TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - El Ayuntamiento de Zaragoza gana a los ultras en los tribunales: puede colgar una pancarta LGTBI en su balcón,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - El Ayuntamiento de Zaragoza gana a los ultras en los tribunales: puede colgar una pancarta LGTBI en su balcón, fotos.
El Ayuntamiento de Zaragoza gana a los ultras en los tribunales: puede colgar una pancarta LGTBI en su balcón,.
El TSJ de Aragón concluye que colocar esta insignia es igual que poner una “con los colores del Real Zaragoza, el día que se festeje el ascenso a Primera”,.
El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha infligido un duro golpe a las tesis de la extrema derecha y ha concluido que el Ayuntamiento de Zaragoza no incumplió la ley de banderas ni el “principio de neutralidad“ al colocar en su fachada una pancarta con los colores del colectivo LGTBI. A lo largo de una sentencia de 19 páginas, los magistrados destacan que la “mera utilización de los colores arcoíris y su colocación en el balcón municipal” no vulnera la normativa sobre enseñas. E, incluso, lo comparan con otros casos similares: “So pena que considerásemos que también vulneraría esta ley, la colocación de una pancarta con los colores del Real Zaragoza, el día que se festeje el ascenso a Primera”.( desayuno)
El TSJA revoca así una sentencia anterior del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 3 de Zaragoza, que había dado la razón al colectivo ultra Asociación de Abogados Cristianos. Este grupo emprendió acciones contra el Consistorio, gobernado por el PP desde 2019, después de que colocara la pancarta el 26 de junio de 2020. “Me siento orgulloso de, como alcalde, poner la bandera multicolor en el balcón del Ayuntamiento. Porque estamos representando a una inmensa mayoría de zaragozanos”, dijo entonces el regidor popular Jorge Azcón.( cena )
El fallo del tribunal superior resulta contundente: “Si no queremos caer en una interpretación que nos lleve al absurdo, hemos de convenir que una cosa es una bandera y otra muy distinta una pancarta. No lo decimos nosotros, lo dice el diccionario de la real academia cuando indica, en la acepción primera y que es objeto de este recurso, que bandera es una tela de forma comúnmente rectangular, que se asegura por uno de sus lados a una asta o a una driza y se emplea como enseña o señal de una nación, una ciudad o una institución”.
En esta línea, los magistrados hacen hincapié en un argumento fundamental para revocar la sentencia de primera instancia. Explican que la Ley de Banderas “no confunde, en ningún momento, bandera con otro tipo de señal o emblema”. “En todos los preceptos habla de enarbolar y ondear. Algo que solo puede hacer una bandera. Si no regula otro símbolo, otra señal o emblema, claro es que no podemos anular el establecimiento de una pancarta o comoquiera que lo llamemos porque vulnere la indicada norma”, remacha la resolución, fechada este lunes.
Esta tesis contradice al juez de lo Contencioso-Administrativo 3 de Zaragoza, que basó gran parte de su decisión en una sentencia del Tribunal Supremo de mayo de 2020 —que estableció que ninguna Administración pública puede izar banderas no oficiales en el exterior de sus edificios— y en que la pancarta colocada era una “bandera”. Según ese magistrado, “lo que define a una bandera son los colores que incluye el lienzo o la tela en cuestión”: “Una bandera puede simbolizar a un Estado, a una entidad territorial, a una comunidad, a un linaje, a una organización, o a movimientos de tipo social u otros. Por el contrario, lo que define a una pancarta es que lleva un texto incorporado. Ya un emblema tiene más que ver con una imagen o una figura [...] Pero el hecho de que la tela con los colores (bandera) no se coloque en un mástil junto con las otras banderas oficiales, no significa que no esté prohibida; hay que tener en cuenta que la prohibición es genérica”.
Esta controversia resulta clave porque el Ayuntamiento aragonés, tras conocer este punto de vista del Juzgado, volvió a colocar en la fachada una pancarta con los colores LGTBI en junio de 2021, pero incluyendo ahora un lema: “Zaragoza es diversidad”. Pero el responsable de lo Contencioso-Administrativo 3 ordenó entonces retirar también ese cartel, a petición de Abogados Cristianos. En su defensa, el Consistorio llega a alegar que colocar “pancartas en la balconada es recurrente”: “Se hace reiteradamente ([por ejemplo], en recuerdo a los fallecidos por la pandemia) sin expediente, ni trámite alguno. Es un acto de carácter social”.
Abogados Cristianos, una asociación próxima a Vox, mantiene una larga campaña legal contra las instituciones que colocan símbolos en apoyo del colectivo LGTBI. Ya ha emprendido acciones similares en Cádiz o en Valladolid. De hecho, para justificar sus iniciativas en los tribunales, esta asociación asegura que la bandera arcoíris “representa una ideología contraria al cristianismo y supone un ataque directo a la Iglesia católica y su Magisterio y a la fe de los católicos”.
