gran número de
satélites de misiones científicas están a más de once millones de
kilómetros de la Tierra, en lo que se denomina el punto de Lagrange L2,
pero también hay otros que se envían incluso más lejos, al Sistema
Solar o a Marte. Todo depende de cuál sea su finalidad: encontrar vida
en Marte, observar el sol.Basura espacial
La pregunta es, ¿qué pasa con todos estos satélites cuando dejan de funcionar? Pues que van al 'cementerio'. Esta es una órbita donde se ubican de manera permanente, tal y como establecen las recomendaciones de la normativa internacional. «El objetivo es evitar que acaben convirtiéndose en un problema para los satélites de posiciones orbitales cercanas», expresa Abad. El director técnico de Hispasat detalla que los satélites de telecomunicaciones, por ejemplo, tienen una vida útil de 15 años, «aunque siempre existe el riesgo de que una avería los inutilice antes de tiempo».Basura espacial en cifras
- 34.000
- objetos de más de 10 centímetros.
- 900.000
- objetos de entre 1 y 10 centímetros.
- 128
- millones de objetos de entre 1 milímetro y 1 centímetro.
Distintas iniciativas se han puesto en marcha para reducir la cantidad de basura espacial y automatizar los procesos para realizar las maniobras que eviten colisiones. Uno de ellos es el programa de Seguridad Espacial (S2P) de la ESA. «Si no se toman medidas efectivas, la situación podría agravarse con consecuencias desastrosas», remarca Ventura-Traveset.
Los satélites del futuro
La cifra de negocios en el sector espacial se ha duplicado en los últimos diez años, pero varios estudios indican que esta podría multiplicarse por diez en las próximas dos décadas. «Una gran parte de esta revolución se debe a los avances en tecnologías de digitalización y la miniaturización de componentes» comenta el portavoz de la ESA Ventura-Traveset. Por ejemplo, los satélites más pequeños actuales tienen altas funcionalidades y bajos costes de lanzamiento.Otra novedad en curso son las megaconstelaciones en órbita baja, con cientos o miles de satélites formando parte del mismo sistema y proporcionando servicios de internet de alta velocidad. En paralelo, el director técnico de Hispasat, Antionio Abad, señala las innovadoras plataformas atmosféricas de gran altura (HAPS), que presentan ventajas competitivas como la posibilidad de recuperar y reparar los satélites o la sostenibilidad.
También los satélites jugarán un papel importante en el desarrollo del tecnologías modernas como 5G y, a futuro, en el establecimiento de comunicaciones entre la Tierra y las colonias en la Luna y Marte; o en el almacenamiento de datos en el espacio.
TITULO: Gigantes de La 2 - Bennu Yıldırımlar. ,Jueves -16- Julio ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves -16- Julio,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Bennu Yıldırımlar
Bennu Yıldırımlar - foto,. | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
22 de noviembre de 1969 (50 años) Estambul, Turquía | |
Nacionalidad | Turca | |
Familia | ||
Cónyuge | Bülent Emin Yarar | |
Educación | ||
Educada en |
| |
Información profesional | ||
Ocupación | Actriz | |
Años activa | 1988-presente | |
Web | ||
Sitio web | ||
Biografía
Vida personal
Desde 1995, está casada con el actor Bülent Emin Yarar., etc,.TITULO: ¡ Atención obras ! - Dance Monkey", la canción más escuchada en Spotify durante la pandemia,.
foto .- Durante los peores meses de la pandemia
por coronavirus, la lista de éxitos en la plataforma musical Spotify
creció un 18 % y se movió un 8 % más, lo que evidencia que, mientras la
gente se detuvo, la música no paró de moverse, siendo "Dance Monkey" la
canción más escuchada.
