TITULO: El Telediario La 1 - Europa se blinda de noche para frenar el virus ,.
Europa se blinda de noche para frenar el virus ,.
El continente pone coto al ocio noturno y algunos países decretan un toque de queda ante el aumento de casos,.
foto / La gravedad de la segunda ola del coronavirus ha obligado a los países europeos a tomar medidas extraordinarias para frenar su avance: toques de queda, cierre de teatros, limitaciones al ocio nocturno... Limitaciones que han dejado estampas similares a las del primer confinamiento, con plazas y calles vacías, locales cerrados y patrullas policiales. Así se han blindado los diferentes países de la UE frente al covid-19.
Patrullas policiales alerta
«Se acabó la despreocupación y la fiesta», pero también el negocio, reconoce Stefan Lange, propietario de un bar hasta hace poco muy concurrido en el distrito berlinés de Neukölln. El barrio se ha convertido en uno de los dos grandes focos de infecciones de coronavirus en la capital alemana. La orden de cierre para todos los locales gastronómicos desde las 23.00 a las 06.00 horas que rige en las regiones de riesgo en Alemania «era de esperar» ante la creciente propagación del virus, señala Lange, que no oculta su preocupación por los problemas financieros de su local, informa Juan Carlos Barreena.
Hay quien, sin embargo, no respeta esa medida, que prohíbe también la venta y consumo de alcohol en la calle dentro de ese horario. Por ese motivo desde este fin de semana patrullan en Berlín un millar de policías con la única misión de controlar el cumplimiento de las normativas contra el coronavirus.
A un acuerdo para aplicar a rajatabla esas medidas llegaron el jueves el ministro federal del Interior, Horst Seehofer, y el senador de Interior de la capital alemana, Andreas Geisel. No solo para controlar la higiene y el cierre de los locales y el comportamiento de los clientes, sino también los contactos. Aunque un toque de queda es impensable en Alemania, donde es segura la intervención del Constitucional para tumbarlo, de noche están prohibidas las reuniones en la calle con personas ajenas al propio domicilio y solo se autorizan contactos directos en el exterior de un máximo de cinco personas de dos hogares distintos.
No descarta el confinamiento
Cierre de bares y restaurantes durante un mes, burbuja social limitada (un contacto al que poder 'abrazar' y hasta cuatro personas en reuniones privadas) y toque de queda entre la medianoche y las cinco de la madrugada, mascarilla obligatoria y cierre de cines, teatros y museos, informa Salvador Arroyo.
Todas estas normas y algunas más tienen como objetivo limitar los contactos, frenar los ingresos hospitalarios y esquivar un confinamiento total que aún no se descarta en Bélgica. 11,5 millones de habitantes, más de 270.000 contagios (10.454 de media diaria), 10.558 fallecidos y dos regiones (Bruselas y Valonia) a la cabeza de Europa en infecciones.
Con las temperaturas ya en desplome y una climatología más que desapacible, «el toque de queda apenas se siente», reconoce una estudiante; el colectivo sobre el que está puesto el foco de multas que rondan los 250 euros por salidas nocturnas no justificadas. La policía federal ha reforzado a la local en los controles de las grandes urbes del país y los incidentes son escasos.
«La primera prueba importante llegará con las vacaciones de Todos los Santos», alerta Nico Paelinck, presidente de la Comisión Permanente de la policía local de Bruselas. Y mientras, la hostelería se siente «maltratada». «Hace meses que nos hemos esforzado, hemos hecho muchas inversiones y todo eso ¿para qué? ¡Que finalmente nos veamos obligados a cerrar por un mes!», expresa el responsable de un restaurante de Tournai en un video que ha convertido en viral. Un sentimiento de «injusticia» que se ha apoderado de un sector al que se intenta aplacar con el compromiso de que se revisará la imposición de cierre transcurridas dos semanas, pero que en algunos puntos del país ya ha recurrido a los tribunales.
Cierre total a las 21.00 horas
A las 20.30 horas los parisinos apuran sus compras en el supermercado media hora antes de que comience el toque de queda para luchar contra el coronavirus, una medida que afecta desde el viernes a medianoche a 46 millones de franceses, informa Beatriz Juez. A las 21.00 horas las calles de París comienzan a vaciarse. Los restaurantes cierras sus puertas, al igual que los cines, cuya última sesión termina alrededor de las 20:30 para que a los espectadores puedan regresar a tiempo a casa.
