TITULO: Cena con mamá - María Barranco , Viernes -26- Noviembre,.
Viernes -26- Noviembre a las 22:00 en La 1, fotos,.
María Barranco,.María Barranco: "Madrid lleva demasiado tiempo en manos de la derecha y queda poco de la libertad de la Movida",.
María Barranco. Málaga, 1961. Una de las actrices más populares de España en los 80 y los 90, dos premios Goya incluidos, vuelve los cines tras demasiado tiempo con El refugio, que se estrena mañana. Mientras toma una caña, demuestra que la vis cómica sigue intacta incluso al hablar de los momentos duros. El barranquismo va a llegar. O a volver.
- Llevabas cinco años sin hacer cine. ¿Qué ha pasado?
- Pues sí y yo también lo quisiera saber. Lo echaba mucho de menos. Además, en esta película yo he sido musa sustituta, porque el papel no era para mí. Falló la actriz elegida y fue un aquí te pillo, aquí te mato. No me importa porque es como más me gusta hacer papeles, así no los pienso mucho y ya no me los cargo. Si tengo demasiado tiempo, pongo la lavadora a dar vueltas en programa doble [se señala la cabeza] y cuando llega la hora de rodar está ya el personaje descolorido. Este personaje no lo esperaba y me divirtió mucho hacer una mujer feliz, divertida y que a todo le coge el rollo positivo.
- Es un tipo de personaje que se ha asociado a ti durante toda tu carrera.
- Si, sí. Esa imagen de tía alegre no me la he quitado de encima, pero ya llegarán las villanas, ya. Es que todavía no me ha llegado el tiempo para sufrir, soy tan joven... Yo me siento muy cómoda en la comedia y en ese registro alegre, pero no se corresponde tanto con la María real como cree la gente. Todos tenemos días, pero la realidad es que la vida me ha tratado muy bien. Sería para darme hasta en el carnet de identidad si yo me quejara. Así que cuando me oigo protestar o lamentarme, me digo a mí misma: "Eh, párate, bonita, que no tienes motivos".
- ¿Ni siquiera de esa ausencia de papeles que hablábamos?
- En el cine, a medida que las mujeres cumplimos años parece que ya no nos pasan cosas monas, que no puedes gustar a los chicos o que no hay nada en tu vida que merezca ser contado. Ay, chico, yo qué sé. Creo también que esto va por rachas, que en el cine o te comes las uñas o te comes las ojeras. Yo nunca he podido planificar mi carrera: o me daban todos los papeles que salían o, de repente, haces chas y desapareces. Así que estos años me he dedicado al teatro y, en este país, cuando no haces televisión ni cine parece que no haces nada, que has estado en casa tocándote las narices.
- ¿No te ha tentado hacerlo?
- Hay momentos, pero tampoco estoy para vivir de las rentas, aún tengo que trabajar para comer y hay que hacer lo que toca. Si toca teatro, pues teatro. Siempre estoy abierta a todo. Con el tiempo, mi profesión cada vez me gusta más, aunque claro que a veces he tenido ganas de tirar la toalla y decir: '"Qué rollo, no soporto esto más". Hasta que recuerdo que sé hacer pocas cosas en la vida, pero me gusta mucho ser actriz y valgo para ello. Además, con la edad se disfruta más porque los años te calman. Antes estaba más atacada, todo el rato buscando el papel que deseaba, agobiada por hacerlo bien o deprimida si no me lo daban. Ahora todo lo que viene me parece bien y por eso lo disfruto. He dejado de sufrir, pero me ha llevado años.
- Sí, porque apostaste muy joven por ser actriz.
