TITULO: Domingo -20, 27 - Marzo - LIARLA PARDO - José María Bermúdez de Castro,.
El domingo- 20, 27 - Marzo - a las 18:00 por La Sexta, foto,.
«Somos primates y ahí seguimos con esto de a ver quién es el más chulo»,.
El autor de obras como 'Un viaje por la prehistoria' cree que «somos una especie que no es lo suficientemente inteligente, pero tiene armas de destrucción masiva. A alguien se le puede ir la cabeza, como se le está yendo a Putin, y meternos en un lío muy gordo»,.
El problema más grave de todos es «el botón nuclear», sostiene José María Bermúdez de Castro, madrileño nacido en 1952, paleontropólogo y biólogo, codirector e investigador principal de los yacimientos de Atapuerca (Burgos), Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica en 1997, y nuevo ocupante de la silla K de la Real Academia Española (RAE). Sus ensayos y maneras de divulgar la ciencia son una delicia. Primer director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, 'Dioses y mendigos. La gran odisea de la evolución humana' es su publicación más reciente. Suya es la fortuna de haber protagonizado una carrera apasionante. Y en ella sigue: curioso, apasionado y no tan distinto del niño que fue.
- ¿En plena invasión de Ucrania, qué piensa usted de nuestra especie en estos momentos?
- Lo que llevo pensando desde hace ya algunos años: no tenemos remedio, y ahora mismo, además, es que estamos en uno de los posibles peores escenarios que se pueden contemplar para el futuro. Estamos pasando la pandemia, pero yo decía, bueno, es un accidente que estamos teniendo nuestra especie por razones obvias: porque somos muchos, estamos muy juntos..., pero vamos a sobrevivir a ella, igual que sobreviviremos a otras sin ningún problema. La especie seguirá adelante a pesar de las pandemias.
- ¿Y el cambio climático?
- Con respecto al cambio climático, y a todos los problemas que estamos generando, también es cierto que es un tema muy complicado. Del tema del cambio climático somos culpables, de alguna manera, pero no éramos conscientes hace cuarenta o cincuenta años de que llegaríamos a esta situación y ni siquiera se hablaba de ello. Nuestra tecnología ha ido tan deprisa, tan deprisa, que no hemos reparado en lo que podría pasar y nos hemos dado cuenta muy tarde ya. Pero quiero ser optimista y pienso que todavía estamos a tiempo de cambiar las cosas en este terreno. De hecho, hay un movimiento general en el planeta consciente de que hemos de variar hábitos y modelos, y todo eso yo creo que se va a conseguir con un gran esfuerzo, tanto económico como en vidas humanas, porque el cambio climático va a avanzar muy deprisa y esto puede tener unas repercusiones importantes. Pero también en este caso creo que la especie saldría adelante. A mí lo que realmente me preocupa es el botón nuclear, este es realmente el problema más grave. Y ahora lo estamos viviendo...
- ¿Cómo lo vive usted?
- Yo estoy asustado, como me imagino que está todo el mundo, porque sabemos que en cualquier momento, como siempre decimos, a alguien se le puede ir la cabeza, como se le está yendo a este señor [Vladimir Putin], y entonces meternos en un lío a nivel global muy gordo, y de esa sí que no saldríamos.
«No hemos cambiado»
- Dice usted que somos primates con armas de destrucción masiva.
- Así es, primates con armas de destrucción masiva. Seguimos siendo primates, aunque inteligentes y con un cerebro, no solo en cantidad, tres veces más grande que el de los chimpancés o que el de nuestros ancestros, y desde luego bastante más complejo. Pero no dejamos de ser primates, y ahí seguimos con esto de a ver quién es el más chulo de todos. Ahora que estoy viendo lo que ocurre en Ucrania, estoy pensando en que a mí lo que me gustaría es que muchos países del mundo estuvieran gobernados por mujeres, que no tienen testosterona. Nosotros estamos siempre con eso de a ver quién es el más fuerte; no hemos cambiado absolutamente nada, seguimos siendo el que se golpea el pecho y dice 'aquí estoy yo que soy el más macho, el que más puede y el que tiene más capacidad'. Y ya está. Es decir, pienso que no hemos cambiado más que en el hecho de que somos más inteligentes, y por tanto todavía podemos hacer más daño.
