DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - LOS VIRUS Y LAS VIRAS ,. / Las rutas Capone - Un nuevo paso en Oriente Próximo,. / Un país mágico - El pueblo que no pudo ser ,. / Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - Ángel León: «Saber que hemos pasado el virus y estamos controlados dará confianza a la gente»,. / Documentos TV - La fiebre de la soja,.
TITULO:
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - LOS VIRUS Y LAS VIRAS ,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - LOS VIRUS Y LAS VIRAS ,. ,
fotos,.
LOS VIRUS Y LAS VIRAS,.
Hoy, lo lógico habría sido hablar de Messi, pero de Messi se ha
escrito en esta semana más que de cualquier premio Nobel en toda su
vida, dónde va a parar. Ahora resulta que, así como existen periodistas a
los que presentan como "experto/a en Casa Real" -qué vergüenza me
daría-, existe, asimismo, la subespecialidad Messiánica.
Descartado Messi, no hubiera sido mal día para hablar de los memos,
cretinos, idiotas, majaderos, imbéciles que, coincidiendo con el
trigésimo aniversario de la tragedia de Puerto Hurraco, siguen hablando
de la "España negra", cuando no "profunda", como si nuestra tierra no
estuviese habitada mayoritariamente por gentes sencillas, amables y
pacíficas. So ignorantes: entonces, el atentado de Hipercor, o el de la
casa-cuartel de Vich, o el de la plaza de la República Dominicana, de
dónde salieron: ¿de la "España blanca", o tal vez de la "España
multicolor"? Con los vascos que apoyaron la vesania etarra nunca os
atrevisteis, hatajo de cobardes.
Tampoco hubiese sido mal momento para hablar de los comunicadores,
informadores, articulistas, que se regodean en restregarnos a cada
momento las graves heridas que la pandemia va a dejar en la economía,
como si los demás fuésemos gilipollas, que necesitamos que nos digan lo
que estamos viendo. Lo raro es, profetas de las desgracias que sois, que
no lo acompañéis de un próximo y gordo meteorito o de una plaga de
langostas, como las bíblicas de Egipto, país de donde procede ese otro
virus. ¿Quid prodes, insensatos?
Asimismo, la ocasión habría sido propicia para glosar el lamentable
comportamiento de un par de jóvenes trabajadoras de una residencia de
mayores, que se mofaron y rieron de una anciana, y no conformes, van y
cuelgan la grabación en la red. Jesucristo lo dijo muy clarito respecto
de los niños: "Ay de aquél que escandalizare a uno de estos pequeñuelos.
Más le valiera no haber nacido", y la piedra de molino al cuello y tal.
Pero se le pasó decir lo propio acerca de los ancianos, ay. Tal vez
porque en aquel tiempo todos los ancianos eran patriarcas y matriarcas.
Al final, con tantos asuntos, me he quedado sin tiempo parar
hablarles de lo que en realidad pretendía, a saber: de la última homilía
de Pedro Pablo, que por culpa de mi mujer, hube de tragarme enterita,
de viaje que íbamos: "Deja que nos enteremos". Si no dijo quinientas
veces "los presidentes y presidentas de las comunidades autónomas", no
dijo ninguna. Finiquitada que fuera la breve paliza monclovita, minutos
después habla el lehendakari: "un virus que está entre nosotros y
nosotras" (sic), lo juro. Pues bien, aprovechando la inercia de la
batalla emprendida por los guerrilleros lingüísticos, declaro mi
absoluto desacuerdo con que el bicho más dañino que hemos conocido sea
del género masculino (las bacterias son unas benditas). Exijo, por
tanto, que de ahora en adelante se diga siempre el virus y la vira. Y si
no, el neutro: lo virus.
TITULO: Las rutas Capone - Un nuevo paso en Oriente Próximo,.
