Documaster - Las cajas españolas,.
foto / Película documental que recrea el rescate del patrimonio artístico nacional para evitar su destrucción durante la guerra civil española de 1936. Lo sustancial del patrimonio son las pinturas del Museo del Prado, que deben acompañar al gobierno de la República a donde este se desplace.TITULO: LUNES -6- Julio - EN EL PUNTO DE MIRA - Arde la depuradora de la fábrica de tomates Transa de Villanueva de la Serena,.
LUNES -6- julio- EN EL PUNTO DE MIRA ,.
En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1 En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes -6- Julio - a las 22:40h, etc,.
Arde la depuradora de la fábrica de tomates Transa de Villanueva de la Serena,.
Como consecuencia, casi la mitad de la depuradora quedó calcinada, siendo visible el humo desde varios kilómetros, dado el color negro como resultado del plástico quemado. Por ahora, se desconocen las causas que originaron el fuego.
En la extinción del fuego participó una dotación de bomberos del Parque Don Benito-Villanueva con tres camiones cisterna, así como Policía Local y Policía Nacional.
TITULO:
LUNES -6- Julio - Madridistas por el mundo - El Madrid 'joga bonito' ,.
Realmadrid TV emite - LUNES-6- Julio- noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo - El Madrid 'joga bonito' ,.
El Madrid 'joga bonito',.
Hasta 27 jugadores nacidos en el país brasileño han vestido en alguna
ocasión la camiseta blanca: unos fracasaron, otros, la gran mayoría,
triunfaron. Aquí repasamos sus historias.
Nada asegura el éxito en el deporte y menos en el fútbol, que está
muy lejos de ser una ciencia exacta, pero contar con los mejores ayuda
mucho a recorrer ese camino hacia lo triunfal. Y seguramente por eso el
Real Madrid, reconocido en la cima del siglo XX por la FIFA, haya
guardado a lo largo de su historia una relación tan estrecha con la
selección de Brasil, pentacampeona mundial, superior al resto: con 27
brasileños que han vestido la camiseta blanca: ningún otro país
ha vestido a más jugadores con la nítida camiseta madridista. Ni ha
marcado tantos goles, 383 en 2.805 partidos, a excepción de Portugal,
léase Cristiano, que está en 525. La clave para entender esta simbiosis
la dio Ronaldo Nazário, uno de los más ilustres: “El Real Madrid es como si fuera Brasil… pero todos los días”.El precursor
En la casilla de salida aparece Fernando Giudicelli, desde entonces y para siempre el primer brasileño en jugar en el Madrid. Ocurrió en la temporada 1935-36, con Francisco Bru en el banquillo y, como suele pasar en estos casos, nadie imaginaba lo que ofrecería el vínculo Madrid-Brasil. Su aportación fue prácticamente testimonial y pintoresca por lucir una gorra: se limitó a un encuentro en la sexta jornada de la Liga ante el Racing… que acabó en derrota. Trotamundos del fútbol, con pasos por su país, Italia, Francia o Portugal, desde donde llegó al Madrid con el halo propio de quien había estado en la primera edición de un Mundial, el de Uruguay-1930. Su fracaso ante el conjunto racinguista fue de tal magnitud, que pocos días después de dicho encuentro, se le dio la baja y se marchó a Portugal. Tenía 36 años, tres más de los que había declarado a su llegada…
Por las huellas que dejó Giudicelli continuó Didí. De nombre, Waldir Pereira, y en plena moda de lo brasileiro (la selección sudamericana había ganado el Mundial de Suecia con un juego maravilloso). Bernabéu vio en él lo que se intuía de Pelé, con el que coincidió en la selección brasileña, e intentó su fichaje en 1958, pero no sería hasta un año después, en 1959, cuando Didí aterrizaría en Madrid. Su fichaje, por unos 5 millones de pesetas de la época, fue de campanillas. Campeón, y más decisivo que un joven Pelé en el Mundial de Suecia 58 y luego en Chile 62, e inventor en 1956 de la folha seca, esa suerte de tiro de efecto endemoniado e imposible para los porteros que patentó debido a una lesión en un tobillo, y que perfeccionó gracias a la brisilla que se producía en el Bernabéu. Sin embargo, no terminó de mezclar con Di Stéfano o Puskas, los emblemas de la casa. Su breve etapa, una campaña con seis goles en 19 jornadas ligueras tuvo un final entre el rosa y el amarillo: su mujer, Doña Guiomar, trabajaba como columnista de un periódico brasileño y para una agencia. Un día escribió que los futbolistas del Madrid, a excepción de su marido, criticado, pagaban a los medios para que no faltaran halagos. Cuando esa información fue rebotada desde Brasil, se montó la marimorena.
