BLOC CULTURAL,

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lunes, 5 de octubre de 2020

Órbita Laika - Los Colores ,. / Zona indie - Cine - Elegidos para la gloria . / + Cotas - «He llorado muchas noches de impotencia por no poder ayudar más». Antonio Morillo - Veterinario y edil. / Generaciones - Yoga en el castillo de Herrera, entre las propuestas para el otoño en La Siberia,.

 

TITULO: Órbita Laika - Los Colores ,.

Lunes -5- Octubre a las 22:00 en La 2 / foto,.

 Órbita Laika’ estrena temporada - Los Colores,.

Vuelve la ciencia divertida y para todos los públicos con el estreno de la sexta temporada de Órbita Laika. Nuevos temas y curiosidades de la mano de expertos que ayudarán a los espectadores a entender su entorno y abrir la mente a nuevas experiencias y conocimientos. Eduardo Sáenz de Cabezón continúa como presentador del programa que, entre sus novedades, incorpora al neurocientífico y divulgador Xurxo Mariño. El primer capítulo abordará los colores desde múltiples perspectivas y explicará por qué algunas personas ven mal los colores (visión cromática deficiente) y mostrará cómo los distintos animales ven los colores de manera diferente. Hablará de los colores del cielo y lo que estos pueden revelar. Además, profundizará en el concepto de “razas humanas”, cada vez más cuestionado por la comunidad científica.

 

TITULO:   Zona indie - Cine -  Elegidos para la gloria  ,.

Este lunes -5- Octubre a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.

 Elegidos para la gloria

Reparto
 
 
Chuck Yeager fue un intrépido piloto de pruebas que rompió la barrera del sonido pilotando un x-1. A pesar de ello, nunca alcanzó la fama que consiguieron los primeros astronautas que formaron la tripulación de la Mercury, la primera nave espacial: Shepard, Grissom, Glenn, Carpenter, Schirra, Cooper y Slayton.
 
 
 

TITULO: + Cotas - «He llorado muchas noches de impotencia por no poder ayudar más». Antonio Morillo - Veterinario y edil.


El Sabado -3- Octubre a las 9:30 por La 1, foto,.

  «He llorado muchas noches de impotencia por no poder ayudar más». Antonio Morillo - Veterinario y edil.

 

«He llorado muchas noches de impotencia por no poder ayudar más»,.

Antonio Morillo, veterinario y edil, reconocido por Vocento por luchar contra la pandemia, impulsó labores de desinfección en su pueblo, Valdelacalzada; la fabricación de equipos de protección y la atención singular a los mayores,.

Antonio Morillo, junto a dos vecinos de Valdelacalzada y al monumento que honra a los colonos que fundaron este pueblo de las Vegas Bajas. / BRÍGIDO
 
Antonio Morillo, junto a dos vecinos de Valdelacalzada y al monumento que honra a los colonos que fundaron este pueblo de las Vegas Bajas.

Repite que solo coordinó medidas que se pudieron realizar gracias a la imprescindible ayuda de decenas de personas pero Antonio José Morillo Rodríguez (25 de agosto de 1979, Badajoz) fue más que eso. A inicios de la pandemia, cuando había desconocimiento general sobre qué hacer, este veterinario y concejal de Sanidad de Valdelacalzada (2.700 vecinos) indicó que había que cerrar el centro de día del pueblo para proteger a los mayores, realizar fumigaciones periódicas de calles e instalaciones y fabricar batas, mascarillas y otro material de protección. El grupo Vocento le reconoció el jueves 24 en Madrid por su labor contra la pandemia.

–Vocento reunió a personas de diferentes profesiones para tributarles un homenaje. «El agradecimiento a todos esos héroes anónimos», referido al voluntariado social, se personificó también en su persona.

–Fue un acto muy emotivo. Se contaron historias dramáticas pero también maravillosas a la vez porque esta pandemia nos ha permitido sacar lo mejor y lo peor del ser humano: quien es noble, ha mostrado su gran nobleza ayudando; quien es egoísta, lo ha mostrado también. Estoy muy agradecido por ser el portavoz de mucha gente que se merece un reconocimiento: los agricultores de mi pueblo que ayudaron a fumigar las calles y además no dejaron de producir alimentos; las mujeres que se pusieron a hacer mascarillas; los voluntarios que ayudaron a los mayores en todo lo que necesitaron; las asociaciones que pusieron dinero para comprar material...

–Usted diseñó un plan general de actuación contra la pandemia que luego fue trasladado a muchos municipios.

–Valdelacalzada fue uno de los primeros pueblos con coronavirus en la región, con dos casos a principios de marzo. Antes del estado de alarma pusimos en marcha una medida que me costó mucho, sudores y lágrimas. Le dije al alcalde (Pedro Noriega) que este virus se ceba especialmente en los mayores y que había que cerrar el centro de día. Al quedarse en casa, potenciamos desde el Ayuntamiento la ayuda a domicilio. Contratamos a más gente para la asistencia domiciliaria, con sus EPI (equipos de protección) incluidos. Hicimos un grupo de voluntarios para comprar alimentos, ir a las farmacias, poner un número de teléfono activo 24 horas desde el Ayuntamiento para cualquier necesidad... hacer las cosas que los mayores ya no iban a poder a hacer al estar sin salir en casa.

