TITULO: Cartas Olvidadas - De Calamonte a Constantinopla,.
De Calamonte a Constantinopla,.
La paciencia. La mala suerte de unos calamonteños revela la mejor receta contra el virus,.
Hace unas semanas, les contaba en esta contraportada la historia del tío Pepe, un antepasado de mi mujer que durante la gripe de 1918 despachaba tejidos en una tienda de la calle Pintores de Cáceres. Para combatir aquella pandemia, que llamaron equivocadamente gripe española como ahora llaman sin pruebas el bicho chino a la covid-19, al tío Pepe, etc,.
TITULO: Cartas en el Cajon - Zidane, la calma como método ,.
Zidane, la calma como método
foto / Zidane acudió al rescate de Florentino tal día como ayer hace cinco años. A Rafa Benítez no le arrancaba el equipo, al que abrumaba de consignas. Llegó, puso la casa en orden y ganó aquella Champions y las dos siguientes. Entonces, en plena gloria, abandonó bruscamente. Prefirió tomar una distancia, sin que nadie supiera bien por qué. A los pocos meses tuvo que volver al rescate porque el equipo, desprovisto de los 50 goles anuales de Cristiano, no pitaba ni con Lopetegui ni con Solari. Terminó la temporada decentemente y en la siguiente ganó LaLiga con la vieja guardia más unos refuerzos inútiles.
Sin alharacas, como es él. Con la calma como método, la forma más adecuada para llevar a un equipo como el Madrid. La misma calma de Del Bosque o Ancelotti, idea firme y maneras suaves. Eso más bonhomía y sentido de la justicia es lo que permite mantener la autoridad en un grupo como el Madrid. El poder lo da el club, que firma y paga los contratos. El poder de hacer las alineaciones. Pero la autoridad, sin la cual el poder pierde legitimidad, sólo la otorgan los dirigidos, y se ha de cultivar y renovar cada día. Las cinco Champions del Madrid del florentinato llegaron con estos tres entrenadores. Zidane ha ganado once títulos en estos cinco años incompletos.
TITULO: REVISTA TENIS - Conchita Martínez: “Tenemos ganas de hacer cosas grandes”,.
Conchita Martínez: “Tenemos ganas de hacer cosas grandes”,.
Conchita Martínez vive su segundo curso como entrenadora de Garbiñe Muguruza. Está contenta con la preparación y mira al futuro con optimismo. El miércoles arranca el circuito.
Antes de partir hacia Abu Dabi, donde llegó en la madrugada del domingo junto a su discípula, Garbiñe Muguruza, Conchita Martínez (Monzón, 48 años) atendió a AS para hablar de la pretemporada y de su relación profesional con la tenista española, que desde el miércoles competirá en la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
¿Cómo ha ido la pretemporada con la incertidumbre del circuito mundial?
Cuando empezamos, se conocía un calendario y estábamos preparados para irnos hacia Australia sobre el 15 de diciembre. Luego eso cambió por las medidas que tomaron las autoridades de allí y tuvimos que ir modificando cosas. Se hizo complicado porque todo es muy incierto y la incertidumbre no la lleva bien nadie.
¿Está contenta con el trabajo?
Sí, sabíamos que había tiempo para entrenar y se está haciendo a conciencia. Estoy contenta.
¿Qué balance hace de este año y medio de su nueva etapa con Muguruza?
Para mí ha sido un tiempo muy bueno. Después del reencuentro, hacer final otra vez en un Grand Slam (la del Open de Australia 2020 tras ganar juntas Wimbledon en 2017) fue algo muy bonito. Veníamos de trabajar muy bien y ella fue de menos a más en Shenzhen, en Hobart… En Melbourne jugó muy, muy bien. En Doha y Dubái estuvo bastante bien y luego vino el parón por el coronavirus. Cada uno del equipo tuvo que irse a su casa y estuvimos separados de marzo a junio, cuando empezamos a entrenar sin tener claros los objetivos. El balance es bueno y ahora tenemos muchas ganas de poder hacer, ojalá, cosas grandes.
¿Cómo ve a Garbiñe?
Bien, todos conocemos su potencial, lo bien que juega. Físicamente está mejorando mucho y hemos tenido tiempo de hacer una muy buena pretemporada donde ha recuperado las sensaciones positivas del curso pasado. Ahora se trata de ponerlo en práctica y competir. No será fácil porque todas las tenistas trabajan a conciencia. Pero nosotros tenemos la tranquilidad de que lo hemos hecho y Garbiñe es una gran jugadora.