- Empecé la carrera de Medicina, pero al poco me metí en un grupo de teatro aficionado y ahí me di cuenta de que me gustaba y, sobre todo, de que ser actriz era algo que se podía aprender, que había una escuela de arte dramático, que no nacías con talento y ya estaba. En mi época todas las niñas querían ser Marisol, pero yo no podía porque tenía el pelo muy negro y era muy morena, así que no daba el perfil y yo misma no me lo imaginaba. Pero me metí en esa compañía, me gustó muchísimo y decidí que era lo que me iba. Lo que pasa es que en ese momento en Málaga no había nada de nada en ese aspecto, así que mi meta era Madrid. Ahora los jóvenes se van a Hollywood, pero en mi época Hollywood era Madrid. Así que metí tres cosas en una maleta y, con 20 años, me vine.
- ¿A ciegas?
- Totalmente,
en plan temeraria. Lo único que tenía era tres números de teléfono de
contactos en la ciudad que me habían dado conocidos comunes. Los agoté
en tres minutos: llamé, me dijeron que "enhorabuena, qué bien que estés
aquí, hasta luego, Lucas" y ahí se acabaron mis referencias. Pero tuve
la suerte del novato y encontré trabajo a la semana en una
representación de La venganza de Don Mendo. Estuve un mes y me contrataron de azafata en un concurso de la tele que se llamaba Gol... y al Mundial 82.
Tenía que entregar unas medallas a los perdedores y, yo me metía mucho
en el papel y se las daba con cara muy triste. El realizador se pasaba
el día regañándome y yo le decía: "Es que soy actriz, tengo que
interpretar". Estuve dando bandazos mucho tiempo, a punto ya de tirar la
toalla porque me decían que si a los tres años no había despuntado, me
olvidara. Ahí fue cuando apareció Pedro (Almodóvar).
- ¿Apareció de la nada?
- En aquel tiempo, mi amigo Juan Sánchez me llevaba los asuntos y él era la pareja de Bernardo Bonezzi, que hacía la música de las películas de Pedro. Bernardo tenía una cámara de cine y para divertirnos hacíamos remakes amateurs de películas. Un día La semilla del diablo, otro La mujer pantera... Después organizaba una fiesta en su casa y hacía una proyección. Un disparate. Ahí me vio Pedro y, cuando se le cayó una actriz para Mujeres al borde de un ataque de nervios, le preguntó a Bernardo si su amiga podía dar mona. Le respondió que sí, me hizo la prueba y al llegar a casa ya tenía un mensaje en el contestador automático dándome el papel. Se me apareció la Virgen, sólo que mi virgen era Pedro Almodóvar con un cardado. Pasé de chica que nadie conocía a que todos los directores quisieran trabajar conmigo.
- Del 88 al 93, ganas dos Goya y te nominan tres veces más.
- Ha pasado tanto tiempo que se me ha olvidado. No me importaría ganar otro o, mejor, dos para compensar estos años.
- ¿Fue para tanto la Movida?
- Me
cuesta analizarlo porque nosotros en ese momento no pensábamos "joder,
estoy en la Movida", sólo vivíamos la que era nuestra vida. Era muy
joven, no me recogía, salía mucho, estaba todo el día en conciertos,
todo el mundo cantaba como una perra, no había ni un grupo que cantase
bien, pero nos reíamos tanto, era tan divertido... Yo era una mindundi
en aquel ambiente, pero tenía 20 años, todo eran risas y no me cansaba
nunca de salir. No sé cuál será su importancia histórica, pero esa
libertad y esa felicidad no las he vuelto a ver en España, el país
funcionaba mejor. Ahora parece que sólo funcionan los bares. La
seguridad social y las escuelas están fatal, pero un bar no te sobra.
- Me dijo Pablo Carbonell, que lo diferencial en la Movida era lo de follar.
- Claro, qué va a decir Pablo, menudo... Le conocí en El ángel exterminador, un bar donde yo hacía una función que se llamaba El número uno, pero a la que no iba ni dios, y justo después él hacía su show con Pedro Reyes. Al principio del todo, vamos, antes de Toreros muertos. Ya tengo una edad, hijo. El caso es que Pablo se tiró a todas las de mi grupo de amigas menos a mí. Todavía me lo recuerda: "¿Pero cómo es posible? No hay derecho". A todas, eh, no dejó ni una. Era otro Madrid, otra libertad, otra mentalidad, más inquietud, nadie juzgaba... Ahora en esta ciudad llevamos demasiado tiempo con la Comunidad y la alcaldía en manos de la derecha y queda poco de eso.
