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LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS - Guía para entender qué es y cuándo se paga la plusvalía municipal ,.
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Guía para entender qué es y cuándo se paga la plusvalía municipal ,.
El impuesto de plusvalía municipal, uno de los más costosos que hay que afrontar cuando se vende un inmueble, grava el incremento de valor del terreno de la vivienda y hay que abonarlo en un plazo de 30 días o de hasta un año, según el tipo de transmisión,.
El Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, más conocido como plusvalía municipal, es uno de los tributos a pagar cuando se vende una vivienda, y suele suponer un cuantioso desembolso. Del tipo de transmisión del inmueble dependerá quién debe pagar este impuesto y en qué plazo, que puede ser de hasta un año o de tan solo 30 días.
El impuesto de la plusvalía municipal, transferido a los ayuntamientos, grava el incremento que a lo largo de los años ha sufrido el valor del terreno en el que se ubica el inmueble, desde el momento de su adquisición hasta el de su transmisión.
Por ello, la cuantía del impuesto depende tanto del valor del suelo como del número de años transcurridos desde su compra, así como del coeficiente regulador, que es el porcentaje en que según las ordenanzas municipales se incrementa el valor cada año, que podrá ser como máximo del 3,5% anual, así como del tipo impositivo aplicados por el Ayuntamiento, que es como máximo del 30%.
Para realizar el cálculo de la cuantía del impuesto es necesario conocer en primer lugar cuánto se ha incrementado el valor del suelo, para lo que habrá que multiplicar el número de años transcurridos por el coeficiente regulador y, a su vez, por el valor del suelo, que puede consultarse en el recibo del IBI. Finalmente, habrá que aplicar a ese incremento obtenido el tipo impositivo municipal.
La plusvalía municipal es de aplicación tanto si se vende una vivienda como si se recibe como herencia o donación. En caso de venta del inmueble, quien debe hacerse cargo del pago del impuesto es quien lo vende, salvo que no resida en España, en cuyo caso es responsabilidad de quien lo compra. En caso de herencia o donación, cuando el propietario no recibe una compensación, debe abonarlo quien adquiere el terreno.
Dónde y cuándo se paga la plusvalía municipal
La plusvalía debe abonarse al ayuntamiento de la localidad en que se ubica el inmueble, y según el municipio varía la forma de liquidación, de la que puede obtenerse información en la oficina de atención correspondiente.
En la ciudad de Barcelona, por ejemplo, en el momento de la firma de la venta el notario puede facilitar la nota de liquidación del impuesto para su abono en una entidad bancaria o vía online. En Madrid, el impreso de autoliquidación puede obtenerse por internet y pagarse posteriormente en una oficina bancaria.
Ferrant Font de pisos.com nos comenta que cuando la transmisión del inmueble se realiza inter vivos, el plazo de abono del impuesto es de 30 días. En el caso de las herencias, el plazo es de seis meses, ampliable otros seis meses.
Exenciones an el pago de la plusvalía
El Tribunal Constitucional determinó en 2017 que si al vender el inmueble se incurre en pérdidas no se está obligado a abonar este impuesto. En la práctica la mayoría de los ayuntamientos siguen solicitando su pago, por lo que lo más recomendable es abonarlo y posteriormente reclamar su devolución, para lo que habrá que demostrar que no ha existido un incremento en el valor.
En otra sentencia de 2019 el Tribunal Constitucional abre también la puerta a considerar para el cálculo del valor de adquisición y el de transmisión los gastos soportados en la compra y en la venta, como podrían ser los del notario o los honorarios de la agencia inmobiliaria; y señala que el impuesto es inconstitucional cuando, restados estos, el tributo supera el beneficio neto de la venta.
Existen otras situaciones en las que tampoco hay obligación de abonar el impuesto:
-En casos de dación en pago de un inmueble al banco.
-En transmisiones relacionadas con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
-En transmisiones del Estado y de sus organismos.
-En transmisiones de entidades gestoras de la Seguridad Social y mutualidades de previsión social.
-Cuando se transmiten inmuebles incluidos en el catálogo municipal de edificios protegidos o ubicados en un conjunto histórico-artístico.
-En casos de transmisión realizadas a los hijos para cumplir con sentencias de divorcio o nulidad matrimonial.
-Cuando el pago de la plusvalía corresponde a entidades sin fines de lucro.
-En casos de aportaciones de bienes y derechos de los cónyuges a la sociedad conyugal.