Un nuevo paso en Oriente Próximo,.
foto / El
pasado 13 de agosto, Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU)
anunciaron un acuerdo para normalizar las relaciones diplomáticas a
cambio de que Israel suspendiera un controvertido plan para anexionarse
varios territorios de la Cisjordania ocupada. Este acuerdo hace de los
Emiratos el tercer país árabe que normaliza sus relaciones con Israel,
después de Egipto y Jordania. Finalmente, ayer, el emir de Abu Dabi y
presidente de los Emiratos, Khalifa bin Zayed Al Nahyan, levantó por
decreto el boicot a Israel establecido por una ley de 1972 y eliminó por
tanto las sanciones derivadas de la violación de esta ley, como un paso
más para consolidar la plenitud de las relaciones. Hay indicios de que
otros Estados árabes de la zona podrían seguir los pasos emiratíes, que
pueden verse favorecidos con acuerdos militares con Washington. Este
acercamiento, bueno para Israel y fraguado por Donald Trump, contribuye a
debilitar el criterio que regía hasta ahora de que la paz entre el
Estado hebreo y los países árabes llegará cuando sean reconocidos los
derechos de los palestinos y, concretamente, se les dote de un Estado
soberano en armoniosa convivencia con Israel.
TITULO: Un país mágico - El pueblo que no pudo ser ,.
El sabado -5- Septiembre a las 18:30 por La 2, foto,.
El pueblo que no pudo ser,.
Una barca es empujada hacia el mar en el poblado de las Salinas del Cabo de Gata (Almería).
Salinas el poblado que se levanta en medio del parque natural del Cabo de Gata (Almería),.
Parece
que toda la península confinada se hubiera puesto de acuerdo para venir
a tomar el baño en esta playa. Y toda la costa, a ambos lados de la
carretera, es una letanía de vehículos aparcados de aquella manera. Por
los caminos abundan las bicis con trabajadores de chalecos
fosforescentes, marroquíes que se pierden luego entre la nube de
plásticos que rodea el parque natural, ese espacio en el que se rodaron
tantas películas y en el que los habitantes del poblado de Salinas viven
en un tiempo detenido, desde que en 1987 un decreto les convirtió en
vecinos de un parque natural. Tres calles, una iglesia y poco más de una
veintena de humildes casas de una planta. Una carretera y el mar.
Diego
Sánchez anda arreglando unas redes a la sombra de un cobertizo
multiusos repleto de cacharros. Busco cobijo a su lado. Fuera el sol
pega duro. Tengo la esperanza de que sea pescador, pero enseguida me
priva de mis ilusiones, arregla los aparejos porque se los ha dado un
vecino, por puro entretenimiento, no porque los use para pescar, que
ahora está prohibido, salvo con caña. Sacan calamares, pulpos, besugos.
Dice que hay bastante, «pero de la red nada, ahora no es como antes,
enseguida viene la Guardia Civil y te echa el guante». Nació aquí, en
1951, y ya se jubiló después de trabajar 42 años en unas salinas cuya
historia se remonta a los romanos, pasa por el Reino de Granada y llega
hasta el año 1872 en que pasan a ser de una sociedad francesa que perdió
en ellas más de un millón de francos. Cosas que a Diego ni le van ni le
vienen, porque la parte que le afecta arranca en el año 1904, cuando se
comienza la construcción del poblado, que también tenía, y tiene, una
iglesia. Eso fue en 1907 y los descendientes de aquellas familias viven
en ese puñado de casas, aunque pocos lo hacen todo el año. Una mezcla de
limbo y paraíso, porque en las salinas ya solo trabajan dos empleados
fijos y uno temporal; pero las viviendas, que pertenecían a la empresa,
van pasando de padres a hijos en usufructo. Y bien que se está en ellas,
en un lugar virgen. Aunque se queja Diego de que este año, será por el
coronavirus, es el que más turistas han llegado, «a las ocho o las nueve
de la mañana ya empiezan a aparcar coches». Tengo que gritar un poco
para que me escuche y comienza las respuestas con un cierto retraso,
casi cuando ya voy a decirle otra cosa. Nada nuevo salvo lo dicho, que
como aquí no se está en ninguna parte y eso que le mandaron, siempre por
lo de la sal, a Barcelona, Torrevieja, Cádiz y Francia.