–Recalca que cerrar el centro de día le costó muchos sinsabores.

–Muchísimos. Tenía claro que había que hacer eso, disminuir el riesgo entre la población más vulnerable. Lo tenía claro porque soy veterinario y en la sanidad animal hay que adoptar medidas contra los virus que perfectamente son aplicables a la sanidad general. Sabía lo que se nos venía encima. Investigué el virus, sintomatología, factores de riesgo, cómo se podía actuar. Sabía que había que desinfectar mobiliario y edificios, ir bien protegidos... Vamos, como cuando uno participa en las campañas de saneamiento animal o desarrollar planes generales de infecciones víricas en animales. Me fijé mucho también lo que se estaba haciendo contra el coronavirus en Corea del Sur. Me pedí vacaciones en mi trabajo –es veterinario de la oficina de Alburquerque– para centrarme en lo que podía hacer en el pueblo y también en otros sitios porque al final ayudamos en residencias de Cáceres.

«Sabía lo que se nos venía encima. Me fijé en mi oficio y en lo que se hacía en Corea del Sur contra el virus»

–Todo eso al inicio de la pandemia muchos lo verían excesivo.

–Sí, sí. A mi trataron como un loco, como un iluminado en los primeros días. Luego todo se comprendió. Hubo una reunión entre el equipo de gobierno (PSOE) del que formo parte y la oposición (del PP). Dije que teníamos que ir a una y se entendió. Y nos reunimos con los agricultores para plantear las fumigaciones periódicas, cada 72 horas, de todo el pueblo. Con disoluciones de lejía en agua al 2% eso era efectivo contra el virus. Empezamos con dos o tres agricultores y muchas noches nos juntamos seis o siete. Cogí mi coche particular y me iba a Badajoz a comprar grandes cantidades de lejía.

–¿Tiene calculado cuánto ha gastado de lejía desde marzo?

–Cada fumigación utilizamos 12.000 litros de agua con lejía disuelta. Gastábamos 200 litros de lejía. Primero hacíamos semanalmente las desinfecciones de las calles con los tractores. Cuando la cosa se puso peor, cada 72 horas. También desinfectamos edificios públicos y sus exteriores, con equipos portátiles más pequeños, de 10 litros. Era fundamental. Le comenté al alcalde que prefería gastar 5.000 euros en lejía y desinfección que en nuevos nichos en el cementerio.

–No solo impulsó fumigaciones sino que coordinó a voluntarios para fabricar y distribuir material de protección que no había.

–Hemos hecho de todo. La solidaridad del pueblo ha sido increíble. Sabía que era imprescindible tener equipos (mascarillas, batas, pantallas faciales..) por mi trabajo veterinario. Las repartimos no solo entre el pueblo sino entre otras localidades. Recuerdo haber cogido la furgoneta y llevar EPI a una residencia de Cáceres. Nos preguntaron que quién nos mandaba. Le dijimos que nadie, que veníamos a colaborar. Muchos se echaron a llorar por llevarle material que no tenían. En los peores momentos también entregué EPIs que tenía por mi profesión a sanitarios o cuerpos de seguridad. Yo también he llorado muchas noches de impotencia de no poder ayudar más.

«A falta de tener vacuna, lo que ahora me preocupa es la responsabilidad de la gente»

–La pandemia se recrudece. A falta de la vacuna, ¿qué es lo que más le preocupa?.

–La vacuna llegará y seguramente antes de lo que se piensa. Quizás esté para el primer trimestre del próximo año. Ahora lo que más me preocupa es la responsabilidad de la gente. No es una cuestión política. De poco sirve plantear medidas si 50 jóvenes se reúnen a las dos de la noche para hacer botellón. Que la gente no siga medidas de protección.


  TITULO: Generaciones - Yoga en el castillo de Herrera, entre las propuestas para el otoño en La Siberia ,.

 

Yoga en el castillo de Herrera, entre las propuestas para el otoño en La Siberia,.

Una veintena de actividades para disfrutar del otoño en la Siberia | Herrera  del Duque - Hoy

foto / Mientras el plan de la Diputación sigue su curso administrativo, el Centro de desarrollo rural (Ceder) de La Siberia ha ideado una veintena de actividades que llevar a cabo desde este fin de semana hasta el 7 de diciembre en los 11 municipios que componen la Reserva de la Biosfera y que fueron dadas a conocer el pasado jueves por parte de la presidenta de este organismo, Rosa María Araújo, y del diputado del Área de Desarrollo Rural de la Diputación, Lorenzo Molina. Entre estas actividades el Ceder propone hacer yoga en el Castillo de Herrera, contemplando al mismo tiempo el majestuoso paisaje que se divisa desde el enclave. Otras propuestas, relacionadas con la gastronomía son una jornadas para amantes de las setas o la miel, o recetas de pastores , y complementariamente con ella, la berrea bajo las estrellas, la observación de aves o los recorridos para conocer las vías pecuarias que recorren la comarca.


 

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