Documental -El origen de los continentes: Eurasia ,./ Días de cine clásico -'Cine - El puente sobre el río Kwai ,., Miercoles -5- Junio ,./ Un país para escucharlo - Un castillo en ruina como atractivo,.
TITULO: Documental -El origen de los continentes: Eurasia,.
La evidencia de la aparición de Europa tal y como la conocemos se
encuentra en el subsuelo de París, en los túneles de sus catacumbas.
Cuando la placa oceánica de la India colisionó con Asia, el océano Tetis
que atravesaba todo el continente eurasiático, se elevó convirtiéndose
en el Himalaya. ( foto),.
TITULO: Días de cine clásico -Cine - El puente sobre el río Kwai , Miercoles -5- Junio ,.
Este miércoles 5- Junio a las 22:00
en La 2 de TVE, foto,.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un grupo de prisioneros
británicos son obligados por los japoneses a construir un puente. Los
oficiales, capitaneados por su flemático coronel, se opondrán a toda
orden que viole la Convención de Ginebra sobre los derechos y las
condiciones de vida de los prisioneros de guerra.
TITULO: Un país para escucharlo -Un castillo en ruina como atractivo,.
Un país para escucharlo,.
Martes -4- Junio a las 23:00 horas en La 2, foto,.
Un castillo en ruina como atractivo,.
La región tiene casi cuatrocientas construcciones defensivas en desigual estado de conservación,.
Castillo de Belvís de Monroy, situado en pleno casco urbano.
El pasado Sábado Santo visitantes que eligieron Extremadura aparcaban en el pueblo cacereño de Gata, se colocaban su atuendo de senderista y enfilaban sus pasos hacia la Almenara,
una ruta en cuesta de más de dos horas que acaba en un viejo torreón de
vigilancia hecho con piedras que regala vistas estremecedoras de la
zona. La construcción está semiderruida, pero las indicaciones al
principio del pueblo, los paneles explicativos al final de la ruta y una
fuente a pocos metros facilitan la experiencia. A la bajada, los mismos
caminantes atestaban los bares de la plaza del pueblo, donde bebían
para reponerse del esfuerzo.
Con la última inversión que ha recibido el Castillo de Herrera del Duque
esta construcción se ha convertido en visitable, por lo que Extremadura
cuenta desde este año con una excusa más para adentrarse literalmente
en su patrimonio, entender su pasado con otra perspectiva y de paso dar
un empujoncito a la economía local.
Se trata de un castillo
cristiano medieval palaciego de planta diagonal. En este caso los
trabajos han consistido, a grandes rasgos, en una actuación sobre su
torre del homenaje y otras estancias ruinosas, la segunda obra de mejora
desde que en 2009 pasara a manos municipales tras comprárselo a un
particular que lo adquirió anteriormente en una subasta del Estado.
Antes de esta última obra, que se inauguró con un vistoso concierto del
grupo Acetre, en el año 2012 ya se adecuaron los accesos para que los
vehículos llegaran hasta el mirador natural que precede al castillo.
Calle Corredera de Alconchel con su castillo al fondo en lo alto.
Según el alcalde de Herrera del Duque, Saturnino Alcázar,
el castillo estaba abocado a convertirse en ruina, y entre las dos
opciones que tenía el municipio, darle la espalda o apostar por él
optaron por lo segundo. Sumando las dos últimas inversiones el castillo
se ha llevado en torno a 165.000 euros hasta hacerlo seguro y visitable
hace ahora diez años. «Esta segunda intervención ha sido un impacto
total porque esta Semana Santa han pasado por él miles de personas».
En la frontera
Pero
el de Herrera del Duque es solo uno más de los cientos de castillos que
tiene una región que al quedar dividida por el Tajo y el Guadiana contó
durante siglos con límites naturales que debían ser vigilados. Otra
hilera de fortificaciones, ya más recientes, se extendieron a lo largo
de la frontera con Portugal, lo que constituye una dispersa red de
fortalezas extremeñas que no es fácil de mantener. Esto se debe tanto al
estado de unas construcciones por las que han pasado siglos como por su
inaccesibilidad en muchos casos, lo cual obedece a cuestiones de
estrategia defensiva.
Si en el año 2014 la Asociación Española de Amigos de los Castillos
cifraba en 332 las construcciones defensivas inventariadas en la
región, en la actualidad, cinco años después, la cifra ha subido a 383.
