TITULO: Cena con mamá - Robert de Niro ,. Viernes -19- Mayo,.
Viernes -19- Mayo ,a las 22:00 en La 1, foto,.
Robert de Niro ,.
Robert de Niro anuncia que ha sido padre por séptima vez a los 79 años,.
El actor hizo referencia a su reciente paternidad en una entrevista durante la promoción de su nueva película, 'About My Father' ('Sobre mi padre'),.
Robert de Niro está en plena promoción de su última película, 'About My Father' ('Sobre mi padre'). Ha sido precisamente en una entrevista concedida al programa 'Entertainment Tonight Canadá' para hablar de este trabajo donde ha revelado que ha sido padre por séptima vez. Lo ha hecho de manera natural y sin dar más explicaciones. «Siempre quieres hacer lo correcto por los niños y darles el beneficio de la duda, pero a veces no puedes», decía en relación a su labor como padre y al argumento del largometraje, centrado en la relación de un hombre con su progenitor. Era entonces, al ser preguntado por sus seis hijos, cuando sorprendía asegurando: «Siete, en realidad. Acabo de tener un bebé».
Esta es la primera referencia que el intérprete ha hecho sobre el nacimiento del bebé. Nada se ha sabido del embarazo ni de la identidad de la madre, y tampoco ha dado ningún detalle más. La última pareja que se le conoció fue Tiffany Chen, de 64 años, con quien pudimos verle disfrutando de las playas de Ibiza el verano pasado.
Así, a sus 79 años, de Niro suma un miembro más a su familia. Sus hijos mayores, Drena, de 52, y Raphael, de 46, son fruto de su primer matrimonio con Diahnne Abbott. Más tarde, con la modelo Toukie Smith tuvo a los mellizos Julian y Aaron Kendrick, que ahora tienen 27 años. Con su segunda esposa, Grace Hightower, con quien se casó en 1997, tuvo a Elliot, de 25 años, y Helen Grace, de 11, nacida mediante vientre de alquiler. Este último matrimonio finalizó en 2018.
La noticia llega cuando todavía resuenan con fuera en España los ecos del nacimiento de Ana Sandra, la nieta biológica de Ana Obregón, su hija legal, concebida también mediante vientre de alquiler. Su venida al mundo, antes de conocerse todos los detalles, desató no pocas críticas por la edad de la actriz, 68, diez menos que de Niro.
En España, Julio Iglesias Puga, conocido como Papuchi, padre de Julio Iglesias, fue uno de los primeros en romper moldes en materia de paternidad tardía. Tuvo su primer hijo con Ronna Keitt, su última mujer, a los 89 años. Cuando el niño, al que llamaron Jaime Nathaniel, tenía apenas un año, la pareja anunció que Keitt estaba esperando su segundo hijo. Una semana después, el padre del famoso cantante fallecía a los 90 años y apenas siete meses después nacía su hija póstuma, Ruth.
Son muchos los hombres que han decidido ser padres a edades avanzadas, como el actor Richard Gere, cuyos hijos con la española Alejandra Silva nacieron en 2019 y 2020, cuando él tenía 69 y 70 años. Más tarde se convirtió en padre Bernie Ecclestorne, cuyo último descendiente vino al mundo cuando él tenía 89 años, en 2020. Otro ejemplo es Mick Jagger, que en 2016 tuvo a su último vástago. El cantante tenía 73 y se lleva más de medio siglo con el niño.
TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 - Hallan muerto en su casa a Cristo Báñez, diseñador y jurado de 'Quiero Ser'. , Domingo -21- Mayo ,.
Domingo -21- Mayo, a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Hallan muerto en su casa a Cristo Báñez, diseñador y jurado de 'Quiero Ser',.
Cristo Báñez
Tenía 41 años y era amigo íntimo de rostros populares de la crónica social como Eva González y María José Suárez,.