- Terrorífico.
- Pues claro, porque a ver, ¿cuántos chimpancés hay en África? Pues unos cuantos. Pero nosotros somos millones. Entre ellos se pelean también, incluso hay canibalismo, pero no son peligrosos ni para el planeta, ni para ellos mismos. Pero nosotros es que hemos crecido muchísimo en inteligencia, en capacidad y demás, y hemos creado una gran cultura, que incluye la música, la literatura, la ciencia, la tecnología..., y de esa tecnología nos estamos valiendo para hacer lo que hemos hecho siempre, que ha sido guerrear. Y esas guerras antes eran a pedradas y ahora pueden ser con bombas atómicas, ese el gran problema. Y eso es lo más triste y dramático que tiene ahora mismo la Humanidad por delante. Porque ya le digo que de la pandemia, que me parece terrible, vamos a salir; y del cambio climático también, porque hay mucha conciencia y se harán cosas muy costosas pero la especie se abrirá camino.
- A veces resulta curioso que nos tengamos por inteligentes.
- La inteligencia es muy difícil de definir... Si hacemos una comparativa, por ejemplo con chimpancés, que no son nada tontos, o con otros primates, obviamente tenemos un cerebro más complejo y por tanto somos más inteligentes, esa palabra que también nos hemos inventado nosotros. Sin duda, sabemos más cosas y si no fuera así no estaríamos llegando a Marte; ahora bien, ¿es suficiente esa inteligencia como para tomar decisiones absolutamente correctas? Es evidente que no es así, y de pronto hay un señor que decide que invade un país. Y hay muchísimas guerras en el planeta. No somos tan listos como parecemos, porque al final terminamos haciendo barbaridades y no aprendemos. Somos inteligentes, pero no tanto como deberíamos ser para que hubiera una situación razonable en el planeta, que no la hay.
- ¿Y esto cambiará?
- No tan fácilmente, y por una razón muy sencilla. La especie humana sigue evolucionando, pero muy despacio. Las mutaciones que se producen en los genes, que son las que nos hacen cambiar y evolucionar en función del medio y demás, se producen muy lentamente, porque tenemos una tasa de mutación que es igual a diez elevado a la menos siete o a la menos nueve, y eso es una tasa bajísima. De cuando en cuando, alguna funciona y cambiamos. Llevamos trescientos mil años en el planeta siendo 'Homo sapiens'. No vamos a cambiar mucho en cuanto a ser más inteligentes, y en cambio la tecnología avanza a pasos agigantados porque dentro de esos 7.800 millones de personas que hay en el mundo, hay algunas muy inteligentes que son capaces de innovar. Y mucha de esa innovación es positiva para la especie; pero también tenemos bombas que podrían matar a millones de personas en muy poco tiempo. Estamos en una situación muy complicada: somos una especie que no es lo suficientemente inteligente, pero que tiene armas de destrucción masiva. Como las utilicemos, pues hasta luego, desaparecemos y se acabó. Aunque la vida se abriría paso, y volverían las bacterias, los virus...
- ¿Qué opina de las redes sociales?
- No me gustan mucho las redes sociales, y mi mujer trabaja en ello [sonríe]. La verdad es que de manera voluntaria no las he querido utilizar. No me interesan. Yo prefiero las relaciones interpersonales. La ventana de mi despacho da a un sitio donde se reúnen muchos chicos, y veo que no hablan entre ellos. Se están comunicando con el móvil con personas que están lejos. Ahora nos comunicamos con gente que está muy lejos, pero no con la que está muy cerca. Las relaciones personales son muy importantes.
Los recursos
- ¿Y de las palabras bandera, patria, himno, frontera...?
