El programa de Jorge Fernández se estrenará antes de lo previsto.
foto / Hace unas semanas Antena 3 sorprendía con la primera promo de ‘El Juego de los anillos‘. Por sus características, parecía que el espacio se iba a emitir en una época de gran consumo, como podría ser el otoño, aunque finalmente llegará a las pantallas el próximo miércoles 7 de agosto.
En este concurso los protagonistas son tres parejas, varias preguntas proyectadas en una gran pantalla y un suculento premio en metálico. Parece sencillo, pero la cosa se complica cuando no sólo hay que saber la respuesta correcta, sino saber dónde se encuentra en la pantalla. Los concursantes deben responder a las preguntas situando un anillo sobre la pantalla en el lugar en el que creen que está la respuesta correcta. Para ellos deben medir sus conocimientos, pero también su lógica y su precisión. Y es que los anillos varían de tamaño según la ronda y en muchas ocasiones será tan pequeño que los concursantes necesitarán de una gran astucia.
De este modo, el concurso llega en sustitución de ‘Big Little Lies’ y se enfrentará a la serie ‘The Rookie’ en Telecinco, ‘Lazos de Sangre‘ en TVE, el cine de laSexta y lo que programa Cuatro en la noche del miércoles, ya que esta misma semana terminó la tercera temporada de ‘Fuera de Cobertura’.
TITULO: El Telediario La 1 -Protestas en Hong Kong,.
Protestas en Hong Kong,.
China eleva el tono contra los manifestantes de Hong Kong: "Quienes juegan con fuego perecerán por fuego",.
- "Esto tiene que parar", ha avisado el portavoz chino para la región, que no ha descartado el uso de la fuerza,.
- Más de 12.000 agentes antidisturbios han llegado a una ciudad vecina para un simulacro de disolución de protestas / foto,.
Un día después de los manifestantes lograran paralizar Hong Kong en una huelga general sin precedentes, China ha elevado el tono de sus advertencias contra los activistas,
que se han convertido en un grave desafío para el Gobierno de Pekín con
sus demandas de mayor democracia y autogobierno de la región autónoma,
y ha avisado que "quienes juegan con fuego perecerán por fuego".
Así lo ha señalado el portavoz del Consejo de Estado -el Ejecutivo chino- para los Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, en una rueda de prensa celebrada en Pekín en la que ha tratado de convencer a los manifestantes de que cesen en sus protestas, ya que, a su juicio, las acciones de los "radicales" han ido más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse.
En este sentido, a preguntas de los periodistas, no ha descartado el uso de la fuerza para resolver la situación: "No subestimen la determinación del Gobierno central de apoyar y salvaguardar Hong Kong", ha retado el portavoz.
En este sentido, Yang ha acusado a los manifestantes de creer que "sólo la violencia puede traer Justicia. Incluso han forzado a los residentes locales a participar en sus actos. Hay que parar esto ya y restaurar el orden y la ley. Pedimos a los residentes que digan 'no'. Si las protestas siguen, ¿quién creen que pagará la factura?".
En la rueda de prensa, también ha subrayado que Pekín mantiene ssu apoyo al Ejecutivo hongkonés liderado por Lam, al que ve "completamente capaz" de garantizar la seguridad y al que ha pedido "medidas", en lo que parecía un paso más para presionar e intimidar a los manifestantes.
"Esperamos que los hongkoneses apoyen a Lam, al Gobierno y a la ley, y que quienes perpetran estos actos sean llevados a la Justicia. No sólo la gente que protesta en primera línea, sino quienes están entre bastidores, les organizan y les apoyan", ha dejado caer el portavoz chino.
Aunque por el momento delegue la cuestión en las fuerzas de Hong Kong (donde el acuerdo de retrocesión firmado con Reino Unido en 1984 garantiza unas libertades para la excolonia británica que no existen en el resto del país), China ya ha dejado ver que podría intervenir si las protestas llegan a cuestionar su soberanía. La semana pasada, el Ejército difundió un vídeo que mostraba a sus soldados reprimiendo una revuelta en la ciudad, que volvió a manos chinas en 1997.
De hecho, este martes ha trascendido que más de 12.000 agentes antidisturbios chinos han llegado a la vecina localidad de Shenzhen para participar en un simulacro de disolución de protestas con vistas a la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, según ha anunciado el cuerpo policial en la red social Weibo.
