TITULO: MAS QUE COCHES - ¿Vas a hacer un viaje largo en coche? Apunta estos consejos ,.
¿Vas a hacer un viaje largo en coche? Apunta estos consejos,.
Planifica bien la ruta, incluidos los descansos, presta atención a la batería, neumáticos, luces y al nivel de todos los líquidos del vehículo y no sobrecargues el coche con equipaje,.
foto / Millones de conductores han tomado este fin de semana las carreteras dispuestos a disfrutar de unos días de vacaciones en la primera operación salida del verano. Por delante, cientos o incluso miles de kilómetros hasta llegar a destino. Unos a la playa, otros al monte o al pueblo... «Cuando vamos a hacer un viaje largo en coche lo más importante es realizar una buena planificación de la ruta y adelantarse a los imprevistos. Julio y agosto no solo son los meses con mayor afluencia de tráfico por razones de ocio sino que estadísticamente aumentan los accidentes, los atascos y las averías», apunta un portavoz del Real Automóvil Club de España (RACE). La DGT estima que este verano se superarán los 91 millones de desplazamientos –una movilidad similar a la registrada en 2019–, «además de producirse un incremento muy significativo de las salidas de fin de semana y de los recorridos de corta duración», alertan. Lograr que los desplazamientos por carreteras resulten seguros y confortables «va más allá de encomendarse ciegamente al GPS», coinciden los expertos en movilidad. Apunta sus consejos.
Planifica la ruta
Infórmate sobre el estado de las carreteras y el tiempo. Ten siempre en mente un plan B por si te pilla un atasco
No improvises. Una buena planificación del viaje es parte del éxito, sobre todo en los recorridos largos. Ya seas de los que elige la ruta más rápida para llegar lo antes posible a destino o de los que prefiere disfrutar del paisaje que ofrecen las vías secundarias, lo más importante es que te informes previamente sobre el estado de las carreteras por las que vas a circular, así como de los tramos en los que hay obras de mantenimiento. «Y siempre, siempre ten en mente un plan B. Es decir, busca una ruta alternativa por si ese día te encuentras con algún atasco o tu viaje coincide en plena operación salida. Resulta más placentero para todos ocupantes del vehículo continuar con la marcha, aunque la ruta sea más larga, que estar todo el rato parado, sobre todo si viajas con niños», aconseja el portavoz del RACE.
Los expertos también recomiendan «dejar bien atado» todo lo referente a la casa antes de salir para evitar darle vueltas a la cabeza durante el trayecto con pensamientos del tipo '¿habré cerrado la puerta?', 'creo que he dejado abierta la ventana del baño', 'vaya, se me ha olvidado dejarle las llaves a mi madre'... «Lo mejor es hacer una lista con todas las cosas que se tienen que dejar acabadas antes de salir. Y, por supuesto, procura dormir las horas suficientes el día anterior. La capacidad de reacción no es la misma si se conduce fatigado, sobre todo a medida que pasan los kilómetros», advierten los expertos. De hecho, el cansancio es una de las principales causas de siniestralidad en las carreteras. «¿Nuestro consejo? Disfruta del viaje y haz una parada cada dos horas. Es más, te animamos a que planifiques los descansos como parte de la ruta».
Puesta a punto
Presta atención a la batería, neumáticos, luces y al nivel de todos los líquidos del vehículo
Con una buena puesta a punto del vehículo, se reduce considerablemente el número de averías durante las vacaciones, además de mejorar la seguridad de todos. Lo ideal es acercarse hasta un taller para que un profesional eche un vistazo al coche. «Si no es posible, al menos revisa el nivel de aceite y la presión de los neumáticos en una gasolinera y no te olvides de rellenar el depósito de refrigerante del aire acondicionado. Conducir a 35 grados puede ser tan peligroso como beber varias cañas. Con el calor, un conductor deja de percibir una de cada cinco señales», advierte Ileana Izverniceanu, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
«Amortiguadores, ruedas y frenos» son tres de los elementos más importantes para garantizar la seguridad y estabilidad del vehículo, informan en la aseguradora Mapfre. «Una presión excesiva de los neumáticos perjudica su adherencia a la carretera, mientras que si está baja puede desestabilizar el vehículo». También conviene llevar en el maletero una lata de aceite del motor de repuesto, además de comprobar que disponemos de todos los elementos obligatorios: rueda de repuesto, chaleco, dispositivos de preseñalización...
