A Crush, la pasta te aplasta - "Atrápame si puedes", pone en juego un bote de euros 72.600 ,. / La Roca - Inma Cuesta ,. / PUERTA CON PUERTA CANAL EXTREMADURA - Torremenga

 

TITULO: A Crush, la pasta te aplasta -  "Atrápame si puedes", pone en juego un bote de euros 72.600  ,.

 

El viernes -29- Septiembre a las 22:00 por La 1, foto,.

 

 

"Atrápame si puedes",  pone en juego un bote de euros 72.600,.

 

Última oportunidad para que nuestros queridos concursantes Tania, Juanan, Fernando, Alba, Fran y María José intenten llevarse un muy deseado bote, que puede ser de más de 72.600 euros, todo ello tras poner a prueba su nivel de conocimiento a manos de Manolo Sarria. Cada uno de ellos competirá sanamente contra los demás para ser el que llegue hasta el “Minuto Final” y poder optar así a proclamarse ganador del concurso y ver su sueño cumplido, conquistar nuestro fantástico premio. Muchísima suerte a todos nuestros participantes para llegar a la meta de “Atrápame si puedes”.

 

 

 TITULO:   La Roca  -   Inma Cuesta  , .

 La Roca en La Sexta a las 15:30 Domingo -1 - Octubre, foto,.

 Inma Cuesta,.

Inma Cuesta: "Con Rubiales, muchos hombres están descubriendo que está mal besarnos sin permiso o darnos un cachete en el culo"

Quedamos para hablar de su retorno a las pantallas, pero El Tema nos acaba invadiendo. "Si me encuentro a un Rubiales, le cortó la mano", zanja,.

 

La actriz valenciana Inma Cuesta.

"Escucho cantar a los pajaritos por la mañana como en las pelis de Disney", bromea Inma Cuesta (Valencia, 1980), que se fue a vivir al campo, a casi una hora de Madrid, después de la pandemia y no hay quien la baje a la ciudad. "Me cuesta, me cuesta, estamos allí en la gloria", explica mientras se come una tarta de zanahoria, ahora sí, en pleno centro. Ha vuelto al barullo para promocionar Todos los nombres de Dios, de Daniel Calparsoro, su primer estreno tras ser madre hace tres meses. Después le preguntaré por la conciliación y me llevaré un (merecido y elegantísimo) pescozón porque Inma decidió hace años dejar de callarse. Y se agradece.

¿Os dio un susto la Dana allí aisladas?

Estábamos en casa, sonó la alarma que parecía que era un atentado nuclear y nos asustamos pensando que allí, en medio del campo, iba a ser terrible. Y fue fuerte, porque empezó que parecía el Apocalipsis, pero por suerte luego no fue tan heavy. Pero sé que en otras partes ha sido terrible y no voy a cometer el error de pensar que lo que no me pasa a mí es porque no sucede. Cada vez nos cuesta más ponernos en la situación del otro.

Es un tema clave ése en la película.

Sí, y es un problema real y que va a más. Vivimos constantemente en el yo. Con esto de la tormenta vi por redes sociales a mucha gente riéndose, diciendo que no había pasado nada, cuando ha habido muertos. ¡El mundo va más allá de Madrid capital! ¡Hay vida alrededor! Esa es una de las cosas de las que quería escapar al irme a vivir a un pueblito, he vuelto a la tierra y a lo que yo estoy acostumbrada, que es a decir "buenos días" y "buenas tardes" a la gente, a mirar a los demás a los ojos y charlas sobre el pan. Eso te da años de vida.

¿Tanto te ha cambiado?

Sí, estoy mucho más calmada. En la ciudad la gente va muy rápido. Cuando llegué a Madrid lo noté mucho, porque yo siempre había vivido en un pueblo muy pequeño [Arquillos, en Jaén], de menos de 2000 habitantes. Entraba en el metro, me sentaba, saludaba a la persona de al lado y me miraban como a una loca (risas). Y yo pensaba: "Coño, saludar no es ofender, no es tan raro". Ahora agradezco mucho haber recuperado esa cercanía, me ha colocado en un sitio menos estresante.

Tu abuelo fue comandante republicano, tu padre es tapicero y tú trabajabas con él para pagarte los estudios... ¿Cuánto te define tu origen?

Mi abuelo murió cuando yo era muy pequeña y, por desgracia, no tengo mucho recuerdo de él más que lo que me ha contado mi padre, que ha sido un hombre siempre muy comprometido a nivel político y social. Al final, eso que ves en casa te inculca un compromiso social grande, es inevitable. Y no lo oculto ni lo rehúyo. A menudo, cuando tienes un trabajo de cara al público, se te critica por posicionarte: "Dedícate a lo tuyo y no a dar tu opinión". Yo soy una ciudadana más y tengo derecho a dar mi opinión. Además, si puedo de alguna manera dar altavoz a algo que creo que es importante, lo voy a hacer. Me da igual perder seguidores por posicionarme, que parece que es algo que ahora preocupa mucho. De todos modos, tampoco soy tan beligerante, ¿no?

No, pero no te escondes.