- ¿Cómo te sentías siendo 'chica Almodóvar' cuando eso era lo más en España?
- Si te fijas, después Pedro ha trabajado con todas las mujeres del cine español y no son chicas Almodóvar. Siempre que se habla de juntar a las chicas Almodóvar
somos las de los 80 y 90. Es una etiqueta que te cae, que me vino bien,
pero con la que nunca me sentí identificada. Pedro tiene todo mi
respeto y mi gratitud por lo que me ha dado, pero nunca me he sentido chica Almodóvar
o miembro de algún club de amigas que quedan a tomar café y hablar de
aquellos días. Cada una es de su padre y de su madre, imagínate qué
tiene que ver Julieta Serrano con Loles León o Carmen Maura con Rossy de
Palma o Bibiana Fernández. Lo curioso es que, pese a ello, después de
nosotras ya no ha habido más chicas Almodóvar.
- Sobre vosotras se ha extendido un halo de extravagancia un tanto...
- Machista, como si nosotras estuviéramos locas por lo mismo que a los hombres de nuestra época se les llama interesantes. Se ha avanzado, pero queda mucho. Mira lo que ha pasado en cuanto se han reunido unas políticas con poder [Yolanda Díaz, Mónica Oltra, Ada Colau, Fátima Hamed Hossain y Mónica García], las han llamado brujas y se ha dicho que era un aquelarre. En 2021. Un día sí y otro no hay una víctima de violencia de género, las mujeres siguen cobrando menos que los hombres... Y en mi profesión es igual: todos los papeles femeninos son caritas jóvenes, sin embargo los tíos "con las canas están más interesantes". Queda mucho y el fenómeno de la ultraderecha ha supuesto un paso atrás en toda Europa. Nosotros pensábamos que nos íbamos a librar y aquí estamos, tragando a Vox.
- ¿Pensabais en los 80 que esto podía seguir así 40 años después?
- Sí, porque sabíamos que nuestro entorno no era representativo de la sociedad real. Cuando yo me fui a Madrid para ser actriz, en mi entorno era como ser puta. Y los hombres llegaban y le decían a una niña de 20 años que tacatá y te lo tenías que comer con patatas, sonreír y escabullirte como pudieras porque si te plantabas eras una loca problemática. Hoy, si alguien hace eso a mis hijas le pueden meter una denuncia que te cagas, pero antes era de lo más normal. También con los tíos un poco, por cierto, lo que pasa es que con la homosexualidad se hacía menos descarado, pero es increíble la de poderosos que tenían un sobrino. Venían todos de Pamplona, además.
- ¿Esperas que de esta peli salgan más?
- Tengo un proyecto con Chus Gutiérrez que se cayó con la pandemia y es un papel que me hizo expresamente para mí. Una actriz acabada y sin recursos, ya le he dicho que lo voy a bordar (risas). Chus lo está intentando volver a levantar, aunque ya he aprendido a no ilusionarme con las cosas hasta que están en marcha. Sin embargo, fíjate, no sé porqué, pero siento que este año va a ser mi año. He vivido un ciclo apagadita y negativa y ahora toca barranquismo.
- ¿Te has sentido olvidada?
- Sí, muy olvidada. Es más, hay gente que cree que me he retirado, hace nada me lo preguntó la cajera del supermercado, que por qué lo había dejado con lo que yo le gustaba. Y yo: "Bueno, señora, todavía estamos de servicio, no se preocupe". Estos años, para la mayoría no he existido.
- ¿Por qué?