De la nada a la abundancia
Con ese buen sabor de boca de 1965 se quedó la cuestión brasileña, ajeno el Madrid incluso al jogo bonito de México 1970, hasta que transcurrido un cuarto de siglo Ricardo Rocha (1991-93) probó en el Bernabéu lo más amargo del fútbol. Muy duro (“la sonrisa es un lujo que no está al alcance de un central”, dijo), El Xerife integró una plantilla que cayó en desgracia en dos Ligas seguidas, aquel doblete de hecatombes en Tenerife. Y no es que el defensa pasara por allí, sino que en la primera un autogol suyo supuso el 2-2 que precedió al definitivo 3-2. Antes, otro tanto en propia meta suyo había provocado la eliminación con el Torino en la UEFA, y después se equivocaría de portería de nuevo, en un encuentro ante el Deportivo coruñés en Riazor. Regresó a Brasil. Jugando en las filas de Santos desde 1993, celebró la conquista del Tetra, el cuarto título mundial de Brasil.Hasta el cierre del siglo hubo un triple fiasco, el encendido de una estrella y un sí pero no. Decepcionaron Vítor (1993-94), al que tan pronto se calificó de próximo Cafú como se le despidió, con un reencuentro en Vasco da Gama en la Intercontinental de 1998, recordadísima por El Aguanís de Raúl. La leyenda que pululaba por la antigua Ciudad Deportiva cuenta que el Madrid llegó a un acuerdo con el Sao Paulo para fichar a Cafú. El club brasileño le pidió al Madrid que se lo dejara hasta que se jugara la final de la Copa Intercontinental y que, a cambio, se quedara con este joven lateral. En uno de sus primeros entrenamientos, Benito Floro le dio unas órdenes precisas, pero éste no le hizo caso alguno. Apenas jugaría tres encuentros de Liga. El día de su debut se llevó un palo por parte del entonces presidente blanco, Ramón Mendoza: “Este es un petardo…”.
Tampoco llegaron a triunfar ni Zé Roberto, traído en el invierno de 1996 y vendido en 1998, pese a ser un pedido de Capello; y Julio Cesar (1999-00), central al que el salto del Valladolid al Madrid se le hizo abismal y se conformará con enseñarle a sus nietos la foto de la Octava… aunque aquella noche en París estuvo en la grada. Fichado tras asolar al Madrid en un trofeo en Mallorca con el Flamengo, a Savio Bortolini (1997-02) le abrasaron las lesiones, pero no se dio por vencido y en su currículo hay tres Champions, una Liga, una Intercontinental y una Supercopa de España. Pudo haber destacado más. Haber marcado una época, pero que le quiten lo bailao. Por él y por todos sus compañeros se coronó Roberto Carlos (1996-07) , un mito comprado en una operación exprés, de alrededor de 24 horas, dirigida por un Lorenzo Sanz que acordó un precio de saldo (500 millones de pesetas, unos 3 millones de euros al cambio) por el desprecio al paulista de Hodgson, técnico del Inter. Cuando se presentó se le asoció, por evidente motivo de nomenclatura, al cantante, una anécdota a la vuelta de 11 años, de 1996 a 2007, copados de trofeos: tres Copas de Europa, dos Copas Intercontinentales, una Supercopa de Europa, cuatro Ligas y tres Supercopas de España. Y todavía sobresale un dato del menudo y potente zurdo, los 526 partidos que le colocan aún hoy como el extranjero con más encuentros de siempre en el club.