-En adjudicaciones de pisos de cooperativas a sus socios.
-En determinados casos de entidades o personas reconocidas en convenios internacionales.
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50€ BILLETES
- BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - Los gastos no sanitarios del Hospital de León se elevan hasta un 23%,.
LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - Los gastos no sanitarios del Hospital de León se elevan hasta un 23% ,. , fotos,.
Los gastos no sanitarios del Hospital de León se elevan hasta un 23%,.
El Consejo de Cuentas realiza un análisis comparativo de los gastos no sanitarios de funcionamiento de los principales hospitales públicos de la comunidad,.
El Consejo de Cuentas ha entregado en el Parlamento autonómico el informe 'Fiscalización del análisis comparativo de los gastos de funcionamiento de los principales hospitales públicos de la Comunidad Autónoma'.
Se trata de una auditoría de tipo operativo, cuyo análisis de eficiencia se ha centrado en el estudio comparado de los mismos gastos en los c inco principales hospitales, así como su evolución temporal. Para ello se desarrolla una serie de indicadores que permiten una evaluación del peso de los gastos determinados en función de magnitudes significativas de funcionamiento.
El informe provisional fue remitido a la Consejería de Sanidad, así como a la Gerencia Regional de Salud y a los directores gerentes de los complejos asistenciales universitarios de Burgos, León y Salamanca y de los hospitales y Universitario Rio Hortega y Clínico Universitario de Valladolid, sin que hayan presentado alegaciones.
Gasto
Los Centros de Referencia de Atención Especializada (CRAE) que han sido fiscalizados son el Complejo Asistencial Universitario de Burgos (CAUBU); el Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE); el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA); el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid (HURH) y el Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV).
La gestión del NHBU se realiza mediante un sistema de gestión público-privada que incluye la obra de construcción del hospital y sus instalaciones accesorias, así como su explotación para la prestación de servicios no asistenciales. Ello implica que de la contabilidad de la Comunidad no resulta posible obtener el importe de los gastos de funcionamiento no sanitarios, al no poderse discriminar dentro de las facturas abonadas por la Gerencia Regional de Salud los gastos objeto de esta fiscalización. La retribución de la Gerencia al contratista durante el periodo 2013-2017 asciende a 400 millones de euros.
Sin considerar el CAUBU, todos los años los CRAE ejecutan más de la mitad del total del gasto de atención especializada de la Comunidad, con porcentajes que oscilan entre el 55% de 2013 y el 59% de 2017, y uno medio del 57% para los cinco años objeto de la fiscalización. Igualmente significativo es el incremento de gasto ejecutado, pues en el caso de los CRAE ha sido de un 36% en 2017 respecto de 2013, mientras que en el conjunto de la atención especializada fue de un 27%.
Las recomendaciones
En función de los resultados del trabajo que reflejan las 18 conclusiones del informe, el Consejo de Cuentas realiza seis recomendaciones.
No consta que en los Complejos Asistenciales existan actuaciones o instrumentos que posibiliten un seguimiento continuado de la aplicación de los recursos destinados a gastos no sanitarios de funcionamiento y que posibiliten la optimización de esos recursos disponibles y su mejora.
Es por ello que la Gerencia Regional de Salud (GRS) y/o las Gerencias de Asistencia Sanitaria (GAS) deberían elaborar planes de gestión integrales o individuales de los principales bienes o servicios (energía eléctrica, gas, agua, vestuario, lavandería, productos alimenticios, limpieza, etc.) donde se realicen previsiones de demanda, se definan objetivos estratégicos a medio o largo plazo, se determinen los indicadores necesarios que posibiliten el seguimiento del grado de realización de los mismos, y se establezcan mecanismos de revisión a la vista de los resultados.
Como actuación previa a la redacción de los dichos planes, la GRS debería contratar servicios especializados de asistencia técnica para la elaboración de planes de eficiencia energética que incluyan una auditoria energética, además de propuestas debidamente fundamentadas, justificadas y valoradas, de cara a conseguir una mayor racionalización del uso y aprovechamiento energético de las instalaciones de los edificios bajo su dependencia.
En particular en el CAUSA y el HCUV, se deberían realizar actuaciones de renovación de instalaciones y equipos de cara a su optimización que, sin reducir el confort y prestaciones, consigan un ahorro energético minorando consumos (exceptuando el consumo en maquinaria que está asociado directamente al servicio de los centros sanitarios), bien mediante la utilización de tecnologías más eficientes, o bien mediante la reducción de la demanda.
