TITULO: LUNES-11- Abril - EN EL PUNTO DE MIRA - Osama Krayem - El hombre que calla,.
LUNES - 11- Abril - EN EL PUNTO DE MIRA ,.
En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes - 11- Abril , a las 22:40h, etc,.
El hombre que calla: nueva entrega de las crónicas de Emmanuel Carrère desde el juicio por los atentados de París,.
foto / Osama Krayem, implicado indirectamente en los ataques en París, desistió en el último minuto de activar la bomba que transportaba en la mochila en los atentados de Bruselas. Es poco probable que nos explique por qué,.
Hacia el final de la audiencia, un abogado de la parte civil se ha levantado y se ha dirigido teatralmente al acusado: “Señor Krayem, ¿podría decirnos si se niega a hablar por motivos personales o porque no reconoce a esta jurisdicción?”. La pregunta es sorprendente si se tiene en cuenta que Osama Krayem, la semana anterior, pidió a su abogado que leyera una carta en la que explica muy claramente: “Nadie está aquí para intentar comprender y no creo que expresarme acerca de lo que se me reprocha cambie en absoluto la decisión del tribunal. He tomado la decisión de guardar silencio hasta el fin de los debates”. Así pues, su interrogatorio ha consistido en una serie de preguntas formuladas, en el orden habitual, por el presidente y sus jueces adjuntos, el fiscal, los abogados de las partes civiles y, por último, la defensa. Eran preguntas largas y minuciosas, basadas en cotas del sumario, al final de las cuales miraban al acusado, por mera formalidad y por si acaso había cambiado de opinión. Pero no, permanecía impasible y mudo, miraba al vacío sin pestañear. Cabe preguntarse cuál de estas dos estrategias de ruptura es la más eficaz: negarse a comparecer o comparecer y negarse a hablar. A mi entender, la segunda: en una presencia física silenciosa hay algo profundamente desestabilizador. Te agitas delante de una pared.
De rasgos finos, pelo negro, largo y lacio, partido por una raya en medio, y de barba abundante por debajo de la mascarilla, Osama Krayem es un tipo de 30 años, de nacionalidad sueca, criado en Malmoe por una familia siria, libanesa o palestina —no está claro, pero en él nada lo es—, y que al salir de una adolescencia dedicada al fútbol, empezó a practicar su religión asiduamente. No por ello acepta la palabra “radicalización”: “En la religión”, decía, en los días en que hablaba, “lo tomas todo o lo dejas todo. Si el Corán dice que algo es justo, pues es justo, aunque el resto de la humanidad diga lo contrario”.
En agosto de 2014 viaja a Siria para “una labor humanitaria”, como demuestra su presencia entre 15 barbudos en traje de faena que asisten a la ejecución de un piloto de caza jordano quemado vivo en una jaula, el más atroz de los vídeos atroces del ISIS. En la primavera de 2015, se relaciona con Abou Mohammed al Adnani, jefe de las operaciones exteriores del califato, de quien aprende, según una carta a su hermana, “cosas asombrosas”, y se propone “realizar el mejor acto que más satisfaga a Alá”. En otras palabras, una operación suicida, en virtud de la cual abandona Siria a mediados de septiembre de 2015. Provisto de un falso pasaporte sirio, entra en Europa por Grecia en compañía de Sofiane Ayari y Ahmad Alkhald. Los tres se encuentran en Viena, donde Salah Abdeslam va a recogerlos el 3 de octubre para transportarles a Bélgica. A decir verdad, Krayem solo está indirectamente implicado en los atentados parisinos. Él se reservaba el del metro de Bruselas, el 22 de marzo de 2016, pero, al igual que Salah Abdeslam, desistió en el último minuto de activar la bomba que transportaba en la mochila, y es poco probable que nos explique por
2. Un buen hombre
Como su hermano y su hermana no respondieron a las convocatorias, la defensa de Osama Krayem solo encontró un testigo que declarase a su favor: un profesor belga jubilado, visitante de cárceles voluntario, que durante cuatro años le dio clases de francés. Ciento setenta y cinco lecciones de una hora y media —es decir, 260 horas cara a cara, ha calculado él— que le confieren cierta autoridad para hablar de su alumno. ¿Qué dice este hombre que viste una parka gris y es un poco gris él mismo, pero apacible y preciso? Que empezaron estudiando el álbum de Tintín, La oreja rota (en el que aparece el general Alcázar) y siguieron con El principito.
