TITULO: Documaster - 6.000 euros por una botella vacía para falsificar ,.
6.000 euros por una botella vacía para falsificar ,.
foto / El mercado de los vinos de lujo se presta a una picaresca solo comparable a la que se da en el mundo del arte, hasta el punto de que se pueden llegar a pagar 6.000 euros por una botella vacía de un vino mítico para ser rellenada con vinos más corrientes y vendida a compradores con mucha billetera y poco olfato. El mayor escándalo hasta la fecha lo protagonizó hace una década el indonesio Rudy Kurniawan.
Tras labrarse una reputación en el mundillo con pujas que contribuyeron a elevar los precios de vinos históricos a niveles nunca vistos, se dedicó a vender su propia colección hasta amasar 36 millones de dólares en un año. Pero aquellas botellas viejas de Borgoña y Burdeos resultaron ser burdas falsificaciones.
Fue el bodeguero Laurent Ponsot el que descubrió la trama, al enterarse de que Kurniawan iba a subastar en Nueva York algunas añadas de los 40 y 50 de su prestigioso dominio. El coleccionista indonesio había logrado engañar a un buen puñado de millonarios estadounidenses, pero no al vigneron borgoñón.
Su Clos-Saint-Denis no se empezó a elaborar hasta... ¡1982! Ponsot logró retirar las botellas de la puja y desenadenó una investigación que acabaría con la entrada en prisión de Kurniawan.
Medidas más sofisticadas
La rocambolesca historia quedó reflejada en el documental de 2016 'Sour Grapes' y ha servido para que el sector del vino de lujo desarrolle medidas cada vez más sofisticadas para luchar contra las falsificaciones. El propio Ponsot creó una botella antifraude, fabricada en un molde único y que contiene un sensor de temperatura, un microchip que registra cualquier manipulación o un cierre de polímero que solo se fabrica en un lugar del planeta.
Las etiquetas de las grandes casas se han hecho cada vez más complejas, hasta emular los mecanismos del papel moneda. Peter Sisseck se resiste a revelar qué sistemas de seguridad utiliza en Pingus, pero ya cuenta con 15 maneras distintas de reconocer una botella auténtica.
TITULO: Al Médico - La residencia Ciudad Jardín de Cánovas asume el servicio que gestionaba Feafes en Cáceres.
La residencia Ciudad Jardín de Cánovas asume el servicio que gestionaba Feafes en Cáceres,.
Una entidad privada acoge desde el martes de manera temporal a las 38 usuarios que abandonarán su actual centro en Mejostilla,.
Los 38 usuarios del centro de salud mental que gestionaba Feafes comenzarán el próximo martes un nuevo periodo en el espacio que pone a disposición la empresa Ciudad Jardín en el paseo de Cánovas. El acuerdo que lo permite, temporal y firmado 'in extremis', se alcanzó el pasado viernes por la noche tras las negociaciones mantenidas,.
El Grupo Ciudad Jardín será finalmente la entidad que se encargará del recurso residencial de Salud Mental de Cáceres, cuyo contrato ha rescindido la Junta de Extremadura a la adjudicataria (Feafes) por sus graves problemas de gestión y liquidez, ya que los 25 empleados llevaban prácticamente un año sin percibir sus salarios. Dicho grupo ya se encuentra en conversaciones con los representantes de los trabajadores para contar con ellos en esta nueva etapa.
Por tanto, los 38 residentes del centro de Mejostilla se trasladarán el próximo martes, 16 de noviembre, al edificio de Cánovas donde Ciudad Jardín gestiona la antigua residencia de mayores de las Hermanitas de los Pobres, pero lo hará en un espacio «independiente» del geriátrico, según aclara la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales en un comunicado emitido a primeras horas de este sábado. Dicho espacio ya ha sido acondicionado para albergar el nuevo servicio. De hecho, según ha podido saber este diario, durante las últimas semanas se han realizado trabajos en el interior del edificio a fin de habilitar la zona, separada de las estancias de los mayores.
«Tal y como anunció el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, tras la resolución del contrato, la Junta ha realizado un procedimiento urgente y necesario para recuperar la calidad en los servicios a estas personas, en un recurso residencial de salud mental que debe tener la ciudad de Cáceres», subraya la consejería a través de la nota divulgada este sábado. En el mismo comunicado, la Administración regional especifica que «la duración de esa gestión será la que se requiera para que se adjudique la nueva licitación, que está ya elaborando la Junta».
