TITULO: LUNES- 9- Octubre - EN EL PUNTO DE MIRA - ¿Está el hombre moderno en problemas? Ellos también sufren la desigualdad de género ,.
LUNES -9 - Octubre - EN EL PUNTO DE MIRA ,.
En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes - 9- Octubre , a las 22:40h, etc,.
¿Está el hombre moderno en problemas? Ellos también sufren la desigualdad de género,.
No se trata de confrontar contra las mujeres, sino de plantearnos lo que les está ocurriendo a ellos: también sufren suicidios, fracaso escolar, desigualdad de género o violencia,.
En nuestra sociedad actual, hipersensibilizada con todo movimiento identitario y empática hasta la sobreactuación con cualquier forma de victimismo convenientemente exacerbado, olvidamos demasiado a menudo que hombres y niños occidentales también sufren la desigualdad de género. Suicidios, accidentes laborales, fracaso escolar, indigencia, conflictos bélicos, violencia o drogadicción presentan una brecha entre sexos de la que no se ocupan los medios porque no es a la mujer a la que afectan en mayor medida y, en este momento, parece preocupar solo lo que es así. Como si hubiese que elegir entre un solo colectivo al que defender o compadecer y no al individuo que sufre. Parece que el borrado del padecimiento masculino se antoja imprescindible para sustentar la narrativa de una mujer víctima global. Por eso, la lectura del libro «Hombres», de Richard V. Reeves, sirve, como mínimo, para reflexionar sobre la necesidad de una igualdad real en el mundo moderno y, sobre todo, en qué consistiría exactamente. ¿En responsabilizar y condenar a niños y adolescentes de hoy por aquello que hicieron hombres de ayer? ¿En ignorar el sufrimiento masculino porque solo es lícito concentrar todos los esfuerzos en el femenino? ¿Solo el sexo determina qué problemas merecen nuestra atención? ¿Solo las injusticias sufridas por mujeres son dignas de ser paliadas?
Parece que solo plantear el tema es ya un problema en sí. De hecho, confiesa Reeves, investigador principal en Estudios Económicos, en su prefacio, que son muchos los que le han desaconsejado hacerlo. «En el actual clima político», apunta, «poner de relieve los problemas de los niños y los hombres se considera una empresa peligrosa. Un amigo, columnista de un periódico, me dijo: “Si lo puedo evitar, jamás trato este tipo de temas. Todo es muy doloroso”. Hay quien sostiene que se trata de una mera distracción de los retos a los que todavía se enfrentan las niñas y las mujeres». En este libro, el pensador aborda el espinoso debate y se plantea, e intenta contestar, sin ambages ni remilgos, las grandes preguntas: ¿Por qué el hombre moderno lo está pasando mal? ¿Por qué es un problema a tener en cuenta? ¿Qué hacer al respecto?
Se las plantea, además, partiendo de la idea de que reconocer que los hombres y los niños tienen problemas no implica perder de vista o ignorar que las mujeres y las niñas siguen enfrentándose hoy en día a problemas específicos. Es decir, no se trata de una confrontación, no es un «estás con los hombres o con las mujeres». Y ahí radica, precisamente, la cuestión: no es menos feminista, o deja de serlo, quien se preocupa también por lo que les está ocurriendo a los hombres. «Hacer más por los niños y los hombres no implica abandonar la idea de la igualdad de género», indica. «De hecho, es una extensión natural de ella. El problema del feminismo, como movimiento de liberación, no es que haya “ido demasiado lejos”. Es que no ha ido lo suficientemente lejos. La vida de las mujeres se ha transformado. La vida de los hombres, no. Necesitamos (…) una visión positiva de la masculinidad para un mundo posfeminista».
Lo cierto es que los datos son indiscutibles y elocuentes: por cada 100 mujeres licenciadas, hay 74 hombres. Dos de cada tres muertos por suicidio o sobredosis son hombres. Uno de cada cinco padres no vive con sus hijos. Existen multitud de programas para beneficiar a las mujeres en la universidad, pero ninguno a los hombres. Los salarios de los hombres son inferiores que a finales de los 70, pero los de las mujeres han aumentado. La medidas de política social no ayudan a los hombres ni a los niños. El 57% de las licenciaturas corresponde a mujeres, el 40% de las chicas van a la universidad a los 18, el 29% en el caso de los varones… Todos los datos que nos ofrece Reeves en «Hombres» corresponden a Estados Unidos o Reino Unido, pero la tendencia es mundial: la brecha de género en la educación existe, pero no en el sentido que imaginamos. «La inversión de género en la educación ha sido asombrosamente rápida», señala. «Es como si las agujas de una brújula magnética invirtieran su polaridad. De pronto, trabajar por la igualdad de género significa centrarse en los niños más que en las niñas. Resulta, cuando menos, desconcertante». Pero también en el mercado laboral pierde terreno el hombre. Esto implica que se ven relegados a un segundo plano en todas las facetas de la vida: en la económica, en la social y en la familiar. Pero la brecha en el mundo laboral no es entre hombres y mujeres: es entre trabajadores blancos y negros y entre clase media-alta y clase media trabajadora. Escribe al respecto la periodista Susan Faludi, premio Pulitzer en 1991, citada por Reeves: «Muchos en el movimiento feminista y en los medios de comunicación se quejan de que los hombres simplemente “no quieren dejar las riendas del poder”. Pero eso parece poco aplicable a la situación de la mayoría de los varones, que a nivel individual, más que las riendas del poder en sus manos, sienten su mordisco en la boca».
