EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -Martes -26- Enero ,.
Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes -26- Enero , a las 22:30 por antena 3, etc.
EL SILENCIO POR FAVOR -
DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES -Dolores Redondo,.
Dolores Redondo: «Me aterra lo que escribo y me causa pesadillas»,.
Con 'La cara norte del corazón' abre otra puerta al pasado de Amaia Salazar, su investigadora de la trilogía del Baztán,.
En el Molino del infierno, en lo más hondo del valle del Baztán, empezó todo. En ese bosque «tan aterrador como acogedor» la policía Amaia Salazar estuvo perdida durante dieciséis horas cuando tenía doce años e investigó luego crímenes atroces. Allí temió por su vida, conoció el terror asomándose al abismo y cambió. Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) ha querido atisbar de nuevo el abismo en ese frondoso bosque donde presentó su nueva novela, 'La cara norte del corazón' (Destino). Explora dos infiernos paralelos: el de Amaia Salazar, poblado de ancestrales y atávicos demonios, y el de un espeluznante asesino en serie que actúa a en una Nueva Orleans devastada por el huracán Katrina.
«Asomarse al abismo da vértigo, tanto, que tengo pesadillas horribles con mis novelas. A veces me aterra lo que escribo; me empapo de las emociones que narro y vivo, y desde luego de las más terroríficas», reconoce una escritora a quien le van los retos y que conecta los fantasmas del Baztán con los de los pantanos de Luisiana. Instalada en la dulzura del éxito tras una fulgurante carrera de solo seis años, con su trilogía del Baztán publicada en medio mundo, el cine rendido a su pies con varias películas en marcha y el premio Planeta en la mochila, baja como Sísifo de nuevo a la base de la montaña para abordar «otras escalada a lo más oscuro del alma humana».
«Asomarse al abismo da vértigo, tanto, que tengo pesadillas horribles con mis novelas. A veces me aterra lo que escribo; me empapo de las emociones que narro y vivo, y desde luego de las más terroríficas»
Admite que la palabra precuela es «horrorosa», pero le sirve para explicar qué es 'La cara norte del corazón'. Una ficción «que nos lleva al punto cero de Amaia Salazar», la protagonista de 'El guardián invisible', 'Legado en los huesos' y 'Ofrenda a la tormenta, la trilogía que ha conquistado a más de dos millones de lectores, se ha traducido a casi 40 lenguas y suma casi 200 ediciones solo en España. «No pasamos de una trilogía a una tetralogía; esta historia es una nueva puerta para quien quiera conocer el mundo de Amaia Salazar, hayan leído o no la otras novelas», aclara.
Se remonta al verano de 2005, mucho antes de los terribles crímenes que conmocionaron el Baztán. Con apenas veinticinco años, la entonces subinspectora de la Policía Foral participa en un curso para policías de Europol en la Academia del FBI en Estados Unidos. Lo imparte Aloisius Dupree, jefe de la unidad de investigación, que reconoce pronto el talento de Salazar como 'cazadora de psicópatas'. La joven policía deberá estudiar en el seminario un caso real, el de un asesino en serie conocido como 'el compositor', que actúa siempre en medio de desastres naturales eliminando a familias enteras con un macabro ritual. Será esta vez en el infierno del Katrina, el huracán que asoló la ciudad del jazz y el vudú y de la que Redondo se enamoró sin remedio.
Anticiparse al asesino
Salazar llega a Nueva Orleans en vísperas de la catástrofe del Katrina para adelantarse al asesino. Pero una llamada de su tía Engrasi desde Elizondo despertará los peores demonios de su infancia «exponiéndola de nuevo a la cara norte del corazón». Regresará a la madrugada en la que apareció desvanecida a treinta kilómetros del lugar donde se despistó, bajo un chaparrón, «con la ropa ennegrecida y chamuscada como la de una bruja medieval rescatada de una hoguera».