Los desplazamientos entre las 21.00 horas y las 6.00 horas en las zonas afectadas por el toque de queda están prohibidos excepto por razones profesionales o de salud; para ayudar a un familiar en situación de dependencia; para ir o volver al aeropuerto o a la estación de tren; o para sacar a pasear al perro.
El transporte público continúa funcionando por la noche en la capital para permitir el desplazamiento de los trabajadores, pero con menos frecuencia que la habitual. También continúa el reparto de comida a domicilio.
El primer ministro Jean Castex aseguró el jueves que durante la primera semana del toque de queda en París y otras ocho ciudades francesas «se respetó bien» esta medida. La policía realizó en esas ciudades 32.033 controles e impuso 4.777 multas en total a aquellos que se saltaron el toque de queda. La multa es de 135 euros. El 60% de los franceses está a favor de imponer un toque de queda y el 88% dicen respetarlo, según una encuesta de Odoxa-Dentsu Consulting.
Resignación y protestas
Con resignación y crispación entró la mayoría de irlandeses en el segundo periodo de confinamiento, que se prolongará en principio seis semanas. La vertiginosa escalada de los contagios llevó a muchos a aceptar que «es necesario tomar precauciones», según explica Jon Kelly, constructor, de los pocos sectores con licencia para seguir faenando en este periodo de máxima alerta o nivel 5, informa Lourdes Gómez.
Unos consideran las restricciones nacionales -cierre de locales no esenciales, salvo guarderías y colegios, salidas limitadas a 5 kilómetros de casa, prohibidas las reuniones en jardines privados o espacios cerrados- como la última oportunidad de contener el rebrote del coronavirus y ganar tiempo para poder juntar a toda la familia en Navidad.
Para otros, son motivo de protesta. En Dublín, donde se manifestó casi un centenar de personas el primer día de la vuelta al confinamiento, hubo escaramuzas con agentes del orden, que concluyeron en once detenidos, de los que nueve pasaron a disposición judicial. La Policía ha optado por una estrategia de máxima visibilidad, con controles en carreteras y patrullas en zonas urbanas que pueden imponer multas de hasta 500 euros.
Plazas y calles vacías
La escalinata de la plaza Trilussa, en el barrio romano de Trastévere, lleva días rodeada por unas cintas de la Policía para evitar que los jóvenes puedan sentarse en los escalones a charlar y beber, como es habitual en las noches de los viernes y del fin de semana. Es una de las medidas preventivas para garantizar el cumplimiento del toque de queda nocturno que han aplicado ya tres regiones italianas: Lombardía, Lacio y Campania, las más pobladas del país, informa Dario Menor.
Los más de 10 millones de residentes lombardos fueron los primeros en sufrir esta semana esta restricción. El toque de queda, que sólo puede romperse por motivos laborales o de emergencia, dejó las plazas desiertas y las calles casi vacías, con sólo unos pocos automóviles circulando. Sólo se veía a los habituales repartidores de comida en bicicleta. Esta medida supone un nuevo revés para los empresarios y trabajadores de los bares, restaurantes y pubs, que se concentraron frente a la sede del gobierno regional de Lombardía.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - La borrasca deja más de 240 litros en un solo día,.
La borrasca deja más de 240 litros en un solo día,.
Los fuertes vientos propician la caída de algunos árboles y la crecida de ríos y arroyos en el norte de la región,.
Se confirmó la virulencia de la borrasca Bárbara. Desde la madrugada hasta las primeras horas de la noche de ayer, el frente dejó más 240 litros por metro cuadrado. Es lo que ocurrió en Garganta la Olla, en La Vera, con 240,3 litros recogidos según la Aemet hasta las nueve de la noche.
El pluviómetro acumuló también mucha agua en Piornal (Valle del Jerte), con 170,2 litros hasta las diez de la noche. Hervás (Ambroz), con 153 litros, Valverde del Fresno (Sierra de Gata), con 108 litros; Valencia de Alcántara, con 115,4 litros; Nuñomoral, con 100,8 litros; Hoyos, con 143... el listado de municipios con más de un centenar de litros es amplio.
Pero la virtud del frente que recorrió toda Extremadura (la zona este de la provincia pacense es la que recogió menos agua), es que también fue muy generoso en puntos como la Sierra Suroeste o la de Zafra-Río Bodión.
En Jerez, su municipio de referencia, se contabilizaban 70,2 litros hasta las diez de la noche. También fueron reseñables los 68,8 litros que contabilizó la estación de la Aemet en Barcarrota o los 69,4 litros de Zafra.
