¿Directos a otro estado de alarma?,.
foto / Crisis. Juristas asumen que la falta de reformas y las limitaciones de los Gobiernos autonómicos acercan otra declaración,.
Ese exiguo margen de maniobra lo están comprobando los Gobiernos autonómicos. Madrid, Cataluña e incluso el País Vasco han tratado de imponer restricciones que después los jueces han acabado derribando con la ley en la mano. «Las comunidades autónomas no pueden adoptar medidas que restrinjan derechos fundamentales con carácter general. La Constitución no lo permite, habría que reformarla», antepone Javier Tajadura, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco. Sí pueden hacerlo «con carácter individual», para cierto grupo de personas y siempre sujetos a la autorización de un juez. «Y eso para combatir una pandemia es insuficiente», evidencia.
Consciente de este escenario, el Gobierno vasco declaró la emergencia sanitaria el 17 de agosto para dotarse de un paraguas legal algo más efectivo, pero pronto se comprobaron sus límites. Si en un primer momento se anunció la prohibición de juntarse más de diez personas, al final todo acabó en una mera recomendación. «El de reunión es un derecho fundamental. Cerrar los bares a determinada hora para evitar concentraciones es asumible por la situación sanitaria y porque te puedes reunir en otros sitios, pero para restringir directamente las reuniones con carácter general haría falta aplicar el estado de alarma», señala Naiara Arriola, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Deusto.
Algunas voces han alimentado en las últimas semanas la posibilidad de que algunas normas ordinarias sí amparen la práctica totalidad de las restricciones. En concreto, se ha aludido a la Ley de Salud Pública de 1986, que concede a la autoridad sanitaria la potestad de «adoptar las medidas oportunas», las que se consideren «necesarias», para controlar enfermedades transmisibles. Sin embargo, los expertos avisan de que no es un cheque en blanco.
«Sobre todo si las restricciones se regulan a través de órdenes de consejerías o decretos autonómicos. Se 'administrativiza' el sistema de derechos fundamentales y, claro, intervienen los jueces», explica Josu de Miguel, profesor de la materia en la Universidad de Cantabria.
Aun así, los especialistas consultados coinciden en afirmar que se podrían haber acometido ciertos cambios legales para acomodar las normas a la situación sanitaria. Algunos como De Miguel incluso proponen la redacción de una ley orgánica 'ad hoc' para la lucha contra el coronavirus: «Sería un instrumento para fijar por qué se pueden restringir derechos, quién lo puede hacer, el papel del Estado y de las comunidades...». Arriola, en cambio, aboga por aplicar reales decretos que concreten una ley más amplia.
¿Alarma por autonomías?
Lo que ocurre es que todos esos cambios se deberían haber producido ya. Ahora el reloj aprieta y la Covid, aún más. A estas alturas, al igual que a mediados de marzo, el estado de alarma vuelve a emerger como la única figura legal que de manera instantánea puede apuntalar las medidas para controlar la pandemia. El Gobierno central no oculta que es una opción, aunque esta vez quiere delegar en las comunidades autónomas hasta tal punto que Pedro Sánchez dejó en sus manos la solicitud de su entrada en vigor en cada una de las 17 regiones españolas.
En efecto, la ley que desarrolla el estado de alarma contempla que los líderes territoriales puedan pedir a Moncloa que declare ese escenario de excepción, pero los expertos en Derecho Constitucional puntualizan que este precepto no se ajusta a una situación que afecta a todo el país. «Sería adecuado, por ejemplo, para unas inundaciones que afectan a un territorio exclusivamente», dice De Miguel.
Por su parte, Tajadura desecha que tengan que ser los presidentes autonómicos quienes acudan al Congreso para defender la aplicación de la alarma, tal y como sugirió Sánchez el martes: «Sólo está prevista la petición; la potestad está solamente en manos del presidente del Gobierno».
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - Paco Clavel,.