Cristo Báñez, diseñador y estilista, ha sido encontrado muerto en su casa de Sevilla a los 41 años. De momento se desconocen las causas del fallecimiento, pero no tenía diagnosticada ninguna enfermedad. Su cuerpo está a la espera de que se le practique la autopsia.
Amante de la moda, el modista de Almonte (Huelva) era amigo íntimo de rostros populares de la crónica social como Eva González y María José Suárez. Estudió estilismo y patronaje en su lugar de origen y se ganó un nombre con sus trajes de flamenca, que han lucido nombres como Elisabeth Reyes, Raquel Rodríguez, Raquel Revuelta o Vicky Martín Berrocal y su hermana Rocío.
En su casa siempre vivió un ambiente costurero, ya que su madre fue modista y por tanto su primera maestra, de la que aprendió todo. Con el paso de los años, se fue construyendo un nombre importante en la moda, especialmente en la flamenca.
En 2016, llegó al único concurso que ha habido dedicado a la promoción de futuros diseñadores. Formó parte del jurado de 'Quiero ser' con Dulceida y Madame Rosa. El programa fue emitido el verano de 2016 en Divinity y supuso la vuelta de Sara Carbonero a Mediaset. No tuvo el tirón esperado, pero sí que sirvió para dar un empujón a la carrera de Báñez.
Sacó sus propias colecciones de ropa con un taller instalado en su propio domicilio, donde las clientas acudían a él. Lo combinó con sus apariciones en televisión, como su participación en el talent de costura 'Aguja flamenca', emitido en Canal Sur. Su último gran evento público fue la pasarela SIMOF, donde ahora ejercía de jurado
El Ayuntamiento de Almonte ha mostrado su consternación por la muerte de Cristo Báñez, que hace solo unos días estuvo allí grabando un programa en el que participaba: «El Ayuntamiento de Almonte quiere mostrar su pesar por el fallecimiento del diseñador almonteño Cristo Báñez y trasladar sus condolencias a sus familiares y amigos.️ El equipo de gobierno quiere reconocer públicamente su labor en la que siempre ha llevado por bandera el nombre del pueblo de Almonte, donde fue además pregonero de la feria del pasado año», han escrito en sus redes sociales.
TITULO: De seda y hierro - Gesto y silencio ,. Domingo -21- Mayo ,.
El Domingo -21- Mayo , a las 20:20 por La 2, foto,.
Gesto y silencio,.
Las conversaciones fluidas nos proporcionan sensación de control, mientras que el silencio puede sugerir una confrontación velada y generarnos inseguridad. Pero no todo el mundo lo siente igual,.
Es bien sabido que las palabras que empleamos en una conversación solo constituyen un porcentaje discreto de todo lo que comunicamos. La expresión de nuestra cara, los gestos que articulamos con el cuerpo, la posición que ocupamos en el espacio e incluso el tono de la voz (prosodia) son imprescindibles para hacernos entender.
Puede decirse que comunicar nos permite construir puentes entre realidades individuales que de otro modo serían impermeables, compartiendo así nuestras necesidades con quienes nos rodean y entendiendo mejor las de los demás. Esto es, posibilita que nos encontremos en el insondable océano de las relaciones sociales.
No debemos olvidar que la comunicación es un proceso increíblemente complejo. Incluso si tomamos la decisión de mantenernos callados estaremos trasladando sutilmente un mensaje que dependerá del contexto, de las experiencias compartidas con nuestro interlocutor y del modo particular en que procesamos esta sutil forma de intercambio.
El término con el que solemos aludir a este fenómeno es el de silencio social. Pese a que la sensación aparente es la de un vacío, como un paréntesis en el flujo natural del discurso, lo cierto es que nos permite sugerir una extraordinaria variedad de estados emocionales. Algunas personas serán receptivas a los mismos, mientras que otras los vivirán con cierta desazón.
¿Qué tipos de silencio existen?
Los silencios han sido objeto de estudio científico desde hace décadas, pues pueden tener efectos muy importantes sobre las dinámicas de interacción y sobre los sentimientos de quienes participan en ellas. En este sentido, los investigadores del fenómeno distinguen tres modalidades: la pausa individual, los lapsos en la conversación y el silencio social inexplicable.