En cuanto a los municipios más poblados, donde más llovió fue en Plasencia. Se acumularon 63,7 litros por metro cuadrado hasta las diez y media de la noche. Mientras, en Mérida, cayeron 53,4 litros. En Badajoz el dato se quedó en 33,2 litros. En Cáceres, el pluviómetro indicó 44,2 litros.
En Navaconcejo el Ayuntamiento pidió a la población que no se acercara al río Jerte.
Junto a la lluvia, fue protagonista el viento. Las fuerte rachas hicieron que se cerraran los parques por precaución en varios municipios y que hubiera caída de árboles como ocurrió en pleno centro de Mérida, en la rambla de Santa Eulalia.
En Cáceres el viento provocó la caída de ramas en numerosos árboles en barrios como Los Fratres, Las 300, el Nuevo Cáceres, en la Mejostilla, en la avenida Hernán Cortés o en la calle Ecuador –en Llopis Ivorra–, donde fue necesaria la actuación de bomberos o policía local para retirarlas.
En Fregenal de la Sierra, el viento derribó parte de uno de los pinos del colegio San Francisco de Asís y provocó heridas a una mujer que tuvo que ser atendida en el centro de salud de la localidad. Además, varios vehículos que estaban aparcados en la barriada de Santa Ana sufrieron importantes daños al caerles encima otro árbol, informa Laura Sierra.
Según Meteorología, la racha máxima se registró en Fuente de Cantos, con 93 kilómetros por hora. Olivenza registró 92 km/h y Aliseda, 90. El 112 tenía activado por la tarde la alerta naranja en el norte de la provincia de Cáceres por viento.
Para hoy, el centro de urgencias y emergencias tiene activada la alerta roja por lluvias y la amarilla por vientos en el norte de la provincia de Cáceres, donde se espera una precipitación acumulada en 12 horas de 120 litros por metro cuadrado y rachas máximas de viento que pueden alcanzar los 80 kilómetros por hora.
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - Joaquín Araujo ,.
El dios creador de los bosques y los grelos extremeños,.
En 'Vento', su finca de 400 hectáreas perdidaen Las Villuercas y declarada reserva biológica,el naturalista y periodista madrileño ejerce de 'italocabrero', poeta y dichoso hortelano sin medida,.
Cuando a finales de los setenta un ecologista greñudo y capitalino llegó para quedarse en este recóndito paraje de la serranía de Cáceres, le tomaron por un 'maqui'. Joaquín Araujo (1947) sigue allí, «emboscado» en un particular paraíso natural que mima con sus manos y cada uno de sus sentidos mientras batalla contra la agonía sorda y lacerante del planeta.
Lunes
No uso mascarilla ni así me aspen. Entre otras cosas, porque aquí estoy solo y lo que corre es el aire. Vivo a 16 kilómetros de mi primer vecino. La soledad en la naturaleza es un regalo maravilloso.
6.00 horas. Me despierta algún extraño resorte de mi propio organismo. Hasta que no llegan las luces del día, leo. Dos, tres, cuatro horas, y varios libros a la vez. Sobre mi cama, poemas de Paul Sedan; 'Elogio al silencio', de Pablo D'Ors, con el que coincido milimétricamente y 'La espiga en el infinito', de Irene Vallejo, un 'best-seller' y sin embargo una delicia.
8.00 horas. Desayuno un descafeinado para mantener a raya la tensión, pan, que descongelo, tomate, aceite y un diente de ajo cortado en rodajas. Me encanta y no tengo a nadie a quien besar.
8.30 horas. Lo primero que atiendo son las gallinas. Les echo su agüita, su granito, unos tomates estropeados, a veces les siego hierba... Son unas veinte. No las puedo soltar. Aquí hay áquilas, jinetas, zorros, garduñas... Este año estoy cogiendo seis, siete, ocho huevos a diario.
9.00 horas. Las cabras me esperan con expectación. Saben que están a punto de salir al campo. Compruebo si los chivitos han mamado. Todas tienen nombre italiano: Bianca, Nera, Calzona, Filia, Bionda... Así hasta 24. Tuve la suerte de educarme en la primera etapa en el Liceo Italiano de Madrid. De ahí viene mi pasión por leer y escribir. 'Nunca' y 'Jamás', mis yeguas, madre e hija, andan por ahí sueltas. Los perros y gatos no tienen horario fijo.