Paco Clavel: "Rouco Varela es muy feo y me preguntaban si era su hermano",.
Se reedita ahora en vinilo 'Reina por un día',
disco estandarte de la Movida madrileña. Paco Clavel, artista
inclasificable y multidisciplinar, derrocha sentido del humor, pese a
los tiempos lúgubres que nos ha traído el Covid.
- ¿Qué significó en su momento 'Reina por un Día'?
- Nosotros empezamos en locales pequeños como 'Libertad 8'. Éramos un dúo que mezclaba el pop con el cabaret. A raíz de esto, la 'Vía Láctea' sacó un disco de cuatro canciones, que fue el primer disco independiente que salió del movimiento de los 80. Ni se vendió ni nada. Se regaló.
- ¿Era todo en plan 'amateur'?
- Era como un juego. En esa época, yo estaba dando clases de inglés en colegios. El público se divertía. A raíz de eso, hicimos un concierto en la sala El Sol de Madrid y nos vio gente de la multinacional CBS. Nos contrató y sacamos el disco.
- Representas ese mundo hedonista y sin complejos de la Movida madrileña. Justo lo contrario del pesimismo actual.
- Ya decía mi amigo íntimo German Coppini que son "malos tiempos para la lírica". Estamos viviendo en un mundo mutante. Yo soy una persona positiva y creo que hay que dar un punto de alegría a la vida cotidiana.
- Tal y como está el panorama, sí que necesitamos un poco de alegría.
- Yo estoy a pie de calle. Me gusta mucho observar y que me observen. Ahora me observan menos con los teléfonos móviles. Me doy cuenta de que hay un entorno raro y un poco tristorrón. De repente, what happen? ¿Qué pasa? Si en tu trabajo tienes algún atisbo de que estás contaminado de coronavirus, eres como un apestado. No te dan opción. Al arroyo.
- Interpretaste 'Piensa en Positivo', el himno del Orgullo Gay de este año. ¿Qué sacamos en positivo de esta pandemia?
- El ser humano es muy frágil. No somos los reyes de la creación. En un momento determinado, todo esto se puede ir al garete por una historia que no sabemos de dónde viene ni a dónde va. La lección que podemos sacar es ser positivos.
- ¿Ligar se está poniendo complicado?
- Siempre lo ha estado, pero ahora mucho más. Yo soy muy tocón y me gusta abrazar a mis amigos. Vas con naturalidad y, de repente, te dan el codo y no sé qué rollo. Echo en falta la proximidad y la naturalidad de los cuerpos. Estamos con los dos metros de distancia, con que no fumes, no salgas, enciérrate... Llega un momento en que ya no sabes si tocarte a ti mismo. [Ríe]
- Seamos sinceros, la vida que nos ha traído el Covid es una mierda.
- Ha sido un cambio tan radical. Es una crisis a todos los niveles: estás luchando contra tu cuerpo y el de los demás. A mí me gusta mucho entrar y salir y hemos pasado un verano muy jodido. Aquí en España somos 'bareteros', no cabereteros y todo eso ha desaparecido. Tomarte unos callos o unas gallinejas en la barra de un bar es muy difícil. Está todo rarísimo. Raro, raro, raro...
- Eso era lo que decía 'Papuchi', el padre de Julio Iglesias.
- 'Papuchi' se anticipó.
- También ha sido el primer verano sin fiestas populares. ¿Has tenido algún bolo?
- He realizado un show en la sala Maravillas y también he estado pinchando en Toro (Zamora), lo que ha sido un exitazo total. Pero muchas cosas no han salido. Tengo compañeros que están viviendo al día y la cosa está muy cruda. Sobre todo, en el mundo de la cultura. La música, las mesas redondas, la literatura, los conciertos de verano, el cine... Está casi todo anulado. Incluso el streap-tease de carretera.
- ¿El streap-tease también?
- Yo creo que los puticlubs funcionan. Siempre han sido ilegales y, ahora, lo son mucho más.