- He hecho cosas mal, la mayoría sin querer, pero la vida es así, vas aprendiendo mucho con los golpes. He tenido demasiada generosidad con gente que me ha fallado mucho y hay otras personas con las que yo no me he portado bien. Eso me ha llevado a unos años difíciles y ahora me toca poner ese aprendizaje en marcha.
- ¿Qué cosas son esas que has hecho mal?
- He sido descuidada y perezosa con el trabajo y la gente. Pero también es verdad que he sido muy generosa con otros a los que no he retirado el saludo, pero la amistad sí. Personas con las que era uña y carne y no han estado cuando los he necesitado. No te voy a dar nombres porque no les vamos a dar el gustazo y no merece la pena, pero en los momentos malos me ha fallado mucha gente que creía mi amiga.
- ¿Es una profesión muy egoísta?
- Más
dura que egoísta, porque depende mucho del azar, de cómo caigan las
cartas. Cuanto te tocan buenas, estupendo, pero antes o después saldrán
al revés. Yo, por ejemplo, tengo mucha manía a los jefes de casting y lo
digo. Ahora que lo pienso, igual por eso no me llaman.
- ¿Qué te han hecho?
- Llamar
siempre a actrices muy jóvenes y que sean monísimas. Para hacer de tu
madre contratan a una que tiene tres meses más que tú que, por precoz
que fuese, no le ha dado tiempo. Hay muchos papeles que podría hacer yo y
los están haciendo chicas de 20 años menos. Y eso no es culpa de ellas,
sino del que las elige pensando sólo en el físico. Pero se lo
perdonaremos, porque un día se dará la tortilla, mirarán atrás y verán
que hicieron el ridículo.
Domingo -28- Noviembre a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Muere Elia Rodríguez, periodista de Es Radio, a los 38 años en un accidente doméstico,.
Muere Elia Rodríguez, periodista de esRadio, a los 38 años,.
Según informa Libertad Digital, grupo para el que trabajaba, su muerte ha sido a causa de un accidente doméstico,.
La periodista Elia Rodríguez murió ayer por la tarde los 38 años de edad como consecuencia de una caída en su domicilio, según informa el grupo Libertad Digital. La locutora de radio trabajaba desde hace años para la cadena de este grupo, esRadio.
Rodríguez era la directora y voz de 'Es la mañana de fin de semana' en esRadio. Entretenía a los oyentes los sábados y domingos. Su trabajo fue más allá del magazine que dirigía. También narró los toros en la cadena e incluso puso voz a la publicidad de El Corte Inglés en el programa estrella de esRadio, 'Es La mañana de Federico'.
«Elia era una de las voces emblemáticas de esRadio desde sus inicios y una de las más queridas por nuestra audiencia y por todos los que tuvimos la suerte de trabajar con ella», afirma el comunicado del grupo de comunicación.
TITULO:
De seda y hierro - La extensión de la ciudad de Cáceres se ha multiplicado por cinco en las últimas seis décadas,. Domingo -28- Noviembre ,.
El Domingo -28- Noviembre , a las 20:20 por La 2, foto,.
La extensión de la ciudad de Cáceres se ha multiplicado por cinco en las últimas seis décadas,.
El arquitecto Carlos Sánchez analiza en una tesis el desarrollo urbano de la capital cacereña entre 1961 y 2018, periodo en que ha doblado su población,.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo
- Mas se confirma en tu amor ,.
El viernes -26- Noviembre 0.40 / Cuatro, foto,.
Ya no estás más a mi lado, corazón, en el alma sólo tengo soledad, y
si ya no puedo verte porque Dios me hizo quererte para hacerme sufrir
más”.
Es la historia de un amor, una canción de despedida, un epitafio, un intenso recuerdo de una mujer que había partido para siempre. Esas líneas y las siguientes en forma de bolero se las entregó con un abrazo sentido Carlos Eleta Almarán a su hermano Fernando que acaba de enviudar.
