DESAYUNO CENA FIN SABADO - El abanico de un príncipe , fotos,.
El abanico de un príncipe,.
UNA DE las primeras referencias que existen sobre abanicos en España
está en el inventario del príncipe de Viana (siglo XV), amante de las
artes y considerado un adelantado a su tiempo. Inspirada en su figura,
la fotógrafa Marta Mengod
ha creado los abanicos Viana, una reinterpretación de este clásico de
los accesorios con menos varillas. Hechos a mano en su estudio de
Barcelona, el diseño consta de tres triángulos de tela montados sobre
cuatro varillas de madera y con una cinta de cuero para llevarlos
colgados de la muñeca. Además, cada pieza incluye una funda de tela para
guardarla. Con un precio de 55 euros, los de la foto —de la colección
primavera-verano— son el Tormina (azul) y el Marsala (rosa), pero hay muchos más modelos, en diversos tonos,
estampados florales e incluso con combinaciones tricolor. Y pueden
estar elaborados en lino, algodón, lana y hasta terciopelo en las
versiones de invierno.
TITULO: Viaje con nosotros - El huevo de colon telecinco - Vamos a oprimir nosotros,.
TITULO: Viaje con nosotros - El huevo de colon telecinco - Vamos a oprimir nosotros,.
- Viaje con nosotros,.
- Javier Gurruchaga lo presenta - Comenzó a emitirse el 26 de enero de 1988. Tenía una periodicidad semanal (martes) y se emitió hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. Ese día se emitió el programa titulado "La última cena", espacio promovido por Pilar Miró, por aquel entonces directora general de RTVE, en el que también participó Elton John y que no estuvo exento de polémica. Entre los personajes famosos que "viajaron" con Javier Gurruchaga estuvieron: Luis Antonio de Villena, Iñaki Perurena, Pedro Almodóvar, Chumy Chúmez, José Luis Coll, Ana Obregón, José Luis Garci, Inés Sastre, Joaquín Sabina y Sara Montiel. Gurruchaga ejercía de coguionista junto al colectivo Lo que yo te diga.
- El huevo de Colón,.
- Javier Gurruchaga lo presenta - Fue estrenado en Telecinco el 4 de julio de 1992, y se emitía los sábados a las diez de la noche. Era un programa de variedades que incluía actuaciones musicales, una sección de cámara oculta y varios juegos de habilidad en antena.3
- Vamos a oprimir nosotros,.
- En vista de que la RAE no se pliega a ninguna presión autoritaria, son numerosas las instituciones que intentan legislar y censurar por su cuenta,.
foto / NOS HARTAMOS de repetirlo todos sus miembros, del más veterano al más reciente: la Real Academia Española o RAE no manda ni impone nada; no obliga, prohíbe, castiga ni multa. No está facultada para hacerlo y además no quiere. Es probablemente la institución más liberal de cuantas hay en este país profundamente antiliberal. A lo sumo recomienda, orienta, aconseja, avisa de que tal o cual término son peyorativos o vulgares o despectivos. Indica simplemente lo que es correcto gramatical, sintáctica y ortográficamente, pero nadie se ve forzado a hablar ni a escribir según esa corrección, que ni siquiera dicta la propia RAE, sino el uso centenario de la lengua. Si no hay un mínimo acuerdo básico, no nos entenderíamos y el idioma se tornaría inservible. Aun así, cada cual es libre de decir y escribir lo que quiera y como quiera, de emplear el vocabulario que le plazca, desde el exquisito hasta el malsonante y soez. Eso no está penado todavía, por fortuna. Sin embargo, demasiada gente pretende lo contrario, que la RAE ejerza de policía, que censure el diccionario, que elimine palabras o acepciones, que añada otras a capricho de cada colectivo o individuo con ínfulas, que se dedique a una labor represiva. Como si tuviera capacidad o voluntad para ello; no las tiene en absoluto.