- La ministra de Igualdad, Irene Montero, pidió el cierre de los prostíbulos para frenar el virus.
- Mira, no puedes cerrar braguetas. Por mucho que te encierren llegará un momento en que tú tengas que solucionar tu papeleta con tus novios o novias. La vida del ser humano es contacto en todos los sentidos.
- ¿Cómo nos vamos a divertir ahora con la distancia social de por medio?
- Yo reivindico la calle. Como los sitios cerrados están casi prohibidos, ahora hay que reivindicar la calle, dentro de lo que te dejen. No nos podemos quedar espatarrados en el sofá.
- Con la que está cayendo y el Rey emérito se nos ha ido a Abu Dhabi.
- ¿De qué rey me hablas? [ríe]
- De Don Juan Carlos. ¿Ya no te acuerdas?
- Yo es que soy acratoide. A mí todo esto de los reyes, los regentes, las duquesas... Las marquesas las puedo soportar un poco. Una marquesa siempre es una marquesa. Es un país de chirigota. Te voy a decir lo que opina toda la gente de la calle. ¿Dónde está nuestro dinero? ¿Quién se lo ha llevado?
- Fuiste invitado al Baile de la Rosa y cuentan que Carolina de Mónaco se quedó fascinada con tu look.
- Es verdad. Pues porque no está acostumbrada a ver barriobajeras. Eso es un exotismo que nunca olvidará.
- Eres uno de los mayores coleccionistas de vinilo de España, ¿qué rarezas atesoras?
- Yo nací con el vinilo, pero no con el disco de piedra. Mucha gente se cree que soy de la edad de piedra. ¡Pues no! Ahora estoy en el rollo de las monjas, curas y frailes que han grabado discos. Soy fan de Sor Campanas.
- ¿Estás en serio o es broma?
- En serio. Somos fans de Los 4 de Asís, que son cuatro frailes. También sigo a Soeur Sourire, una monja dominica en Francia que sacó el tema Dominique nique nique y fue número uno en todo el mundo. La comunidad se forró y ella se salió. Y luego se suicidó.
- Pues no me imaginaba yo a Paco Clavel coleccionando discos de monjas.
- Bueno, también colecciono de María Ostiz y de todo. Me gustan las raritys.
- ¿Cómo eras de profesor de idiomas y literatura?
- Muy ácrata y divertido. Fui profesor de Lucía Extebarría. Era un poco disparate porque cuando los niños me decían que no querían estudiar más inglés les decía que se fuesen al recreo. Y el director me dijo que no lo podía hacer.
- ¿Pero no ibas así vestido al colegio, no?
- Iba mucho peor porque era hippy.
- ¿Cuál ha sido tu estilimo más celebrado?
- Una chaqueta que me hice de sopas de tomate, que fue impactante. Estuve un año comiendo sopas Knorr.
- ¿Cuántas bromas has tenido que aguantar sobre tu parecido con Rouco Varela?
- La verdad es que Rouco Varela es muy feo. Era muy divertido porque me paraban por la calle y me decían: "Paco, ¿es verdad que eres hermano de Rouco Varela?". Y yo contestaba: "Sí, señora, soy su hermano y usted también porque todos somos hermanos de Cristo". Y se quedaba muerta.
- ¿Cómo es Paco Clavel cuando se quita el disfraz?
- Soy tal cual. Me lavo con jabón lagarto. La gente me tiene mucho cariño, es verdad. Me ven como inofensivo. Siempre piensan que me tengo que poner algún pollo en la cabeza o algún disparate. Esperan de mí lo peor.
- Así nunca decepcionas.
- Hago lo que puedo por no decepcionar. Soy muy imaginativo y pienso que cualquier cosa cotidiana se puedo reciclar.
- Ya he visto que lleva un pendiente de estropajo.
- Si te enseño las mascarillas de bragas... Calzoncillos no porque son más feos. Las bragas siempre tienen un poco más de puntilla.
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