LA BRUJULA ONDA CERO,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina., etc.
El Juego Rana - El Juego Oca - Marko: "El diesel es, con mucho, el motor más eficiente", .
El Juego Rana - El Juego Oca - Marko: "El diesel es, con mucho, el motor más eficiente" , fotos.
El Juego Rana - El Juego Oca -La “historia de amor más trágica de la Transición” gana el Premio Comillas , .
El Juego Rana - El Juego Oca - La “historia de amor más trágica de la Transición” gana el Premio Comillas , fotos.
La “historia de amor más trágica de la Transición” gana el Premio Comillas,.
Javier Padilla cuenta en ‘A finales de enero’ las vidas cruzadas de los antifranquistas Enrique Ruano, Dolores González y Javier Sauquillo,.
Enrique Ruano, Dolores González y Javier Sauquillo eran jóvenes, amigos y apasionados universitarios que querían cambiar desde sus ideas de izquierdas la sociedad española del franquismo. Su destino fue, sin embargo, trágico.Sus avatares entre amor, discusiones y muertes se alzó ayer con el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, concedido por Tusquets Editores. A finales de enero, del malagueño Javier Padilla Moreno-Torres (1992), mereció el galardón por “su reconstrucción minuciosa de los avatares del movimiento estudiantil antifranquista de los años sesenta, a partir de la emocionante y dolorosa historia de amor que entrelazó la vida” del trío protagonista, activistas del Frente de Liberación Popular (FLP, conocido popularmente como Felipe), organización política que propugnaba la revolución comunista. Fue “la historia de amor más trágica de la Transición”, señaló el autor en Twitter.
Quizás sorprenda que un joven nacido el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona y que no es historiador de formación se haya alzado con un premio —creado en 1998, dotado con una estatuilla de bronce de Joaquín Camps y con un anticipo sobre derechos de autor de 12.000 euros— que suele distinguir a historiadores o escritores consolidados. “He investigado siguiendo los estándares académicos. Eso sí, el libro está escrito en una perspectiva quizás más profana”, dijo por teléfono. Padilla es graduado en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Madrid y máster en Filosofía y Políticas Públicas por la London School of Economics. Ha trabajado para instituciones como la Comisión Europea, el Ministerio de Asuntos Exteriores o las Naciones Unidas y ha escrito artículos para Letras Libres, Politikon o El Periódico de Catalunya, entre otros. El jurado estuvo presidido por José Álvarez Junco, a quien acompañaron Miguel Ángel Aguilar, Francesc de Carreras, José María Ridao y Josep Maria Ventosa.
“La historia entre ellos tres me atrajo”, añade, una indagación en la que “fue clave Margot Ruano, hermana de Enrique”. Este era un estudiante de Derecho que murió tras caer desde un séptimo piso, propiedad de su familia, mientras estaba retenido por tres policías de la Brigada Político Social de Franco. Antes, había sido torturado durante tres días.
Lola González y Javier Sauquillo siguieron adelante, se hicieron abogados laboralistas y estuvieron entre las víctimas del atentado de Atocha. Ella resultó gravemente herida y él murió al intentar protegerla de los disparos con su cuerpo. La escena acabó con cuatro heridos y cinco muertos.
Notas en el cadáver
“He buceado en numerosos archivos, como el General de la Administración, en Alcalá de Henares, o personales, como el de Torcuato Luca de Tena, entonces director del diario Abc. “Cuando Ruano murió, este periódico publicó unas notas encontradas al cadáver, que recogían sus visitas al psiquiatra Carlos Castilla del Pino, para intentar concluir que estaba deprimido y se había suicidado”. Era la tesis del régimen. Padilla también leyó los sumarios de los casos Ruano y Atocha y entrevistó a 50 personas, desde Francisca Sauquillo, hermana mayor de Javier, a Fernando Savater.Francisca Sauquillo, exeurodiputada y expresidenta del Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid, recuerda aquella época, “en la que el franquismo temía no poder controlar la universidad”. La muerte de Ruano “marcó un hito” en su generación. “Habían detenido a unos jóvenes que querían democratizar la sociedad no violentamente”. Mientras que lo ocurrido en Atocha “marcó la historia de España porque propició la legalización de los partidos”. Le parece “interesante que haya gente joven que recuerde a la juventud española de hoy aquellos hechos para que no se repitan”.
El libro de Padilla, que se publicará en marzo, reconstruye unas vidas dibujadas entre “cantautores, poesía, cine, activismo y lo que pensaban y leían”. En su evolución política, González y Sauquillo se pasaron al PCE. El libro se “centra entonces en su labor como abogados laboralistas, las luchas internas del partido y el atentado en el que Javier murió y a ella le pegaron un tiro en la garganta”. Pese a sobrevivir, Lola González tuvo una vida “desafortunada”. El autor subraya la paradoja de que, “a medida que el país se democratizó y avanzó, ella fue a peor. Tuvo problemas de salud, psicológicos, comía poco...”.
De aquella etapa, a Padilla, que ha crecido en el siglo XXI, le ha asombrado “lo distinto que era el Madrid de entonces y la capacidad de unas personas que se radicalizaron en un régimen dictatorial y tuvieron una historia triste. Me cautivó la manera en que se relacionan, se enamoran, mientras intentan cambiar el mundo”. Un trío que también tuvo disputas. Entre ellos “tanto por las ideas políticas, como por los celos que despertaba en Javier la relación de Enrique con Lola”.
TITULO: EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Antonio López, doméstico.
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Antonio López, doméstico . , fotos.
Antonio López, doméstico,.
El taller del pintor es una prolongación natural del propio hogar en el que la obra y la vida forman una sola sustancia,.
El pintor abre la puerta del jardín como un afable menestral. Lleva
colgado del cuello un mandil manchado de pintura que le llega hasta la
pantorrilla, atado sobre la tripa con doble lazada. En la entrada del
jardín hay unas esculturas de escayola, un serón con membrillos y
manzanas, algunas macetas con plantas entre bártulos arrumbados en
aparente desorden, pero tratándose del pintor Antonio López sería un
error no dar importancia a cualquiera de estos cacharros, que han pasado
por sus manos. Detrás de unos tableros apoyados contra la pared se
puede leer: el rey y la reina.
Dentro
de casa los muebles son sencillos, fatigados por el uso, una mesa, un
armario, algunas sillas, una estantería y también adornos domésticos que
uno puede imaginar en cualquier hogar aseado de clase media. Por la
ventana se ve un membrillero desnudo del jardín. Sentado a la mesa del
comedor en la que hay sobre el tapete unos limones, una granada y media
zanahoria, el pintor Antonio López
ofrece una infusión de tila con tomillo y mientras se dirige a la
cocina, abre la nevera y saca la jarra, podría considerarse un
privilegio entrar en su cuarto de baño solo para ver la pasta y el
cepillo de dientes en un vaso sobre la repisa del lavabo, el espejo, las
toallas, la ducha, la taza del retrete. El pintor sirve la infusión y
se explaya explicando sus propiedades contra el insomnio.
La conversación rueda acerca de la salud, los quebrantos de la edad, el trabajo que lleva entre manos, comentarios tan de uso común como lo son los enseres de alrededor que la luz de este mediodía de enero envuelve en un aura dorada. Aunque tiene la risa franca, suele hablar siempre en serio, con los ojos afilados, lo mismo si se trata de Velázquez o de Tiziano que del zumo de limón que toma lo primero cuando se levanta de la cama.
Y no obstante, pese la realidad insoslayable de las horas y los días, hay un halo de platonismo inefable en la casa, porque esa jarra y ese vaso en el que bebes, la silla en la que te sientas, la lámpara que te ilumina, la percha en la que has colgado la chupa, la nevera que ves en la cocina, el membrillo y la media zanahoria que manoseas mientras le escuchas, constituyen la materia de los sueños que Antonio López ha recreado en sus cuadros y son venerados en los museos, admirados en salas de exposiciones, codiciados en subastas internacionales, objetos de deseo irrefrenable de coleccionistas, elevados a arquetipos del realismo por los más solventes críticos de arte. Antes de que se exprima en zumo, ese limón era de Zurbarán, antes de que convierta en potaje un cardo como ese lo pintó Sánchez Cotán. El taller del pintor es una prolongación natural del propio hogar en el que la obra y la vida forman una sola sustancia. Pasar de la cocina al taller, del taller al comedor, del comedor al cuarto de baño y del cuarto de baño al taller es como traspasar la barrera de los sueños.
El realismo de Antonio López constituye una paradoja estética: con el pincel se adentra en la intimidad de la materia hasta allí donde la luz se teje y desteje en una fuga siempre inalcanzable. Detenerla en el lienzo es una tarea imposible, pero este pintor ha convertido su propia impotencia en una obra de arte. Antonio López es uno de los pocos en el mundo que ha expuesto en vida cuadros inacabados, como el héroe que ha sido vencido en una batalla.
Plantar el caballete en medio de la Gran Vía de Madrid, o ante un membrillero del jardín o frente a la familia real, esperar siempre de pie, como un Fray Angélico, a que llegue el grado exacto de luz que deseas, dar unas cuantas pinceladas, recoger los bártulos, volver al día siguiente para comprobar si la naturaleza coincide con tu espíritu, añadir unos brochazos por si la luz obedece y se detiene, dejar que pase un año, otro año, muchos años más sobre ese lienzo inacabado y cuando ya parece que la neurosis analítica ha sido vencida, se ha echado encima otro invierno, los membrillos se han podrido y en medio del paisaje de la ciudad ha brotado un rascacielos que rompe la composición del cuadro y el rostro del monarca, como el de Dorian Gray, se ha erosionado. La silla, el aparador, el lavabo desportillado, el frutero, el racimo de uva, la nevera, la taza del retrete, todos los enseres familiares que Antonio López tiene a su alcance por el hecho de pintarlos se transforman en categorías de la mente. Bajo esa luz doméstica el genio del pintor los eleva a un valor universal.
Si lo sorprendes por la calle puede que lleve en el zurrón de pastorcillo un pan de higo, frutos secos y un tarro de miel. Aunque en apariencia tiene por la edad un cuerpo quebradizo, se le adivina una férrea estructura interior, una resistencia y entereza extrema. Cada duda la tiene aliada con la ley de la gravedad. Todas caen por su propio peso.
TITULO: LIGA FUTBOL -Huesca -0- Atlético Madrid -3-,.
Resultado Final - Huesca -0- Atlético Madrid -3-, foto.
El Atlético de Madrid se lleva los tres puntos de El Alcoraz gracias a los goles de Lucas, Arias y Koke ante un Huesca que dio la cara durante buena parte del choque, pero se topó con Oblak en los primeros compases del encuentro y con el larguero. Debutó Enric Gallego con los locales y en los rojiblancos Arias se estrenó como goleador.
La conversación rueda acerca de la salud, los quebrantos de la edad, el trabajo que lleva entre manos, comentarios tan de uso común como lo son los enseres de alrededor que la luz de este mediodía de enero envuelve en un aura dorada. Aunque tiene la risa franca, suele hablar siempre en serio, con los ojos afilados, lo mismo si se trata de Velázquez o de Tiziano que del zumo de limón que toma lo primero cuando se levanta de la cama.
Y no obstante, pese la realidad insoslayable de las horas y los días, hay un halo de platonismo inefable en la casa, porque esa jarra y ese vaso en el que bebes, la silla en la que te sientas, la lámpara que te ilumina, la percha en la que has colgado la chupa, la nevera que ves en la cocina, el membrillo y la media zanahoria que manoseas mientras le escuchas, constituyen la materia de los sueños que Antonio López ha recreado en sus cuadros y son venerados en los museos, admirados en salas de exposiciones, codiciados en subastas internacionales, objetos de deseo irrefrenable de coleccionistas, elevados a arquetipos del realismo por los más solventes críticos de arte. Antes de que se exprima en zumo, ese limón era de Zurbarán, antes de que convierta en potaje un cardo como ese lo pintó Sánchez Cotán. El taller del pintor es una prolongación natural del propio hogar en el que la obra y la vida forman una sola sustancia. Pasar de la cocina al taller, del taller al comedor, del comedor al cuarto de baño y del cuarto de baño al taller es como traspasar la barrera de los sueños.
El realismo de Antonio López constituye una paradoja estética: con el pincel se adentra en la intimidad de la materia hasta allí donde la luz se teje y desteje en una fuga siempre inalcanzable. Detenerla en el lienzo es una tarea imposible, pero este pintor ha convertido su propia impotencia en una obra de arte. Antonio López es uno de los pocos en el mundo que ha expuesto en vida cuadros inacabados, como el héroe que ha sido vencido en una batalla.
Plantar el caballete en medio de la Gran Vía de Madrid, o ante un membrillero del jardín o frente a la familia real, esperar siempre de pie, como un Fray Angélico, a que llegue el grado exacto de luz que deseas, dar unas cuantas pinceladas, recoger los bártulos, volver al día siguiente para comprobar si la naturaleza coincide con tu espíritu, añadir unos brochazos por si la luz obedece y se detiene, dejar que pase un año, otro año, muchos años más sobre ese lienzo inacabado y cuando ya parece que la neurosis analítica ha sido vencida, se ha echado encima otro invierno, los membrillos se han podrido y en medio del paisaje de la ciudad ha brotado un rascacielos que rompe la composición del cuadro y el rostro del monarca, como el de Dorian Gray, se ha erosionado. La silla, el aparador, el lavabo desportillado, el frutero, el racimo de uva, la nevera, la taza del retrete, todos los enseres familiares que Antonio López tiene a su alcance por el hecho de pintarlos se transforman en categorías de la mente. Bajo esa luz doméstica el genio del pintor los eleva a un valor universal.
Si lo sorprendes por la calle puede que lleve en el zurrón de pastorcillo un pan de higo, frutos secos y un tarro de miel. Aunque en apariencia tiene por la edad un cuerpo quebradizo, se le adivina una férrea estructura interior, una resistencia y entereza extrema. Cada duda la tiene aliada con la ley de la gravedad. Todas caen por su propio peso.
TITULO: LIGA FUTBOL -Huesca -0- Atlético Madrid -3-,.
Resultado Final - Huesca -0- Atlético Madrid -3-, foto.
El Atlético de Madrid se lleva los tres puntos de El Alcoraz gracias a los goles de Lucas, Arias y Koke ante un Huesca que dio la cara durante buena parte del choque, pero se topó con Oblak en los primeros compases del encuentro y con el larguero. Debutó Enric Gallego con los locales y en los rojiblancos Arias se estrenó como goleador.
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