Hay
puertas blancas y otras azules en este insólito decorado. Bañadores que
cuelgan al sol, críos que corren lanzando agua con pistolas y otros que
empujan la barca de los pescadores. Dani, Mario, Javi, David, Enrique.
Comienzan a decir los nombres todos a la vez. Cuentan que se pasan el
día jugando, por la noche hacen un poco la puñeta a los abuelos que
salen a tomar la fresca, en la playa, o dando un paseo en la barca. Dani
saca el móvil y me enseña la foto de un lugar que, según él, es el más
hermoso de la zona, el arrecife de las Sirenas. Habla de este lugar con
la pericia de un guía turístico. Otro vecino, Moisés, que luce un
bronceado espectacular, se asoma a la puerta y manda callar a un pequeño
perro que se pone nervioso al verme. Lo mismo le pasa al gato, que
salta por la ventana y se tumba en la sombra más cercana. Su familia,
como la de todos aquí, vive en la casa que fue de su abuelo. Él, que
andará por los cuarenta y tantos, se queda todo el año. Y aunque la sal
tiene la culpa de las vidas atadas a este lugar ya es sólo un telón de
fondo, un espejo blanquecino que se confunde con la reverberación de la
luz, un argumento para cineastas y fotógrafos.
Todo un plató
Salinas se ha convertido en un plató. Algunos de sus rincones
son fondos recurrentes para reportajes de bodas, comuniones o sesiones
de moda. Josefa Ropero, que tiene 87 y vive aquí todo el año, sabe de
esos éxitos paisajísticos. Por su casa han pasado actores y técnicos de
películas como 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'. Se ríe, «oye, que
yo me pensaba que eran unos que trabajaban y eran los protagonistas y
estaban aquí donde estás tú dándome conversación». Paco, su hijo, se
queja del descontrol turístico. Que, a fin de cuentas, esto es un parque
natural y no puede estar invadido de cualquier manera por miles de
automóviles y autocaravanas. Eso cree. Y luego está, explica, «que todo
el mundo quiere venir a esta iglesia a casarse, hay una lista de espera
de años, aunque ahora con lo del coronavirus ha decaído un poco».
El
sol empieza a caer. Un imponente Mercedes, de esos de señor que triunfa
en la vida, trata de salir del banco de arena que le ha servido de
aparcamiento. Van muchos, una familia como Dios manda. Estoy sentado en
una piedra tomándome lo que queda de una botella de Sprite, caliente
como la superficie de Mercurio, que he pillado en alguna gasolinera.
Pienso en el triste paisaje de tanto vehículo mientras el hombre arranca
y con cada acelerón, en su vehemencia de propietario de cochazo de alta
gama, sólo logra enterrarlo más en la arena. Bajan todos, uno que
parece cuñado o yerno encuentra una madera pero ni por esas; pasa el
tiempo, sudan, perjuran, prueba tú, pruebo yo. Hasta que una mujer, por
la edad diríase la esposa del conductor, extrae de su capazo una toalla
con el escudo del Barça, que enrolla en forma de tronco antes de
colocarla bajo una de las ruedas traseras del vehículo, y con la ayuda
de parte del público congregado para observar el espectáculo, logra que
el automóvil salga de la trampa playera. No sé si eso significa algo,
porque si de algo está llena la vida es de momentos absurdos. Luego, al
encender la radio del coche, dice el locutor que Messi se va. La toalla
fue un presagio. Me acuerdo de Josefa, sentada en la puerta de su casa,
contando anécdotas sobre los rodajes de las películas. Y explicando los
cambios del viento, que lo mismo te sopla el poniente que el levante. Me
gustaría contarle lo del Mercedes, a veces tienen que venir grúas a
salvar a los turistas. Pero otra vez será, cuando el paisaje esté
despejado y se escuche, a lo lejos, el runrún de las máquinas cargando
la sal.
En este paraíso tan difícil de compartir con los extraños.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo-6- Septiembre a las19:00 por La 2 , fotos,.
Nacho Dean: «La gran aventura es construir el futuro»,.
Nacho Dean, caminante y nadador en favor de la salvaguarda del planeta.
