DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - El AVE extremeño ya estaría acabado si se hubieran gastado los 2.560 millones presupuestados , fotos,.
El AVE extremeño ya estaría acabado si se hubieran gastado los 2.560 millones presupuestados,.
Adif gastó el pasado año el 52% de lo presupuestado para esta infraestructura | Entre 2006 y 2018 la dotación para la línea a su paso por Extremadura fue de 2.560 millones de euros y la inversión real ascendió a 1.470 millones,.
Los Presupuestos Generales del Estado no sólo recogen datos sobre la inversión prevista en el ejercicio, sino que también ofrecen información sobre lo realmente gastado en el año anterior. De esta forma se puede evaluar el grado de cumplimiento de unas cifras que suelen ser millonarias y que en la práctica no llegan a ejecutarse.
En el caso de 2018, los Presupuestos del Estado recogieron un notable aumento de la inversión en la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa a su paso por Extremadura, con una dotación de 261 millones, 78 más que en el año anterior. Se trataba de la mayor cifra desde 2010 y una muestra del renovado impulso que se pretendía dar a un proyecto que ya lleva diez años de obra.
Cuando Adif se hizo cargo del proyecto la previsión era terminarlo en 2011 y ahora se lleva al 2026
El gasto real no estuvo a la altura de lo
comprometido en las cuentas, aunque el impulso fue real. La ejecución el
pasado ejercicio fue inferior en porcentaje a la de 2017, pero la
cuantía fue superior con 135,7 millones frente a 109 millones. Y, sobre
todo, refleja el empuje concedido al proyecto después de que en 2016 se
gastaran 53,5 millones de una dotación de 200,7.La evolución del AVE extremeño en los Presupuestos Generales del Estado refleja los vaivenes que ha sufrido el proyecto desde que se puso en marcha a comienzos de la pasada década. Primero, en manos de Fomento, Adif asumió la ejecución de las obras tras la creación de este organismo público en 2005. Desde 2006 hay datos pormenorizados sobre dotación y gasto real.
El coste total estimado del AVE extremeño ha oscilado entre 1.300 y 3.500 millones de euros
En ese primer ejercicio apenas se
dispuso de 15,1 millones para la línea extremeña, de los que se gastaron
254.000 euros. En 2007 se contaba con 78 millones y se emplearon 13. A
partir de 2008, ejercicio en el que empezaron las obras, la dotación fue
en aumento. Llegó a 196 millones ese año, 350 en 2009 y 323 en 2010.
Sin embargo, la ejecución no creció, sino que se estancó en torno a 100
millones por anualidad.A pesar de que las obras no marchaban como se esperaba la inversión no creció, sino que empezó a bajar, con 243 millones en 2011 y 136 en 2012. Aunque mejoró la ejecución, con 165 millones en el primer caso y 136 en el segundo. Para entonces ya se notaban los efectos de la crisis y la paralización de inversiones en todo el país, a lo que se sumó la ralentización de la línea en el tramo portugués. Y llegaron los primeros cambios en el proyecto. El Gobierno reconoció que la alta velocidad extremeña avanzaba a baja velocidad y decidió, para aprovechar las obras ya realizadas, poner en marcha un tren de altas prestaciones entre Plasencia y Badajoz en vía única, sin electrificar y de ancho ibérico, con ramales de acceso a las estaciones convencionales. El compromiso era continuar posteriormente con el proyecto completo: doble vía electrificada de ancho internacional de Madrid a Badajoz y Lisboa. Y, en teoría, nuevas estaciones.
El aumento de la dotación en los dos últimos años invita a pensar que el impulso es definitivo
La previsión era contar con ese tren
rápido en 2015, lo que llevó a un aumento de la dotación en 2013 (175
millones), 2014 (198,9 millones) y 2015 (200,7 millones). También mejoró
la ejecución, que en el último ejercicio estuvo incluso por encima de
lo presupuestado y pasó de 225 millones de euros.Sin embargo, el proyecto no avanzaba como se esperaba y en 2016 se produjo otro parón. En este caso, la paralización de las obras se debió a desavenencias con las constructoras. Durante la crisis las adjudicaciones de obras se realizaron por un importe muy por debajo del precio de licitación, llegando en ocasiones a estar en torno al 50% del presupuesto. Esto, que también explica en parte los bajos índices de ejecución, tuvo sus consecuencias años después, cuando las empresas reclamaron más fondos alegando que había cuestiones que no estaban incluidas en los contratos.