Un siglo XXI verdeamarelho
En el verano de 2000, como tirita para la sentida venta de Fernando Redondo al Milán, llegó Flávio Conceiçao, objeto de deseo de Vicente del Bosque y de Jorge Valdano. Florentino sacó la chequera por uno de los iconos del SuperDépor, pagando 27 millones de los recién estrenados euros por él. Sin embargo y a pesar de los trofeos hasta 2003 (dos de Liga, uno de Champions, uno de Supercopa de Europa y uno de Intercontinental), no terminó de cuajar en una medular a la que sí se adaptó Makélélé, especialmente por las lesiones: una molesta pubalgia y una dura rotura parcial del tendón de Aquiles. Para las historias de despachos queda aquel tirón de orejas de Florentino Pérez a Vicente del Bosque. El mandatario le exigió explicaciones al técnico por el escaso rendimiento del brasileño: el entrenador le respondió: “Mire, es que no acabo de verle…”, a lo que fue cortado de manera rotunda por el presidente: “Vicente, si un empleado mío me pide que compre una excavadora de 4.000 millones y luego no le pone a funcionar, al día siguiente está en la calle…”.En 2002 Florentino reclutó a Ronaldo, su tercer galáctico tras Figo en 2000 y Zidane en 2001. Repuesto de dos gravísimas lesiones de rodilla, enamoró en el Mundial 2002, una proeza que le condujo directamente a vestir de blanco, previo choque con el entrenador argentino Héctor Cúper. Tras una negociación de infarto, prolongada por Massimo Moratti hasta casi el descuento del mes de agosto, el acuerdo con el Inter se tradujo en 45 millones. Balón de Oro en 1997 y 2002, su debut fue una delicia, con un doblete en 15 minutos al Alavés. Y su periplo madridista, con evidente sobrepeso, igual. En cinco años dejó 104 goles en 177 partidos, una estadística brutal y con una guarnición de máxima categoría: una colección de regates, controles, carreras o la mítica función en la que Old Trafford le despidió en pie, aplaudiendo, sin importar que estuviera eliminando a su United… Su premio fueron dos Ligas, una Supercopa de España y una Intercontinental, aunque nunca se quitó la espina de la Champions, una conquista que hubo de dar por imposible cuando colgó las botas en 2011.
Con Roberto Carlos y Ronaldo coincidieron Julio Baptista (2005-08, con una temporada cedido al Arsenal, la 2006-07), Robinho (2005-09) y Cicinho (2005-07), firmados en un verano de pura samba en las oficinas. Con una inversión de 50,3 millones (20+24,5+5,8), el clan brasileño fue muy protagonista dentro y fuera del césped. Acumularon 51 goles (13+35+3) y 38 asistencias (6+27+5) y celebraciones criticadas por pintorescas, como La Cucaracha contra el Alavés o El Canguro frente al Mallorca. La Liga de 2008, previa cesión en el Arsenal en la 2006-07, no se entiende sin ese golazo de La Bestia en el Clásico del Camp Nou que, según confesó en AS en mayo de 2019, es uno de los dos más importantes de su carrera: días antes había posado para AS dentro de una jaula de leones. Fue duramente sancionado económicamente por ello, pero al marcar el gol del triunfo, se le levantó dicho castigo.
Por entonces surgieron un borrón, Emerson (2006-07), y dos joyas que incrustar en el escudo, Marcelo (2006-…) y Pepe (2007-17). Emerson, requerido junto a Diarra por Capello para aquel centro del campo macizo en la teoría y de papel en la realidad, se volvió a Italia, cambiando Turín por Milán, a las primeras de cambio. A Marcelo le resbaló como agua la presión de la etiqueta de El nuevo Roberto Carlos. El propio Roberto pidió a los jefes que no le cedieran y bajo su tutelaje se formó en la élite, en la que se quedó a vivir: puede presumir 21 títulos en 509 encuentros, acariciando los 527 de Roberto Carlos; el alumno, a punto de superar al maestro. A Pepe, nacido en Brasil e internacional por Portugal, se le escrutó hasta el tuétano por ese nombre tan de andar por casa y por su coste, 30 millones, siendo un desconocido salvo para los más parabólicos. Con 14 títulos, 334 partidos, un puñado de polémicas como la de su agresión a Casquero y el olvido del problema central del Madrid gracias a su sociedad con Ramos, se marchó entre ruido tras una década prodigiosa por su no entendimiento con el club para renovar.