El maletero, «más que jugar al Tetris»
No conviene cargar el coche en exceso ni llevar objetos sueltos en la bandeja trasera
Por regla general, los conductores «subestiman el riesgo que representa un coche cargado de forma incorrecta», advierten en el RACE. El equipaje se debe colocar correctamente en el espacio del maletero y adaptar el estilo de conducción al aumento de peso. «De no hacerlo, se corre el peligro de perder el control del vehículo y, en caso de accidente, los bultos podrían golpear a los ocupantes del coche», alertan. No se deben llevar objetos sueltos dentro del habitáculo ni en la bandeja trasera. «Todos los bultos tienen que ir en el maletero, incluso los más ligeros. Además, es importante distribuir uniformemente la carga, con el centro de gravedad lo más bajo posible. Es decir, los objetos más pesados se deben colocar los primeros y siempre en la zona más adelantada. Las maletas más grandes y rígidas se ponen en el fondo, y el resto del equipaje se coloca encima. También es importante cumplir las recomendaciones del fabricante en relación con el peso bruto y las cargas máximas que puede soportar el techo, los ejes, la capacidad del remolque o la carga sobre la bola de remolque», precisan los expertos del RACE.
Sillas infantiles
Los niños que midan menos de 1,35 metros, siempre con sistema de retención homologado
La DGT insiste en la importancia de usar siempre los sistemas de retención homologados (sillas infantiles) «hasta que el niño mida al menos 135 centímetros, aunque es aconsejable que utilice silla con respaldo antes de pasar a hacer uso del cinturón hasta que alcance el metro y medio de altura». Los expertos en seguridad vial también aconsejan colocar la silla en contramarcha «durante el mayor tiempo posible». «Los niños siempre deben de ir bien sentados y con los cinturones puestos. Atados y con la sillita bien anclada, ya sea mediante el sistema Isofix o sujeta con el cinturón de seguridad», añaden en el RACE.
Mascotas
Está prohibido viajar con los animales sueltos
La normativa de tráfico considera a las mascotas como «un tipo de mercancía que debe estar atada al coche para que no se pueda caer, desplazar o comprometer la estabilidad del vehículo». «Esto quiere decir que está prohibido viajar con tu perro suelto. Además de que podría molestarte durante la conducción, resulta muy peligroso para ambos», advierte la portavoz de la OCU. En el mercado existen diferentes sistemas que permiten llevar al animal dentro del coche de forma segura. Su elección depende del tamaño de la mascota, de la frecuencia con la que viajes y de si tienes uno o varios animales. Uno de los más habituales es el transportín, «muy útil para viajar en coche». El inconveniente es que solo sirve para animales pequeños o medianos y «debe ir fijado al vehículo», precisan en el Comisarioado Europeo del Automóvil (CEA). Otra opción es la jaula, similar en el uso al transportín. Su gran ventaja es que puedes llevar perros grandes. Las mascotas también pueden viajar con arneses, «unas correas que van sujetas al cinturón de seguridad del asiento trasero. «Puede ser de uno o dos enganches. Es la forma de transporte más cómoda para el perro, pero no es la más segura en caso de impacto», explica Ileana Izverniceanu. Por último, existe la posibilidad de transportar al animal en el maletero separándolo de los pasajeros con una reja o red de seguridad.
Conductor
No conduzcas con chanclas, usa de gafas de sol y no bajes las ventanillas en la autopista
Ahora que ya hemos planificado la ruta y organizado el coche, vamos a ocuparnos de la preparación del conductor. Además de las recomendaciones de viajar con la temperatura adecuada y hacer descansos cada 200 kilómetros, es importante tener en cuenta otra serie de aspectos para que el viaje resulte lo más placentero posible. Uno de ellos es el uso de gafas de sol homologadas, con filtro solar y, a ser posible, polarizadas. « Más de cinco millones de conductores han sufrido una situación de riesgo grave en carretera por deslumbramientos», informan en el RACE.
Otro consejo: «deja las chanclas para la playa y no conduzcas sin camiseta». Ambas faltas pueden suponer una multa de 80 euros, además de resultar peligrosas. También es importante mantenerse hidratado (agua) y no realizar comidas copiosas tanto antes de salir como durante el viaje. Por último, no viajes por autopista con las ventanillas bajadas. «Lo recomendable es hacerlo con ellas subidas y el climatizador puesto para consumir menos carburante».
V-16, las luces que sustituirán a los triángulos de señalización
Hasta ahora, la legislación obligaba a usar los triángulos para señalizar un vehículo detenido en la calzada; un hecho que suponía un grave riesgo para la circulación y que ponía en peligro no solo al conductor del vehículo averiado o accidentado, sino también a los demás usuarios. Los triángulos conviven desde el jueves con las luces V-16. Los conductores que necesiten señalizar un vehículo detenido en la vía podrán decidir si prefieren colocar el triángulo o si consideran mejor únicamente poner la baliza. Sin embargo, a partir del 1 de enero del 2026 ya será obligatorio el uso de las luces de emergencia y los triángulos dejarán de existir.
TITULO: Para Todos La 2 -Salud y dignidad en el consumo de carne ,.
Salud y dignidad en el consumo de carne,.
La mejor vía para
reducir y mejorar el consumo global de este producto es nuestro propio
compromiso con los ganaderos y el entorno, fotos,.
