El novelista desencantado con la Revolución,.
El escritor cubano Leonardo Padura - foto,.
Leonardo Padura gana el Premio Princesa de Asturias de las Letras gracias a su apuesta por el «diálogo y la libertad». El creador del detective Mario Conde es un intelectual crítico con el régimen castrista y partidario del diálogo entre EE UU y Cuba,.
El escritor cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955) ganó ayer el Premio Princesa de Asturias de las Letras por su combinación de las tradiciones culta y popular. El novelista ha cosechado un gran éxito internacional con sus 'thrillers', protagonizados por el escéptico detective Mario Conde. El prosista, uno de los autores cubanos más traducidos a otros idiomas, es «un intelectual independiente, de firme temperamento ético», cuya obra destaca por la «soberbia aventura del diálogo y la libertad», según el acta del jurado. En sus escritos, el cubano ha dejado bien clara la decepción con la deriva de la Revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista.Este caribeño con pasaporte español -concedido por el Gobierno mediante el trámite de carta de naturaleza- es un hombre crítico con el régimen comunista de su país, aunque nunca ha tomado el camino del exilio, opción que ha despertado las «sospechas de talibanes de todo tipo», como él mismo ha lamentado. Sus novelas policiacas le sirven para denunciar las arbitrariedades e injusticias del régimen castrista. Pese a ese compromiso, al escritor le gustaría ser Paul Auster -con el que no tiene nada que ver-, porque todos preguntan al estadounidense sobre literatura, cine y béisbol. Padura, en cambio -como cuenta con humor en su recopilación de ensayos-, tiene que hablar casi siempre de política, «del paraíso socialista o el infierno comunista», según la ideología del informador.
El galardonado pertenece a esa estirpe de escritores de novela negra que han explorado los artefactos y convenciones del género para diseccionar las entrañas de su país. «Aprendí de Hammett, Chandler, Vázquez Montalbán y Sciascia que es posible una novela policial que tenga una relación real con el ambiente del país, que denuncie o toque realidades concretas y no solo imaginarias», suele decir el escritor, quien se muestra partidario del deshielo emprendido por Estados Unidos y Cuba.
Al conocer la noticia, Padura expresó su agradecimiento. «Es un gran honor que me conceden y que asumo como reconocimiento a tantos años de trabajo, llenos de las incertidumbres, las dudas, los temores de la creación», dijo. «Con este premio estoy en el tridente del Barça», aseguró, en alusión al famoso trío formado por Messi, Suárez y Neymar. Padura se impuso en las votaciones finales al novelista japonés Haruki Murakami y al poeta sirio Adonis entre las 27 candidaturas que competían por el galardón.
La de Padura es una vida entregada a las letras. Estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad de La Habana y comenzó su carrera como periodista en 1980 en la revista literaria El Caimán Barbudo y en el periódico Juventud Rebelde. Ha trabajado como guionista, ensayista y crítico literario, pero han sido sus novelas del crimen con las que ha obtenido el favor de los lectores. Entre las protagonizadas por el sabueso Mario Conde figuran 'Pasado perfecto', 'Vientos de Cuaresma', 'Máscaras', 'Paisaje de otoño', 'Adiós, Hemingway', 'La neblina del ayer' y 'La cola de la serpiente'.
El escritor ha ido edificando su obra en el barrio habanero de Mantilla, donde se ha refugiado para escribir con tesón, silencio y lejos de los conciliábulos literarios. Admirador de Hemingway, Padura dejó bien marcado su sello de excelencia con la novela 'El hombre que amaba a los perros (2009)', que recrea la historia del visionario estalinista Ramón Mercader, asesino de León Trotsky.
Uno de los méritos de Padura estriba en recuperar La Habana como personaje literario, describir la fisonomía de una ciudad que vive en los libros, presente en un sinfín de relatos, desde 'Tres tristes tigres', de Cabrera Infante, a los cuentos de Pedro Juan Gutiérrez. Padura ha entregado después a la imprenta 'Herejes' (2013), el relato de los exiliados judíos alemanes a los que se negó la entrada en La Habana durante la Segunda Guerra Mundial. Como guionista, colaboró en 2002 en la escritura de 'Malavana', que pasó sin pena ni gloria. Ha ayudado a Laurent Cantet en el corto que formaba parte de la película 'Siete días en La Habana'. Ambos alumbraron luego 'Regreso a Ítaca', una cinta que muestra el desencanto de la generación a la que pertenece el prosista. Las andanzas de Conde serán llevadas al cine en cuatro películas, con Jorge Perugorría en el papel de investigador, bajo la batuta de Félix Viscarret.