Deudas desde 2020
Feafes Cáceres, una entidad con fines sociales, sin ánimo de lucro, se constituyó en 1990 con la misión de mejorar la calidad de vida de las personas con trastorno mental grave y de sus familiares, y defender sus derechos. La deuda que arrastra el colectivo ha motivado este desenlace. En agosto de 2020 comenzaron los impagos a sus trabajadores tanto del Centro Residencial de Rehabilitación (CRR) como de los dos pisos supervisados para usuarios con trastorno mental severo, gestionado todo ello mediante un contrato con el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), de la Junta.
Creada por las propias familias para buscar una solución que antes no existía para estas personas (las alternativas eran el psiquiátrico o la propia casa, donde no recibían el apoyo necesario), Feafes ha venido prestando un servicio único en Cáceres, que anualmente da cobertura a unas 700 personas a través de programas solo ofrecidos por esta asociación. De ahí la gravedad de una situación que ha ido degenerando hasta pasar días incluso sin los suministros básicos como luz o calefacción.
Los problemas han llegado a tal límite que el pasado 3 de noviembre, el Consejo de Gobierno regional puso fin a la contratación del servicio del centro de Mejostilla, que se había suscrito hasta 2023 por un importe de 2,3 millones de euros. Allí residen ahora 38 usuarios, ya que los dos pisos tutelados han cerrado por desahucio y sus inquilinos también han regresado a este recinto, que a su vez se cerrará mañana lunes. El martes comenzarán nueva etapa en Cánovas.
El personal sigue en sus puestos,.
Durante todo este tiempo de impagos a plantilla y proveedores, los 25 trabajadores de Feafes han permanecido en sus puestos en una situación de incertidumbre realmente compleja para ellos. Se les deben once meses de nóminas desde que en agosto de 2020 comenzaron a fallar los abonos. La Junta siempre ha esgrimido que desde la Administración se tramitó el dinero a Feafes, pero ese dinero no les ha llegado. Ahora ven un pequeño rayo de luz porque cobrarán los meses de agosto y septiembre de 2021, por medio de unas facturas que ha liberado el SEPAD extremeño.
Pero sobre todo ponen sus esperanzas en la nueva gestión transitoria del centro (hasta que se adjudique un nuevo concurso) a cargo de Ciudad Jardín, un grupo que ya dirige tres residencias en la capital cacereña (Seminario, Parque del Príncipe y antigua Hermanitas de los Pobres). La Junta afirma este sábado que hay diálogo entre esta entidad y los representantes de los trabajadores para contar con ellos en la etapa que comienza en Cánovas. «Llevamos mucho tiempo luchando para que la nueva adjudicataria nos subrogue», manifiestan fuentes de la plantilla. «Esto nos permitiría recuperar los pagos atrasados, porque así lo recoge la ley, y tener garantías de un puesto de trabajo», subrayan.
TITULO: Tarde de café - Por el Tajo portugués ,.
Tarde de café - Por el Tajo portugués ,. , fotos,.
Por el Tajo portugués ,.
La comarca del Alentejo ocupa parte del centro y el sur del vecino país de Portugal. De pintoresca factura hace frontera con las comunidades autónomas de Extremadura y Andalucía, llegando hasta el litoral marcado por el océano Atlántico y escoltado por el Algarve, al sur, y el cauce del río Tajo, al norte.
El paisaje se presenta dominado por la inmensa llanura donde se combina el habitual clima cálido y soleado con un ritmo de vida tranquilo, ideal para turistas y locales. Así es el Alentejo, una región que a su vez protege una costa repleta de rincones sorprendentes y playas vírgenes casi inexploradas. Abrigadas entre escarpas, muchas de ellas resultan ideales para la práctica del surf.
Las huellas de la historia, siempre presentes, dejaron a su paso monumentales ciudades, pueblecitos mágicos y robustas fortificaciones que evocan antiguas luchas y batallas. Aún se conservan rastros de la influencia árabe en la zona entre los ordenados olivares. El Alentejo es también un lugar para divertirse. La llanura se ofrece para paseos a pie, en bicicleta o a caballo, en busca de disfrutar del paisaje, avistar aves o disfrutar de las espectaculares vistas que regalan sus miradores, repartidos por todo el territorio.