Ya, es que ahora hay cierta obsesión con tener una imagen muy blanca que no te complique las cosas. Creo que yo estoy en un punto intermedio: no me meto en más fregados que en los que creo que puedo aportar algo. Pero soy una ciudadana con opinión, por supuesto, y también me puedo equivocar, que es otra cosa que hoy en día da mucho miedo, porque como todo se convierte en viral... Si la cagas en lo más mínimo, hasta luego, Mari Carmen. Eso da un poco de miedo, claro. Habría que hacer algo con las redes sociales, porque dices algo con toda la educación y la respuesta es terrible, te funden. Deberían cambiar esto de una vez por todas y que detrás de cada perfil haya un DNI. Hay que darle la importancia que tiene al odio en las redes sociales y a tanta mierda como se mueve. Debería estar regulado.

Estás volviendo al trabajo después de ser madre, ¿ha mejorado realmente la conciliación laboral o es un mito?

La conciliación es una fantasía, una gran mentira. Una utopía de la que estamos lejísimos. Me parece complicadísimo conciliar, sobre todo para los que vivimos lejos de nuestra familia, que no tenemos ese sostén de los abuelos, los tíos y los amigos que al final es básico. Me paso el día haciendo encaje de bolillos para sobrellevarlo, no es nada fácil. Además, como vivimos en un mundo tan obsesionado con la productividad, parece que te tienes que justificar. Hay que producir, producir, producir... Yo he sido madre hace tres meses y me apetece estar con mi hijo aunque haya vuelto al trabajo. Es lo normal, ¿no? Por suerte soy una hormiguita, ahorro, no tengo grandes lujos y puedo permitirme bajar el ritmo un poco y seguir con mi hijo un tiempo.

En tu profesión siempre hay cierto miedo a desaparecer, a que se olviden de ti. Tú estás ya muy establecida, ¿pero no te pasa?

Siempre te pasa. Te lo meten en el cuerpo y te lo dicen, me lo siguen diciendo. "No estás trabajando, a ver si...". Bueno, ahora mismo estoy con promoción y ya vendrá lo que tenga que venir. Estoy disfrutando mucho de lo que tengo que disfrutar ahora, que es lo que me apetece, pero, sí, notas que les parece que esto de la lactancia dura mucho. Coño, durará lo que yo quiera que duré. Ahora te voy a regañar un poquito. Cuando un actor es padre, ¿a que no le preguntas cómo lleva la conciliación?

No. Tienes razón.

Quim Gutiérrez acaba de ser padre y seguro que si le entrevistas, no le preguntas por su baja de paternidad. No es un reproche ni me ha ofendido tu pregunta, porque la entiendo y me permite hablar de un problema real como el de la conciliación, pero es que se sobreentiende que si él está trabajando ya, pues asunto cerrado. A nosotras, en cambio, se nos pide ser productivas y ser buenas madres y ser supermujeres que se recuperan muy rápido y estar ya guapísima y delgada. ¡Se nos pide todo! Pues mira, cariño, todo no se puede. Y no es algo de ahora, cuando tenía treinta y tantos en cada photocall me preguntaban por la maternidad. Y yo respondía que si le iban a preguntar lo mismo a Raúl Arévalo, que tiene la misma edad que yo y ni Dios le sacaba el tema.

A raíz del #MeToo se vendió que la situación de la mujer en la industria iba a cambiar radicalmente. ¿Ha sido para tanto?

Ni en la industria ni en la vida. La realidad es que tú ves en el día a día que no existe esa igualdad. Estoy cansada de ver a parejas heterosexuales en las que ella está con el niño y él, con el iPad tan tranquilo. Eso pasa la mayoría de las veces. Que me perdonen, pero es así. Cada vez hay más casos maravillosos en que no, pero siguen siendo una minoría muy minoritaria. Los cuidados siguen estando a cargo de nosotras, desgraciadamente.

¿Hasta qué punto has podido manejar tu carrera?

No eliges casi nunca. Hay veces que tienen opciones y otras que no. Vives con ello. Yo me puedo sentir afortunada, pero a partir de que cumples cierta edad hay menos personajes y esa es una realidad que sigue pasando. Tú fíjate en las películas con protagonistas de más de 40 años, ¿cuántas hay protagonizadas por hombres y cuántas por mujeres? ¡Es que es así! Luis Tosar, Antonio de la Torre, Javier Gutiérrez... No paran. Sin embargo, busca una protagonizada por una actriz de su edad. Igual alguna de Nathalie Poza o de Candela [Peña], pero son pocas. Es una realidad. Estamos evolucionando a mejor, eso por supuestísimo y no lo voy a negar, pero queda tanto...

Lo que sí vivimos es un boom de las directoras, que era un techo de cristal tremendo en el cine.