-L a bandera, el himno... son elementos simbólicos. El simbolismo forma parte de nuestra especie y es muy importante. Pero tengamos una cosa clara: lo más importante en una guerra son los recursos. ¿Qué quiere Rusia de Ucrania? Sus recursos: salida al mar, los cereales, el gasoducto, etcétera, etcétera; lo demás son vidas humanas que importan un pepino. Todas las guerras, todas las batallas, han sido por recursos, y lo demás importa poco. Hay gente que aprovecha cualquier situación, por muy dolorosa que sea para otros, para sacar un beneficio. Los símbolos nos enardecen, pero lo que importan son los recursos.
- ¿Está apegado a esos símbolos?
-Y o soy un ciudadano del mundo, he estudiado la evolución humana y conozco la Prehistoria y la Historia. Hace un millón de años no había fronteras... Para mí, estudiar un fósil de Francia es lo mismo que estudiar uno de España, no le pongo al español la bandera española. Es un fósil que me habla de cómo ha evolucionado la Humanidad.
- ¿Qué queda en usted del niño que fue?
- Yo soy ahora un poco como era de niño [ríe]. Bastante tímido y muy reflexivo. Me gustaba mucho pensar y me sigue gustando hacerlo.
- ¿Y qué quería ser de mayor?
- Pues no lo sabía, pero sí tenía claro que me interesaba mucho el ser humano. Me han interesado mucho la psicología, la psiquiatría, la medicina..., cualquier ámbito que estuviera relacionado con el ser humano me interesaba. También me ha gustado siempre mucho la naturaleza, y cuando elegí una carrera universitaria me decanté por la Biología y por la Zoología, y también estudié Botánica.
Mujeres a su alrededor
- ¿Dónde y cómo se siente mejor?
- En casa y con la familia, sin duda. Tengo mujer y tres hijas y un hijo. Y he tenido cuatro hermanas y un hermano, o sea que las mujeres siempre han sido mayoría a mi alrededor, y eso es muy bueno. Y una madre muy influyente, que me enseñó mucho, que se licenció en Ciencias Químicas en 1949.
José María Bermúdez de Castro fue presentado para su ingreso en la RAE [en diciembre de 2021] por los académicos José Manuel Sánchez Ron, Carmen Iglesias y Pedro García Barreno.
- ¿Sigue todavía sorprendido?
- [Risas] Me tuvieron que convencer.... Yo lo que tenía en mente es que mi jubilación está cerca, y creo que merezco descansar. Pero también tengo muy clara la importancia de no dejar de ejercitar la mente, de tener actividad intelectual. Es un hecho que si se deteriora nuestra mente también se va viendo afectado nuestro cuerpo. Le reconozco que en un principio pensé, viendo a la gente tan importante que forma parte de la Academia, y que se encargan de cuidar nuestra lengua, '¿qué hago aquí yo?'. Pero, aunque esta última vaya más deprisa, la evolución de la vida y la de la lengua están relacionadas.
- ¿Y se ha adaptado?
-Es cierto que cuando me llamaron muy amablemente para comunicarme lo de la Academia, no daba crédito... Dije que sí porque es como una aventura ya a la vejez, una oportunidad para aprender otras cosas, y para aprender de todos los académicos y académicas que son listísimos y que saben mucho; y si puedo aportar algo, pues con mucho gusto. En el Diccionario de la RAE hay algunas palabras, que son de uso común en ciencias, algunas de las cuales me da la impresión de que están un poquito obsoletas, algo normal porque las cosas van cambiando. Si a eso puedo contribuir, pues genial. Estoy agradecidísimo a las personas que me han presentado e intentaré no defraudar.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Rusia: una sociedad fracturada, un país a la deriva,.
El impacto de la guerra de Ucrania Encuestas oficiales sitúan en el 70% el apoyo de la población rusa a la invasión, pero los 10.000 detenidos en protestas y la oposición de muchos intelectuales no refrendan esa cifra, foto.