Así lo evidencia un estudio de la Universitat Politècnica de
València (UPV), que se ha presentado esta semana en la conferencia
'Mathematical Modelling in Engineering & Human Behaviour 2020', y
que, según las conclusiones a las que ha tenido acceso EFE, refleja el
aumento de las listas de éxitos de canciones del Top-200 de la popular
aplicación.
Las canciones más escuchadas a nivel mundial durante los meses
que abarca el estudio fueron 'Dance Monkey' (de Tones and I), 'Blinding
lights' (de The Weeknd) y 'The Box' (de Roddy Ricch).
CAMBIOS DE PREFERENCIAS
Esto significa que, independientemente de si las compañías
discográficas han publicado nuevos trabajos o no, la audiencia ha
cambiado sus preferencias más a menudo durante la pandemia, provocando
con ello un aumento del número de temas que aparecieron en las listas,
según han indicado a EFE fuentes de la UPV.
Así, mientras que el primer cuatrimestre de 2019 acumuló 474
canciones en la lista Top 200, en el mismo período de este año el número
de temas fue de 557, lo que representa un aumento del 18 %.
Este dato muestra una fuerte subida si se compara con la
disminución del 1 % en temas acumulados que se produjo en el mismo
período de 2018 a 2019, o el aumento de solo el 9 % que se produjo
durante los años 2017 a 2018.
"Parece que todo ha ido muy rápido en estos meses de COVID-19 y
nuestros gustos han ido cambiando a la misma velocidad", explica Alberto
Conejero, investigador del Instituto Universitario de Matemática Pura y
Aplicada (IUMPA) de la UPV y uno de los autores del estudio, junto con
Francisco Pedroche, del Instituto de Matemática Multidisciplinar (IMM)
de la UPV.
Conejero añade que "esa agitación también se ha visto en la
música", y considera que este tipo de estudios sea quizá "una forma de
detectar la agitación interna a la que se somete la sociedad".
El trabajo abarca de enero a abril de este año y tiene en cuenta
tanto los temas involucrados en las listas como el movimiento de estos,
es decir, el cambio de las posiciones que ocupan los temas en las
listas. Según sus autores, durante los cuatro primeros meses de este año
el movimiento de los temas en las listas creció un 8 % respecto al
mismo período del año pasado.
Según explica Francisco Pedroche, Spotify ha crecido durante los
últimos años en número de usuarios, debido en parte a nuevas
funcionalidades como los "podcasts", pero eso no se traduce
necesariamente en más movimiento en las listas de éxitos medidos según
este estudio, pues durante los años 2018 a 2019 el movimiento de las
listas Top 200 en el primer cuatrimestre bajó un 2 %.
CANCIONES MÁS ESCUCHADAS
Según recoge el estudio, las canciones más populares en todo el
mundo en el primer cuatrimestre del año fueron 'Dance Monkey', 'Blinding
lights' y 'The Box'.
El tema 'Dance Monkey' fue número 1 durante enero y la mitad de
febrero; 'Blinding lights' fue número 1 desde la última semana de
febrero hasta la última semana de abril; y 'The Box' ocupó el primer
puesto solo la semana del 7 al 14 de febrero, aunque permaneció en
segundo puesto durante 9 semanas, cuando le quitó el puesto el tema 'The
Scotts', del grupo del mismo nombre.
Durante las 18 semanas estudiadas, solo aparece una artista
española: la catalana Rosalía, con 'Highest in the room' (con Travis
Scott y Lil Baby), que alcanzó el puesto 16; 'Yo x ti, tu x mi' (con
Ozuna, puesto 95), y 'Con altura' (puesto 101), que permanecieron en la
lista Top 200 durante enero y las dos primeras semanas de febrero.
El interés científico del trabajo radica en que el método
desarrollado se puede aplicar a listados que varían sus elementos con el
tiempo (como las listas de éxitos), a diferencia de lo que ocurre en
las clasificaciones deportivas, en donde los equipos participantes se
mantienen durante toda la competición, como ocurre en las ligas de
fútbol.
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