Rebelde
con causa, este aventurero ha recorrido el mundo a pie y enlazado a
nado sus continentes / Ha conocido la bondad y la maldad, pero no ha
perdido su confianza en el género humano.
Comparte
apellido con James Dean, pero Nacho Dean (Málaga, 1980) es un rebelde
con causa. Caminante y nadador, ha recorrido de punta a cabo nuestro
maltrecho planeta. Cree que la gran aventura es conocerse y construir un
futuro mejor para todos. Le robaron, esquivó machetazos y casi acaba en
la cárcel, pero tras circundar el mudo a pie, este tenaz andarín no ha
perdido un ápice de su confianza en el género humano. –¿Cómo se convirtió en el hombre que camina?
–En
un proceso de muchos años. Me gustaban el viaje y la aventura. Había
hecho rutas como la Transpirenaica, del Cabo de Creus a Irún, variantes
del Camino de Santiago, y recorrido parte del Círculo Polar Ártico en
Laponia. En esas travesías me sentía fenomenal caminando y me dije que
por qué no soñar a lo grande y dar la vuelta al mundo a pie. Necesité
dos años para decidirme. No fue fácil. Dejé todo: casa, trabajo,
familia, y amigos. Tardé nueve meses con los preparativos: visados,
vacunas, redes sociales, patrocinadores.... –¿El primer paso?
–El
21 de marzo de 2013 desde el kilómetro cero de la Puerta de Sol de
Madrid. En una caminata de tres años recorrí cuatro continentes, 31
países y 33.000 kilómetros para documentar el cambio climático. –¿Qué le enseñó el viaje?
–Que
el planeta no es tan grande como creemos –razón de más para cuidarlo–, y
que el ser humano merece la pena. Atravesé países de todo tipo de
etnias, idiomas, ideologías y religiones. En todos sus gentes me
tendieron la mano, me abrieron sus casas y me sentaron a su mesa como
uno más de la familia. Caminar es el medio más lento y expuesto de
viajar. Si la humanidad fuera mala, mi viaje hubiera sido imposible. No
habría llegado ni a Francia. –También las pasó canutas.
–Sí.
Hubo momentos muy complicados, más allá de atravesar un desierto y
ascender una montaña buscando tu límite. Me pilló un atentado terrorista
en Daca, capital de Bangladés. Cinco tipos me asaltaron en el puerto
del Callao, en Lima. Los miembros de las maras lo intentaron con
machetes en El Salvador. Contraje la fiebre chikungunya en Chiapas y
estuve a punto de acabar en prisión acusado de espía por tomar fotos en
la frontera entre Armenia e Irán. –¿Perdió la fe en el ser humano?
–Todo
lo contrario. Son hechos puntuales en tres años. La balanza se inclina
claramente hacia el lado bueno. No pierdo ni la confianza ni la
esperanza en mis semejantes. –¿Qué es la aventura?
–La
vida. Es la gran aventura, que en su significado más puro y literal es
adentrarte en lo desconocido; en el futuro, que lo es por definición.
Todos tenemos un gen explorador en nuestro ADN. Conocernos y construir
ese futuro que queremos es la aventura definitiva. –¿Qué tenemos en común con un esquimal o un aborigen australiano?
–Depende
de dónde mires, pero somos muy parecidos. En el más acá somos
idénticos. Da igual dónde hayas nacido, tu idioma o tus creencias, todos
necesitamos alimento, salud y felicidad en compañía de los nuestros.
Luego está el más allá, el mundo de las ideas y lo intangible, donde
todos somos diferentes, discutimos creemos tener la verdad y rechazamos
lo diferente.
Dean en su travesía del desierto australiano. / R. C.–Además de caminante, es un nadador aguerrido.