Que Rusia no es Putin, o que Putin no es toda Rusia, es una obviedad que a ratos cae presa de la polarización que tiende a simplificar la realidad en tiempos de conflicto. La invasión rusa de Ucrania ha colocado a toda la ciudadanía del país más extenso del mundo ante el espejo deforme que le ha suministrado el Kremlin, único responsable de la iniciativa de agredir militarmente al estado vecino. De la imagen que devuelve ese espejo, y del grado de credulidad de cada cual, proceden las dos visiones antagónicas que pueden encontrarse estos días en Rusia.
Es un hecho que la decisión de Putin ha dividido a los ciudadanos, aunque aún está por ver en qué medida, por más que las encuestas oficiales, como la del Centro Ruso de Investigación de la Opinión Pública, sitúen el apoyo a la operación militar especial -así la denominan- en un 68 o 70% de la población. Los partidarios del régimen acceden entusiasmados a colaborar en la propagación pretendidamente espontánea de la versión oficial, según la cual Rusia se ha visto obligada -por responsabilidad, dijo su líder- a intervenir en Ucrania para desmilitarizarla y desnazificarla, dos términos que comparten la letra Z, convertida en símbolo de los invasores y asociada por algunos de ellos (al parecer, erróneamente) a otra Z, la inicial de la expresión rusa 'za pobedu' ('por la victoria').
Este bando no tiene ninguna limitación a la hora de declarar su apoyo incondicional al gobierno, y su visión coincide con la que el Roskomnadzor, el servicio federal de supervisión de los medios de comunicación, ha establecido como única posible bajo pena de cárcel. Una vez eliminadas de la circulación la televisión Dozhd' (Lluvia) y la mítica emisora de radio Ejo Moskvy (El Eco de Moscú), las noticias que se difunden no hablan de invasión, bombardeos o muertos. Por su parte, los rectores de cerca de doscientas universidades rusas se han alineado con el gobierno firmando una carta que reproduce escrupulosamente las consignas de Putin.
Enfrente se encuentran quienes, pese a la propaganda oficial y la ausencia de libertad de prensa, han conseguido obtener información fidedigna por otras vías, huyendo así de la intoxicación generalizada, y se atreven a cuestionar abiertamente la posición del Kremlin, llamando a las cosas por su nombre y saliendo a las calles a manifestarse. La diferencia, en cualquier caso, es sustancial: los pro-Putin son jaleados por el régimen, quienes protestan contra la agresión son detenidos y encarcelados (hasta el momento, más de 10.000). La oposición política, si bien atenazada y prácticamente anulada, trata de movilizar a la sociedad civil mediante convocatorias que llegan, como en el caso de Alekséi Navalni, desde la misma cárcel, donde lleva más de 400 días después de haber estado al borde de la muerte por envenenamiento. Navalni ha instado a sus compatriotas a «no convertirse en una nación bajo el silencio del miedo, en cobardes que pretenden ignorar la guerra de agresión desatada por nuestro zar, obviamente loco, contra Ucrania». Pero la contestación pública entraña consecuencias cada vez más graves para las personas. La sola mención de la palabra «guerra» es considerada delito.
En el ámbito de la ciencia y la cultura la respuesta a la invasión de Ucrania no se ha hecho esperar. El mismo día 24 de febrero, horas después de que Putin anunciara la decisión, un grupo singularmente representativo de 600 científicos, académicos y profesores de universidad (entre ellos algún premio Nobel y numerosos miembros de la Academia Europea y de la Academia de Ciencias de la Federación Rusa) publicaron una carta abierta en la que expresaban su rotundo rechazo a la guerra desencadenada por el Kremlin, su desconfianza total en relación con los pretextos aducidos para la intervención y su respeto sin matices a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, un país asentado, decían, «sobre instituciones democráticas que realmente funcionan» y que «en absoluto representa amenaza alguna para la seguridad de nuestro país».
La denuncia del régimen ruso, suscrita ya por más de 5.000 expertos, llegaba en el escrito al punto de señalar al Kremlin como responsable de una «cínica traición a la memoria de quienes combatieron juntos al nazismo», cometida en nombre de unas ambiciones geopolíticas sostenidas por «fantasías historiosóficas» de nefasta calidad. Algunos de los firmantes han huido de Rusia. En las firmas de sus correos electrónicos habían añadido mensajes como «reconozco la independencia del pueblo ucraniano y condeno la agresión de mi país a Ucrania».