La pausa individual tiene lugar cuando una única persona se dirige a un auditorio, como un cómico que ofrece un monólogo o como un estudiante que expone frente a sus compañeros de clase. Aquí el silencio suele usarse para atrapar a los oyentes o para generar interés, pero también puede sugerir desconocimiento respecto al tema del que se habla (algo especialmente temido por quienes sufren ansiedad social).
Los lapsos en la conversación representan lo que se aproxima más fielmente a lo que conocemos como «silencios incómodos». Hablamos de aquellos que se producen entre dos personas y que rompen las expectativas de un intercambio fluido. Pueden suceder en quienes apenas se conocen pero también en quienes han mantenido un vínculo durante mucho tiempo, dependiendo su efecto de la confianza que se haya fraguado.
Por último, el silencio social inexplicable describe una situación que todos hemos vivido alguna vez. Ocurre cuando más de dos personas interactúan simultáneamente (narrando anécdotas, trazando conversaciones paralelas, etc.) y de repente todo se detiene, quedando un vacío atronador. En tales casos, entre perturbadores y jocosos, suele decirse que «ha pasado un ángel».
Hay que tener en cuenta que los silencios son un recurso comunicativo que puede ser legítimamente usado y que en determinadas circunstancias incluso llega a ser productivo, sobre todo cuando se dan en el contexto de una escucha activa. Como dijo Jorge Luis Borges: «No hables a menos que puedas mejorar el silencio».
¿Por qué el silencio puede vivirse como algo incómodo?
El silencio implica una ruptura en la dinámica natural de las conversaciones, cuya lógica es idéntica a la de otros procesos sociales que requieren la coordinación de las partes implicadas. Cuando fluyen sin problemas se ensalza la predictibilidad del encuentro, lo que redunda en una mayor seguridad dentro de la incertidumbre que acompaña a toda relación.
Existe evidencia de que la fluidez de la conversación estimula el sentido de pertenencia y la coherencia de un vínculo particular, reivindicándolo como algo diferenciado de todos los demás. Asimismo, cuando ofrecemos respuestas rápidas promovemos la sensación de consenso respecto a los temas importantes, lo que sugiere que estamos ideológica y emocionalmente alineados con el otro.
Las conversaciones fluidas alimentan el sentido de pertenencia social, nos validan como parte del grupo, nos proporcionan una sensación de control sobre las dinámicas relacionales y contribuyen decisivamente a la autoestima. En cambio, el silencio puede sugerir una confrontación velada o la existencia de emociones que se prefiere no expresar, avivando con ello cierta inseguridad.
¿El silencio es siempre incómodo?
El silencio no siempre es incómodo. Cuando el vínculo está suficientemente consolidado y existe una relación de confianza, constituye una oportunidad para estrechar lazos. Si no existen conflictos sin resolver, el silencio queda despojado de las cualidades negativas que tiene para aquellas personas cuyos lazos sociales son frágiles o están bruñidos de temor.
Por otra parte, las personas con una buena autoestima suelen vivir los silencios con mayor comodidad. Esto es así porque no albergan expectativas negativas sobre lo que los demás pensarán de ellas, por lo que el silencio (que tiende a rellenarse con nuestros miedos e inseguridades) adquiere matices más sosegados e incluso reconfortantes.
En todos estos casos, el silencio puede ser aprovechado y extraerse de él algo positivo: una mayor reorganización de las ideas que queremos expresar, un instante de intimidad, etc. También nos proporciona calma en un mundo generalmente bullicioso, algo que solo deseamos compartir con las personas más allegadas a nosotros.
En definitiva, los efectos del silencio sobre nuestro bienestar pueden estar más asociados a nuestra forma de interpretarlos que a la intención de los demás cuando hacen uso de él. Entender este matiz puede ayudarnos a afrontarlos de una manera mucho más constructiva.
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