En vista, así pues, de que la RAE no se pliega a ninguna presión autoritaria, son numerosas las instituciones que intentan legislar y censurar y reprimir por su cuenta. Son conocidas, por ejemplo, las directrices que con frecuencia lanzan la Junta de Andalucía o Comisiones Obreras, y aun el Congreso, que decidió que los castellanohablantes teníamos que decir Girona, Lleida y A Coruña, aunque viniéramos llamando secularmente a esas ciudades Gerona, Lérida y La Coruña. Ninguna institución posee la menor autoridad para dictaminar nada —aún menos para imponer— en materia de lengua. Pero todas se la arrogan con intolerables intrusión y soberbia.
Ahora se ha ido aún más lejos, por parte de Ada Colau y su Ayuntamiento de Barcelona, que han impreso 62.000 ejemplares de una Guía de Comunicación Inclusiva para construir un mundo más igualitario (menudas pretensiones). Está destinada sobre todo a las empresas que aspiren a contratar o a concursar, a trabajar con dicho Ayuntamiento. El paso más lejos consiste en que aquí se obliga a tales empresas a utilizar los vocablos estúpidos y ridículos que se les han ocurrido a Colau y a su equipo. Y, si no se someten, se las castiga privándolas de oportunidades y beneficios. Eso sólo lo hacen las dictaduras más intransigentes: en el III Reich, si alguien saludaba con “Buenos días” o “Alabado sea Dios” (un religioso) en vez de con el preceptivo “Heil Hitler!”, se lo multaba o detenía por “desafecto”. Y una vez detenido en aquel régimen, uno podía acabar rápidamente en una fosa… Una de las órdenes más pintorescas de esta Guía de Colau es que se eviten términos como “demente”, “loco” o “trastornado”, así que no sé cómo decir que el panfleto en cuestión me parece obra de dementes, locos y trastornados. Según él, “no hay nadie normal, sino que todo el mundo es diferente”. No se debe decir “estoy depre” porque eso trivializa la depresión, sino “tengo el día triste”. Según él, “las razas no existen, el racismo sí”, que viene a ser tan estulto y —sí— trastornado como afirmar que “no existen los machos, el machismo sí”, o que “los sexos no, el sexismo sí”. Según él, el desdoblamiento hoy tan pelmazo (“los trabajadores y las trabajadoras”) también es “excluyente”, porque “excluimos a las personas que no se identifican como hombre o mujer”. No hay que hablar de “madres solteras”, pues puede resultar discriminatorio mencionar el estado civil “cuando la persona no tiene pareja”. “Abuelo, abuela” son inadmisibles como apelativos irónicos o cariñosos, ya que muchas “personas mayores” carecen de progenie. Y nada de “cambio de sexo”, eso se llama “operaciones de afirmación de género” (cuando en español “género” y “sexo” no son, o no solían ser, sinónimos). Olvídense de la milenaria pero “irrespetuosa” “hermafrodita”, de “minusválido”, “inválido”, “cojo”, “sordo”, “ciego” y hasta “invidente”. Todos esos son “personas con discapacidad física” o “con movilidad reducida” o “con ceguera”. Francamente, entre “ciego” y “con ceguera” veo la misma diferencia que entre “inteligente” y “con inteligencia”; claro que este último concepto le es desconocido a Colau, no la ha tocado jamás. Para ella y su equipo es insultante decir que uno “compra en un chino” o “en el paki”, y proponen algo tan inespecífico como “comprar en la tienda” (se han roto el cerebro). Ignoran que “moro” y “mauritano” (condenan la primera palabra y predican la segunda) significan exactamente lo mismo. Absténganse ustedes de espetarle a nadie “Que te den” e inclínense por el vetusto “A freír espárragos”; y nada de “mariconadas”, sino “tonterías” (otra vez rotos los sesos). Inaceptables “inmigrantes” y “emigrantes”, son todos “migrantes”, como las aves. La Guía es un inagotable y fascinante compendio de imbecilidades. Búsquenla y díganme si es obra de gente cuerda, tolerante, democrática, “igualitaria” y respetuosa de las libertades. El lema parece ser: “Si la RAE no oprime, que le den. Vamos a oprimir nosotros”.