Revuelta en ciernes
Posteriormente, diversos colectivos (artistas, músicos, escritores) se han ido sumando a esta rebelión de al menos una parte de la ciudadanía, una revuelta en ciernes que nada tiene que ver aún con los efectos previsibles de las sanciones internacionales impuestas a la economía de Rusia. En estas primeras expresiones de rechazo del ataque a Ucrania el impulso es únicamente ético, en la mejor de las tradiciones del humanismo ruso.
Con todo, voces como la del historiador alemán Karl Schlögel, especialista en la época del Gran Terror soviético (años 1937-1938), han mostrado estos días su escepticismo acerca de una eventual reacción de la sociedad civil rusa. Schlögel se basa para ello en el comportamiento esencialmente sonámbulo que la ha caracterizado en otras ocasiones históricas. La acotación final de Aleksandr Pushkin en su tragedia Borís Godunov (1825), cuando, tras un nuevo cambio violento en el poder «el pueblo calla» (sin ser un silencio aquiescente), resume esa pasividad tradicional más allá de la ficción. Pero no tiene por qué ser siempre así.
Entre los rostros conocidos entre el público ruso que han hecho llamamientos a detener la guerra o la han calificado de crimen intolerable se encuentran el popular presentador de televisión Iván Úrgant, los tenistas Daniil Medvédev y Andréi Rubliov o el rapero Oxxxymiron, quien considera, acaso prematuramente, que «la mayoría de la sociedad rusa está en contra de la guerra de Putin». Una de las adhesiones más significadas al movimiento contra la invasión es seguramente la del grupo de rock DDT, liderado desde hace cuarenta años por Juri Shevchuk, un referente artístico -pero también moral- para varias generaciones de rusos.
No son, desde luego, los únicos que se han manifestado y se trata, en conjunto, de personalidades muy influyentes. Pese a la represión y el terror que está ejerciendo el Estado, ya totalitario sin tapujos de ninguna clase, esta senda de protesta podría acabar erosionando el control del Kremlin sobre las conciencias. A nada temen más que a la libertad de la gente.
Una encuesta encargada por la plataforma de Naválni y cuyos resultados se dieron a conocer el 7 de marzo registra un sensible incremento diario de quienes creen que Rusia juega un papel de agresor en el conflicto (frente a las funciones alternativas de liberador o pacificador). El 25 de febrero concitaba el 29% de las respuestas, el 3 de marzo estas se dispararon hasta el 53%, tras un crecimiento gradual en los días anteriores. Además, un 79% se muestra favorable en estos momentos a detener la guerra. La encuesta es ciertamente limitada (700 respuestas) pero libre, y puede que sea síntoma de una tendencia real en la opinión pública.
¿Desastre interno?
El acorazamiento del régimen de Putin en todos sus frentes obstaculizará, sin lugar a dudas, cualquier atisbo de reacción social. Pero la agresión a Ucrania, además de hacer saltar por los aires los equilibrios internacionales, no todos estables, que hemos conocido en los últimos treinta años, ha fracturado ya -tal vez de forma decisiva- la sociedad rusa.
Algunos de sus representantes más lúcidos, pese a haber condenado sin paliativos el desafuero bélico, sienten ya el peso de las culpas colectivas de las que habló Karl Jaspers tras la II Guerra Mundial. En el polo opuesto otros secundan sin reservas la deriva del Kremlin, una huida desenfrenada hacia adelante que parece abocar a un desastre también interno que en algún momento arrollará al presidente y a su camarilla, como ha vaticinado Mijaíl Jodorkovski, antiguo oligarca enfrentado a Putin, que lo mantuvo en una cárcel de Siberia durante más de 8 años.
La escritora María Stepánova, en quien algunos identifican la nueva gran voz de la literatura rusa, declaró hace unos meses que Rusia está viviendo un secuestro de la historia, una sensación que, con su actuación y su discurso, Putin ha agravado en las últimas semanas hasta extremos insoportables. Solo queda esperar que el tirano no secuestre también el futuro del país y de su ciudadanía.
