BLOC CULTURAL,

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miércoles, 30 de marzo de 2022

A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Nacionalismo extremo ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Adiós a la silla eléctrica ,.

        TITULO:  A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER -   Nacionalismo extremo ,.

 A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,. 

 Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 Nacionalismo extremo,.

foto / Corren tiempos en los que parece que si no tienes una patria no eres nadie, curioso concepto este –patria-, algo que siempre me ha llamado la atención, y más en el año 2014, cuando desde este ordenador en el que escribo y cuando acabe el articulo podre mantener una conversación vía chat con mi colega australiano John Maclayne que en estos momentos conduce su tren de carretera por el desierto australiano.


Dicen que para saber y sentir en la propia piel lo que significa en realidad la palabra extranjero no hay nada mejor que haber viajado y, por lo tanto, por alguna vez en la vida haber sido extranjero en otros países. Yo sí puedo decir que sé lo qué es serlo, viajar en la cabina de un camión por toda Europa, sin dominar los idiomas más allá de chapurrear algo de francés y un poco de ese inglés macarrónico y cutre que vas aprendiendo día a día y a golpe forzado de circunstancias. Sin más ayuda material que un buen mapa, mucha curiosidad y perdiendo la timidez para preguntar, eso sí, siempre con un folio a mano para que me hicieran un plano. Perderme muchas veces y siempre tener la suerte de encontrar buena gente dispuesta a ayudarme.

Hace años que llegué a la conclusión de que las fronteras no son físicas ni meros carteles que diferencian los países. Las verdaderas fronteras están en la mente de cada persona, esas sí que son las peligrosas de verdad, cargadas de minas mentales antipersonas, de traumas y complejos nunca liberados, en definitiva las peores de todas las fronteras.

Hace meses escribí en mi blog que pienso como un amigo mío cuando dice que el único “ismo” que le gusta es el erotismo, los demás me dan cierta nausea y el nacionalismo me da dentera, dolor del alma y pena, mucha pena. Si caminamos hacia unión europea, si en tiempo real podemos saber lo que acaba de suceder en cualquier rincón de este planeta de tan solo 40.000 kilómetros de diámetro –los que yo recorro con mi camión en 3 meses-. Si, como decía antes, puedo ver a mi amigo John con su camión en el desierto, me pregunto ¿Qué sentido tienen las fronteras?, ¿Qué sentido tienen los nacionalismos?

Me viene a la mente ahora aquel anuncio de la multinacional sueca que terminaba con aquello de “Bienvenido a la república independiente de mi casa”. Porque siguiendo hasta el extremo las proclamas nacionalistas también puedo declararme independiente porque no estoy de acuerdo con los gobiernos que mandan en mi pueblo, ciudad, comunidad autónoma o nación. También puedo considerarme invadido por fuerzas extranjeras que me dominan en contra de mi derecho a la independencia, a la libertad y a mis ideas, ¿O no? Descabellada idea, pero que podría ser real si apelara al tribunal de La Haya.

En este tema siempre recuerdo un mitin de Julio Anguita en León en que declaró: “Yo soy primero de mi pueblo, después de mi provincia, luego de mi comunidad, de mi país, del continente en el que habito y del planeta, por lo tanto universal”. Si todos tuviéramos ese concepto de lo que significa ser de un lugar y nos fijáramos en el final de aquella declaración –por lo tanto universal- veríamos de otra forma este alocado y disparatado mundo en el que parece que, si no pasamos los días amargándonos la vida unos a otros, machacándonos tratando de imponer nuestras ideas, sin respetar las de los demás, dejándonos llevar por fanatismos viscerales que no conducen más que al enfrentamiento y a la violencia y tuviéramos ese concepto de la universalidad seríamos muchísimo más solidarios unos con otros y trataríamos de hacernos la vida más fácil y llevadera, y las otras, las injusticias que vemos a diario en este alocado planeta no serían tantas. 

Si por media hora fuéramos capaces de ponernos en la piel de los más débiles, seguro que no morirían cada día tantos miles de inocentes, no habría cientos de miles de niños muriendo de hambre en el mundo. Si en las guerras solo tuvieran que luchar los líderes fanáticos que conducen a las tropas y a los hombres y mujeres a ellas, seguramente no habría guerras.

Recuerdo ahora la letra de una canción de Víctor Manuel que habla de patrias, de honor, de banderas y encierra una crítica a ese nacionalismo visceral, irracional y fanático.

Por supuesto respeto todas las ideas, aunque no las comparta, pero el nacionalismo siempre encierra proclamas excluyentes, diferenciadoras y que marginan descaradamente a aquellos que no comparten sus pensamientos. Porque por esa simple regla de tres y si volvemos hacia atrás en la historia de la humanidad no habrá en el mundo materiales suficientes para fortificar las fronteras si volvemos todos hasta nuestros orígenes ancestrales. Ni siquiera habitando dos personas en una remota aldea serían independientes, también tendrían que construir su propia frontera si surgieran desavenencias entre ellos. 

Yo conocí un pequeño pueblo en las montañas habitado tan solo por dos solitarios vecinos que se odiaban mutuamente, se evitaban siempre y si necesitaban algo de otras personas eran capaces de recorrer a pie más de 10 kilómetros hasta el pueblo más cercano antes de ayudarse mutuamente. ¡Qué tristeza de vida aquella!

Sé que habrá quien no entienda el mensaje que encierra este artículo, allá cada cual con su “yo” particular. Pero este cazurro que habita en Navarra a mis 54 y con esta mala salud de hierro sigue sin entender qué significa eso de “la patria”, por mucho que he intentado que algún nacionalista radical intentara explicármelo. Lo siento, no entra en mi ignorante y dura mollera. 

Comparto plenamente eso de respetar y cuidar las tradiciones, pero no entiendo las fronteras. Las banderas no hace falta llevarlas en las manos, se llevan en el corazón y no en el fanatismo, y ni mucho menos, apropiándose de ellas como si fueran únicamente de quienes las enarbolan y las llenan de símbolos particulares, partidistas y extremos.

TITULO:  LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope -  Adiós a la silla eléctrica,.

 
LA BRUJULA ONDA CERO,.


 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 

  La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.

Adiós a la silla eléctrica,.

Los abogados estadounidenses, sin embargo, opinaron así al comparar la muerte por ahorcamiento con la novedad que prometía la electrocución. Desde este sábado, Nebraska, el último estado que utilizaba la mortal silla, prescinde de ella y opta por la inyección letal para ejecutar a sus condenados.

foto / Los tiempos han cambiado y lo que hace casi 90 años era humano, ahora admiten en Nebraska que "es un castigo cruel y desusado".


Thomas Edison, además de inventar la bombilla, participó en el desarrollo del artefacto. Su uso fue aprobado en 1889 en el Estado de Nueva York, pero no sería hasta un año más tarde que ajusticiarían a William Kemmler. Su nombre pasó a la historia como el primer hombre que tuvo el macabro privilegio de sentarse en la silla.

Desde un inicio la electrocución provocó polémica. Su efectividad fue puesta en duda tras repetirse situaciones en las que los condenados no morían instantáneamente y sufrían repetidas descargas.

Existen numerosos informes que hablan de incidentes grotestos: Personas con las cabezas envueltas en llamas, transformadores quemados, desprendimientos de las correas de sujeción u otros. Estas averías provocaban ejecuciones temporalmente interrumpidas o largas agonías y padecimientos en los condenados.

A pesar de ello, la silla eléctrica continuó utilizándose hasta bien avanzado el siglo XX cuando algunos estados empezaron a sustituirla por la cámara de gas. A mediados de los años 80 la inyección letal pasó a ser utilizada cada vez con más frecuencia.

En pleno siglo XXI, el Tribunal de Nebraska parece haber recuperado el sentido común de golpe al descubrir lo que ya muchos sabíamos, que es "un dinosaurio más apropiado para un laboratorio del Barón Frankeinstein que para una cámara de la muerte".


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