La GRS debería ampliar a más bienes y servicios el sistema de contratación centralizada mediante la tramitación de expedientes que impliquen la selección de un único proveedor para todos los centros, o bien mediante la celebración de acuerdos marco con una o varias empresas estableciendo los términos a los que habrán de ajustarse las adjudicaciones de los contratos basados en él. Del mismo modo se debería de promover la adhesión a acuerdos marco estatales a través de la central de contratación de la Administración General del Estado.
En los casos de utilización del acuerdo marco como sistema para racionalizar la adjudicación de contratos, la GRS debería garantizar la vinculación de las GAS al contenido de dichos acuerdos al objeto de que sean obligatorios para todos los centros.
Finalmente, la GRS debería obtener información de la sociedad concesionaria del NHBU relativa a los diferentes gastos de funcionamiento no sanitarios del Capítulo II para así poder efectuar análisis comparativos y homogéneos entre los diferentes CRAES.
El 55% a gasto de personal
El gasto real realizado por el conjunto de los cuatro CRAE considerados, durante dicho periodo, e imputable al subprograma «Atención Especializada», asciende a 6.128 millones de euros. En dicho montante destacan los gastos de personal que suponen un 55% del total y los realizados en el Capítulo II en bienes y servicios corrientes con un porcentaje del 45%.
En los acumulados de los cinco años consta una diferencia entre gastos reales y obligaciones presupuestarias reconocidas de 39 millones de euros que representa el 0,6% del primero. Sin embargo esta diferencia presenta variaciones dispares en los años del periodo analizado.
Sin el CAUBU, el gasto real imputable a los diferentes CRAE se ha incrementado en 2017 en un 17% respecto a 2013, pasando de 1.124 millones de euros a 1.318 millones, siendo el CAUSA, con un 22%, el que mayor incremento ha experimentado frente al 7% del CAUBU. También es el CAUSA el que en términos absolutos realiza un mayor gasto en todos los ejercicios, con un peso del 25% del total en 2017, seguido del CAULE con un 23%, el HCUV con un 19%, el CAUBU con 18% y finalmente el HURH con un 16%.
CAULE
El Capítulo II de gasto de los cuatro CRAE considerados presenta un comportamiento similar al expuesto para la ejecución de todo el presupuesto, con un gasto obligado que muestra una elevada volatilidad de un ejercicio a otro frente a un gasto real más estable en el tiempo.
El gasto de los subconceptos seleccionados como de funcionamiento no sanitario, suma, para el periodo estudiado, y para el conjunto de los CRAE excluyendo del CAUBU al NHBU, 435 millones de euros, cantidad que en relación con los 2.727 millones de euros dedicados a la de atención especializada dentro del capítulo II, representa el 16% del gasto.
De manera individual, la importancia de estos gastos en el capítulo difiere de unos complejos a otros. Así, en el CAULE es de un 18%, en el CAUSA del 18%, en el HURH de un 20%, en el HCUV del 18%.
Arrendamientos y cánones
El gasto en el artículo «arrendamientos y cánones» supone para el conjunto de los CRAE, y durante todo el periodo, un 1% de los gastos de funcionamiento. Entre los subconceptos que integran el artículo destaca el referido a arrendamiento de maquinaria, instalaciones y utillajes, pues resulta ser el que mayor gasto soporta.
Los gastos referidos al artículo de «reparaciones, mantenimiento y conservación» de infraestructura, edificios y locales, maquinaria, material de transporte y otro inmovilizado material, tiene un peso del 19% en el conjunto de los gastos de funcionamiento no sanitarios para el periodo analizado.
Es el subconcepto referente a la maquinaria, instalaciones y utillaje, el que más recursos consume, el 84% de este artículo, con los 69 millones de euros que los CRAE han registrado como gasto real en los años 2013 a 2017. A la vista del resultado de las ratios para determinar el coste en función del número de camas y del número de miles de estancias por ingresos, se puede llegar a vincular estos conceptos de gasto con la antigüedad y estado de conservación de los inmuebles y de la maquinara, instalaciones y utillaje, pues son precisamente el CAUSA y el HCUV, los complejos cuyos centros principales son los más antiguos de la comparativa, los que peores resultados presentan.