TITULO: EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Marlaska escenifica con su homólogo marroquí la nueva relación con Rabat en plena crisis con Argelia,.
EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Marlaska escenifica con su homólogo marroquí la nueva relación con Rabat en plena crisis con Argelia , fotos,.
Marlaska escenifica con su homólogo marroquí la nueva relación con Rabat en plena crisis con Argelia,.
Los ministros de Interior de ambos países abordan la inmigración irregular, la reapertura de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, y el inicio de la Operación Paso del Estrecho,.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha reunido este miércoles durante tres horas con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, para escenificar, en plena crisis con Argelia, el nuevo estado de las relaciones entre Madrid y Rabat tras la decisión española de abandonar su tradicional postura de neutralidad en el conflicto del Sáhara y apoyar la propuesta de Marruecos de autonomía para la antigua colonia. Este es el segundo encuentro entre ambos ministros desde que el pasado marzo se plasmara el giro español en el tema saharaui. El anterior tuvo lugar el pasado 29 de marzo, en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), durante una reunión de la Alianza Internacional para la Seguridad en la que participaban Grande-Marlaska y Laftit. Antes de la crisis diplomática, ambos ministros habían mantenido ocho encuentros bilaterales.
Tras la reunión de este miércoles, celebrada en la sede del ministerio en Madrid, han emitido un comunicado conjunto en el que subrayan “la importancia estratégica de las relaciones entre los dos países” y sitúan “la ejemplaridad de la cooperación” entre sus departamentos como la materialización de “la nueva dinámica” entre Madrid y Rabat tras el fin de la crisis diplomática.
El comunicado destacaba también “la ejemplar cooperación hispano-marroquí en los ámbitos migratorio y de la seguridad, especialmente en la lucha contra el terrorismo y la criminalidad transnacional”. Poco antes, en una nota de prensa, Interior incidía en esta idea al alabar “el trabajo conjunto diario” de las Fuerzas de Seguridad de ambos países y destacar “el intercambio de información operativa” en “la lucha contra la inmigración irregular y en la desarticulación de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de migrantes”, uno de los temas más sensibles en la relación entre ambos países.
De hecho, la última crisis diplomática entre ambos países, y que se extendió durante 10 meses, fue provocada por la entrada irregular de más de 10.000 inmigrantes en Ceuta, los días 17 y 18 de mayo de 2021, ante la pasividad de las autoridades marroquíes. Informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de aquellos días enmarcaban aquella entrada masiva de inmigrantes dentro del “discurso agresivo” con el que Rabat pretendía que Madrid cambiara de posición en la cuestión del Sáhara Occidental, como finalmente ocurrió en marzo pasado.
Ambos ministros han abordado también el proceso de normalización de la frontera terrestre entre ambos países, que se inició el pasado 17 de mayo con la reapertura parcial de los pasos de Beni Enzar, en Melilla, y de El Tarajal, en Ceuta, pero que aún está lejos de completarse. Aquel día, tras más de dos años cerrados a cal y canto, los puestos fronterizos solo se reabrieron para los ciudadanos de la Unión Europea y extranjeros con permiso de residencia y visado Schengen. Dos semanas después, el 31 de mayo, se reabrió al tránsito de los trabajadores transfronterizos residentes en las poblaciones vecinas de Marruecos, aunque solo pudieron hacerlo las pocas personas que tenían la documentación en vigor, menos de 300 entre ambas ciudades. El comunicado conjunto, sin embargo, no hace referencia a este punto.
Desde entonces, la situación sigue estancada pese a que delegaciones de ambos países han mantenido varios encuentros para acordar nuevos pasos en la reapertura. El Gobierno español consideraba que el acuerdo con Rabat incluiría la reapertura de la aduana comercial con Melilla y la instalación de una nueva en Ceuta, pero aún no se ha materializado. Pese a ello, el comunicado conjunto recalcaba que se sigue “la hoja de ruta acordada tras el encuentro mantenido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos, Mohamed VI” el pasado abril, sin dar más detalles.
El encuentro ha servido también para tratar la Operación Paso del Estrecho, que este miércoles se ha iniciado formalmente en España después de dos años suspendida a causa de la decisión de las autoridades marroquíes de cerrar las fronteras para dificultar la propagación del coronavirus y, posteriormente, mantener la medida como un método de presión más para que España modificase su postura respecto al Sáhara Occidental. El año pasado, Rabat solo permitió el atraque en sus puertos de los barcos procedentes de Sète (Francia) y Génova (Italia).
La Operación Paso del Estrecho, que en Marruecos se conoce como Marhaba, fue concebida en 1986 y suele desarrollarse entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. En su última edición, la de 2019, la misma facilitó el paso desde Europa a Marruecos de 3.340.045 pasajeros y 760.215 vehículos. En la actual, cuyos detalles terminaron de concretar el pasado 5 de mayo delegaciones de ambos países en una reunión celebrada en Rabat, participan por parte española cerca de 16.000 agentes de las Fuerzas de Seguridad. El movimiento de personas supone cerca de 500 millones de euros solo en billetes de barco, según estimaciones efectuadas en años anteriores por las navieras. A ello se suman las ventas de tiendas de comestibles, gasolineras, hoteles y puestos de trabajo para desempleados que participan durante esos tres meses como asistentes.
TITULO: Donde comen dos - Gastronomía desenfadada en Mérida,.
foto / Esferas de arroz negro, alcachofas confitadas, esferas de Ferrero… El enunciado de los platos nos sugiere un restaurante gourmet, un comedor elegante y un maître sofisticado… Sin embargo, suena Rosendo, los camareros llevan camisetas negras y tejanos caídos, los manteles son individuales de papel, las mesas, de madera rústica, las sillas, cada una de su padre y de su madre, la cubertería es corriente, la cerámica se apunta a la informalidad y sobre los muebles, además de plantas, se ven tarjetas con mensajitos de buen rollo, por ejemplo: «Alimenta tus pensamientos con amor y el miedo morirá con el hambre».
Canta Rosendo: «Maneras de vivir» y por simpatía, deducimos que también hay maneras de comer y una de ellas es la desenfadada. Así que estamos en un restaurante de la zona vieja de Mérida, en el entorno del Templo de Diana, y el nombre del local ya da una pista sobre su estilo. Natura Gastroart se llama, su fachada no entusiasma y su gran carta en la puerta da una imagen de tapería poco estimulante con precios fijos: selección de tapas a 5 euros, platos principales a 14 y postres a 4.
Pero no nos dejemos llevar por las primeras impresiones e investiguemos. En la carta, eclecticismo: desde un humus y un salmorejo sin gluten hasta un manjar de atún con lima, sal negra y AOVE o unas albóndigas sobre compota de manzana y curry. Hay tatakis de atún y de ternera, arroz extremeño con verduras, setas y torta o chuletones de atún. Ante tanta tentación prometedora, dejamos de especular, entramos y nos sentamos en unas sillas no muy cómodas, pero graciosas. Detalles: baños chicos, pero oliendo muy bien y súper limpios, servicio informal, pero atento y profesional, decoración con mensaje: árboles pintados en las paredes, macetas y la leyenda salvemos el mar en el sobre de los cubiertos.
Pero vamos a lo importante: ¿qué tal se come en este Natura Gastroart que abrió hace dos años en la calle Berzocana de Mérida? En una pizarra se anuncian los platos fuera de carta: setas a la plancha, mojama y lagarto ibérico. Empezamos con las esferas de arroz negro con salsas de piquillo y alioli. Son unas bolas crujientes y sabrosas de arroz muy bien rematadas, con equilibrio de sabores, donde nada mata a nada y los matices se realzan los unos a los otros. Un tapa que avisa de que el restaurante merece la pena.
Seguimos con las alcachofas confitadas a baja temperatura sobre crema de calabaza con rulo y jamón: ricas y blanditas. Este chef (Nando Carrasco) es un maestro para las salsas y un virtuoso del equilibrio. Y, por encima de todo, es divertido: está resultando una comida llena de sorpresas y estímulos, pero sin pretensiones ni exageraciones.
Además, el servicio es rápido sin agobiar. Los platos se suceden con cadencia exacta, lo justo para degustar sin prisas, lo exacto para no esperar incómodos. Las cantidades son generosas y los seis buenos medallones de solomillo con torta y naranja lo demuestran. El solomillo de cerdo es un plato que, en nuestras correrías gastronómicas por Extremadura, ha bajado la puntuación de muchos restaurantes: en unos, aburre; en otros, la salsa lo anula. En Natura Gastroart está conseguido el punto: toque justo de sabor en la salsa, que realza la gracia de un solomillo tierno y cocinado con precisión.
El postre mantiene el nivel de encanto: la esfera Ferrero es un cáliz de pasta conteniendo diversas fórmulas de chocolate y trocitos de frutos secos. No es Ferrero Rocher deconstruido, sino reconstruido con imaginación. En la carta, los postres eran sugerentes: uno llamado tres leches, otro se llamaba mostachón y había también tarta de zanahoria y yogurt con nueces, miel y fruta deshidratada. Pero nos quedamos con las ganas: solo quedaban el yogurt con nueces y la esfera con chocolate.
¿Fue todo perfecto? No. Además de la menguada carta de postres, la oferta de vinos blancos por copas era la de siempre, aburridísima (verdejo y semidulce). Y al llegar a casa, comprobamos que nos habían cobrado la cuenta de la mesa de al lado (un par de euros más). Un fallo lo tiene cualquiera, pero en lo fundamental, la cocina, buena nota.
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