TITULO: POLICÍAS EN ACCIÓN - Cae una banda georgiana que cometió 44 robos en viviendas de Badajoz, Cáceres, Don Benito y Almendralejo ,.
Cae una banda georgiana que cometió 44 robos en viviendas de Badajoz, Cáceres, Don Benito y Almendralejo,.
La mayoría de los robos se cometieron cuando los dueños se encontraban de vacaciones,.
La investigación, que comenzó a principios del mes de julio, ha sido dirigida por la brigada provincial de policía judicial de Badajoz y en la misma también han participado las unidades de policía judicial de Cáceres, Mérida, Almendralejo y Don Benito.
Del hecho se tuvo conocimiento a raíz de varias denuncias de propietarios que, en su gran mayoría, a su regreso de vacaciones comprobaban que si bien la cerradura de la puerta de entrada no presenta exteriormente ningún signo de forzamiento, una vez en el interior observaban como habían sido víctimas de un robo con fuerza.
En general, los efectos sustraídos en estos robos, denunciados en las comisarías de Badajoz, Cáceres, Don Benito y Almendralejo, han sido en su mayoría joyas y dinero, no llevándose nunca los delincuentes material informático o audiovisual.
Así, tras las investigaciones, los agentes pudieron localizar el domicilio en el que residían los presuntos responsables, por lo que llevaron a cabo numerosas vigilancias y seguimientos, en lo que comprobaron que se trataba de un grupo completamente organizado, formado por cuatro personas y que utilizaban dos vehículos, haciéndose pasar por turistas para dificultar la acción policial.
Tras esto, la mañana del pasado 31 de julio fueron localizados los implicados en Badajoz, concretamente en la calle Linares, por lo que los agentes les detuvieron «in fraganti» cuando intentaban acceder a uno de los domicilios con los útiles para la perpetración del ilícito penal, siendo acusados como presuntos responsables de los delitos de robo con fuerza en interior de domicilio, blanqueo de capitales y pertenencia grupo criminal organizado.
Además, en el operativo se ha llevado a cabo un registro domiciliario en la zona del pantano de Proserpina en Mérida y otro en un albergue de Carrascalejo, donde los presuntos responsables tenían su base y el punto desde el que partían para cometer los robos, por lo que los agentes intervinieron varios efectos sustraídos y previamente denunciados en las viviendas, como joyas y dinero en efectivo.
Tras el estudio de las imágenes de vídeo, del modus operandi y la toma de declaraciones a víctimas, se les imputan un total de 44 robos con fuerza en interior de domicilios, distribuidos entre las localidades citadas.
Los detenidos, cuatro varones de entre 31 y 44 años de edad y de nacionalidad georgiana, teniendo uno de ellos, antecedentes anteriores, han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial, ordenando ésta el ingreso en prisión de todos ellos.
TITULO: 3 RAZONES CON -El epicentro de la injusticia,.foto / Una película excepcional, Hamada, cuenta la vida de los jóvenes nacidos en los campamentos del éxodo saharaui y rompe el bloqueo informativo
ME LLEGA un interesante recado sobre la ética periodística: “Si una persona dice que llueve y otra dice que no, tu trabajo como periodista no es darle la razón a ambas. Es abrir la jodida ventana y ver si está lloviendo”. Lo agradezco. Pero busco el matiz. La verdad está, muchas veces, en lo que no puede verse. Hay ventanas que no pueden abrirse. Por ejemplo, hoy día, desde España, la ventana del Sáhara.
