foto - Raúl Entrerríos: "España siempre está entre los seis favoritos",.
El central asturiano cumplirá en febrero 38 años, y lleva 14 siendo uno de los cerebros de España. Es el capitán de los Hispanos, con 246 partidos internacionales.
De los campeones del Mundo de 2005 es usted el único que
sigue en la Selección. Año tras año tiene trabajo con España cada enero.
Desde aquel Mundial he faltado en dos ocasiones, en el primero de Valero Rivera, y en el de 2013 (por lesión). Es decir, me parece que es mi sexto Mundial. Y claro, si repasas todo eso, es un honor echar una mano y colaborar con España. Estoy contento.
Tras este Mundial seguramente usted será el tercer jugador español con más internacionalidades (lleva 246 encuentros con la Selección absoluta) en ese ranking dominado por los porteros.
Es una consecuencia del trabajo y la dedicación de todos estos años. No lo había pensado
Como capitán de la Selección, con la experiencia que tiene, ¿cómo cree que va a ser este Campeonato del Mundo para España?
Nosotros siempre nos presentamos con humildad pero con la intención de ser competitivos. Queremos ganar, y es evidente que estamos entre los seis o siete favoritos a estar en la pelea por las medallas. Siempre ha sido así, aunque luego la igualdad es tanta que te puedes quedar fuera.
¿Que España se presente como campeona de Europa les beneficia?
Creo que es una motivación más para los rivales, el ganarnos por ese título. Nosotros somos conscientes de lo que conseguimos, pero también que ahora empezamos de cero.
Tras pasar por tantos equipos de España, ¿qué le parece este?
Mantenemos el bloque de los últimos años, y nos hemos adaptado a lo que quiere de nosotros Jordi Ribera, que ha dado su toque personal al juego de España, pero es evidente que mantenemos nuestro estilo de tantos años. Y los jóvenes se han adaptado muy bien. No hay problema.
¿Y cómo es el estilo de España?
Nosotros nos basamos en el juego colectivo, en la estructura de grupo. Sabemos que no somos fìsicamente tan fuertes como otras selecciones, con lo cual nuestra manera de jugar no puede ser individual.
¿Cómo lo hace para ser un central puro que defiende en la zona central?
En el balonmano moderno, rápido y físico, la posición de central en muchos casos la está llevando un lateral con lanzamiento de nueve metros, por ejemplo. Yo me he ido adaptando a las exigencias del juego, tanto en la Selección como en el Barcelona.
¿Si España no acaba en el podio en este Mundial sería un fracaso?
Este Campeonato del Mundo es muy especial, y muy complicado. Se juega en dos países, al campeón le da la plaza olímpica, hay muchos candidatos de calidad... Pero hay más premios en juego por los que luchamos (plazas preolímpicas)..
De entrada, abren el Mundial ante uno de los rivales más flojos.
Todos los partidos son importantes y no podemos menospreciar a nadie. Bahréin no tiene el nombre de otras selecciones, pero debemos salir muy concentrados.
Desde aquel Mundial he faltado en dos ocasiones, en el primero de Valero Rivera, y en el de 2013 (por lesión). Es decir, me parece que es mi sexto Mundial. Y claro, si repasas todo eso, es un honor echar una mano y colaborar con España. Estoy contento.
Tras este Mundial seguramente usted será el tercer jugador español con más internacionalidades (lleva 246 encuentros con la Selección absoluta) en ese ranking dominado por los porteros.
Es una consecuencia del trabajo y la dedicación de todos estos años. No lo había pensado
Como capitán de la Selección, con la experiencia que tiene, ¿cómo cree que va a ser este Campeonato del Mundo para España?
Nosotros siempre nos presentamos con humildad pero con la intención de ser competitivos. Queremos ganar, y es evidente que estamos entre los seis o siete favoritos a estar en la pelea por las medallas. Siempre ha sido así, aunque luego la igualdad es tanta que te puedes quedar fuera.
¿Que España se presente como campeona de Europa les beneficia?
Creo que es una motivación más para los rivales, el ganarnos por ese título. Nosotros somos conscientes de lo que conseguimos, pero también que ahora empezamos de cero.
Tras pasar por tantos equipos de España, ¿qué le parece este?
Mantenemos el bloque de los últimos años, y nos hemos adaptado a lo que quiere de nosotros Jordi Ribera, que ha dado su toque personal al juego de España, pero es evidente que mantenemos nuestro estilo de tantos años. Y los jóvenes se han adaptado muy bien. No hay problema.