Se está consolidando, poco a poco, la idea de que la carne, así en general, es mala y que es importante reducir su presencia, incluso drásticamente, en nuestra dieta. Hay informes y recomendaciones rigurosos que muestran una situación preocupante que exige tomar medidas. Pero también es importante reflexionar y apuntarse a soluciones que realmente contribuyan a reducir el problema. Porque ni toda la carne es igual, ni su consumo tiene las mismas repercusiones, y reducir su presencia en la dieta sin un criterio claro puede contribuir, si cabe, a empeorar aún más las cosas.
Hay modelos de producción animal que son sostenibles, beneficiosos para el medio ambiente y necesarios para mantener y conservar nuestros paisajes, nuestros pueblos y nuestra biodiversidad. Además de garantizar una producción segura y estable de alimentos de calidad. Nos referimos al pastoreo y la ganadería extensiva, que acogen una amplia variedad de explotaciones y manejos, y que gestionan numerosos espacios en nuestro país: pastos, bosques, dehesas, puertos de montaña, etcétera. Parece lógico que, si ya existe un modelo productivo óptimo, que acredita un mejor comportamiento social y ambiental, es económicamente viable, está bien distribuido por el territorio y cuenta con profesionales solventes, se apueste por esta producción y se le preste todo el apoyo posible, incluso frente a otros modelos productivos. Claro, que la realidad va por otros caminos.
El trabajo con ganaderos y ganaderas nos da una perspectiva muy elocuente: muchos están preparados, incluso deseando producir bajo estas condiciones. La mayoría de las personas dedicadas a esta actividad apuestan por tener a sus animales en el campo, pastando, bajo condiciones óptimas de bienestar y aprovechando los pastos que ofrece el territorio. Los animales están mejor y, sabiéndolo, sus cuidadores también. De hecho, muchos tratan denodadamente de mantener así sus explotaciones, aunque a menudo terminan expulsados del mercado y cada día cierran pequeñas explotaciones que deberían estar aportando bienes y servicios a toda la sociedad.
En España todo el mundo podría alimentarse con este tipo de carne, formando parte de una dieta sana como la recomendada por los organismos internacionales. Nuestros productores podrían abastecernos con raciones suficientes de carne de calidad que cumplan estos requisitos. Pero no pueden hacerlo porque sus problemas se multiplican en cuanto el animal sale de la granja. Ya no quedan mataderos pequeños o municipales, los animales tienen que ser transportados a larga distancia, en condiciones a veces lamentables, para llegar a un matadero a 100 o 200 kilómetros donde se mezclan con todos los demás animales y sufren el mismo tratamiento y el mismo estrés. Como los mataderos en explotación no se permiten o se someten a normas sanitarias pensadas para instalaciones industriales, los ganaderos se encuentran con que la calidad del animal que entra no es la misma que la carne que luego distribuyen a sus clientes (si tienen la suerte de comercializar directamente).Y además surge otro problema. Este tipo de productos, a pesar de tener una demanda clara, no están llegando a los consumidores de forma diferenciada: no podemos ir a un supermercado y comprar carne de pastoreo. No porque no se produzca, ni tampoco porque no estén claras sus propiedades y su enorme calidad, incluso nutricional. Lo cierto es que no se presta ningún apoyo a este tipo de producción, se la obliga a salir al mercado indiferenciada de la carne industrial, y además, las ayudas y las inversiones se distribuyen favoreciendo a las producciones más intensivas y contaminantes, dejando en la estacada, y sin nadie que tome el relevo, a los ganaderos y ganaderas que mejor lo hacen.
Así que no se trata tanto de plantear una reducción en bruto del consumo de carne, sino de apostar claramente por producciones extensivas y de calidad y promover un apoyo real desde las instituciones. Apreciar lo que significa tener carne digna en la mesa, entender el esfuerzo de la persona que crió al animal, que lo mantuvo a salvo como parte de su ecosistema y que lo sacrificó para alimentarnos, es la mejor forma de ajustar su consumo a nuestras necesidades. También contribuye directamente a este propósito valorar la importancia de tener ese sabor y esa calidad en nuestra mesa y su papel en el cuidado de nuestro territorio. La vía más lógica para hacer esto consiste en diferenciar los tipos de carne según su producción, incluyendo en la etiqueta las condiciones de vida del animal: si fue criado en libertad, si se alimentó a base de pasto, si nació en su explotación y mamó leche materna, si se sacrificó localmente... en fin, una diferenciación clara y sencilla que permita a los consumidores elegir libremente. Y que permita a los ganaderos y ganaderas hacer lo que mejor saben, producir con calidad, aprovechar las condiciones de su territorio, enriquecer la carne con su saber hacer y permitir, como sucede en el vino o los quesos, que el espíritu de sus productores impregne de cultura y de saber hacer la porción que finalmente nos llevemos a la boca. La mejor vía para reducir, y mejorar, el consumo global de carne es nuestro propio compromiso con sus productores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario