BLOC CULTURAL,

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lunes, 19 de septiembre de 2022

A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Motomamis de verdad Mercedes - Benz ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Rufianadas sin pizca de gracia,.

 

  TITULO:  A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER - Motomamis de verdad  Mercedes - Benz,.

 A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,. 

 Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 Motomamis de verdad  Mercedes - Benz,.

 La nueva clase S de Mercedes-Benz: una vivencia de lujo completamente nueva  en la automoción

Mientras se expande la épica de las más fuertes, avispadas y eficientes, la historia que se cuentan las mujeres ni brilla tanto ni suena a victoria generacional.

foto / ¿Qué significa ser una motomami y por qué todo Twitter fantasea con ellas? Para los no iniciados, un poco de contexto: Rosalía ha montado una empresa con su hermana Pili que se llama Motomami porque ambas provienen de una estirpe femenina de motomamis y por eso su último álbum se titula Motomami. “Mi madre siempre ha ido en moto y esa imagen la tengo muy clara. Por eso voy en moto desde hace años. Yo soy una motomami porque mi madre era una motomami, y su madre también lo era”. Se lo contó a Fernando Navarro en una entrevista en El País Semanal del pasado domingo, donde, como quien añade explicaciones culturales a sus tatuajes, dice que ese nombre también proviene de la “dualidad” de lo “fuerte” de moto (“en japonés”) y la “fragilidad” de mami.

En Twitter, territorio fértil para especular con el sustrato de las chicas que se sienten mejores, ser una motomami se ha convertido estos días en el Santo Grial, en lo que pasa cuando mezclas el poderío con la mejor versión de la feminidad. Y no solo porque Rosalía lleve días lanzando pistas desde su cuenta diciendo que “una motomami es una leyenda del fitness, pero siempre pide postre”, ”una motomami no necesita, la necesitan” y ”una motomami es muy suya y se transforma”. Allí hasta Kim Kardashian se ha vestido de motomami con su casco y bikini y el resto se suma a la fiesta asegurando que ”una motomami duerme menos de ocho horas”, “no pide permiso ni perdón” o ”sabe que la fama es una condena, pero gracias a eso te paga la cena”.

¿Por qué nos seduce tanto la fantasía femenina de la motomami? ¿Quién no querría serlo cuando sabemos que tiene todo el poder y la diversión? Resulta paradójico que, en pleno 8-M de 2022, mientras en Twitter se expande con mayor viralidad que nunca la épica de las más fuertes, avispadas y eficientes, por la puerta de atrás y desde lo personal, la historia que se cuentan esas mismas mujeres ni brilla tanto ni suena a victoria generacional. En realidad, no llegamos ni a bicimamis. El estudio McKinsey de 2021 sobre las mujeres en la fuerza de trabajo, una investigación sobre 65.000 trabajadores en 423 empresas que emplean a 12 millones de personas en torno a sus experiencias laborales, concluyó en septiembre que “las mujeres están mucho más quemadas, y cada vez más, que los hombres”. Que el agotamiento está empeorando drásticamente. Que una de cada tres mujeres está pensando en reducir su jornada. Y que cuatro de cada diez han pensado en salir del sistema de trabajo.

Se podría decir que, hace cuatro años, el 8-M se convirtió en la primera convención española de motomamis. Que aquello fue un hito de mujeres listas para zarandear los hombros de todo un país exponiendo su rabia frente a una desigualdad que las atravesaba sin importar su origen o condición social. Pero después de una pandemia que ha disparado los niveles de ansiedad y estrés femenino, cuando la ONU nos recuerda que la crisis derivada de la covid-19 “podría borrar a una generación de frágil progreso hacia la igualdad de género”, las españolas han asumido que, si pueden aspirar algo, es a ser las jefas exprimidas por un sistema podrido. Veo a compañeras hartas de que los medios ya solo las quieran escuchar si ejercen como rebeldes disfrutonas y no como las aguafiestas que vienen a recordarnos su creciente vulnerabilidad. Mujeres con la ambición rota en pedazos que llegan a su día internacional agotadas, desilusionadas y a las que, lejos de pancartas festivas, solo les queda ingenio para alzar ante todos un “Yo ya no puedo tirar más del carro”. Madres ojerosas que duermen menos de ocho horas, pero no por voluntad propia. Amigas que se arrastraron, literalmente, hacia esa manifestación porque saben que todavía queda un trecho para ser esa motomami que no pide permiso ni perdón.

TITULO:  LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope -  Rufianadas sin pizca de gracia,.

LA BRUJULA ONDA CERO,.


 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 

  La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.

  Rufianadas sin pizca de gracia,.

Almudena Grandes: El duelo de Luis García Montero por Almudena Grandes en  verso: “No me quejo de verte morir entre mis brazos” | EL PAÍS Semanal | EL  PAÍS

Qué triste debe ser tener que gritar cada vez más para que te escuchen porque tus palabras suenas huecas,.

foto / Hay que estar muy lejos de la violencia real, del activismo por los derechos humanos en una dictadura y del funcionamiento de un régimen sin libertades fundamentales para coger y banalizarlo todo como si fuera cualquier cosa. Qué triste debe ser tener que gritar cada vez más para que te escuchen porque tus palabras suenas huecas y esforzarse tanto para llamar la atención de una audiencia ya acostumbrada y aburrida de las performance sin arte del diputado Rufián. Hay que tener muy poco respeto por los muertos para usarlos del modo en que lo hizo el líder de ERC al mostrar los tres cartuchos en la tribuna del Congreso. En la casa de la palabra y la oratoria, donde mandamos a nuestros representantes a discutir de forma civilizada y, a ser posible, inteligente, las bufonadas sobran y resultan especialmente insultantes para quienes conocemos bien la tierra de donde María Dantas recogió los proyectiles. Pero todo vale para epaté, también el uso de las víctimas, un deporte que ya parece nacional.

ERC se erige a menudo como adalid de las políticas sociales, igualitarias y ha venido colgándose la medalla de formación antirracista. Su problema principal es la falta de coherencia: se puede proclamar que somos tierra de acogida y criticar la política migratoria sobre la que no tiene competencias mientras se es indiferente o incluso cómplice con las numerosas formas en las que el racismo estructural se ha ido asentando en Cataluña. Me creería más al grupo de ERC en Madrid si, ahora que está en el Govern, tuviera un plan para acabar con la segregación urbanística por procedencia, la enorme segregación escolar o el avance del fundamentalismo islamista entre los musulmanes catalanes, que no solo no encuentra resistencia alguna, sino que a veces incluso es invitado a formar parte de las instituciones. Han dispuesto para los inmigrantes y sus descendientes reservas indias en los barrios donde nos van encauzando y a pesar de lo que observan quienes trabajan al pie del cañón, no parece que este caldo de cultivo les preocupe lo más mínimo. Algo que, por otro lado, está en sintonía con el identitarismo que ERC defiende en tantos otros flancos, ya sea la cultura catalana o el feminismo. Todo aderezado con postmodernas estrategias de vaciado de significados.

Lo más decepcionante es esta instrumentalización burda e inmoral del sufrimiento de otros. Algo que en verdad es tremendamente racista.

 

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