Sí y ahí voy a reivindicar las cuotas. Tienen un talento bestial, pero con eso no basta. Necesitas que haya un espacio claro y para eso están las cuotas. Son necesarias, porque sin ellas no puedes participar, no puedes jugar y demostrar lo que vales. No es que por ser mujer tengas que tener curro, evidentemente, pero es que, cariño, si no hay cuota, no hay un espacio para que las directoras puedan entrar. Es como ahora que han ganado las chicas el Mundial de fútbol. ¿Por qué? Porque si hay un espacio para que ellas puedan entrenar y se puedan formar, son la hostia y son increíbles., Pero si no se lo das, no pueden hacerlo aunque tengan todo el talento del mundo.

Ahora que sacas el Mundial...

Bueno, bueno, bueno... Lo de Rubiales es El Tema. En serio, fíjate el debate que se ha abierto, que es muy interesante. Es una pena que haya tenido que pasar algo tan chungo, pero hay muchos hombres que están descubriendo por esto que darle un beso a una mujer sin permiso o un cachete en el culo, que nos lo han dado tantas veces a todas, está mal. Porque eso me ha pasado a mí y a todas las mujeres que conozco y si te revolvías te decían: "A ver, hija, tampoco es para tanto un cachete en el culo, si se ha hecho toda la vida". Pues sí es para tanto y ahora lo saben.

¿Cuántos Rubiales te has encontrado en tu carrera?

En mi carrera profesional, gracias a Dios, te puedo asegurar que no me he encontrado ningún personaje así y, si me llego a encontrar un Rubiales, le corto la mano. Pero en mi vida diaria sí me ha pasado que me toquen el culo por la calle y no una o dos veces. Eso y otras muchas cosas que nos pasan a las mujeres y que son agresiones sexuales y hay que llamarlas así, porque nadie tiene derecho a hacer algo así sin tu consentimiento. Y aún hay gente que ha querido culpabilizar a Jenni Hermoso. Si está grabado y aún así ha habido dudas y lo han discutido, imagínate lo que no pasará en privado. En fin, es una pena porque el Mundial es un hito histórico maravilloso para las niñas. No me gusta mucho el fútbol y aun así fue tan emocionante verlo con mi hija. Porque si ella un día quiere jugar al fútbol, ya nadie le va a decir que es una cosa de chicos. Eso es la hostia. La putada es que haya pasado esto y lo haya enturbiado.

Nunca habías hablado de tu sexualidad y el año pasado decidiste hacerlo. ¿Qué cambió?

Soy una persona muy reservada con mi intimidad y este ha sido un proceso complejo. Nunca he ocultado nada, pero tampoco he hablado de ello. Ese día me daban un premio, estaba feliz y en lugar de hacer, como en otras ocasiones, una dedicatoria más neutra, decidí que quería hacer lo mismo que todo el mundo y dedicarle un premio a mi chica, decirle lo bonito que es compartir todo esto con ella. Así de sencillo. No me apetecía hacer nada grandilocuente ni salir de ningún armario, porque lo ideal sería que nuestros hijos no tengan que decirle a sus padres si les gusta un chico o una chica, sino que es algo natural. No sé, imagino que me sentí preparada y vi que era el momento de hacerlo.

Como tantos de tus papeles han sido 'la chica' en un escenario heterosexual, ¿te han empujado a ocultarlo?

No tanto como empujarme, yo creo, pero evidentemente algo hay, sobre todo al principio. Cuando empiezas una carrera, eres cauta a todos los niveles hasta que realmente coges peso como para que respeten tu opinión y lo que eres. Pasa un tiempo hasta que te sientes segura. Por ejemplo, cuando me quejé de que me retocaran las fotos con Photoshop, ya llevaba tiempo viendo que lo hacían. Y me molestaba, pero no me sentía preparada para decirlo porque nadie lo hacía. Sin embargo, llegó un momento en que mi carrera me dio la seguridad para decir: "Se acabó, esto no me lo hagáis más porque no quiero y no me habéis pedido permiso". Yo no quiero que utilicen esas herramientas conmigo porque a todos nos cuesta mucho trabajo querernos como somos para que alguien venga y te diga que eso que tú eres no está bien y que él te va a dejar mejor. ¿Perdona? ¿Qué imagen estoy yo mostrando a la gente si acepto eso? Pues con mi orientación sexual, lo mismo. Nunca nadie me ha visto con ningún novio, nunca he ocultado nada, pero no lo había verbalizado. Hasta que decidí hacerlo porque naturalizarlo me parece importante porque no está normalizado. Muchas chicas necesitan tener un referente que yo no tuve y si yo puedo serlo y ayudar, lo voy a hacer.

 

 

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 Torremenga ,.

 

foto / De la Torre Menguada, pasando por sus campos de cerezos y sin olvidarnos de sus divertidas tradiciones. ¡Así disfrutamos esta noche con los vecinos de Torremenga! Un pueblo de la comarca de la Vera, que nos recibe con los brazos abiertos y una alegría desbordante. Porque los torremengueños nos llevan de verbena, a romper botijos, tirar petardos por sus calles, y hasta a presenciar un juicio. ¿Qué más se puede pedir? Prepárense porque también aprendemos a hacer garrotas con Ángel, descubrimos los recuerdos del antiguo cartero del pueblo o los perros de premio de Candy. Pero esto solo acaba de empezar… ¿te vienes?,.