–No
me quedó más remedio. En la vuelta al mundo a pie constaté el
deplorable estado de playas y litorales. Sentí la necesidad de iniciar
otra expedición para denunciar el crítico estado de los mares. No era
nadador. El primer día en la piscina no pasé de cuatro largos. Entrené
durante un año e hice más de 2.500 kilómetros. Uní nadando los cinco
continentes. Europa y África por el estrecho de Gibraltar. América y
Asia por el estrecho de Bering, con el agua a tres grados. Europa y Asia
en travesía Meis-Kas de Grecia a Turquía. Asia y Oceanía por el mar de
Bismarck, al norte de la isla de Papúa, y África con Asia nadando de
Egipto a Jordania en el Golfo de Áqaba. –¿Estamos a tiempo de salvar los océanos?
–Quiero
creer que sí. La salud de los mares es nuestra salud, pero vamos por
mal camino. Además de plástico y basura, rebosan vertidos químicos.
Creemos que el pulmón del planeta es el Amazonas, pero el mar es el
mayor emisor de oxígeno y el que más CO2 captura. Tanto, a causa de la
acción humana, que el agua se acidifica, blanquea y mata a los corales e
impide a los crustáceos fabricar sus conchas. Acaba con la
biodiversidad con ayuda de la sobrexplotación pesquera. –Acabó hablando con su carrito de trekking. ¿La soledad enloquece?
–Casi.
En Australia bauticé a mi carro de material como Jimmy águila libre, y
hablé mucho con él. Caminé más de 4000 kilómetros por el desierto, entre
Darwin y Sídney. Pasaron semanas sin ver ni hablar con nadie. Hablas
contigo, te inventas papeles en películas, das discursos, pones en orden
el mundo y añoras a los tuyos. A veces te cuentas chistes. –¿Se ve caminando por Marte o por la Luna? Y no es broma.
–No
me importaría. Pero no todo el mundo tiene la fortuna y la capacidad y
la formación que exige ser astronauta. Preparo una expedición navegando a
vela por la sostenibilidad de los océanos. Si puedo, sería otra la
vuelta al mundo. –¿Come de todo?
–Sí. No
me puedo permitir rechazar alimentos que me ofrecen en cualquier rincón
del mundo. La base de mi dieta es la fruta y la verdura, pero como
pescado y carne. –¿Se gana la vida con sus aventuras?
–He
conseguido hacer de mi pasión mi profesión. Vivo de la divulgación de
mis expediciones. De libros como 'Libre y salvaje' sobre la vuelta al
mundo a pie, y 'La llamada del océano', que publiqué en junio, sobre el
desafío a nado para unir los cinco continentes. Doy conferencias y
charlas.
TITULO: Un trío en la cocina - Ángel León: «Saber que hemos pasado el virus y estamos controlados dará confianza a la gente» ,.
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Ángel León: «Saber que hemos pasado el virus y estamos controlados dará confianza a la gente»,.
Ángel León.
Aponiente
reabre hoy sus puertas tras nueve días cerrado por 4 positivos en su
plantilla. «Las pérdidas son incalculables pero lo importante es la
salud»,.
Le
ha tocado navegar la semana más complicada del verano más atípico de la
Historia, pero afortunadamente el Chef del Mar ha conseguido llevar a
su tripulación a buen puerto. Cuando el 22 de agosto Ángel León
anunciaba que cerraba Aponiente al detectar varios positivos por
Covid-19 entre su plantilla un escalofrío recorrió la profesión. 'Le
podía haber pasado a cualquiera', era el sentir general, pero en un
gremio que ha sufrido los efectos del confinamiento como ningún otro la
sola idea de tener que volver a cerrar quita el sueño. Tras nueve días
de confinamiento y ver esfumarse la última semana de agosto, hoy el tres
estrellas Michelin gaditano vuelve a abrir sus puertas con energías
renovadas y -tras el test al que se sometió ayer toda la plantilla-
totalmente libre de coronavirus. - ¿Cómo estaba yendo este atípico verano de 2020?
Ha
sido el verano más 'heavy' de mi vida. Nunca habíamos tenido en
Aponiente una lista de espera de 870 personas como hemos llegado a tener
estos meses, ni cuando conseguí las tres estrellas Michelin. Nos
pasamos el confinamiento oyendo a la gente decir que este negocio se iba
al garete y fíjate.- ¿De dónde ha salido esa clientela? ¿No se ha notado la falta de extranjeros?