Que Krayem le pareció reflexivo, ecuánime, ansioso de que le consideren un chico fiable, honesto, respetuoso de la palabra dada. Un alumno de buena voluntad con quien se estableció a lo largo de los años un lazo de aprecio y de confianza. Por citar a un celador de la cárcel: “Con independencia de las cosas horribles que ha cometido, el señor Krayem es una persona con mucha humanidad”. La expresión ha suscitado una oleada de reprobación. La humanidad de quien ha formado parte de la brigada más cruel del Estado Islámico y participado en atentados mortíferos ¿no es la misma que la del comandante de Auschwitz que era asimismo un padre cariñoso y un marido solícito? “Quizá”, ha dicho el profesor con una suavidad inquebrantable. “No minimizo la gravedad de sus actos, les hablo únicamente del hombre al que he frecuentado durante cuatro años. Quizá no sea un tipo chic, pero es un hombre decente y humano. Si queremos vivir en democracia, tiene que haber personas que hablen a favor de los acusados en los juicios”. Tiene que haberlas, sí. Pero otro abogado ha leído este pasaje de una carta de Krayem a su hermano: “Los infieles son nuestros enemigos. Ódialos con todas tus fuerzas, pero no lo denotes”. Los rasgos de decencia y de humanidad que resaltaba este profesor imbuido de una probidad cándida y enfundado en un Gore-tex gris, ¿no eran pura y simple takiya?
3. Takiya
A finales del mes de agosto de 2016, pasé una estancia en la islita griega de Leros. Para intenso descontento de sus habitantes, se había convertido en un hotspot que acogía y clasificaba a los inmigrantes, principalmente sirios, que huían del régimen sanguinario de Bachar el Asad. Gracias a un taller de escritura, conocí bastante bien a cinco de estos inmigrantes, muy jóvenes, y anoté lo mejor que pude los relatos estremecedores que hacían de su odisea. Caminatas agotadoras, hambre y sed, pasadores codiciosos y a veces traicioneros, travesía de Esmirna a Leros a bordo de una zodiac sobrecargada, desinflada a medias, con el consiguiente peligro de morir ahogados. De estos chicos me impresionó su valentía, su madurez. Hice un retrato de uno de ellos en mi libro Yoga.
Yo no conocía entonces la palabra takiya, que empleamos todos los que seguimos el juicio como si la conociéramos de toda la vida. La takiya es el fingimiento que practica el creyente cuando no tiene la libertad de vivir su religión a la luz del día. Así lo hacían los musulmanes y los judíos marranos en la España católica del siglo XV. Los yihadistas de hoy, que se mueven como submarinos en una sociedad a la que aspiran a destruir, han convertido este fingimiento en una segunda piel: para engañar a los infieles hay que mezclarse con ellos, aparentar que son musulmanes amables, deseosos de rezar sin molestar a nadie, respetando el pacto republicano. La takiya es un poderoso motor de paranoia que trastorna las noches de jueces y policías antiterroristas: tener un aspecto inofensivo, o sinceramente arrepentido ¿no constituye la prueba de que eres monstruosamente peligroso?
No pude evitar pensarlo cuando escuchaba a otro testigo, un inmigrante actualmente afincado en Francia que se codeó con Osama Krayem y sus dos compañeros de ruta, Ayari y Alkhald, durante su viaje a Europa. Con los nombres de Ahmed, Naïm y Mounir, ellos también llegaron a Leros en una zodiac, pasaron allí unos días a la espera de que los inscribieran y continuaron viaje hasta Viena. Nada les distinguía de los chicos que conocí allí exactamente un año antes. Tal vez fueran tan encantadores y sus relatos igual de convincentes. Ellos también llegaban de Siria y se declaraban expulsados por Bachar el Asad cuando en realidad los teleguiaba el ISIS para sembrar fuego y terror en el corazón de Europa. Si hubiesen participado en mi taller de escritura, ¿yo habría desconfiado de ellos? ¿No habría escrito, a propósito de Osama Krayem, páginas llenas de confianza y compasión?,.
TITULO: LUNES -11- Abril - Madridistas por el mundo - Vinicius Tobias,.
Realmadrid TV emite - LUNES - 11 - Abril -, noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo - Vinicius Tobias ,.
Vinicius Tobias,.
Otro Vinicius para el Real Madrid,.
El club blanco cierra el fichaje de ( foto ) Vinicius Tobias, lateral que llega procedente del Shakhtar aprovechando la ventana extraordinaria abierta por FIFA.
La llegada de Vinicius Tobias en mitad de la temporada ha sido posible gracias a las modificaciones transitorias que la FIFA ha llevado a cabo en su Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores para que los futbolistas que militaban en clubes de Rusia y Ucrania pudieran buscar un nuevo equipo. Esta ventana extraordinaria de fichajes está abierta durante un mes, desde el 7 de marzo al 7 de abril. Cada club puede incorporar un máximo de dos futbolistas acogiéndose a esta medida excepcional de la FIFA.