La primera vez que estuve allí, en la diáspora de Tinduf, me llamaron la atención aquellas construcciones de forma circular, no demasiado apartadas de las casas. Ruinas del futuro. Corrales de cabras levantados con chatarra. Los animales se acercaron. Husmeaban ansiosas por los huecos de la herrumbre. Busqué alrededor. No había nada, ni un troncho de nostalgia que ofrecerles. Pero las cabras, impacientes, estaban interesadas en algo. Lo único que yo llevaba conmigo era un periódico doblado bajo el brazo. Por probar, le ofrecí a la cabra más vanguardista un trozo de prensa. Lo disputaron. Lo relamían. Al principio, iba despacio, con mala conciencia. Pero las cabras devoraban las noticias con un entusiasmo que los lectores humanos habían perdido. Cómo saboreaban los grandes titulares. Y las páginas salmón de economía. Y la política internacional. Creo que disfrutaron mucho con los obituarios culturales. Es lo que tiene la cultura, que sabe mejor cuando está de pompas fúnebres.
Allí se quedó entero el periódico. Recuerdo aquel festín de las cabras, ahora que el Sáhara Occidental, la tierra ocupada por el Estado invasor marroquí, y también el territorio liberado en la hamada, ha desaparecido de los grandes medios informativos. Se lo han comido.
Voy a abrir la ventana a ver si tengo suerte y puedo contar lo que vi, lo que veo.
Lo primero es el golpe de calor.
Hay días en que el calor deambula como un asesino y solo puedes vivir mimetizado en sombra. De estar en el infierno, tendría que ir por una manta para abrigarme.
Tanta literatura de ciencia-ficción, y he aquí un planeta desconocido en el planeta Tierra. Si ahora mismo aterrizase allí una nave espacial de la Nasa, los tripulantes lo vivirían como una alucinación, donde la gente atesora sombra y habla sin parar del mar. Un niño, con el ingenio del Principito, señala con el índice: “¿El mar? ¡Está ahí al lado, hombre!”. Nunca lo ha visto, nunca se ha bañado en él. Entre el mar y el muchacho hay un muro infranqueable de 2.720 kilómetros de longitud. Pero él lo siente, al mar. Se ríe a carcajadas, y da una voltereta en la arena, jugando con las olas.
El pequeño planeta se posó en la hamada, que significa a la vez desierto y vacío. Laboriosamente, hicieron del deslugar un lugar de lugares. Reprodujeron en lo inhabitable la cartografía de una matria.
El Sáhara del Éxodo, ese planeta republicano de los campamentos de Tinduf, habitado al menos por 150.000 personas, familias con ciudadanía española según el censo de 1974, resiste desde hace 45 años. Resistió la persecución del invasor marroquí, los bombardeos de fósforo. Y resiste desde 1991, año en que se acordó la paz para la celebración de un referéndum, auspiciado por las Naciones Unidas, como derecho en el proceso de descolonización, y saboteado por el reino de Marruecos. Porque el Sáhara es uno de los escasos lugares no oficialmente descolonizados en el mundo. Oigan, bien, disculpen, perdonen, no me linchen, el Sáhara continúa siendo, según el derecho internacional, territorio bajo tutela española. Voy a reprimirme, no quiero dejar en ridículo a los aguerridos políticos que hablan del peligro “moro”. Pero ¿por qué no dicen nada de los españoles saharianos condenados a marchitarse en el epicentro de la injusticia?
Levanto la ventana y lo que veo es que ese epicentro de la injusticia es un vivero de esperanza. Pese al bloqueo informativo, esta temporada podemos ver un filme excepcional, Hamada, dirigido por un emigrante cineasta gallego, Eloy Domínguez, con producción sueca, que cuenta la vida de jóvenes nacidos en esa cartografía del éxodo, donde se levantaron escuelas, donde se aprende y estudian los idiomas hasanía y español. Lo admirable de este filme, el asombro que causa, es el humor. La protagonista es una muchacha saharaui que quiere aprender a conducir en un lugar donde no se va a ninguna parte. Y el protagonista, un joven que quiere ser combatiente, pero que emigra para ayudar a su madre gravemente enferma.
—¿Qué día es hoy?
—El mismo que ayer.
Es un diálogo que mantiene una pareja de muchachos saharauis en Hamada. Abro la ventana, decidme: ¿Es hoy el mismo día que ayer? ¿No hay nadie capaz de mover el calendario?,.
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