El Rincón de Pepe - LA COPE - Mi nombre es Alía . ,. fotos,.
Mi nombre es Alía,.
En las 'nacionalidades' está de moda bautizar con topónimos,.
Hay que ir a las regiones con lengua propia para encontrar nombres diferentes a los que triunfan aquí, en Madrid o en Cantabria. Así, en Cataluña, entre los recién nacidos, abundan nombres 'nacionales' de tres letras: Pol, Nil, Jan, Pau, Ona y Noa. Es en el País Vasco, donde más se recurre a los nombres autóctonos en hombres (Markel, Julen, Jon, Oier y Mikel lideran la lista), aunque es en las chicas donde los diez nombres más usados de la lista tienen carácter distintivo: June, Are, Laia, Irati, Maddi, Nora, Noa, Nahia, Izaro y Malen.
Caso aparte es el de Ceuta y Melilla, donde una lista de nombres árabes aparece encabezada en las dos ciudades por los Mohamed y las Amira. Resulta curioso que en Canarias triunfen Dylan y Thiago, además de Izán, un nombre muy usado para bautizar en Galicia. Es en esta comunidad autónoma donde, además de Noa, que parece un nombre de mujer transversal para las comunidades históricas (está entre los diez primeros en Galicia, País Vasco y Cataluña), se han puesto de moda las formas toponímicas y llaman a los bebés Ares, Flavia, Mencía, Xalo, Navia, Aldán, Cíes, Airas o Ézaro.
En Extremadura no tenemos, como en Galicia, 41.374 nombres de lugares, pero contamos con una selección de 388 municipios, más sus pedanías, que brindan múltiples posibilidades de 'extremeñizar' el santoral. Somos poco nacionalistas, incluso somos mayoritariamente antinacionalistas, pero no me digan que no sería bonito llamar a una niña Usagre o a un chaval Belvís.
Esos y otros topónimos harían las delicias de los padres concienciados en Cataluña, en Galicia y en el País Vasco, incluso en Mallorca, Valencia y Navarra, donde también bautizan con mucho sentido de 'patria'.
Hombre, no vamos a llamar a un niño Cadalso, Carabusino ni Carcaboso y mucho menos Bronco, Rubiaco, Cambrón o Cambroncino, ni a una niña Pescueza ni Peñalsorda, pero no me digan que no son bonitos nombres como Aliseda, Deleitosa, Alcollarín, Mirabel o, el que más me gusta, Alía.
Una niña que se llamara Gargüera o Huélaga quedaría raro, además, apocoparían su nombre y sería Gargüi o Hueli, pero llamarse Alange, Cheles, Siruela, Villarta, Ardila, Cíjara, Táliga o Magacela regalaría a la niña un pedigrí autóctono de primera categoría. Hay nombres de pedanías como Guadisa (Alía), Maulique (Toril) o Asegur (Nuñomoral) que triunfarían en Girona o Lleida, pero aquí va a ser que no. Lo dicho, Daniel y Lucía.
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