TITULO: Donde viajan dos - Embajadores de la danza en Costa de Marfil,.
Fusión. La compañía creada en el confinamiento por Jesús Ortega, Cristina Rosa, María Lama y Juan Carlos Guajardo representa a España en el festival africano de artes escénicas,.
foto / Del confinamiento a ser los embajadores de la danza en África. Este es el gigantesco salto de la compañía '1999 Danza Rodante', que ha unido el talento de cuatro bailarines extremeños de largo recorrido artístico: Jesús Ortega, Cristina Rosa, María Lama y Juan Carlo Guajardo, entorno a un espectáculo que es el único que lleve la bandera,.
TITULO : Escala humana - Trujillo y Moralo se retan por la segunda plaza,. , Miercoles -16, 23, 30 - Marzo ,.
El Miercoles -16, 23 , 30 - Marzo a las 21:00 por La 2, foto,.
Distanciados por cuatro puntos, no pueden permitirse tropezar,.
Momento propicio para que el Trujillo se acerque a la segunda plaza y para que el Moralo se aleje de su inmediato perseguidor para seguir en solitario la estela del líder Diocesano. Es una oportunidad para ambos de cumplir con esos objetivos, aunque uno de ellos o los dos se quedará sin conseguirlo tras el partido. «Sabemos perfectamente a dónde,.
TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - En coche por la Isla Bonita,.
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - En coche por la Isla Bonita,., fotos
El Miercoles -16, 23, 30 - Marzo a las 22:00 por antena 3,.
En coche por la Isla Bonita,.
Recorrer La Palma es darse un auténtico baño de naturaleza ya que los 706 kilómetros cuadrados están declarados Reserva de la Biosfera. El lugar, además, está catalogado como Destino y Reserva Starlight, lo que nos garantiza que las noches aquí brillan con luz propia. Una buena alternativa es recorrerla en coche, dejándonos sorprender por sus paisajes agrestes, variados y accidentados,.
Rumbo al norte
Nuestro punto de partida será siempre la capital, Santa Cruz de la Palma, una coqueta y pequeña ciudad que ha sido declarada en su totalidad como Conjunto Histórico-Artístico. Pasear por su adoquinada calle Real (vía principal de la ciudad) o sentir el suave masaje de la brisa marina en su Avenida Marítima, son dos ocasiones que no podemos dejar escapar.
Dejando atrás Santa Cruz, la primera parada de nuestro recorrido es Puntallana, concretamente el mirador de San Bartolo, donde conseguimos unas fantásticas vistas de los barrancos de la zona. Desde aquí seguimos rumbo al Cubo de la Galga donde, si tenemos una hora y media libre, podemos disfrutar de un agradable paseo por el bosque de laurisilva, característico de la isla. Continuamos hacia San Andrés y Sauces para visitar el Bosque de los Tilos, las piscinas naturales del Charco Azul y el tranquilo pueblecito de San Andrés. Si nos apetece pescado, tanto aquí como en Puerto Espíndola, podremos comerlo exquisito y recién sacado del mar.
Nuestro próximo destino es Barlovento, donde podemos darnos un chapuzón en las piscinas naturales de la Fajana o hacer un relajado picnic en la zona de la Laguna de Barlovento. De visita obligada aquí es el mirador de La Tosca, con una impresionante vista sobre el norte de la isla. Desde aquí tenemos dos opciones para llegar a nuestra próxima parada, el Parque Cultural de la Zarza y la Zacita: bien a través de la carretera LP-1 o bien a través de la carretera LP-109, más estrecha pero más auténtica. Una vez en este parque cultural, nos sumergimos en un viaje en el tiempo que nos lleva a los primeros años de vida de esta isla. Los aficionados al senderismo pueden recorrer el sendero PR LP 9.2 hasta la Cruz del Gallo, un recorrido rodeados de un manto verde y en absoluto silencio.
