TITULO: Un país en la mochila - El Arroyo, a prorrogar el buen inicio,.
El Arroyo, a prorrogar el buen inicio,.
foto / El Extremadura Arroyo busca hoy, a partir de las 13.00 horas, en el Pabellón Eduardo López Mateos de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, su segunda victoria en el Grupo 'A' de Superliga Femenina 2, tras la conseguida la jornada pasada en su propia cancha ante el CV Sestao, en el partido inaugural.
TITULO: AQUI HAY TRABAJO - «Ojalá hubiera más empresarios entre los políticos» .
Ojalá hubiera más empresarios entre los políticos»,.
Juan Suárez,.
A sus 35 años lleva diez al frente de Aristocrazy, donde ha sorteado la crisis «sin despedir a nadie». Está recién casado y ha acabado dos Ironman,.
Con solo 16 años viajaba a la India y a Hong Kong junto a su padre y su tío en busca de piedras preciosas. «Y alguna vez intentaron timarnos», recuerda. A los 25 ya era adjunto a la Dirección General y miembro del Consejo Asesor del Grupo Suárez. Hoy, a punto de cumplir los 36, está recién casado, ha completado un máster, dos Ironman y sigue al frente de Aristocrazy, la firma de joyería accesible que fundó hace una década y que actualmente comercializa alrededor de medio millón de piezas al año en varios países.
Juan es el benjamín de la tercera generación de una conocida familia de joyeros vascos; el tercer hijo de Benito Suárez, el hermano menor del mediático Emiliano, y el único de la saga que no ha nacido en Bilbao. «Aunque ya dicen que los de Bilbao nacemos donde queremos -puntualiza-. Yo además he pasado parte de mi infancia en el 'botxo' y le tengo un cariño especial». Sin embargo, el bacalao al pil pil se le resiste. Lola, su madre, lo borda. «Pero a mí no me acaba de quedar bien». Su punto fuerte son los arroces. «Cuando invito a comer a casa me piden paella. Los Suárez somos todos muy cocinillas. Eso tan vasco de guisar y juntarnos a comer con los amigos lo llevamos en la sangre».
También lleva en los genes el emprendimiento. «Creo mucho en la formación», asegura tras haber estudiado Comunicación Audiovisual, Gemología y un Máster de Presidencia y Dirección General en el IESE. Quienes le conocen bien le consideran «un crack», lo cual podría convertirlo en el futuro 'jefe de la tribu'... Él lo niega. «Las empresas patriarcales ya no existen. Yo apuesto por compañías con estructuras muy planas donde todo el mundo pueda aportar, y para eso hay que tener ejecutivos que no le tengan miedo a decir cualquier tontería que se pueda convertir en una de las claves del futuro». En una firma joven como Aristocrazy, que ahora cumple diez años, «es más fácil crear ese ambiente». La media de edad cuando empezaron «era una ridiculez -bromea Juan-, creo que estaba en 29 años. Ahora debe de rondar los 33».
Liquidez y talento son las herramientas con las que se propone capear el temporal de la crisis del covid. Para lo primero le avalan los 75 años de prestigio de la firma familiar. Y para lo segundo, explica que «tras dos meses de cierre en los que las ventas en tienda cayeron a cero, hemos crecido muy rápido en la parte 'online' porque habíamos hecho los deberes fichando a talento muy potente en el sector digital». El resultado, según afirma orgulloso, «es que no hemos despedido a nadie y ya tenemos al 100% de la plantilla fuera del ERTE. Dime qué institución política está mirando por sus empleados en el largo plazo. Ese es un sentir muy empresarial. Ojalá hubiera más empresarios en la política».
«Carismático, perfeccionista y humilde». Así define a Juan Suárez su equipo. Él sólo admite tener pasión por lo que hace. Se la han inculcado en casa. «En una familia como la mía casi todo gira en torno al negocio. Pero es que hacer joyas es tan bonito... Nos han educado en la meritocracia, el esfuerzo y la capacidad de sacrificio. Yo nunca le he visto llegar a casa a mi padre antes de las nueve de la noche». Era solo un adolescente cuando empezó a viajar al otro lado del mundo en busca de piedras preciosas. «En Hong Kong nos pilló un tifón que nos tuvo encerrados tres días en un hotel», recuerda. Y aunque ha crecido entre chicos, asegura sentirse más cómodo trabajando con mujeres. «Ellas han levantado Aristocrazy. Fichábamos a gente muy joven y una mujer a los 25 es mucho más responsable que un hombre».
Su boda con su novia Belén estaba prevista para el pasado mes de junio, en Mallorca, y con más de 200 invitados. Pero el coronavirus le obligó a casarse hace apenas un mes, en Madrid, y ante 14 asistentes. «Me he casado por la iglesia pero no me considero conservador, las etiquetas limitan el crecimiento personal». Deportista apasionado, tuvo que dejar el fútbol porque se rompió una rodilla. Y se enganchó a correr, a la bici... «Me convencieron para hacer un triatlón, de ahí pase al Ironman, ultramaratones de montaña... La carrera más bonita que he corrido es la de Zegama-Aizkorri».
A Juan le gusta entrenar solo. «Estar ahí fuera muchas horas sufriendo me ayuda a pensar y a valorar las cosas, a verlo todo más claro». Tal vez este joven emprendedor se haya preguntado alguna vez qué diría su abuelo Emiliano Suárez Faffián, el fundador de la saga, si supiera que su nieto actualmente vende piercings... «Podría parecer extraño -admite-, pero la joyería está muy ligada a la expresión de uno mismo, igual que la moda. Y ahí el piercing es un complemento perfecto, muy de diseño y muy joyero. Pero aún vamos a ir más allá -avisa- y el año que viene daremos la campanada con un producto muy diferente».