¿Y cómo es el estilo de España?
Nosotros nos basamos en el juego colectivo, en la estructura de grupo. Sabemos que no somos fìsicamente tan fuertes como otras selecciones, con lo cual nuestra manera de jugar no puede ser individual.
¿Cómo lo hace para ser un central puro que defiende en la zona central?
En el balonmano moderno, rápido y físico, la posición de central en muchos casos la está llevando un lateral con lanzamiento de nueve metros, por ejemplo. Yo me he ido adaptando a las exigencias del juego, tanto en la Selección como en el Barcelona.
¿Si España no acaba en el podio en este Mundial sería un fracaso?
Este Campeonato del Mundo es muy especial, y muy complicado. Se juega en dos países, al campeón le da la plaza olímpica, hay muchos candidatos de calidad... Pero hay más premios en juego por los que luchamos (plazas preolímpicas)..
De entrada, abren el Mundial ante uno de los rivales más flojos.
Todos los partidos son importantes y no podemos menospreciar a nadie. Bahréin no tiene el nombre de otras selecciones, pero debemos salir muy concentrados.
Debut ante Bahréin (20:30, TDP)
Bahréin pasa por ser el rival más flojo del grupo B en Múnich, que tampoco se presenta con grandes pretensiones en el Mundial. En la reunión matinal Jordi Ribera decidirá el descarte que aún debe hacer para el inicio de este campeonato.TITULO: Una Copa Vino -El nuevo proyecto gastronómico de Ferran Adrià en Italia,.
El nuevo proyecto gastronómico de Ferran Adrià en Italia,.
El restaurante Condividere, en Turín, es una nueva aventura gastronómica dentro de la trayectoria de Ferran Adrià, el mago de elBulli. En ese espacio, cuyo chef es Federico Zanasi, conviven el juego, la técnica y la tradición.( fotos ),.
En italiano, condividere significa “compartir”. También es el nombre de la aventura gastronómica emprendida en Turín por Ferran Adrià y la compañía de café Lavazza: una trattoria
contemporánea donde las recetas tradicionales italianas evolucionan con
equilibradas dosis de juego y técnica. La idea de Adrià es
“democratizar la alta cocina” con propuestas sabrosas e informales para
degustar en compañía y pasar un buen rato. El famoso chef de elBulli
deja claro, no obstante, que este “no es el restaurante de Ferran Adrià
en Italia, sino el restaurante de Federico Zanasi”, el cocinero que
lidera el establecimiento.
Con capacidad para 45 comensales, Condividere asemeja un escenario con reminiscencias cinematográficas y teatrales, diseñado por el oscarizado escenógrafo Dante Ferretti. El local presenta un aspecto industrial, como de antigua fábrica de café. Un telón de relojes con los husos horarios de los países donde se recolecta la materia prima de Lavazza delimita el ambiente de cocina salada y un coqueto teatro dulce al fondo se reserva para la sobremesa de postres y café.
Condividere luce un estilo kitsch elegante. “Es un lugar
onírico, parece el sueño de un artista un poco loco”, dice el chef
Federico Zanasi (Módena, 1975), quien ejecuta la gastronomía de este
restaurante turinés con un equipo de 20 profesionales. El espacio
despliega grafitis en las paredes, una gigantesca taza de café
deconstruida, mesas grandes… La cocina está abierta a la sala, con una
barra japonesa para sentarse frente al chef y un mural con
especialidades regionales y detalles decorativos que recuerdan a las
antiguas tabernas de Pompeya. Los menús impresos tienen una desenfadada
estética pop y se leen como un cómic. “Cada cual construye su menú
degustación con los platos de la carta, que es muy larga, con muchas
opciones”, explica Zanasi. “Es un lugar único a un precio competitivo”,
lo que se traduce en opciones de entre 60 y 90 euros por persona.
En el repertorio de platos se pueden encontrar preparaciones bullinianas como las esferas de aceituna, además de gofres de fainá (comida callejera piamontesa), el panecillo modenés tigella…
“Estas cosas no las quitaremos aunque vayamos variando la carta”,
apunta el cocinero italiano. “Y, por supuesto, no falta el buen aceite
de oliva y la pasta, sobre todo rellena, que es más fácil de compartir.
“Tenemos un puente ideal entre España e Italia que es el cerdo ibérico.
Lo servimos con garum romano y también hacemos un saltimboca
con distintos embutidos. Hay una secuencia italo-española”, relata
Zanasi. Su misión es dar vida a una gastronomía comprensible, platos de
autor para compartir entre varias personas, con juegos respetuosos de
ingredientes, evocadores de la memoria culinaria regional, tanto del
Piamonte (cuya capital es Turín) como de otras regiones italianas.