Eficiencia
El artículo referente a «material de oficina, suministros y otros» tiene un peso del 80% en el conjunto de los gastos de funcionamiento no sanitarios para el periodo analizado. El gasto total realizado durante 2017 presenta un ligero incremento del 0,3% respecto del 2013. Destaca el incremento del 7% del HCUV, en especial por el acusado aumento experimentado durante 2015, año de puesta en funcionamiento de la nueva área de urgencias. Si tenemos en cuenta el gasto total de cada complejo durante los cinco años y lo relacionamos con el número en miles de estancias hospitalarias, es el CAUSA el más eficiente en la gestión de este tipo de gasto.
LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea - DEJAR TRANQUILOS A LOS MUERTOS Y ABRIR HERIDAS DEL PASADO ,. , fotos,.
DEJAR TRANQUILOS A LOS MUERTOS Y ABRIR HERIDAS DEL PASADO,.
Hay heridas imposibles de curar, que no cicatrizan. Heridas que permanecen abiertas durante toda la vida, que no se olvidan. Heridas que en Riaño duelen desde hace 30 años. Porque sí, han podido pasar 10.950 días, pero la herida del pantano está aún hoy viva como el primer día, cómo aquel fatídico 7 de julio de 1987 cuando las raíces de nueve pueblos se despegaron, para siempre, de la tierra.
Porque ni a Riaño ni a Burón ni a Pedrosa del Rey ni a La Puerta ni a Salio ni a Huelde ni a Anciles ni a Vegacerneja ni a Escaro se podrá volver. Jamás. Atrás quedó parte de la esencia y la historia de lo que fue la montaña oriental leonesa. La misma que ahora yace bajo las aguas de uno de los pantanos más grandes de Europa.
El pantano, ese gran fantasma que durante décadas acechó desde niños a los vecinos de los nueve pueblos; que como el lobo anunciaba su llegada pero sin llegar. Una y otra vez. Hasta que, como el cuento, llegó. Y lo hizo para culminar lo que fue una muerte lenta, cruel, agónica y sin tregua. Para anunciar la muerte de Riaño.
Porque hay que remontarse a principios del siglo XX para escribir sobre los inicios de esta faraónica infraestructura que, bajo el nombre del embalse de Bachende –nombre de una peña de Riaño-, se incluía en un plan de obras hidráulicas que recogía ya su construcción y posterior explotación. Pero ya se sabe, las cosas de palacio van despacio. Y por fortuna para algunos, el proyecto de Riaño permaneció en el limbo durante décadas.
Sería en la época del franquismo cuando el ‘fantasma’ volvería a atemorizar. El Plan Hidrológico Nacional incluía el programa integral del que por aquella se llamaría embalse de Remolina, concebido como uno de los diez embalses necesarios para regar 130.000 hectáreas de cultivos en Tierra de Campos que, según el gobierno de la dictadura, estaría finalizado en la década de los 70.
El gran muro
Las obras arrancaron en 1965 con el levantamiento del famoso y gigantesco muro de hormigón con 110 metros de altura desde los cimientos a la corona y diseñado para retener 680 metros cúbicos. Era el inicio de un fin que quedó congelado con la llegada del sistema constitucional pero que volvería a cobrar vida con el PSOE en el Gobierno.
Pero el empeño por sacar adelante el pantano de Riaño no llegó sólo desde Madrid . Jaime González, el que fue el primer consejero de Agricultura de Castilla y León, impulsó los programas del regadío, siendo uno de los principales artífices del cierre de la presa y, en consecuencia, del desalojo y hundimiento de los nueve pueblos.
Y con él, con Jaime González, desapareció toda esperanza para Riaño. Al menos para Guillermo Hernández, que desde la Alcaldía intentó frenar la construcción del pantano a pesar de que era consciente de que “poco se podía hacer. Era una herencia; prácticamente estábamos ante unos hechos consumados”.
«Desgraciadamente mis padres murieron jóvenes. No me puedo alegrar pero sí sentir alivio de que no vivieran lo que me tocó a mí vivir. A mi madre le dio un infarto tras recibir la carta del desalojo. Se la llevó el maldito pantano»
MANUEL ÁLVAREZ
«Siendo alcalde ofrecí alternativas para crear tres o cuatro embalses en valles de la comarca sin anegar ningún pueblo. Era una solución factible porque aunque no hubiese almacenado los mismos hectómetros se hubiese evitado la desaparición de siete pueblos. Poco se pudo hacer. Eran unos hechos consumados»
«Desde pequeños habíamos oído hablar del pantano, veíamos la construcción de la presa pero parecía que nunca iba a llegar porque se prolongó durante décadas. Fue una muerte lenta del pueblo que tienes que haber vivido para sentirlo. Han pasado 30 años pero no lo olvidaré jamás»,.