Pero no siempre se acierta tan a lo grande, y para muestra varios botones. El que más costó descoser fue el de Kaká (2009-13), uno de los galácticos 2.0 de Florentino para la reconquista; de hecho, el único que fracasó, a años luz de Cristiano y Benzema. Balón de Oro en el Milán en 2007, visitó demasiado la enfermería (120 partidos en cuatro temporadas) y regresó gratis a la Ciudad de la moda, un contraste brutal con los 65 millones que valió. Fabinho (2012-13), ahora campeón de Europa y de la Premier desde la media del Liverpool, no tuvo ocasión de demostrar y, aunque debutó con los mayores, anduvo encerrado en Castilla hasta que el Mónaco olió que ahí había algo más que un lateral derecho. Tampoco le soltaron las riendas a Rodrigo Fabri (1998-1999), que no superó la barrera del filial, ni a Willian Jose (2013-14), que también se estrenó con el primer equipo pero tampoco gozó de cierto recorrido. Luego haría goles donde fue: Las Palmas, Zaragoza y, actualmente, en la Real Sociedad finalista de Copa. Más tormentosa fue la experiencia de Lucas Silva (2015-19), 13 millones que parecieron estar de paso. Disputó el 18% de los minutos y enlazó cesiones en Olympique Marsella, Sporting Portugal y Cruzeiro, pensadas más como desembarazos que como parte de un proyecto a largo tiempo. Entre medias, lamentó unos problemas de corazón a los que derrotó. Gremio apostó por él en enero de 2020.
El último fiasco, con asterisco porque alcanzó el aprobado, fue Danilo (2015-17). No es para los laterales brasileños un hábitat apacible el carril derecho del Madrid, donde antes ya habían patinado Vítor y Cicinho. Cuentan personas cercanas a Danilo que le faltó talla para soportar la camiseta, y no como crítica al jugador, que alzó dos Champions o una Liga y que fuera del Bernabéu ha hecho carrera en el Manchester City y en la Juventus, sino como forma de dimensionar al Madrid.
Presente y mucho futuro
A todas esas particularidades merengues que a muchos aplastaron antes se ha hecho con naturalidad Casemiro (2013-), que ganó la Décima en su primer curso con un papel secundario, fue cedido al Oporto en el segundo y volvió para encadenar tres Orejonas consecutivas. Su compra, por 5,5 millones, fue una ganga difícil de creer hoy que es el pilar que sostiene el esquema blanco. Con él comparte vestuario y amistad, además de Marcelo, una nueva camada de brasileños prometedores, quizá los que aparecerían en la diapositiva inicial del Power Point con el que explicar la vigente política de fichajes del club: Vinicius (2018-; 45 millones), Rodrygo (2019-; 40) y Militao (2019-;50).Ejemplo de talento, esfuerzo y paciencia, Vinicius encaja como el espejo en el que se ha de mirar su gran amigo Rodrygo, que cayó de pie en el Bernabéu. Tardó 96 segundos en meter su primer gol, el más precoz de un madridista en Liga, con un control previo que Zidane valoró como “la hostia”; fue titular ante el Galatasaray en Turquía, con el jefe jugándose el puesto y el equipo la clasificación para octavos de Champions, y en su siguiente aparición europea grabó su nombre a fuego en el torneo más prestigioso del mundo: suyo es el hat-trick más joven, con 18 años y 301 días. Como a Vini, a El Rayo le tentó el Barcelona, pero la negociación no prosperó y el Madrid supo llevarse el gato al agua. Los informes de sus diabluras en Santos y en las inferiores de Brasil eran inmejorables, los propios de una perla casi desde la cuna: con 11 años, Nike se comprometió con él y se convirtió en el patrocinado más pequeño de siempre. Por eso el Barça mandó a su casa en mayo de 2018 una comitiva formada por Pep Segura y Óscar Grau, su mánager general del área de fútbol y su CEO, respectivamente, con la misión de volverse con el futuro de Rodrygo al menos apalabrado. El desenlace, sin embargo, como con Vinicius, fue bien distinto…
No apuntan tanto los focos a Militao, de aniversario en el Madrid con 17 partidos en las piernas y una anécdota carne de meme, el mareo que le sobrevino en su presentación. Las frenéticas horas antes de su puesta de gala, con la celebración de la Copa América conquistada con la Selección brasileña y un viaje transoceánico, le resultaron una losa. En el otro lado de la balanza están los millones pagados por él y su creciente estatus con Tite, que le tiene como fijo en las listas de la Canarinha desde septiembre de 2019. Son los argumentos que sostienen en el Madrid, que le prefirió a Matthijs de Ligt, para defender a su defensa, que requiere ese periodo de adaptación habitual, especialmente habiendo actuado mayoritariamente en la banda derecha en sus últimos meses en Oporto. Ahora necesita trabajo y paciencia, que lo que se le ha encargado es de una complejidad extrema: asegurar a corto, medio y largo plazo el relevo en el centro de la zaga, donde la presencia de Sergio Ramos, su ídolo, y Nacho exigen savia revitalizante.