Finalmente, se consiguió desbloquear la situación, lo que ha tenido su reflejo en el crecimiento de la dotación en 2017 y 2018. A esto se suma un nuevo cambio en el proyecto, con el compromiso de electrificar el corredor de Plasencia a Badajoz en 2020, y el inicio de los trabajos para completar la línea entre Plasencia y Talayuela, en el límite con Toledo. Esto ha llevado a incrementar en los dos últimos años la inversión prevista, aunque por el momento la ejecución no pasa del 60%.
En total, los Presupuestos del Estado han destinado al AVE extremeño algo más de 2.560 millones de euros entre 2006 y 2018. Si se suma la cifra consignada este año, casi 335 millones de euros, la cifra se acerca a 2.900 millones de euros. Sin embargo, la ejecución real entre 2006 y 2018 ha sido de 1.470 millones de euros, el 57,4%.
Plazos de ejecución
También hay que tener en cuenta que este tipo de proyectos, por su volumen y compleja tramitación, se arrastran año a año en los Presupuestos del Estado. Una constante que sucede en todo tipo de inversiones en todas las comunidades autónomas. Esto explica la diferencia entre lo previsto y lo ejecutado, porque en realidad el dinero consignado es el mismo, sólo que no se ha gastado. Y la consecuencia evidente es que la obra no parece llegar nunca a su fin.Así se reseña en las cuentas públicas, en las que, además de recoger los datos de inversión prevista y real, se indican el año de inicio y finalización del proyecto y el importe total. En el caso del AVE extremeño, el coste ha sufrido variaciones desde que se puso en marcha la obra.
En 2006 se contemplaba un gasto total de 1.134 millones de euros, pero sólo para el tramo Navalmoral de la Mata-Cáceres. En 2007 se mantuvo esa cifra y se cuantificó el tramo Cáceres-Mérida-Badajoz con 884 millones, lo que elevaba el total en la región a 2.018 millones.
Estos datos son sólo orientativos, como sucede con los plazos de puesta en servicio, y valen más los compromisos públicos de los distintos responsables políticos en los últimos años. Pero ofrecen información sobre los cambios que ha tenido el proyecto desde sus inicios.
En 2018 el coste total volvió a dispararse, hasta 2.330 millones de euros, 430 en la provincia de Badajoz y 1.900 en Cáceres. En los Presupuestos de 2019 esas cuantías crecen de nuevo en territorio pacense, hasta 637,5 millones, pero bajan en el cacereño, a 1.822 millones. Suman 2.460 millones de euros. Ya se podría haber terminado la obra si se hubiese gastado realmente lo recogido en las cuentas estatales entre 2006 y 2018, 2.560 millones.
Pero no sólo no se ha construido el AVE extremeño, sino que cada año que pasa se aplaza un año más su conclusión. En 2006 y 2007 la previsión era terminar las obras en 2011. En 2008 se llevó a 2012, en 2009 a 2013... Y así de forma sucesiva hasta 2015, en el que ya se hablaba de 2019. En 2016, en un alarde de optimismo, se rebajó a 2018, aunque probablemente se refería al proyecto del tren rápido de Plasencia a Badajoz. Y en 2017 se puso 2025, aunque tras las críticas realizadas desde la región se modificó para dejarlo en 2020.
Previsiones reales
En 2018 la previsión de finalización se retrasó a 2025, lo que evidenció que el cambio introducido el año anterior no se debió a ningún error, sino a las previsiones reales del Ministerio de Fomento. Eso sí, cabe pensar que ya no se limitaba al tramo Plasencia-Badajoz y que se planteaba de nuevo la ejecución completa del proyecto, algo que se ha hecho notar con la licitación de las obras entre Plasencia y Navalmoral de la Mata. Y en el proyecto de cuentas de este ejercicio hay un nuevo aplazamiento, hasta 2026.Este recorrido pone de manifiesto que de poco sirve la dotación presupuestaria si la ejecución no llega a niveles aceptables, con condicionantes como la paralización durante la crisis, la suspensión de las obras por las constructoras, la ralentización que se produce en año electoral y la lógica afección que tiene cualquier cambio de Gobierno. Pero también que el aumento de los fondos se ha visto acompañado por una mayor actividad. Aunque es cierto que las cuentas son sólo previsiones, no es menos cierto que, si no hay dinero consignado, difícilmente se pueden realizar las obras.