Además, Pekín mantiene una guarnición de varios miles de soldados en Hong Kong y su comandante recordó la semana pasada que la ley le autoriza a intervenir para restablecer el orden si lo piden las autoridades locales. Un intervención que reavivaría el fantasma de Tiananmen, justo 30 años después de las matanzas que cercenaron las protestas en favor de la democracia en China, y que podría provocar una catástrofe financiera en una de las principales plazas bancarias del mundo.
Así lo ha señalado el portavoz del Consejo de Estado -el Ejecutivo chino- para los Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, en una rueda de prensa celebrada en Pekín en la que ha tratado de convencer a los manifestantes de que cesen en sus protestas, ya que, a su juicio, las acciones de los "radicales" han ido más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse.
“Esto se ha ido de las manos y hay que llevarlos a la Justicia“"Toda esa gente que toma a la Policía como objetivo o que prende fuego a comisarías está creando un gran daño a la sociedad [...]. Esto tiene que parar", ha recalcado."Tenemos que prestar atención a los extremistas que arrojaron la bandera nacional china al mar, desafiando la soberanía nacional y el principio de 'un país, dos sistemas'. Esto se ha ido de las manos y hay que llevarlos a la Justicia", ha reiterado Yang al hacer balance de la crisis en la excolonia británica.
En este sentido, a preguntas de los periodistas, no ha descartado el uso de la fuerza para resolver la situación: "No subestimen la determinación del Gobierno central de apoyar y salvaguardar Hong Kong", ha retado el portavoz.
Respaldo de Pekín al Gobierno autónomo
Es la advertencia más contundente de Pekín desde que en junio comenzaran las protestas, inicialmente contra una controvertida ley de extradición que, según denuncian los activistas, habría permitido a Pekín acceder a "fugitivos" refugiados en la ciudad. El texto ha sido ya suspendido, pero las reclamaciones ahora se han ampliado: los manifestantes exigen su eliminación definitiva y la dimisión de la gobernadora de la región autónoma, Carrie Lam, al tiempo que las concentraciones se vuelven más violentas.En este sentido, Yang ha acusado a los manifestantes de creer que "sólo la violencia puede traer Justicia. Incluso han forzado a los residentes locales a participar en sus actos. Hay que parar esto ya y restaurar el orden y la ley. Pedimos a los residentes que digan 'no'. Si las protestas siguen, ¿quién creen que pagará la factura?".
En la rueda de prensa, también ha subrayado que Pekín mantiene ssu apoyo al Ejecutivo hongkonés liderado por Lam, al que ve "completamente capaz" de garantizar la seguridad y al que ha pedido "medidas", en lo que parecía un paso más para presionar e intimidar a los manifestantes.
"Esperamos que los hongkoneses apoyen a Lam, al Gobierno y a la ley, y que quienes perpetran estos actos sean llevados a la Justicia. No sólo la gente que protesta en primera línea, sino quienes están entre bastidores, les organizan y les apoyan", ha dejado caer el portavoz chino.
La amenaza de la represión violenta
Así, Yang ha defendido que la Policía hongkonesa utilice "métodos firmes" para "traer el orden de vuelta", porque "los violentos están quebrando la ley. Vamos a salvaguardar el Estado de derecho y el principio de 'un país, dos sistemas'", ha prometido.Aunque por el momento delegue la cuestión en las fuerzas de Hong Kong (donde el acuerdo de retrocesión firmado con Reino Unido en 1984 garantiza unas libertades para la excolonia británica que no existen en el resto del país), China ya ha dejado ver que podría intervenir si las protestas llegan a cuestionar su soberanía. La semana pasada, el Ejército difundió un vídeo que mostraba a sus soldados reprimiendo una revuelta en la ciudad, que volvió a manos chinas en 1997.
De hecho, este martes ha trascendido que más de 12.000 agentes antidisturbios chinos han llegado a la vecina localidad de Shenzhen para participar en un simulacro de disolución de protestas con vistas a la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, según ha anunciado el cuerpo policial en la red social Weibo.
Además, Pekín mantiene una guarnición de varios miles de soldados en Hong Kong y su comandante recordó la semana pasada que la ley le autoriza a intervenir para restablecer el orden si lo piden las autoridades locales. Un intervención que reavivaría el fantasma de Tiananmen, justo 30 años después de las matanzas que cercenaron las protestas en favor de la democracia en China, y que podría provocar una catástrofe financiera en una de las principales plazas bancarias del mundo.
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