Aún cabría añadir a Reinier (2020; 30 millones), el último de la lista, que tras 15 encuentros en el equipo profesional de Flamengo sólo ha tenido tiempo de lucirse en el Castilla. A las órdenes de Raúl, de febrero a marzo desplegó sus dotes como si hubiera sido moldeado en La Fábrica: en tres jornadas en la selva de Segunda B asistió de tacón en el primer gol del 2-0 al San Sebastián de los Reyes, no tuvo respuesta en Pontevedra y se inventó un doblete contra el Coruxo. La recompensa a esos méritos le llenó de alegría el 26 de mayo, acabada la competición para el B por el coronavirus, cuando le comunicaron que Zidane contaba con él para integrarse en la dinámica de los mayores en Valdebebas, aunque por el cupo de extracomunitarios no opta a ser convocado en Liga. En los despachos hay mucha ilusión por la evolución de un mediapunta que ha bebido de la fuente de madridismo según aprendió a andar, con su padre, el exjugador de fútbol sala Mauro Brasília, poniéndole vídeos de los blancos desde crío. “El Madrid es lo mejor que le podía pasar a mi hijo”, presumió orgulloso Mauro al abrirle las puertas de su casa de Río de Janeiro a este periódico. “Soy madridista por los Galácticos”, aseguró por su parte Reinier en AS a las horas de anunciarse su fichaje, fruto de una operación muy sencilla, de apenas un mes. En diciembre de 2019 Florentino puso a funcionar la maquinaria y en una reunión en el hotel de concentración de Flamengo para el Mundial de Clubes, el representante Giuliano Bertolucci les explicó al futbolista y a su familia las intenciones desde Concha Espina. El resto fluyó, con la única pega (que los problemas sean esos…) de la tensa espera hasta que Reinier alcanzara la mayoría de edad, el 19 de enero de 2020, para que se oficializara el trato.
TITULO: JUEVES -9 - Julio - El Real Madrid binario , protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.
Realmadrid TV el jueves -9- Julio , a partir de las 22:30 h, una nueva entrega de Campo de estrellas en esta ocasión -El Real Madrid binario,.
El Real Madrid binario,.
Con Benzema seco, ha encontrado tres triunfos y nueve puntos ganando tres veces por 1-0 con goles de jugadores más acostumbrados a defender.
foto / El Real Madrid está sabiendo sobrevivir a la sequía de sus jugadores de ataque.
Los últimos cuatro goles del equipo blanco han venido firmados por
futbolistas ajenos a la línea de ataque blanca: tres de Ramos (uno al
Mallorca, uno al Getafe y uno al Athletic) y uno de Casemiro (al
Espanyol). El último delantero que vio puerta fue Vinicius,
frente al Mallorca; desde entonces, nada ni del brasileño, ni de
Benzema, ni de Bale, ni de Hazard, ni de Rodrygo...
No significa eso que los atacantes blancos no estén dando la talla con su juego: Benzema posibilitó el triunfo en casa del Espanyol con un taconazo de fantasía, Asensio firmó una actuación muy competente en su primera titularidad ante el Espanyol, Rodrygo dejó buena imagen en San Mamés... Pero la realidad es que los goles están llegando con la firma de otros compañeros y a cuentagotas: ya van tres victorias seguidas por 1-0 (o 0-1) y seis en todo el curso, el que más de LaLiga.
No significa eso que los atacantes blancos no estén dando la talla con su juego: Benzema posibilitó el triunfo en casa del Espanyol con un taconazo de fantasía, Asensio firmó una actuación muy competente en su primera titularidad ante el Espanyol, Rodrygo dejó buena imagen en San Mamés... Pero la realidad es que los goles están llegando con la firma de otros compañeros y a cuentagotas: ya van tres victorias seguidas por 1-0 (o 0-1) y seis en todo el curso, el que más de LaLiga.
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