En conclusión, el incremento en las inversiones en los dos últimos ejercicios invita a pensar que esta vez el impulso ya es definitivo. Pero se mantiene la incógnita sobre el desarrollo de los trabajos en Portugal, lo que no compete a Fomento, y en Castilla-La Mancha, donde no se recoge inversión alguna para obras del AVE a Extremadura en 2019.
TITULO: Las rutas Capone - «A La Siberia se le empieza a prestar atención»,.
A La Siberia se le empieza a prestar atención,.
El antropólogo Javier Marcos elabora una investigación etnográfica sobre la comarca con testimonios de vecinos,.
La comarca de La Siberia, «una Extremadura dentro de Extremadura», como asevera el alcalde de Herrera del Duque, Saturnino Alcázar, aludiendo a una secular discriminación y falta de infraestructuras, se le empieza a poner cara de Las Hurdes. «La Administración empieza a prestarle atención a La Siberia como pasó con la comarca hurdana el siglo pasado, señala el antropólogo pacense Javier Marcos Arévalo, autor de un voluminoso trabajo de investigación de esa comarca pacense, cruce de caminos de cuatro provincias y noticia en los últimos tiempos por diversas iniciativas.Profesor del Departamento de Psicología y Antropología de la Universidad extremeña, autor de más de 20 libros, acaba de publicar 'La Siberia Extremeña en la voz de su gente (El etnógrafo y los informantes)'. Es el fruto del estudio de varias décadas, localizados en tres años específicos de investigación (uno de ellos trabajo de campo etnográfica), sobre las costumbres, la realidad social y demográfica o el valor patrimonial y ambiental de esa comarca en la que se integran diecisiete municipios.
«En realidad, no hay una única Siberia. Por un lado está la vinculada a los Montes de Toledo más directamente (Fuenlabrada, Helechosa...); de otro, la llana (Talarrubias, Casas de Don Pedro) y otra la de Siruela y pueblos próximos», matiza Marcos.
Entrevistas y análisis
El antropólogo ha plasmado en 600 páginas la investigación que, en bruto, le ha copado 1.000 folios y la transcripción de 42 cintas magnetofónicas de una hora tras la realización de 64 entrevistas a lo que se denominan informantes locales. Esto es, personas de la comarca que son o han sido referentes en algún aspecto. «En realidad, la autoría de 'La Siberia extremeña...' no es exclusivamente mía. Hay muchos coautores. El 60% del libro prácticamente son testimonios orales», comenta.Indica Javier Marcos que ha plasmado en este trabajo «las opiniones de las personas entrevistas pero también un análisis propio que sale de esas manifestaciones entrelazadas entre el científico, que observa y analiza, y el informante».
«Es un trabajo fundamentalmente cualitativo, resultado de la convivencia, presencia y observación sobre el terreno», especifica sobre un libro que pretende, desde la ciencia antropológica, contribuir a mejorar y profundizar en el conocimiento real de las formas de vida, así como al reconocimiento de una realidad desde la perspectiva de los actores sociales (la gente de la comarca) como desde la percepción del observador (el etnólogo).
Javier Marcos indica que La Siberia es un «ejemplo muy ajustado a la realidad, muy válido, de lo que ha ocurrido en el mundo rural en España en los últimos treinta o cuarenta años». Agrega que percibe «un debilitamiento de la cultura tradicional que existía en la zona, aparte de otros factores conocidos como puede ser el aislamiento, el envejecimiento, la falta de iniciativa privada o de buenas comunicaciones, aunque se haya mejorado desde que se desarrolló la autonomía».
Tampoco atisba una identidad comarcal tan marcada como sucede en otras zonas extremeñas. «La identidad se está fraguando desde hace poco tiempo y tiene que ver mucho con el impacto positivo creado en la comarca por la acción de la Diputación de Badajoz o la Junta de Extremadura», explica.
Con todo, para el antropólogo con esta comarca pacense está sucediendo lo mismo que con Las Hurdes en las décadas de los 60 a 80. «Ha captado la atención de las administraciones públicas y está en boca de los medios de comunicación, con la posibilidad de que sea declarada Reserva de la Biosfera y de las entidades privadas, con la propuesta de instalar allí un gran parque de ocio. Habrá que esperar a ver sus efectos y si produce consecuencias positivas para la gente», apostilla.
La publicación de 'La Siberia extremeña en la voz de su gente (El etnógrafo y los informantes)' ha sido posible gracias a la Universidad de Extremadura y la fundación de Caja de Badajoz.
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