Trabajo y paternidad
No se queda ahí el autor: aborda las diferencias entre hombres y mujeres en toda su amplitud, de la educación al trabajo, de la biología a la cultura. De lo social a lo privado. Con los datos crudos en la mano y sin perder de vista la multifactorialidad en cada caso, la última pregunta es obvia. ¿Qué hacer? El autor despliega toda una batería de recomendaciones y las argumenta: escolarización tardía para los niños (teniendo en cuenta el desarrollo cerebral), mayor presencia de hombres en la enseñanza (los hombres representan un 24% del profesorado en primaria y secundaria), no centrar únicamente los esfuerzos en la vía universitaria sino invertir también en formación profesional y academias profesionales, abordar la segregación laboral por sexos (los hombres desempeñan más trabajos condenados a trabajar que las mujeres, que tienen mayor presencia en trabajos que tienen menos perspectivas de desaparecer), repensar el papel del hombre como padre. Precisamente en cuanto al papel de la paternidad en la sociedad y en la vida de los niños, dice Reeves: «Los padres son importantes para el bienestar de sus hijos de forma diferente, pero en la misma medida que las madres. Se ha demostrado que la paternidad comprometida repercute positivamente en aspectos como la salud mental, la graduación en la escuela secundaria, las habilidades sociales y la alfabetización, así como la reducción del riesgo de embarazo adolescente, la delincuencia y el consumo de drogas».
Todo esto suena casi subversivo si tenemos en cuenta las actuales políticas y movimientos identitarios y su preeminencia social. «En este momento», comenta, «hay una clara falta de liderazgo responsable en este frente. La política se ha convertido en una guerra de trincheras, en la que ambos bandos temen la más mínima pérdida de terreno. (…) Los progresistas ven cualquier medida para ayudar más a los niños y a los hombres como una distracción de la lucha por las niñas y las mujeres. Los conservadores, por su parte, consideran que cualquier medida para ayudar más a las niñas y las mujeres está motivada por el deseo de menospreciar a los hombres». La conclusión parece clara: «Debemos abordar los retos y desigualdades específicos de cada sexo en ambas direcciones».
TITULO:
LUNES -9 - Octubre- Madridistas por el mundo - Así te hemos contado la victoria del Real Madrid frente a la UD Las Palmas,.
Realmadrid TV emite - LUNES - 9 - Octubre , noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo - Así te hemos contado la victoria del Real Madrid frente a la UD Las Palmas ,.
Así te hemos contado la victoria del Real Madrid frente a la UD Las Palmas,.
Los blancos jugarán el sábado frente al Girona por el liderato de la liga,.
Joselu marca el segundo del Real Madrid.
El Real Madrid ha vencido a la UD Las Palmas este miércoles gracias a dos goles: uno de Brahim, al filo del descanso, y otro de Joselu, en la segunda mitad. En la primera, los blancos asediaron la portería rival y pudieron haber marcado más tantos, pero la buena actuación del meta Álvaro Valles lo impidió. En el minuto 56, Vinicius entró en el césped, un mes después de caer lesionado. Con la victoria, los de Carlo Ancelotti vuelven a superar en puntos al FC Barcelona, que ayer no pudo pasar del empate ante el Mallorca. Los blancos viajarán el próximo sábado a Girona (18.30, Dazn), donde les espera el nuevo líder del campeonato, victorioso en su encuentro hoy en Villarreal (1-2).
Resultado Final - foto,.
TITULO: JUEVES
- 5- Octubre - Baloncesto Supercopa - Final - El Real Madrid, el amo de la Supercopa ,.
protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.
Realmadrid TV
el jueves -5- Octubre - Baloncesto Supercopa - Final - El Real Madrid, el amo de la Supercopa,. a partir de las 22:30 h, una nueva entrega de Campo de estrellas en esta ocasión,.
Baloncesto Supercopa - Semifinal - El Real Madrid, el amo de la Supercopa,.
El equipo de Chus Mateo se impuso en la final al Unicaja (81-88). Campazzo dominó el partido con autoridad,.
foto / Llull intenta sortear la defensa de Carter,.