«El corazón más noble, el más luminoso y bondadoso, tiene siempre ese lado oscuro, esa cara norte que es la que trato de explorar y escalar en mis novelas». «Si miras a los ojos del monstruo, veras parte de tí», dice la escritora donostiarra, que advierte que la Salazar originaria «es solo una víctima dolosa que nada tiene nada que ver con la valiente, sagaz y decidida e impetuosa que conocemos».
«El corazón más noble, el más luminoso y bondadoso, tiene siempre ese lado oscuro, esa cara norte que es la que trato de explorar y escalar en mis novelas»
Esta vez su asesino tiene una base muy real: John List, padre modélico y ciudadano ejemplar, luterano devoto, discreto y correcto que aniquila a toda su familia «para salvarlos de la perdición del pecado». Convertido en Martin Lenx, Redondo lo coloca bajo su microscopio narrativo, pero guarda las distancias. «No soy criminalista ni policía. Hago ficción y nunca he querido entrevistarme con uno asesino en serie tipo Hannibal Lecter. No quiero verle o escucharle, no quiero que me convenza de nada ni intente seducirme», apunta. «Lo más terrible de este asesino es que es absolutamente normal, un vecino ejemplar, un tipo corriente de los que te saludan cada día», explica esta admiradora de Thomas Harris, autor de 'El silencio de los corderos' «al que rindo homenaje en cada novela».
Salazar investiga en una Nueva Orleans «posapocalíptica», sin electricidad ni agua potable, sin laboratorios forenses o técnicos, sin fotos ni teléfonos móviles. «La ausencia de tecnología me lleva a hacer una novela casi victoriana, con un tono propio de Poe o de Doyle. Hay que jugar con otros tempos y otros medios cuando no dispones de un móvil o un análisis de ADN en pocas horas debes ser primariamente deductivo como Sherlock Holmes», explica.
«No soy criminalista ni policía. Hago ficción y nunca he querido entrevistarme con uno asesino en serie tipo Hannibal Lecter»
Conecta con un sutil hilo mitológico Nueva Orleans y el Baztán. Vemos como los mitos y fantasmas de la ciudad en la que persiste la huella de las esclavitud, el candomblé, la santería se conectan con las criaturas mágicas y seres míticos que se repiten en muchas culturas, «como el 'Inguma', ese fantasma que provoca la muerte súbita de los niños y cuyo rastro podemos encontrar en Japón, en África, en el Caribe, en el vudú o el País vasco».
Relativiza Redondo el éxito desde una cumbre que dice no ocupar. «No la he alcanzado y no llegaré nunca. No hay cumbre. El escalador que se para se queda congelado», dice. Su fórmula es no parar, no dejar de pedalear para no perder inercia. «Siempre tengo una novela en marcha de las muchas que hay en mi cabeza. Es mi manera de vencer el horror a al página en blanco», se felicita Redondo que no descarta desmarcarse del género negro y explorar otros territorios y otras voces narrativas. «Ya lo hice con la novela de Planeta, aunque sé que un buen crimen siempre es atractivo» ironiza.
LUNES - 25- Enero - Imprescindibles ,.
Imprescindibles, serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes-25- Enero a las 21:00,.
Fallece de forma repentina Paco Blanco, reportero de Telecinco,.
La presentadora ha tributado un sentido homenaje al periodista, que en la actualidad trabajaba en 'Viva la vida',.
Telecinco se ha despedido hoy de Paco Blanco, un reportero que formó parte durante más de una década del equipo de 'AR' y que ha fallecido de manera repentina. Ana Rosa Quintana le ha rendido un sentido homenaje emitiendo un vídeo con varios de los mejores momentos del periodista de Ceuta en la cadena.
«Lo siento en el alma, es una noticia muy triste para todo este equipo. Queremos recordar a nuestro queridísimo compañero Paco Blanco, uno de los periodistas más brillantes que han pasado por este programa, un tipo genial, bellísima persona, un tipo con arte», ha dicho muy emocionada Ana Rosa Quintana.