100% Ibérico. Toledo, Almería, Huelva, Granada, Guipuzkoa, Cantabria, La Mancha… toda España ha pasado por aquí.- Cuando en pleno agosto y con ese ritmo de trabajo se ve obligado a cerrar, ¿qué se le pasa por la cabeza?
Si
te soy sincero siempre pensé que esto podía ocurrir. Yo entendí que el
nivel de pandemia en España era lo suficientemente gordo como para que
hubiera gente en mi casa contaminada. Decidimos voluntariamente hacer
PCRs a todos y nos llevamos la sorpresa de que de una plantilla de 60
personas había tres asintomáticos y una persona que tenía el virus pero
que no lo había desarrollado y que luego estuvo tres días con 37,5.
«Nos pasamos el confinamiento oyendo que la hostelería se iba al garete y hemos tenido más de 800 personas en lista de espera»
Ángel león
- Aponiente cuenta con más medidas de seguridad de las que exige la normativa vigente, ¿qué ha pasado?
Nosotros
tenemos un protocolo que hicimos con un laboratorio privado. La
plantilla come por sectores -camareros, cocineros, sumilleres,
administración-, hemos seccionado los vestuarios por horarios… Hemos
llevado una gestión bastante estricta pero luego está la vida de cada
uno y eso es incontrolable. ¿Cómo controlas a chavales con 19 o 20 años
en El Puerto de Santa María en verano?- ¿Qué consecuencias ha tenido cerrar estos 9 días?
Sobre
todo económicas, pero en este caso está por encima de todo la salud. La
gente de administración se echaba las manos a la cabeza pensando en lo
que vamos a perder, pero lo importante es que estemos bien y que
nuestros clientes estén bien. Si no nos llegamos a dar cuenta nos
hubiéramos encontrado en unos días con media plantilla infectada y
siendo un foco de contagio, eso si hubiera sido un drama.- Hay otros compañeros viviendo situaciones similares y el miedo sobrevuela toda la profesión, ¿qué les diría a sus colegas?
Yo
les diría que dentro de lo malo, esto supone limpiar la casa y empezar
de cero. Nosotros ayer hicimos los PCR a todo el mundo que se
incorporaba, todo el mundo ha dado negativo y hoy empezamos limpios,
como una nueva oportunidad. Ahora vamos a hacer test semanales. Es una
ruina, casi 130 pavos por cada analítica, pero prefiero controlar el
barco y darle seguridad a mi equipo.- Este es un negocio
muy sensible a la percepción de seguridad por parte de los clientes,
¿crees que haber pasado el coronavirus lo estigmatiza o lo refuerza?
No
lo sé. Yo creo que lo más importante en esta situación es ser
transparente, nosotros lo hemos sido para lo malo y para lo bueno. Creo
que saber que estamos examinados y que nos controlamos le dará confianza
al cliente, que sabe que al menos a día de hoy ya estamos libres de
Covid. - Hoy primer día después del cierre, ¿Cómo está el libro de reservas?
A
tope, las reservas se han reubicado y si todo sale bien vamos a hacer
un muy buen mes, mejor que el del año pasado y mejor que el del
anterior, casi 300 clientes más que en cualquier otro septiembre de
nuestra historia. Solo me puedo dar chocazos contra la pared y dar
gracias. - Este verano tan bueno, ¿será capaz de compensar los meses de confinamiento?
Ni
de coña, eso es imposible. Pero da igual, me alegro de que se haya
despejado el miedo que había en la profesión a que la gente no iba a
volver a los restaurantes. Afortunadamente está la gente loca por beber
vino y comer bien.
TITULO:
Documentos TV - La fiebre de la soja ,.
Martes 1 de Septiembre a las 00:00 horas en La 2, foto,.
Documentos TV - La fiebre de la soja,.
Como consecuencia del cambio climático y de la
superpoblación del planeta, el control de la producción de alimentos
como la soja, se ha concentrado en un puñado de corporaciones
alimentarias, que manejan el mercado global de la carne.
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