Treinta años después recuerda aquella reunión con los alcaldes de los otros pueblos afectados en la que se puso en conocimiento las graves irregularidades en las que se estaban llevando a cabo tanto las obras como las expropiaciones de los terrenos. Ante ello, contrataron a un abogado a la par que, alertando de esta situación, solicitaron a la Confederación Hidrográfica del Duero que paralizara la obra.
“ El rodillo ya está en marcha”. Fue la única respuesta que recibieron por parte de la CHD y que embriagó a las diferentes corporaciones municipales de un sentimiento de impotencia. Ante ello, optaron por precintar las instalaciones de la obra. “Nos demandaron”. Un tira y afloja que zanjó el Gobierno en 1985 cuando, considerándola una obra de interés público, autorizó en Consejo de Ministro la ejecución del pantano. “A partir de ahí supe que el día llegaría por muy doloroso que fuera”. Y no tardó.
El 10 de marzo de 1986 los vecinos de Riaño recibían las primeras cartas en las que se les invitaba a desalojar sus viviendas. Manolo Álvarez no olvidará jamás la reunión en la que su madre murió. En ella estaban citados aquellos vecinos que habían recibido la primera advertencia: tenían seis meses para dejar su hogar. “Ése día en la reunión mi madre sufrió un infarto. A mi madre se la llevó el maldito pantano”.
Una muerte que la evitó, según recuerda hoy su hijo, ver cómo las excavadoras dejaban reducido a escombros la casa familiar. Porque Manolo fue de los primeros afectados por el pantano. A las siete de la mañana de un gélido 10 de diciembre de 1986 se vio obligado a salir de su vivienda que ocupaba el lugar donde se asentarían los pilares del viaducto que ahora conduce a Riaño.
“Este mal no se lo deseo a nadie”, recuerda con un nudo en la garganta sin poder contener la emoción al echar la vista atrás. Porque como él, Beñoga Liébana nunca imaginó que el desalojo se hiciese realidad. “Vives siempre a la sombra del gran muro. Es más, en los últimos años, muchas casas se dejaban caer porque se decía que ya venía. Era imposible de creer”.
El capilote, el símbolo de una lucha
Una primera fase que encendió la mecha del intenso conflicto que se vivió en Riaño y que tuvo su germen en la gran manifestación del 17 de mayo de 1986, en la que unidos y con el capilote (narcisos) como emblema de lucha, los nueve pueblos al unísono clamaron “no” a la construcción del pantano.
Sin embargo, a partir de las primeras demoliciones la lucha se recrudeció. Numerosos grupos de ecologistas de diferentes puntos de España se trasladaron a Riaño donde se sucedieron las protestas y las imágenes de hombres y mujeres encaramados a los tejados. Una lucha de la que se hicieron eco todos los medios de comunicación y que, en cierto modo, devolvieron la esperanza a los vecinos.
Al menos así lo recuerda Rosa Valladares, la última mujer que dio a luz con Riaño totalmente en pie. “Vino tanta prensa que eso te animaba a seguir. Yo no me subía a los tejados porque estaba tan gorda que no entraba en las trampillas”, bromea Rosa, a la que aún hoy le retumba en la cabeza el seco sonido de la campana que anunciaban las malas nuevas.
***Pinche en cada uno de los nueve pueblos afectados por el pantano para ver las imágenes
“En esta época vivíamos a toque de campana. Si traían las actas de ocupación, sonaba; para formar barricada, sonaba; si venían a cortar los árboles, sonaba; si había que dormir en el Ayuntamiento, sonaba. Te acostabas esperando que al día siguiente no tocasen las campanas porque no traían nada bueno”.
Un sonido que retumba en su memoria como también la imagen de su abuelo asomado por la ventana de su vivienda, en el cruce del pueblo, viendo el ir y venir de aquellos que se bien se dirigían a Valdeón o a León. Dando el parte de la quitanieves. “ Y al final llegó la maquinaría. Pero esta vez ya no la veíamos desde la ventana sino desde la calle, viendo cómo nos tiraban la casa”.
Fue el 12 de julio de 1987 a la una de la tarde. Antes, el 7 de julio, ya había empezado la última demolición. Aquella que acabaría asolando un valle entero.
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