“Se puede comer de menú o platos sueltos con algún aperitivo. Hemos
hecho un trabajo profundo en torno a la pasta rellena. Tenemos pescado,
carne, verduras… Los proveedores son del Piamonte; un pescador de
Liguria nos trae un género muy bueno…”, cuenta el chef. “Condividere es
una propuesta jugosa, divertida. Empezar a comer los aperitivos con las
manos relaja, quita protocolo. La fórmula está gustando. Me dicen: ‘No
parece que estemos en Turín, parece que estamos en Barcelona o en
Londres’. Vienen tanto niños como gente mayor, se lo pasan muy bien. Es
una experiencia diferente. Ferran me decía: ‘Tú piensa qué te apetecería
comer en tu día libre y dónde querrías ir’. Hacemos cosas sencillas con
muy buena técnica y mucha calidad, usando ingredientes de temporada que
la gente reconoce cuando los come”.
“En Condividere se sirve una cocina italiana 100%: hemos hecho una investigación sobre su historia. Es un trabajo sobre la cocina regional, con todos los ingredientes que la caracterizan”, explican Zanasi y Adrià. La relación del chef de elBulli y Lavazza, que opera en 90 países, se inició en el año 2000. Numerosos experimentos con texturas, sabores, formas, tazas, utensilios y envases han ido saliendo de un laboratorio conectado entre Turín y Cala Montjoi: caviar de café, esferas de ámbar de café, capuccino en espuma, èspesso (café comestible), bizcocho esponja de café (hecho al microondas), Passion Me (un cóctel frío-caliente de fruta de la pasión y café)… La compañía cafetera está vinculada a la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Pollenzo, con la que imparte un Máster en Estudios del Café, y también ha colaborado en la elaboración de la Bullipedia, la enciclopedia del saber gastronómico impulsada por elBulliFoundation.
Dada la extensa relación con Ferran Adrià —18 años—, a la hora de
pensar en una asesoría, la elección de Giuseppe Lavazza, vicepresidente
del grupo cafetero, siempre estuvo clara. El cocinero catalán también
contó con la complicidad del fotógrafo y gastrónomo Bob Noto (fallecido
en 2017) para lanzar Condividere. Y en su recuerdo hay un homenaje en la
carta del restaurante: el plato Bob Noto, que combina el helado de
parmesano icónico de elBulli con hidromiel, el néctar de los dioses
según los antiguos romanos.
Para dominar esa fórmula hispano-italiana creada por el chef de elBulli junto con Lavazza, los negocios de hostelería de su hermano Albert Adrià (concentrados en Barcelona en elBarri, en el Paral·lel) han sido la inspiración y el entrenamiento de Federico Zanasi. “He trabajado con Albert Adrià en todos los restaurantes de elBarri y en el Heart de Ibiza para poder respirar bien el estilo”, recuerda Zanasi. “He hecho de todo: sala, cocina…, una visión general. Ferran siempre ha dicho que tenemos que conseguir ser una mezcla equilibrada entre Bodega 1900 (la vermutería con tapas de elBarri) y Tickets (local que representa la fantasía, el juego), todo ello traducido a la italiana: con técnica y divertimento y siempre excelencia. Para mí ha sido una gran oportunidad trabajar en España. Estoy contento, mi trayectoria anterior era clásica y ahora me siento más libre”, dice el modenés, que confiesa que “como dice Massimo Bottura [chef de Osteria Francescana], tengo vinagre balsámico en las venas y músculos de parmesano”.
“Sabor, historia italiana, creatividad” es lema del restaurante, que
quiere poner el acento en “la dimensión humana de la tradicional
hospitalidad mediterránea”. Pero aunque en Italia la comida es un
momento familiar y amistoso, “el hecho de compartir el plato no es
costumbre”, apunta el chef de Condividere. “No entiendo por qué la
restauración clásica en Italia no ha seguido el modelo familiar de
compartir. La restauración en España ha sido más visionaria. Y en
Francia ha triunfado el bistró. Espero que en el futuro cada vez haya
más trattorias modernas”, afirma el chef, que augura un movimiento progresivo de neotrattorias. “Ya están mis colegas en ello, trabajando muy bien el producto, actualizando recetas, sirviendo vinos naturales”.