Vinicius Tobias no podrá jugar de momento con el primer equipo en Liga porque la plantilla de Ancelotti tiene cubierto el cupo de tres extracomunitarios con Vinicius, Rodrygo y Militao. Sí podrá ir convocado en Champions donde la UEFA, en línea con la reglamentación FIFA, ha autorizado la inscripión de dos nuevos jugadores por club procedentes de Ucrania y Rusia. El plazo está abierto hasta el 1 de abril.
TITULO: JUEVES - 14- Abril - Ancelotti 'golea' a Zidane,. - protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.
Realmadrid TV el jueves -14- Abril -Ancelotti 'golea' a Zidane ., a partir de las 22:30 h, una nueva entrega de Campo de estrellas en esta ocasión,.
El equipo blanco suma 86 goles, solo dos menos que en toda la
temporada pasada, y ha mejorado mucho todas sus estadísticas ofensivas.
El Real Madrid 2021-22 está demostrando con creces que es un equipo mucho más afilado que el de la temporada 2020-21, a las órdenes de ( foto ) Zinedine Zidane. Carlo Ancelotti ha logrado sacar mucho más rendimiento ofensivo de una plantilla prácticamente idéntica, en la que los únicos refuerzos fueron un defensa (Alaba) y un centrocampista de corte físico (Camavinga). El italiano se las tuvo que apañar sin fichajes en la zona de ataque; hasta el último día intentó el Madrid traer a Mbappé, pero no hubo manera, ante la negativa del PSG a vender pese a estar a meses de acabar contrato.
Ancelotti cuenta con el francés para la 2022-23; esta temporada, se apañó con lo que había y lo hizo con nota: el Madrid lleva ya 86 goles este curso, solo dos menos que en toda la campaña anterior (88), pese a que le faltan por jugar mínimo nueve partidos de Liga y dos de Champions, que podrían llegar a ser cinco si accede hasta la final. A este ritmo, el Madrid acabaría la temporada con un mínimo de 108 goles; si llegase a la final de París, promediaría unos 114.
Este aumento realizador ha llegado de la mano de varias mejoras en el funcionamiento de ataque del equipo, lo cual ha quedado reflejado en varias estadísticas que hablan de un Madrid mucho más volcado en el campo rival. Cada 90 minutos marca más goles (2,01 contra 1,68), dispara más (11,8 contra 10,7) y tira más entre palos (6,2 contra 4,9).
Ataca, además, con mucha más claridad: este curso promedia 16,4 centros por partido; el pasado eran 20,2, con el equipo en muchas más dificultades para crear ocasiones claras y recurriendo demasiado a los balones a la olla. Hasta tiene más suerte esta temporada, en la que se topa con el poste 0,28 veces cada 90 minutos; el pasado curso ese valor era de 0,66, es decir, cada dos partidos la madera impedía un gol del Real Madrid. Esa falta de suerte se ha reducido a la mitad esta campaña.
Benzema y Vinicius, los grandes artífices
Para llegar a estas cifras ha necesitado el Madrid que sus futbolistas definan mejor las ocasiones creadas, y en eso el salto es evidente y tiene un nombre propio: Vinicius. El brasileño acabó la temporada pasada con seis goles en total; esta, ya lleva 17. Benzema también ha mejorado, pese a que se encontraba ya en un punto muy alto. Cerró el curso anterior con 30 goles, este acumula ya 32. Asensio elevó su participación de siete a diez goles, y entre todos están cubriendo la sequía de uno de los principales activos blancos en ataque: Casemiro, que en la 2020-21 anotó siete goles y que este curso no se ha estrenado aún. El Madrid, en cualquier caso, sigue repartiendo mucho el gol: esta temporada han marcado 18 jugadores distintos; la pasada, 17.
Todo ello ha permitido al Madrid ganar más partidos y hacerlo con mayor solvencia, sin apreturas. El curso pasado, el equipo blanco se impuso en el 59,6% de los duelos; este han sido el 71,4%. En ambas temporadas se quedó sin marcar en ocho ocasiones, y es probable que este curso eleve esa cifra en lo que le queda por disputar, pero también ha marcado al menos tres goles en más veces que en la campaña anterior (14 a 12) y ha hecho al menos cuatro en siete oportunidades; en toda la temporada pasada, fueron solo tres.
En este contexto llega el Madrid al duelo ante el Celta, el sábado, en el que igualará la producción ofensiva de toda su campaña 2020-21 si marca al menos dos goles. Una previsión factible, a la vista de los precedentes más cercanos: ha visto portería en sus últimas ocho visitas a Balaídos, no se va de vacío desde la campaña 2013-14 y, en estos ocho años, promedia 3,1 goles por encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario