'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,
a las 22:55 horas, en La 2 martes -22- Enero,.
Second interpreta ‘Teatro Infinito’ del disco ‘Anillos y raíces’,.
foto / INTERIOR. CAFETERÍA. Noche. Nunca
sabremos cuál de las dos mujeres llegó antes a la barra alargada e
incómoda de aquel lugar. Hacía mucho tiempo que no se podía fumar
dentro. Sin embargo, las dos sentían humo en los ojos, la voz dormida,
la ciudad desdibujada, apagada, del revés, repleta de hipocresías
bailando al compás de sus hermosas luces de Navidad. Se habían puesto el
disfraz de mujeres invisibles, de perdedoras, la capa de la inquietud
constante. No eran amigas ni conocidas.
Se apresuró a atenderlas un
camarero robot de rostro distorsionado a consecuencia de la angustia
interna. También borraron, conscientes, todas las piezas del sitio tan
desagradablemente perfecto. Alguien bajó el volumen de sus voces por
completo.
No estoy segura pero me pareció escuchar a una reclamar un café enorme. Nunca la vi beber. La otra devoró un croissant minúsculo. Ambas se tambalearon levemente antes de dejarse caer en distintos extremos de la barra.
Mientras la mayor miraba sin
parpadear la inmensidad pasar por el cristal, su compañera no despegó
los ojos del teléfono móvil. Comenzó a pulsar con ansiedad todas las
teclas a falta de letras o puntos suspensivos. Primero cayó una lágrima,
luego otra, después un mar. No pudo mantener el castillo de colores de
su rostro.
Absolutamente nadie reparó en su
estado emocional. Tampoco en el de su compañera de mesa que no derramó
ni una gota de agua, a pesar de estar, claramente, inundándose por
dentro.
Primero se marchó la primera, luego
la segunda, con unos minutos de diferencia. No obstante, contra todo
pronóstico, aquellas desconocidas se levantaron con la misma actitud: la
de enfrentarse valientes una vez más, al destino. Ya no eran las
mismas. Sonreían. Alguien avanzó la cinta de la película, del inicio
pasamos directos al desenlace.
Eran dos chicas o dos chicos, no recuerdo. No importa. Porque ellas, y
tantos otros que existen o no, me llevan a necesitar esta canción,
“Teatro Infinito”, del grupo
Second. Porque describe, a mi entender, el teatro de la vida. Un ir y
venir de personajes más o menos secundarios, protagonistas, directores,
extras. Escenografías, luces, sombras. Voces, silencios, versos sueltos.
Un caos magnífico.
El tema tiene un punto demasiado
cruel para sostenerlo a solas. Apunta directo a nuestros desperfectos,
al mundo que no se mira en la calle ni en los bares. De tanto
interpretar, nos olvidamos de vivir.
A la vez, sobresale el lado más
dulce, el del amor al rescate del personaje: le regala su presencia,
espera a la salida del trabajo o en la silla de su cuarto. Da igual que
el telón esté abierto o no, siempre presta atención. A veces será el
único aplauso del auditorio. La canción es la frase que se salta el
guion y corre a por ti. Los dos lados de la vida están condenados a
entenderse.
Además, en el vídeo de Malditos Domingos,
entran al salón de tu casa, llegan hasta la cocina, como si te
conocieran, como si fuéramos viejos camaradas. La voz viaja en el
tiempo, atraviesa nuestra piel, las paredes de aquella fría cafetería de
la pesadilla. Los instrumentos escriben cientos de historias distintas
que terminan unidas por un fino hilo de humanidad. Acarician como un
suave escalofrío de alguien que se fue. No es solo una canción.
TITULO:
Cachitos de hierro y cromo -’,Club del Río interpreta ‘Remedios’ de su disco ‘Sustancia. . ,.Martes -22- ENERO,.
Martes-22- Enero a las 22:00 horas en La 2, foto .
Quiero contar una pequeña
historia. Un momento soñado, un recuerdo lejano escondido entre la
niebla de una realidad posible, instante congelado que estaba condenado a
extinguirse. Un pedazo de algo que nunca será suyo, ni de otros. Sin
embargo, permanece.
En ella, tres de los componentes de Club del Río, interpretan en Malditos Domingos
una canción al borde de un mar fundido con un cielo de plata. Atardece.
Ya llega el invierno con sus caminantes blancos. El final del otoño
intentó alcanzarnos con su último rayo de luz y no lo logró. Tener la
naturaleza cerca acelera el corazón, marca el camino hacia los veranos
de nuestra infancia.
Apenas hace frío. Desprenden un
fuego invisible, un consuelo salvaje. Te hacen desear, sin motivo
aparente, convertir su música en abrigo. Es un impulso inexplicable, una
atracción inevitable. Quiero ser parte de la escena, sentarme a
escuchar sin hacer ruido, ser invisible, abrir más los oídos. Dar la
mano a alguien que no existe, que el mundo calle. Rezar para que el
momento no termine nunca, se repita una y otra vez cuando agite la bola
de cristal con nieve más allá de Navidad.
Guitarra, armónica, unas
sutiles palmas. Una voz, acompañada de otras voces. Armonías, coros,
chasquidos. Todos se acarician poco a poco. Luego se harán el amor sin
prisa.
El viento de la tarde gira en el cielo y cantan: “Dile a los santos
que voy y que estoy de camino hacia el mar. Diles que sigo fuera
escuchando. Pero ya no se me notan ni las pisadas. Que incluso abatido
sigo, sigo mirando, diles que estoy lleno de dudas. Que mi alma quema y
que arde la piel. Diles que no tengo remedios”. Ahora estoy sola con mi
propia sombra.
Había olvidado quién era y algo
más, a mi peor enemigo, que soy yo. Pero “el que no tiene nada de lo
que arrepentirse no ha vivido”, recordaría el poeta Karmelo C.
Iribarren. El dolor se puede transformar en danza. La tempestad esconder
un final feliz.
Esconde la mejilla una lágrima
de emoción. No es de pérdida ni de alegría, tampoco necesita
significado. No tiene nombre ni dueño. Simplemente es distinta.
“Si te caes te tendrás que
levantar”. Qué tendrán las palabras que a veces bastan para calmarnos.
La música como religión, como remedio para cerrar del todo la cicatriz o
prevenir una herida dormida. La música no llega nunca tarde porque
siempre roza el instante preciso. "Yo sé lo que pasó con mi voz. Mi voz
fue un consuelo para la gente", aseguró Mercedes Sosa.
No hace falta estar roto por dentro para reconfortarse con este vídeo
de Club del Río pero tal vez, cuando termine la canción, empiece el
frío. No necesitamos entenderlo, solo vivirlo. Quiero contar una pequeña
historia. Solo existirá si ellos cantan y alguien escucha al otro lado
del río.TITULO: Arranca en verde - Ciudad Real,.
El Domingo -20- Enero a las 9:30 por La 1, foto,.
Arranca en verde - Ciudad Real,.
Leonor Lavado y Arranca en Verde llegan a Ciudad Real, una ciudad con mucha historia y protagonista de la novela más importante de nuestra literatura: Don Quijote de la Mancha.Leonor recibe en el coche a tres participantes: Jesús, fisioterapeuta de 34 años; Ruth, profesora de 42, y a Tomás, dependiente de 22 años y amante del cine.
Axier Raya nos muestra, junto a Ignacio Ramos, experto en Movilidad de la E.M.T. de Madrid, los problemas a los que se enfrenta un conductor del servicio de autobuses madrileño. Los niños de "Ellos lo saben" nos hablan de las bicicletas y del carril bici.
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