De momento, el café no es un ingrediente de la cocina salada en Condividere. Sí es protagonista de la cocina dulce, de los postres y la sobremesa, donde se incentiva la convivencia a un ritmo pausado. Para ello, el restaurante cuenta con un espacio centrado en el ritual del café y en el valor de los postres. “Café, un momento de placer”, reza el neón de una de las fachadas del complejo Nuvola, el centro de gestión corporativa de Lavazza donde se ubica Condividere. Toda una declaración de principios.
En el centro de Turín (ciudad no solo de café, también capital
mundial del vermú), resalta la moderna estructura de Nuvola. Como
simboliza su nombre, es una nube arquitectónica de 30.000 metros
cuadrados proyectada por Dino Zucchi. En el barrio de Aurora, Nuvola
toca las vías de San Tommaso (donde instaló su pequeña tienda en 1895
Luigi Lavazza, el fundador de la marca) y de Bologna, por donde se
accede al edificio sostenible de las oficinas donde trabajan más de 600
empleados. El conjunto abarca una plaza abierta al público, con zonas
ajardinadas y arboladas, restos arqueológicos de una basílica
paleocristiana y espacios empresariales, culturales (un museo del café y
el Instituto de Artes Aplicadas y Diseño) y también de asueto, como un
bistró para empleados y público de la ciudad con cocina casera “de la
huerta a la mesa”. Y con la bandera gastronómica del “compartir como
estilo de vida” diseñada por Adrià.
Con capacidad para 45 comensales, Condividere asemeja un escenario con reminiscencias cinematográficas y teatrales, diseñado por el oscarizado escenógrafo Dante Ferretti. El local presenta un aspecto industrial, como de antigua fábrica de café. Un telón de relojes con los husos horarios de los países donde se recolecta la materia prima de Lavazza delimita el ambiente de cocina salada y un coqueto teatro dulce al fondo se reserva para la sobremesa de postres y café.
Con capacidad para 45 comensales, el local recuerda a un escenario cinematográfico o teatral
“En Condividere se sirve una cocina italiana 100%: hemos hecho una investigación sobre su historia. Es un trabajo sobre la cocina regional, con todos los ingredientes que la caracterizan”, explican Zanasi y Adrià. La relación del chef de elBulli y Lavazza, que opera en 90 países, se inició en el año 2000. Numerosos experimentos con texturas, sabores, formas, tazas, utensilios y envases han ido saliendo de un laboratorio conectado entre Turín y Cala Montjoi: caviar de café, esferas de ámbar de café, capuccino en espuma, èspesso (café comestible), bizcocho esponja de café (hecho al microondas), Passion Me (un cóctel frío-caliente de fruta de la pasión y café)… La compañía cafetera está vinculada a la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Pollenzo, con la que imparte un Máster en Estudios del Café, y también ha colaborado en la elaboración de la Bullipedia, la enciclopedia del saber gastronómico impulsada por elBulliFoundation.
Para dominar esa fórmula hispano-italiana creada por el chef de elBulli junto con Lavazza, los negocios de hostelería de su hermano Albert Adrià (concentrados en Barcelona en elBarri, en el Paral·lel) han sido la inspiración y el entrenamiento de Federico Zanasi. “He trabajado con Albert Adrià en todos los restaurantes de elBarri y en el Heart de Ibiza para poder respirar bien el estilo”, recuerda Zanasi. “He hecho de todo: sala, cocina…, una visión general. Ferran siempre ha dicho que tenemos que conseguir ser una mezcla equilibrada entre Bodega 1900 (la vermutería con tapas de elBarri) y Tickets (local que representa la fantasía, el juego), todo ello traducido a la italiana: con técnica y divertimento y siempre excelencia. Para mí ha sido una gran oportunidad trabajar en España. Estoy contento, mi trayectoria anterior era clásica y ahora me siento más libre”, dice el modenés, que confiesa que “como dice Massimo Bottura [chef de Osteria Francescana], tengo vinagre balsámico en las venas y músculos de parmesano”.
“Servimos una cocina italiana 100%: hemos hecho una investigación sobre su historia”, explican Zanasi y Adrià
De momento, el café no es un ingrediente de la cocina salada en Condividere. Sí es protagonista de la cocina dulce, de los postres y la sobremesa, donde se incentiva la convivencia a un ritmo pausado. Para ello, el restaurante cuenta con un espacio centrado en el ritual del café y en el valor de los postres. “Café, un momento de placer”, reza el neón de una de las fachadas del complejo Nuvola, el centro de gestión corporativa de Lavazza donde se ubica Condividere. Toda una declaración de principios.
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