El Real Madrid, como en las cinco ediciones anteriores, levantó la Supercopa Endesa. Unicaja no pudo acabar en Murcia con la racha victoriosa en el torneo de los blancos. Es la décima Supercopa para el Madrid, la sexta seguida. Y en esta racha exitosa, un nombre propio. Facundo Campazzo, en su regreso al equipo, volvió a ser elegido MVP. El base argentino (19 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias) dominó la final con autoridad.
Dos de los equipos de la Liga Endesa que han conservado más su estructura de la temporada pasada son Real Madrid y Unicaja. El campeón de la última Copa del Rey juega de memoria, pero... en la Supercopa le faltaban tres de sus jugadores interiores. Sin Kravish, sin Sima y sin Lima fueron capaces de superar al UCAM Murcia en semifinales, pero con el Madrid enfrente la cuesta se hace empinadísima. Y eso que en el Madrid no estuvo otra de las piezas clave para todo lo que se avecina, Gaby Deck. Aún sin el alero argentino, Chus Mateo cuenta con un plantillón. Conserva los elementos fundamentales de la pasada campaña y ha añadido al Facu Campazzo. Para qué más pensarán muchos y no les falta razón. Los problemas en la dirección durante buena parte de la pasada campaña desaparecen sin dejar rastro con la presencia del argentino.
Y eso que Perry se atrevió a desafiarle en el comienzo de la final. El base montenegrino nacido en Florida se destapó con tres triples casi consecutivos y aplicó el ritmo vertiginoso con el que mejor se siente Unicaja. Pero la alegría duró poco más de cinco minutos. Para entorpecer la marcha del Real Madrid es necesaria una defensa mucho más exigente que la que ofreció el Unicaja. Musa y Hezonja se sintieron casi tan cómodos como en un entrenamiento sin rival en Valdebebas. Y si el relevo de Campazzo es un Sergio Rodríguez cercano al que se vio en el último tramo de la pasada temporada hay pocos misterios para el equipo de Chus Mateo. El Madrid, sin forzar, abrió diferencias en el segundo cuarto. Y lo hizo también desde la defensa. Chus Mateo decidió combatir al Unicaja con sus mismas armas. Sentó a Tavares y a Poirier, jugó sin gigantes, y la actividad defensiva con Ndiaye, Rudy y Campazzo aumentó. Dio igual que el porcentaje de tiros libres en los dos primeros cuartos fuera sonrojante (4/12, 33 por ciento). Campazzo decidió hacerse notar en ataque antes del descanso y anotó cuatro canastas seguidas para que las diferencias se ampliaran (31-44). "Si no metemos de fuera no tenemos nada que hacer ante el Real Madrid", lamentaba Ibon Navarro antes del tercer cuarto. Era otra de las claves. Después de los tres triples de Perry, Unicaja había fallado los trece siguientes.
Chus Mateo había avisado que Unicaja nunca se rinde, que siempre vuelve. Y los malagueños dieron la razón al entrenador del Madrid. Poco a poco, con Thomas haciendo daño por dentro, con el Madrid sumando demasiadas pérdidas... Unicaja volvió. Y lo hizo con un triple de Kalinovski, el cuarto de los malagueños, cuando llevaban media vida sin anotar desde lejos. Pero el final de cuarto fue muy del Madrid que se va a poder ver esta temporada. Se juntaron Tavares y Campazzo en pista y el equipo retomó el mando en un suspiro (del 56-54 se pasó a 56-61 antes del último cuarto).
Unicaja afrontó el nuevo desafío liderada por Osetkowski. Unos instantes explosivos del estadounidense evidenciaron el carácter de los malagueños (69-66). Pero claro si se trata de carácter a uno que le sobra es a Llull. Sus únicos cinco puntos llegaron cuando el equipo más lo necesitaba. Fue el bombero en el incendio. Un triple en contraataque y un par de tiros libres devolvieron la confianza al Madrid y catapultaron a su equipo a un parcial de 0-11 (69-77). El desafío para Unicaja fue excesivo. La Supercopa sigue siendo cosa del Real Madrid.
Resultado Final,.
81. Unicaja (17+14+25+25): Perry (17), Kalinoski (6), Taylor (8), Osetkowski (14) y Thomas (14) -quinteto titular- Carter (9), Ejim (4), Djedovic (3), Ily (0), Díaz (0), Badji (2) y Barreiro (1).
88. Real Madrid (21+23+17+27): Campazzo (19), Musa (13), Hezonja (17), Ndiaye (2) y Tavares (12) -quinteto titular- Yabusele (5), Poirier (11), Rodríguez (4), Causeur (0), Abalde (0), Llull (5) y Rudy (0).
Árbitros: Conde, Serrano y Torres. Eliminado Osetkowski.
Incidencias: 8.000 espectadores en el Palacio de los Deportes de Murcia. Partido correspondiente a la final de la Supercopa Endesa.
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