TITULO: 80 cm'- El HC Burguillos cae en su estreno en casa,.
El HC Burguillos cae en su estreno en casa,.
foto / El Hockey Club Burguillos se estrenó con derrota en casa ante el recién ascendido Espanyol. El equipo exremeño perdió 2-9 en el que fue su debut liguero, ya que su partido de la primera jornada en Vilanova fue aplazado. El equipo periquito ya se marchó al descanso 0-4. Marc Montilla hacía el 1-8 para los burguillanos entrenados esta temporada por Joan Doncel y Alexis García de los Santos maquillaba algo el marcador con el 2-9 de penalti.
TITULO: Hacer de comer -El comedor social ofrecerá 1.200 comidas al mes ,.
lunes -19- a viernes -23 - Octubre a las 13:25h, en La 1 , foto,.
El comedor social ofrecerá 1.200 comidas al mes,.
El pasado viernes, primer día en el que se ofrecieron almuerzos en el comedor social, acudieron a las nuevas y acogedoras instalaciones 52 personas,.
Cada mesa está preparada para cuatro comensales. El pasado viernes, primer día en el que se ofrecieron almuerzos en el comedor social, acudieron a las nuevas y acogedoras instalaciones 52 personas.
Estas esperaban fuera del edificio a que llegara la hora de comer, las dos de la tarde. El viernes, por ser el primer día, una firma de pizzas donó una de grandes dimensiones, casi de dos metros. Eso como entrante y para abrir boca. Porque para comer había garbanzos de primero y menudillo con ensalada, de segundo plato. Agua para beber y una naranja y un yoghurt de postre. Por supuesto, acompañado por un bollo de pan.
Como la comida que se sirve es de un catering, en el momento en el que los comensales se sientan a la mesa, se sirven los platos que vienen de la cocina en carritos.
Una de las personas que más se ha implicado en la puesta en marcha de este comedor, Guillermo Díaz, párroco de San Francisco de Sales, afirma que de 13.15 a 14 horas se hará la acogida de las personas, y de 14 a 15 horas se ofrecerá la comida propiamente dicha.
Cuando finalicen de comer, los que lo deseen se pueden quedar a charlar en una sala habilitada para ello y en la que, a corto plazo, se tiene pensado instalar una televisión.
El nuevo comedor social está situado en la antigua Hostería de Carcesa. Fue inaugurado el pasado jueves por la noche por el alcalde, Pedro Acedo, y bendecido por el Arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil.
Será conocido como beato Cristóbal de Santa Catalina y fue cedido al Arzobispado el día 28 de mayo de 2013. Ocupa una parcela de 2.064 metros cuadrados, construidos 755 y otros 1.308 de terrazas, jardines, accesos y cerramiento.
Durante este tiempo se ha trabajado, sobre todo, en la cocina y en la captación de socios amigos que puedan mantenerlo económicamente. El agua la sufragará el Ayuntamiento.
La inversión inicial en compra de materiales y puesta al día se eleva a unos 7.000 euros.
Se darán 62 comidas de lunes a viernes. 57 en el comedor y cinco más que se llevarán a casa. La comida se podrá llevar al domicilio si la persona beneficiada está gravemente impedida.
Caritas está captando socios que aporten cuotas mensuales que aseguren su sostenimiento. Se espera llegar a los mil socios, aunque por el momento se está en los casi 300. Si las aportaciones fueran abundantes no se descarta incluso ofrecer cenas, duchas o servicio de ropero, aunque eso se irá viendo con el tiempo y se hará si las donaciones lo permiten. «Con los socios que tenemos actualmente llegamos a los 39.000 euros. Nuestra intención es llegar a los 60.000, cosa que esperamos conseguir», afirma Díaz.
Más de 80 voluntarios
Toda la ayuda es poca. Por eso, no sobran los voluntarios que quieran dar de comer a las personas que hasta allí se acerquen. Hasta el momento se cuenta con la presencia de 55, que se han distribuido en cinco grupos de 11 personas cada uno, uno por cada día de la semana que se ofrece comida, ya que solo se da los días de diario. En total se han calculado que se ofrecerán unas 1.200 comidas al mes.
Aparte de estos, hay otras 30 personas más que están para otros menesteres aparte de repartir comida y atender a los usuarios, con lo que el número asciende a más de 80.
Juan Maestre es uno de ellos. Con 53 años dice que ya tiene experiencia como voluntario en Cruz Roja y en Protección Civil. Confiesa que disfruta ayudando a gente necesitada y sugiere la idea de que en Mérida podría abrirse otras instalaciones como las de la hostería, «También se llenarían, ya que actualmente en la ciudad hay mucha gente necesitada». Aparte de ayudar en la cocina y a servir comidas, Juan se encargará del mantenimiento de los jardines.
La posibilidad de acogerse a los servicios del comedor se realizará a través de la valoración previa de las Caritas Parroquiales y de la Conferencia de San Vicente de Paul, con el informe correspondiente.
Los que se pueden beneficiar de este comedor son las personas sin recursos económicos o personas con ingresos iguales o inferiores a la Renta Básica que se encuentren en situación de dificultad social por diversas causas, personas sin hogar, con falta de autonomía personal y sin recursos, que sufran deterioro físico-psíquico, o personas en espera a acceder a programas terapéuticos de tratamiento de patologías adictivas.
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