«Él solo era el que encontraba la palabra adecuada», expresaba Quintana, que ha acabado su breve discurso con un: «viva el Betis manquepierda», puesto que Paco Blanco era un gran aficionado del conjunto verdiblanco.
El reportero trabajaba en la actualidad en el programa 'Viva la vida', de Mediaset, y Sonsoles Ónega también ha tenido palabras de recuerdo para él. «Nos deja muy pronto. Le decimos adiós a un compañero y sobre todo a un amigo al que queríamos mucho. Tenía un sentido del humor excepcional», ha comentado Ónega.
TITULO: ELLA & - Un cineasta autocrítico,.
Un cineasta autocrítico,.
GRANDES ALMACENES,.
Rafael Maluenda dirigirá 'BERLANGA!!', un documental con material inédito sobre el gran director valenciano y los rodajes de varias de sus películas,.
C En 2021 se conmemorará el centenario de Berlanga. Rafael Maluenda -brillante director de Cinema Jove durante 17 años y ayudante técnico de Berlanga en sus últimas películas- me cuenta lo que pensaba el gran cineasta de su propia filmografía. Maluenda será el encargado de dirigir el documental 'BERLANGA!!', con numeroso material inédito sobre el director valenciano y el rodaje de varias de sus películas.
'Calabuch'. «Berlanga era bastante autocrítico», afirma Maluenda. «Muchas escenas no le satisfacían, bien por considerar que se equivocó en alguna decisión o por no haber conseguido el equipamiento técnico previsto. Cuando hablaba de películas suyas que sí le gustaban, casi siempre atribuía el mérito a otros: ya fuera al guionista, al director de fotografía, a algún técnico... 'Calabuch' era la que menos le gustaba por 'excesivamente ternurista', y 'Plácido' la que creía técnicamente más perfecta de entre las suyas. Decía que la rodaron todos -actores, técnicos, él mismo- en estado de gracia. Reflejaba un universo totalmente berlanguiano en su retrato de la hipocresía, la mezquindad y la estupidez. Perfeccionó en ella su estilo visual, con un dominio absoluto de los más complejos planos-secuencia. No es de extrañar que se ganara la admiración de Capra, Wyler, Mamoulian, Sternberg y otros monstruos sagrados de Hollywood, con la consecuente nominación al Oscar».
'La vaquilla'. «También tenía una querencia especial por la muy incomprendida 'Tamaño natural', con sectores feministas en contra y a favor en todo el mundo. Le gustaba 'La vaquilla', censurado el guion por el franquismo y boicoteado por el PCE en Uninci. A Berlanga le satisfacía saber que personas enfrentadas en las trincheras, iban juntas al cine a reírse con ella», asegura Maluenda. «También hablaba con satisfacción de 'La escopeta nacional', su mayor éxito de público y la primera que hizo sin preocuparse por la censura».
'El apartamento'. «Luis era un gran cinéfilo, aunque no uno enciclopédico que nos carga con datos y fechas. Pero a veces te sorprendía con sus conocimientos. Admiraba a Sternberg, Preston Sturges, René Clair... En sus últimos años hablábamos mucho de cuál era 'LA PELÍCULA', y él se decantaba por 'El apartamento'. La película de Wilder también retrataba la corrupción del hombre medio, zarandeado por grupos e instituciones, empujado a la degradación. Otra película rodada en estado de gracia».
'Todos a la cárcel'. Con 'Todos a la cárcel' -y con 'Blasco Ibáñez', miniserie para TV- era crítico. Las consideraba fallidas al haber tenido que renunciar a varias ideas y a muchos de sus actores habituales (los 'abuelitos Berlanga', como los denominaba jocosamente en contraposición a las 'chicas Bond' y a las 'chicas Almodóvar') porque ya habían desaparecido. 'Todos a la cárcel' fue otro retrato de la España del `'pelotazo' y de la explotación del presunto pasado político».