Ella dice que participa más en el día a día. ¿Lo fomenta usted?
A mí me gusta mucho dialogar con las jugadoras. Se trabaja en equipo. Los profesionales le decimos lo que necesita y ella ve si le funciona. Si no es así, se cambia algo. Los tenistas entienden lo que les hace bien y ella sabe cómo se siente mejor. Estamos incorporando y mejorando cosas que creemos que le van a ir bien para competir.
Uno de los aspectos en los que Muguruza está mejor es la actitud…
Sí, hay que trabajar mucho la mentalidad. Si uno tiene buena predisposición cuando las cosas no van bien e intenta hacer todo lo posible para darle la vuelta, es sabido que los partidos, por muy cuesta arriba que estén, se pueden remontar. Ese espíritu de lucha lo ha sacado ella en la mayoría de los encuentros. Es la línea a seguir porque se trata de una tenista que puede estar arriba.
¿Qué mejoras cree que han logrado en cuanto a tenis?
Garbiñe tiene una línea muy marcada de juego. Es fundamental que sea agresiva y que mande en la pista. Aparte de aguantar, tiene que acabar los puntos. Practicamos mucho las subidas a la red. Todo el equipo trabaja en la misma dirección para que ella esté bien y lista para competir en todos los aspectos.
En Abu Dabi con el test pasado
Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza pasaron favorablemente los test PCR tras su llegada a Abu Dabi. Allí entraron en la lujosa burbuja del modernísimo hotel Fairmont Bab Al Bahr, donde se alojan todas las jugadoras que competirán en el Zayed Sports City International Tennis Centre. En el cuadro de 64 están, entre otras, Kenin (4ª del mundo), Svitolina (5ª), Karolina Pliskova (6ª), Sabalenka (10ª) y Coco Gauff (48ª). “Es preparatorio, pero Garbiñe intentará llegar lo más lejos posible”, dice la aragonesa.
¿El ambiente es tan bueno como parece desde fuera?
Hay muy buen rollo, todos a una por su bien y para que salga a la pista libre de todo y demuestre lo que tiene. Nos ayudamos y eso lo percibe la jugadora, esa buena energía.
¿Qué objetivos se marcan?
Intentar ganar cada torneo. Ella siempre se centró en los Grand Slams, pero a mí me gusta la regularidad y que todos los eventos los juegue a conciencia y con toda la intensidad posible.
El calendario, si se celebra completo, es ilusionante, con cuatro Grand Slams, la nueva Billie Jean King Cup (antigua Copa Federación), los Juegos, las WTA Finals…
Sí, pero lo fundamental es que se puedan jugar torneos preparatorios antes de los grandes, como ahora en Abu Dabi. Es la manera de llegar con rodaje, que es lo que más miedo da, empezar sin preparación. Hay muchas cosas bonitas por delante, pero todo es muy incierto, porque el virus nos ha pegado un revolcón.
¿Cree que la igualdad del circuito femenino es más una dificultad que una oportunidad?
Hay jugadoras muy buenas y todo el mundo tiene muchas ganas de hacerlo bien y con mucha hambre. Eso es bueno para el tenis y a la vez un poco confuso para el aficionado que lo ve un poco desde fuera. La gente está muy bien preparada y el nivel es muy alto. De repente gana un Grand Slam una niña de 19 años (Iga Swiatek en Roland Garros). Se ha perdido el respeto a las que están arriba, las chicas salen a jugar muy libres y sin miedo, y eso es peligroso. En un día muy bueno, te lo pueden poner muy difícil.
No sé si esto se lo preguntan mucho, porque se suele poner el foco sobre Muguruza: ¿Cómo se encuentra usted como entrenadora?
Me encuentro bien, ilusionada con lo que hago. Cuando hago algo que me gusta y estoy bien con el equipo, todo fluye. Estoy en un buen momento de mi carrera y con una oportunidad importante.
¿Cómo llevó el confinamiento?
Venía de estar un año con Karolina Pliskova y enseguida empecé con Garbiñe. Fue un bajón parar, porque al principio parecía cosa de tres semanas y se alargó mucho. Se hizo complicado y no era fácil mantener motivada a tu jugadora en momentos difíciles. Mi trabajo fue intentarlo.
Por último, ¿qué le parece la transformación de la WTA, lo ve como un guiño para una futura unión del tenis masculino y femenino?
Me parece una buena idea. La unión siempre es buena, si es con
igualdad de oportunidades para ambos sexos. Lo veo con buenos ojos si va
a ser así.
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