Elvas y Évora
Catalogadas como Patrimonio Mundial por la UNESCO, las ciudades de Elvas y Évora resumen todas las virtudes de este peculiar territorio. Tierra marcada por el paso del tiempo y la tenacidad de sus gentes que cuidan y miman cada rincón acogiendo al visitante siempre con los brazos abiertos.
La primera de ellas, Elvas, recibe al turista por todo lo alto, dándole la bienvenida a la ciudad con un grandioso acueducto de siete kilómetros y 843 arcos. Pero, si por algo destaca esta urbe es sin duda por sus fortificaciones, consideradas Patrimonio de la Humanidad. El cuidado conjunto militar está formado por murallas islámicas y medievales, y por el cinturón de piedra del siglo XVII.
En el corazón de Elvas, la zona del castillo es la parte más antigua y vistosa de la ciudad. De ahí hasta la plaza de la República, en la que se encuentra la antigua catedral, ahora iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El entramado de callejuelas que discurren en toda esa zona conforma un bonito conjunto perfecto para recorrer a pie y adentrarse en la cultura y la historia del país luso.
La segunda, Évora, cautiva con sus calles estrechas y sus casas blancas, un conjunto urbano levantado entre los siglos XVI y XVIII. Recorrerla a pie es la mejor opción para descubrir sus rincones más hermosos, monumentos y detalles que revelan su importante historia y la riqueza patrimonial que alberga. Un ambiente tranquilo y acogedor se hace fuerte en el ambiente y que cautivó a la realeza lusa que se asentó allí durante siglos.
La plaza de Giraldo es el eje sobre el que discurre el casco antiguo, un punto de encuentro a rebosar de cafés, terrazas y tiendas. En uno de los extremos se encuentra la Iglesia de San Antonio, punto turístico de interés junto con otros muchos como: el templo y las termas romanas, las murallas medievales, la catedral, la iglesia de la Gracia y la de San Francisco, entre otros.
Completando la ruta
Recorriendo el Alentejo se descubren espectaculares estampas y localidades llenas de encanto. Algunas como Portoalegre o Beja aún guardan recuerdos del pasado. Esta última sirvió de escenario en cruentas batallas por la defensa del territorio portugués, su castillo y la torre del Homenaje revelan el carácter militar de la ciudad. Posición estratégica ocupa Portoalegre, convirtiéndose también en pieza clave para la defensa de la nación vecina. Caminar entre sus calles es un retorno al pasado y todo un placer para el viajero.
En toda buena ruta que se precie no pueden faltar los pequeños pueblecitos que enseñan el verdadero día a día del interior del país, aquellos donde aún se conservan las costumbres y tradiciones de antaño que han ido pasando de generación en generación y aquellos, también, donde los ancianos pasan las horas charlando en plazas o descansando en sus quicios. El Portugal rural está lleno de encantos, de silencios y de pureza.
Marvao es claro ejemplo de ello, se alza sobre un altozano dominando el horizonte y toda la campiña contigua, hasta donde alcanza la vista. Pese a su posición, casi inexpugnable, se construyeron murallas y un castillo. Dentro de los muros se deja ver un bonito conjunto de arquitectura popular alentejana. Ente sus estrechas calles se descubren arcos góticos, ventanas manuelinas, balcones de hierro forjado embelleciendo las casas y otros detalles de interés en rincones caracterizados por el granito local.
Del mismo corte se presentan Castelo Vide, de aspecto andaluz con casas encaladas y llenas de flores; y Mértola, que con semblante medieval parece desafiar el cauce del Guadiana, asomándose desde la altura. En sus alrededores se cultivan ordenados viñedos que decoran la llanura, paisajes que merece la pena inmortalizar, todo un caramelo para los amantes de la fotografía.
La alfarería es una de las tradiciones más arraigadas y que además aún se mantienen en la zona, la mejor manera de descubrir cómo se trabaja es visitando Corval, el lugar perfecto para ver en directo este antiguo oficio y visitar alguno de los talleres, hay decenas de ellos repartidos por el pueblo.
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