Concha Velasco. «'París-Tombuctú' la concibió como su testamento fílmico. Una España que responde a varios tópicos de su leyenda negra. Un cierre amargo. El último plano que rodamos -que rodó Luis- mostraba esa pintada de 'Tengo miedo. L.' sobre un maltrecho toro de Osborne». Con 'París-Tombuctú' Berlanga había soltado una bomba muy personal y radical y sabía que la recepción sería moderada», dice Maluenda. «Pero estaba feliz por haber podido rodar con Concha Velasco, en su opinión las mejores piernas del cine español».
PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -28- Enero.
PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -28- Enero.
PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -28- Enero.
Pesadilla en la Cocina es un programa de
televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef
Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La
Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina
vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO -
LUNES -El pueblo que comía trigo de mar ,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO -
LUNES - El pueblo que comía trigo de mar ,. ,fotos.
El pueblo que comía trigo de mar ,.
Los seris o comcáac fueron pioneros en el consumo de lo que el chef Ángel León ha dado a conocer ahora como 'cereal marino'
El
jesuita cordobés Andrés Pérez de Ribas (1575-1655) pasó veinte años de
su vida intentando catequizar a las tribus del lejano y desértico norte
de la Nueva España. Recorrió los Estados de Chihuahua, Sinaloa y Sonora
evangelizando a los indios yaquis, zuaques, ahomes, pimas, mayos,
pápagos y cucapás. De todos estos pueblos y de sus extrañas costumbres a
ojos españoles habló en su libro 'Historia de los triunfos de nuestra
santa fe' (Madrid, 1645), en el que distinguió entre tribus más o menos
cristianizadas -a las que ya había llegado «la alegre nueva del santo
evangelio»- y otras naciones indias casi desconocidas con las que la
Compañía de Jesús aún no había tenido contacto. Una de las más
misteriosas era la «que llaman Heris»: un pueblo nómada de
cazadores-recolectores que vivía junto a las costas del golfo de
California, entre el desierto y el mar.
«Ni labran tierras, ni siembran como las otras, ni tienen género
de casa o vivienda ni defensa de las inclemencias del cielo; unos viven
en espesuras, otros en las marinas sustentándose los primeros con caza,
raíces o frutillas silvestres y bebiendo de algunos charcos o lagunillas
de agua recogida de las lluvias, y los marítimos de su pesca de mar y a
veces de langostas, culebras y otros animalejos, teniendo por pan para
comer el pescado fresco u otro que tienen seco y salado».
Al
jesuita le maravillaba que a pesar de tan magra dieta aquellas gentes
fueran «las más corpulentas y de más alta estatura de todas las naciones
de Nueva España y aun de las de Europa, y muy sueltas y ligeras; viven
muchos años hasta la edad decrépita». Aunque conocía el fuego, aquella
tribu indómita cocinaba sus alimentos de manera muy simple y
habitualmente se conformaba con comer los frutos de plantas agrestes
como el cardón, la pitaya, el palo fierro o el mezquite.
Semillas comestibles
No cultivaban ni sembraban, pero de otros pueblos labradores
obtenían maíz a cambio de pescado y en «otro tiempo del año cogen una
semilleja de hierba que nace debajo del agua en el mar, que también les
sirve de pan». Ojo aquí, porque esa semilleja marina de la que habló
Pérez de Ribas hace casi 400 años lleva copando los titulares de la
actualidad gastronómica una semana entera.
Hace
pocos días surgió la fabulosa noticia de que en su búsqueda de nuevos
ingredientes marinos, Ángel León y su equipo del restaurante Aponiente
(El Puerto de Santa María, Cádiz) han logrado cultivar algo que podría
cambiar la historia de la alimentación humana: un 'cereal marino' que no
necesita fertilizantes, agua dulce, ni tierra firme, y que tiene
iguales o mejores propiedades nutritivas que los cereales terrestres. El
Chef del Mar ha conseguido cultivar de manera controlada la Zostera
marina, una planta acuática -¡no un alga!- de agua salada que crece a
poca profundidad y que, de manera semejante a las gramíneas de tierra
firme, tiene flores, frutos y semillas. Unas semillas que son
comestibles pero que hasta ahora y desde hace al menos 2.000 años
solamente consumían los seris de Sonora (México).