Rumbo al sur
Partimos nuevamente de Santa Cruz de la Palma y paramos, en primer lugar, en Los Cancajos, uno de los principales núcleos turísticos de la isla y un buen sitio para darnos un chapuzón mañanero. Desde aquí podemos subir al Mirador de la Concepción en Breña Alta, bonito balcón sobre Santa Cruz de La Palma, y visitar el Museo del Puro palmero, que rinde todo un homenaje a esta delicada artesanía isleña. Continuamos rumbo Villa de Mazo y paramos en el parque arqueológico de Belmaco para volver a admirar vestigios benahoaritas (antiguos pobladores de La Palma).
Subimos de nuevo al coche destino a Fuencaliente, municipio de vino y volcanes. De visita obligada es el Centro de Visitantes del volcán de San Antonio, desde donde dar un paseo por el cráter y, de aquí, al volcán Teneguía. Posteriormente, un vinito de la zona y rumbo a la costa. Playas de arena negra y (prácticamente) casi para nosotros solos, salinas y un imponente faro nos esperan en nuestro recorrido.
Continuamos rumbo Los Llanos de Aridane, segunda ciudad en importancia de la isla. Su centro histórico, con su plaza de España, plaza Chica o Museo en la Calle (proyecto consistente en murales pintados en laterales de edificios) nos recibirán. Si nos apetece bañarnos nuevamente o admirar la puesta de sol, la playa del Charco Verde o la de Puerto Naos son buenas opciones (ambas con bandera azul).
Rumbo al oeste
Desde Santa Cruz de La Palma la carretera LP-4 nos lleva al Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla. El lugar en el que naturaleza y ciencia van de la mano. Aquí podemos visitar el Observatorio del Roque de los Muchachos, desde donde tenemos unas magníficas vistas de la isla.
Posteriormente seguimos la misma carretera en dirección villa de Garafía y bajamos hasta la capital de este municipio: Santo Domingo de Garafía. En su parte baja, a través de la carretera que lleva al cementerio (perfectamente señalizada) podemos bajar hasta el Mirador del Aserradero, con una imponente panorámica de la costa. Continuamos hacia el barrio de Las Tricias, para admirar los dragos (árboles de hasta 14 metros de altura) y cuevas que hay en la zona conocida como Buracas. Desde aquí iniciamos de nuevo la ruta camino a Puntagorda. En el camino podemos hacer un alto en el Fayal, donde los sábados y domingos se organiza el Mercadillo del Agricultor y donde encontramos otro buen mirador, el del Izcagua.
Nuestro siguiente destino es Tijarafe, con la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, que cuenta con un altar del siglo XVIII que destaca por su espectacularidad y valor artístico. Proseguimos rumbo Puerto de Tazacorte donde podremos degustar un delicioso pescado mientras admiramos una impresionante puesta de sol.
Rumbo al centro
Partimos de nuevo desde Santa Cruz de la Palma, esta vez en dirección a Alta y, desde allí, a través de la carretera LP-301 y rodeados de un paisaje que pasa de Montverde a pinar, vamos rumbo el Refugio del Pilar, punto de inicio de la Ruta de los Volcanes. Una vez en el Refugio, lo más recomendable es dar un buen paseo por la zona. Desde aquí partimos hacia el oeste de la isla, no sin pararnos en el mirador de los Llanos del Jable (especial atención a este mirador por la noche, pues es un gran punto para observar estrellas y disfrutar del cielo nocturno). Nuestro siguiente destino es el mirador de la Cumbrecita, donde hay que reservar el aparcamiento en determinadas horas del día. Desde este punto conseguimos una vista impresionante sobre el gran tesoro de La Palma, la Caldera de Taburiente. Cuando dejamos esta zona, en las inmediaciones del Centro de Visitantes, merece la pena aparcar y echar la vista atrás, hacia el este disfrutaremos seguramente de uno de los mayores espectáculos de la isla: la cascada de nubes.
Cuatro propuestas de ruta para descubrir una isla que, pese a su pequeño tamaño, se nos antoja infinita.
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