Martes
9.30 horas. De regreso a casa veo a un desconocido esperándome. Resulta que es un admirador venido expresamente desde Alicante para que le dedique mi último libro -'Los árboles te enseñarán a ver el bosque', de Editorial Crítica-. Lo extraordinario es que ha dado conmigo por un pasaje, en el que describo la subida al pico más alto de la comarca y que está en mi propiedad. Con esa referencia, una foto de satélite y el GPS ha logrado encontrar el pico y a mí. Estoy levitando de vanidad. Le invito a conocer mi biblioteca. Sorprende que en la mitad de la nada haya 15.000 libros.
11.00 horas. Sintonizo Radio Clásica y me pongo a escribir. Tengo el despacho con mejores vistas de Europa Occidental. Delante de mi mesa, 300 kilómetros cuadrados de paisaje. Ninguna casa, ningún tendido eléctrico, ninguna carretera. Solo pinos, alcornoques, robles melojo y la mayor concentración de madroños de España. Tengo facilidad para los aforismos y los haiku. «La muchedumbre de lo feo; el amontonamiento de la comodidad; la guadaña de lo mezquino; tanta lela velocidad siguen definiendo la mayor parte de esta lisiada civilización».
16.00 horas. Las cabras ya están de regreso, esperando a que las meta en la tiná. Les doy de comer hierbas y maíz, y las pastoreo un par de horas. A veces me echo una silla a la espalda y, donde ellas se paran, yo me siento a escribir. Son unas magníficas maestras de la paciencia. Ser cabrero tiene mucho de profesor en una clase de revoltosos. Son muy suyas y bastante perversas. Tiene como objetivo principal en la vida cabrearte. Pese a ser pacifista, pacífico, animalista y ecologista, alguna vez me ha faltado poco para cargarme cuatro a la vez. Pero me dan un estiércol estupendo y es una gozada hacer un arroz con leche de cabra, un flan o un queso.
Miércoles
11.30 horas. Es raro el día en que la naturaleza no te dé una sorpresa. A causa de la catástrofe climática, había dado por perdido al sapo corredor y sacando patatas me he encontrado uno. Hace un par de días ví mi primer chinche de campo y, en mi charca contra incendios, un Martín pescador.
13.00 horas. Tengo horario campesino. Como poco y mal. Soy torpe y vago para cocinar. No me gusta, así que me arreglo con unos espagueti, una sopita, unos huevos fritos con patatas o una ensalada.
18.00 horas. El ocaso me encuentra en mi súper huerta. 8.000 metros cuadrados. Con esto del neorruralismo cualquier te dice que tiene una. Vas y ves cuatro plantas de tomates. La mía tiene 5.000. Las patatas, cebollas, calabacines y calabazas están ensiladas. Con Ana Clara, mi mujer, que vive en Madrid cuidando de su madre, centenaria, hemos hecho 500 tarros de conserva de tomate, pimiento, pisto, encurtidos... Y mermelada de pimiento, tomate, ciruela, melocotón y albaricoque. Acabo de empezar con los cultivos de invierno, coles, coliflores, lombardas, brócoli, acelgas y, por primera vez, grelos. También tengo miel, un olivar y hago vino. Uno malísimo.
Jueves
9.10 horas. Pronto me nacerán una docena de cabritillos. A veces me toca asistir. El hombre de campo que vive como yo ejerce no menos de veinte oficios: veterinario, leñador, mecánico, peón caminero, fontanero... No tomo carne más allá de la que me proporcionan ellos. Como uno de cada diez. Lo paso fatal. Aún no he conseguido ser vegetariano del todo.
12.00 horas. Llevo 25.000 árboles plantados. Estoy aterrado porque muchos se me mueren por la sequía, pero voy a seguir con la media de uno al día.
17.00 horas. El año pasado, entre octubre y noviembre, di 30 conferencias. Ahora las hago 'online'. Un horror.
Viernes
9.20 horas. Soy fanático del canto de las aves. Alrededor de mi casa cantan de 20 a 30 especies distintas. Totobías, petirrojos, pinzones, mirlos... Uno de los dramas fundamentales de esta civilización es que ante la vida es ciega, sorda y analfabeta. Por eso la destruye.
10.00 horas. Una vez al mes voy a Puente del Arzobispo a comprar. Lo mejor del viaje es escuchar a John Lee Hooker o a Eric Clapton. El blues me fascina.
23.00 horas. Soy descaradamente privilegiado. Vivo cómo, dónde y con quién había soñado. La ciudad es un ámbito insoportable y tiránico. Es como los dictadores, todo lo quiere para sí y no devuelve nada a cambio.
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