TÍTULO: ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ !, RAFAEL ALVAREZ " EL BRUJO " ARTISTA TEATRO,.
RAFAEL ALVAREZ " EL BRUJO " ARTISTA TEATRO,. foto,.
Cáceres se «embruja»,.
Rafael Álvarez, 'El Brujo', estrenó ayer en el Festival de Teatro Clásico un monólogo sobre Santa Teresa de Jesús
Lo de 'El Brujo' con Caceres parece ser una pasión que roza el arrebato. Su presencia año tras año en el programa del Festival de Teatro Clásico ya no sorprende, funciona tan bien que si no estuviera extrañaría. Es el único espectáculo del certamen que repite sesión, la primera fue ayer y la segunda hoy, en el Gran Teatro, tras ser cambiada su ubicación original de la Plaza de las Veletas por la amenaza de lluvia. «Dos bolos no se pueden perder ni loco», contó ayer entre risas este artista, que estrena 'Teresa o el sol por dentro', un monólogo basado en las composiciones poéticas de la mística. «He hecho el espectáculo para venir a Cáceres, a toda pastilla», explicó, encantado por la aceptación que de una forma devota, le brinda el público de la ciudad. Todas las entradas estaban vendidas de antemano, sin la posibilidad de adquirirlas en taquilla. Después de Cáceres el espectáculo rodará por los festivales de Niebla, Olite y Almagro, así que la capital cacereña se presenta como una especie de ensayo general. También llegará a Alcántara, saltándose esa regla no escrita de no repetir programación en ambos certámenes por su cercanía física y de fechas (éste último se celebra en agosto).
Popularidad
Ayer, durante la presentación de este espectáculo en el restaurante
Torre de Sande, varios turistas se acercaron a sacarle fotos. Su cabello
blanco, vaporoso, y su estampa, son muy reconocibles para todo el
público. Caló tanto ese limpiabotas, 'Búfalo', de la serie Juncal, que
el personaje que encarnó se clavó en la memoria colectiva.'El Brujo' se va por las ramas durante su encuentro con la prensa. No se sabe muy bien cuál era la pregunta, pero él habla sobre el Tratado de Comercio e Inversiones Europa-EEUU y concluye que, al final, los políticos lo único que hacen es justificar su ideología. Rafael Álvarez se dispersa, pero es una dispersión cargada de reflexiones y resulta como poco curisos escucharle. Así son un poco sus monólogos: tienen una base literaria, pero también mucho de él mismo. Ayer, una joven periodista le preguntaba que cómo se desenvuelve él solo sobre el escenario y él le respondió raudo: «¿has visto alguna vez una obra mía?», «No», dijo la chica. «Pues entonces por eso me lo preguntas». En efecto, sobre el escenario El Brujo tiene un sello único. Además, cuenta que se ha liberado de muchas cosas para llegar a una puesta en escena esencial. «Es un despojamiento de todo lo innecesario».
El texto que trae bajo el brazo hace un repaso de la figura de Santa Teresa de Jesús, coincidiendo con el quinto centenario de su nacimiento. «Es una figura interesante y muy desconcida, y su centenario está pasando muy inadvertido», estima el cómico. Subrayó de este personaje tan vital para la literatura y la religión, que su condición de mística define su ser. «El creyente cree en Dios , pero el místico cree en lo que experimenta, y Teresa experimenta a Dios», algo que comparó a la actividad de los yoguis. Rafael Álvarez destacó el carisma de la mística. «Decía que Dios estaba entre los fogones, hacía muchas cosas y todas con mucho arte, escribía coplillas, compraba y vendía inmuebles, negociaba, regateaba». Pero de 'El Brujo' se espera risa, humor, y lo va a dar.
Segunda semana
Esta obra inaugura el segundo fin de semana del Festival de Teatro
Clásico de Cáceres. El menú de representaciones incluye, además de esta
obra, 'El descanso de Caronte', de la compañía 'Actos Íntimos' de Santi
Senso. Tendrá lugar el viernes a las 22,30 horas en Veletas. Otro de los
platos más atractivos es la presencia de Charo López con 'Ojos de
Agua', una obra sobre 'La Celestina' de Fernando de Rojas, adaptada por
Álvaro Tato. También está prevista para Veletas, para el sábado a las
22,30 horas. El domingo llega la primera obra infantil con 'El Último
Dragón' a las doce.
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