-foto-Rafa Nadal vuelve a reinar en la hierba

El español se impuso ante Victor Troicki en la final y se hizo así con el título número 66 de su carrera.

El español Rafael Nadal se reinventó en hierba al ganar este domingo el torneo de Stuttgart tras derrotar en la final al serbio, por 7-6 (3) y 6-3, y lograr el cuarto título sobre esta superficie en su carrera, y el primero en cinco años.

TÍTULO: Girona 1-4 Zaragoza: A la final vía heroica,.

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El conjunto maño obró el milagro de remontar un 0-3 del partido de ida merced a un partido serio por su parte y a unos gerundenses que pone punto y final a la mejor temporada de...

El Girona volvió a no respetar el karma que le condenó a jugar estos Play Off de ascenso y sucumbió por 1-4 en Montilivi frente a un Zaragoza que, desde un planteamiento serio y con mucho oficio, le dio la vuelta al 0-3 que arrastraba de La Romareda. Dos tantos de William José, uno de Cabrera y otro de José Fernández anularon el de Aday para despedir un Girona, hoy lleno de suplentes, de la forma más cruel primero, y luego surrealista, de una temporada que no ha culminado en un ascenso a Primera División que hubiera sido histórico.
El Zaragoza tiró de oficio en la primera mitad sin estar exento de riesgos. Colocó a cuatro hombres en el centro del campo, más dos carrileros largos para ahogar a los tres que había del Girona en esa parcela del campo, sino también a los dos laterales catalanes. La línea defensiva maña se adelantó unos metros para ahogar las combinaciones locales y dejar esos huecos atrás que se compensaba con las recuperaciones de balón. Ruiz de Galaterra (5), Mario (4) y Diego Rico (3) se hincharon. Dorca participaba en el enlace para un William José descomunal en el esfuerzo.
El delantero provocó un penalti claro por mano de Mata que transformó el mismo de la forma más inapelable posible. Era el minuto 18 y había que creer a la vez que alimentar las dudas de un Girona que se topaba con la horma de su zapato. La historia contra el Lugo se volvió a repetir en forma de gol anulado. En el minuto 25, Jandro por milímetros se encontraba adelantado en un centro a las espaldas de la defensa aragonesa. Estaba junto a David Juncá, que sí se hallaba en posición correcta. El capitán fue egoísta y tocó para que Mata fusilase con el asistente con el banderín levantado.
En un toma y daca constante con varias ocasiones para cada bando, con un público que empezó contenta, que sacó los paraguas en una tormenta que pasó de manera fugaz, que se crispó en cada decisión de Arcediano Monescillo y que acabó silenciada cuando Pedro, desde el balón parado, se erigió en la auténtica pesadilla. Uno desde el costado derecho, y otro desde el izquierdo. Dos tantos de cabeza, el primero por William José y el segundo por Leandro Cabrera que empataban la eliminatoria y que enmudecían un coso gerundense donde ya estaban bien acomodados todos los fantasmas posibles.
Como en la primera mitad, la segunda empezó con mucho respeto y tanteo antes de que se desatasen las hostilidades. Pablo Machín sacó todo su arsenal al campo con Fran Sandaza como hombre destinado al ser el salvador de los rojiblancos. Estuvo incordiante en parcela ofensiva e intentó desde lejos sorprender a Bono, pero mientras empezaban a alternarse las ocasiones, llegaría el mazazo definitivo para los catalanes. Diego Rico se vestía de Leo Messi para salir airoso a trompicones en la banda izquierda y asistir, después de que el balón se pasease por la frontal del área pequeña, a José Fernández que llevó el delirio al Ebro
La Virgen del Pilar había hecho su trabajo y se marchó antes de tiempo. Lo hizo a falta de 20 minutos. Craso error. Sandaza hacía de las suyas más por honor que por otra cosa y Mata avisaba. Todo ello antes de que Granell viera la carrera de Aday que controlaba con el pecho de manera formidable para batir a un Bono que, hasta ese momento, parecía inexpugnable. La peculiaridad normativa de estos Play Off debió confundir al lateral, que se quitó la camiseta creyendo que ese gol era el del pase a la final.
Nada más lejos de la realidad. El Girona tenía que marcar un gol más y ahora al Zaragoza le tocaba apretarse los dientes para defender todo el trabajo heroico que había realizado hasta entonces. Aún así, resultaba increíble como después de un trabajo disciplinario exquisito dejara una contra protagonizada por Sandaza y Aday y en el que Pere Pons no definiera con todo a favor y con la salida desesperada del meta maño. Fue la ocasión de la tarde. Un Bono que se agigantaba dos minutos después a remate de Mata. Después, el Girona se perdió pidiendo un sinfín de penaltis.
Aparecieron entonces los calambres, los cambios, las pérdidas de tiempo y un brutal choque de Vallejo sobre Bono que alargó el encuentro hasta los siete minutos. Los blanquillos sufrían y achicaban como podían, pero supieron jugar esa prolongación en campo lejano. Aún así, el Girona tuvo la última. El destino le debía una y la buscaron. Isaac Becerra se sumó al ataque en la última jugada que finalizó en contra zaragozana en el que Diego Rico, a puerta vacía, se toparía con la madera. Un final de infarto acorde a un partidazo de fútbol con todas las letras y que termina así con la eliminación funesta de un Girona que no se esperaba este junio maldito. Para bien, en este caso, de un Zaragoza que después de todos los problemas económicos y deportivos, está a dos encuentros de retornar a Primera División.