Puede resultar extraño, pero según explica Pablo Schnell,
de la junta directiva de la asociación mencionada, «un inventario de
patrimonio rara vez se puede dar por terminado y en nuestro caso al
tenerlo abierto al público por Internet los colaboradores siguen
aportando información, la cual recabamos principalmente por dos vías,
por Internet y a través de socios». Arturo Molina
es uno de los socios extremeños más activos de la Asociación Española
de Amigos de los Castillos. En su opinión, «el estado de los castillos
extremeños no está tan mal como nos pudiera parecer, salvando
excepciones».
Herrera del Duque ha sido la última población en invertir en su
castillo y su alcalde afirma que en Semana Santa se dispararon las
visitas
Según ha ido observando en los últimos cinco
años, serían destacables las intervenciones en castillos o murallas
como las de la Alcazaba de Badajoz, el mencionado castillo de Herrera
del Duque, el de Medellín, el de Puebla de Alcocer, el de Capilla, el
torreón de Puebla del Maestre, los castillos de Villagarcía de la Torre,
Magacela, Portezuelo, Zalamea de la Serena o Valencia del Ventoso y la
muralla de Jerez de los Caballeros. Además, prosigue Molina, en este
2019 se están realizando trabajos urgentes debido a su mal estado y para
mejorar las condiciones de visitas en los castillos de Reina,
Montánchez, Benquerencia de la Serena y Portezuelo.
Hay que saber
no obstante que la amplia definición de castillo explica unas cifras que
pueden sonar exageradas con 383 referencias en la región. Así, en 2012,
el Plan Nacional de Arquitectura Defensiva amplió el
concepto de 'castillo' a toda aquella construcción que incluyera
elementos defensivos, sin importar la época. Eso implicó añadir a la
lista desde castros prehistóricos a fortificaciones que datan de la
Guerra Civil o incluso masías, lo que disparó el número en el caso de
Cataluña.
Lo que más, del medievo
Aquí en Extremadura lo que más abunda es la época medieval.
Sin embargo, igual o más importante que el número es el estado de
conservación, una clasificación de la que también se ocupa la Asociación
Española de Amigos de los Castillos. Sus especialistas adjudican en
función de su conservación un estado u otro. Los epígrafes van desde
'muy bueno' en un extremo a 'desaparecido' en el otro, pasando por
'ruina consolidada', 'ruina progresiva'... 'recinto que conserva algunos
elementos' o 'vestigios'. En total, hay doce categorías en función de
su estado.
Muchas construcciones apenas se sostienen pero atraen visitantes debido a las vistas que ofrecen
En Extremadura hay que decir que, en
base a esta fuente, en los últimos cinco años han surgido diez nuevas
construcciones que han subido a la categoría de 'muy buen estado', una
buena noticia, si bien la mayoría de estas mejoras se han dado en
entornos urbanos. Se trata del hornabeque del Puente de Palmas y el
fuerte de San Cristóbal, ambos en Badajoz capital y el castillo de
Olivenza. En la provincia de Cáceres aparecen la Torre de Sande, el
Palacio del Trujillo que alberga los juzgados, el campanario de la
Catedral de Santa María, el Palacio Episcopal y el Palacio de Mirabel,
estos tres últimos en Plasencia, y en Cáceres capital la Torre de las
Pozas y la Casa fuerte de Las Veletas.
En el lado opuesto aparecen
vestigios o construcciones desaparecidas de las que solo se conservan
mapas de la época. Como ruina progresiva aparecen en la provincia de
Cáceres 50 referencias y 55 en la de Badajoz.
No hay inventario oficial
Las actualizaciones llegan a ráfagas pues no hay un protocolo estricto. Schnell, de la asociación española de Amigos de los Castillos, pone como ejemplo que cada vez que acude un congreso incorpora las novedades en rehabilitación que se han expuesto.
En
realidad, la lista anterior no es más que un inventario oficioso sobre
este tipo de construcciones, ya que de manera oficial no existen datos
ordenados científicamente. José Carlos Salcedo es arquitecto especialista en estructuras históricas. Además, pertenece al Grupo de Investigación de Construcciones Arquitectónicas (GICA) de la Universidad de Extremadura. Este equipo propuso en 2012 a la Junta de Extremadura hacer
un inventario de la arquitectura defensiva de la región, pero no obtuvo
respuesta. «Aquel inventario se haría no solo desde el punto de vista
histórico-artístico sino también de conservación», explica. Sin embargo,
apenas se sentaron las bases para su elaboración y el trabajo no se ha
concluido.
El Castillo de San Martín de Tevejo apenas se sostiene, pero es uno de los principales reclamos de la Sierra de Gata.
Según
explica, «en los inventarios oficiales existen imprecisiones en la
geolocalización de elementos y se detecta falta de información, porque
mientras hay profusión de datos históricos, se constata una carencia
generalizada de información gráfica. La estrecha relación existente
entre la arquitectura defensiva y el patrimonio natural en el que se
enclavan, aconseja la revisión de los planteamientos metodológicos
puesto que castillos y fortificaciones forman parte indisoluble del
paisaje histórico, especialmente en extensas áreas territoriales, como
Castilla, o Extremadura».
Por otro lado, prosigue Salcedo, su
equipo afinó el concepto de castillo excluyendo elementos prehistóricos o
del siglo XX. Sí recogen tanto las construcciones romanas como
medievales, ya fueran cristianas o musulmanas. Además, incluyeron
aquellas modernas como son las fortificaciones abaluartadas, las cuales
abundan en la zona fronteriza de La Raya, una lista que Salcedo conoce
bien porque la Unesco le encargó un trabajo sobre estas estructuras defensivas.
«Siempre hay un dueño»
La otra referencia para este inventario sería el coleccionable 'Castillos y Fortificaciones de Extremadura' que precisamente publicó por entregas el diario HOY, un trabajo que fue coordinado por Antonio Navareño,
profesor de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad de Extremadura y considerado el mayor experto de la
región en esta materia.
En general, José Carlos Salcedo opina que
ningún castillo debería entrar en ruina progresiva. «Algunos que están
abandonados es porque están totalmente aislados, pero siempre hay un
dueño porque se encuentran en una parcela con referencia catastral. Por
otro lado, la Administración tiene la obligación de evitar la ruina y
que ésta progrese, pero aquí se ha invertido demasiado en palacios de
congresos», critica este profesor de la UEx.
Castillo de Herrera del Duque durante una actuación tras su última rehabilitación. / Toni SemuanAún
así, este especialista sabe que estos bienes consumen mucho dinero. Sin
embargo, aclara que lo que se necesita no es reconstruir, como a veces
sugieren algunos alcaldes. «La mayoría de las veces basta con limpiarlo,
echar una capa de mortero en la zona superior para que el agua no se
filtre y hacer una pequeña obra para que la gente llegue hasta el lugar,
y eso no suele ser mucho dinero. Incluso muchas veces es suficiente con
iluminarlo y un ejemplo es Cáceres, cuyo centro histórico ha pegado un
cambiazo espectacular solamente con la iluminación».
De la misma opinión es Arturo Molina.
«Independientemente de los recursos económicos necesarios para la
conservación, otro punto importante que habría que incrementar es la
promoción y difusión de los castillos extremeños, algo que hoy día
resulta muy sencillo y consigue gran repercusión con el uso de las redes
sociales, la realidad aumentada, códigos QR en cartelería, etc. Incluso
un castillo en ruinas, bien promocionado, puede ser fuente de atractivo
turístico, tal como se hace en otras regiones os países cercanos, donde
se crean rutas temáticas que generan beneficios mediante entradas,
recuerdos, alojamientos o comidas en las zonas donde se asientan».
Expertos dicen que no hace falta una reconstrucción total, a veces basta mejorar el acceso e iluminarlos
Como Feria (Badajoz) o Montánchez
(Cáceres), por citar algunos ejemplos, otra localidad conocida por su
castillo es Alconchel, en la provincia pacense, todos ellos señas de
identidad en sus respectiva comarcas. Su alcalde, Óscar Díaz,
ya declaró en estas páginas que los castillos son muy caros de mantener
y hay que apostar por ellos. Díaz es arqueólogo y si bien el castillo
de su pueblo data del siglo XII la primera rehabilitación se produjo en
1984 para evitar que se cayera. Después ha habido más actuaciones y hoy
día es la seña de identidad de esta población de 1.900 habitantes.
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