“Siempre fuiste la razón de mi existir, adorarte para mí fue religión, y en tus besos yo encontraba el calor que me brindaban el amor y la pasión”.
Mercedes estaba enferma de polio y estaba embarazada. Estando a punto de dar a luz su enfermedad se agudizó y anticipándose a lo que pasaría y antes del dictamen de los médicos, le pidió a Carlos en su lecho de enferma que cuidara de Fernando, que no lo dejara solo ahora que tanto necesitaba de afecto y seguridad. Al poco tiempo falleció.
“Es la historia de un amor como no hay otra igual, que me hizo comprender todo el bien, todo el mal, que le dio luz a mi vida apagándola después. ¡Ay que vida tan oscura!, sin tu amor no viviré”.
Corría el año de 1954 y Eleta Almarán trabajaba en sus empresas de distribución y comercio tabacalero en Panamá, en tiempos de la creación de zonas libres y del gobierno militar de Remón Cantera. Eleta era panameño, hijo de españoles, brillante estudiante de administración y un eficaz empresario. Pero en las noches cálidas de las costas del Caribe su inspiración no tenía límites, y amante del bolero como era, se dedicaba a escribir.
Todo tenía un pretexto, un punto de partida nacido de las pasiones que veía a su alrededor y de los dramas que leía en los diarios. Cuando sus canciones salieron a la luz, empezó a firmar como Carlos Almarán, intentando crear una figura distinta, romántica y bohemia, alejada de su perfil empresarial. Pero todo el mundo lo reconoció en seguida y Nostalgia y Lejos de Ti fueron asociadas a la misma persona que comerciaba con cigarrillos Chesterfield, entre otros productos.
Así las cosas, uno de sus empleados, Arturo Hassan, aunque siete años mayor, se convirtió en su mejor parteniere para componer estrofas y melodías. Una tarde, aturdido y abrumado, Hassan le contó a Eleta que la chica a la que pretendía se la había jugado, que lo había dejado plantado y lo que era peor, parecía que ni siquiera le gustaban los hombres. Y Eleta, comprensivo como siempre, le dedicó un bolero que decía: “Perdónala Señor, yo te lo pido, perdonad sus mentiras y traiciones”.
Sin embargo, esa y docenas de canciones más quedaron opacadas ante el impacto mundial que desató Historia de un Amor. Su primer intérprete fue el argentino Leo Marini cuando hacía parte del staff de la Sonora Matancera, pero quien la internacionalizó fue un español, Gregorio Barrios, un bilbaíno que grabó la canción en Medellín con un arreglo del talentoso Edmundo Arias. Casi al mismo tiempo, otro grande, Luis Arcaraz la grabó con su gran orquesta y en una de sus largas temporadas en los salones de Ciudad de México fue escuchada por otra argentina, Libertad Lamarque, quien también la grabó enseguida.
Era el tiempo del boom del cine musical mexicano, una gran industria que rodaba sin parar a las estrellas de la música y Lamarque era una de ellas. Así, Historia de un Amor se convertiría en un filme dirigido por Roberto Galvadón y que fue también conocido con el subtítulo de Cautivos del Recuerdo. Lo protagonizaron Libertad Lamarque, por supuesto, y el galán de moda, Emilio Tuero. La escena de Lamarque con su vestido de satín cantando el bolero en un estudio de grabación es uno de los momentos cumbres de aquel cine musical del recuerdo.
Carlos Eleta Almarán hizo muchas cosas en su vida. Fue hombre de radio y de televisión, coleccionista, presidente del Partido Laborista de Panamá, representante hípico y apoderado de boxeadores en tiempo de Mano de Piedra Durán. Sin embargo, nada fue tan grande como su carrera de compositor, y en ella ninguna canción fue tan famosa como Historia de un Amor; hoy tras su muerte a los 94 años convertida en su propio epitafio.
Lo sobrevive su legado y su amplia familia, y entre ésta su sobrina Alejandra Fierro Eleta, Gladys Palmera.
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