Resulta curioso que sea ahora otro inquieto andaluz, Ángel León,
quien saque a la luz la importancia de este alimento que pasaron muchos
españoles por alto. El conquistador Álvar Núñez de Vaca, por ejemplo,
oyó hablar a su paso por la zona en 1535 de unos indios que «no tienen
maíz y comen polvo de bledo y de paja y pescado». En 1729 el también
jesuita Nicolás de Perera escribía a su superior el padre Nicolás de Oro
sobre los seris de Isla Tiburón que los indios se sustentaban a base de
«una semilla que sacan del mar».
Los
seris -en yaqui significa 'hombre de la arena'- se denominan a sí
mismos comcáac ('la gente') y actualmente viven en los municipios
sonorenses de Pitiquito y Hermosillo. Ya no llevan una vida nómada ni
comen casi «trigo del mar», pero la Zostera marina fue uno de sus
alimentos básicos.
También llamada zacate marino o sedas de mar, de esta planta
perenne brotan anualmente unas espigas con semillas que las mareas
arrojaban a la playa en el mes de abril o, en lengua seri, xnoois ihaat
iizax ('luna de cuando se recoge la semilla del trigo marino'). El fruto
maduro se llamaba 'xnoois', los brotes flotantes, 'eaz', y la planta
cuando estaba bajo el agua, 'hatáam'. Era tan importante para los seris
que cuando conocieron el trigo auténtico lo llamaron 'caztaz', de 'cazt'
(castellano) y 'eaz' (zostera). Sus espigas se dejaban secar sobre la
arena y sus frutos eran recogidos por las mujeres para tostarlos,
abrirlos y moler después sus semillas obteniendo una harina que se
mezclaba con agua ('xnoois haaztoj'), semillas de cardón ('xnois
coinim') o grasa de tortuga ('cöhanopin') para hacer desde una papilla
ligera hasta bolas de masa o pan.
Pesadilla en la Cocina es un programa de
televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef
Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La
Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina
vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.
Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.
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EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO -
LUNES - El pueblo que comía trigo de mar ,. ,fotos.
El pueblo que comía trigo de mar ,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO -
LUNES - El pueblo que comía trigo de mar ,. ,fotos.
El pueblo que comía trigo de mar ,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO - LUNES - El pueblo que comía trigo de mar ,. ,fotos.
El pueblo que comía trigo de mar ,.
Los seris o comcáac fueron pioneros en el consumo de lo que el chef Ángel León ha dado a conocer ahora como 'cereal marino'
El jesuita cordobés Andrés Pérez de Ribas (1575-1655) pasó veinte años de su vida intentando catequizar a las tribus del lejano y desértico norte de la Nueva España. Recorrió los Estados de Chihuahua, Sinaloa y Sonora evangelizando a los indios yaquis, zuaques, ahomes, pimas, mayos, pápagos y cucapás. De todos estos pueblos y de sus extrañas costumbres a ojos españoles habló en su libro 'Historia de los triunfos de nuestra santa fe' (Madrid, 1645), en el que distinguió entre tribus más o menos cristianizadas -a las que ya había llegado «la alegre nueva del santo evangelio»- y otras naciones indias casi desconocidas con las que la Compañía de Jesús aún no había tenido contacto. Una de las más misteriosas era la «que llaman Heris»: un pueblo nómada de cazadores-recolectores que vivía junto a las costas del golfo de California, entre el desierto y el mar.
«Ni labran tierras, ni siembran como las otras, ni tienen género de casa o vivienda ni defensa de las inclemencias del cielo; unos viven en espesuras, otros en las marinas sustentándose los primeros con caza, raíces o frutillas silvestres y bebiendo de algunos charcos o lagunillas de agua recogida de las lluvias, y los marítimos de su pesca de mar y a veces de langostas, culebras y otros animalejos, teniendo por pan para comer el pescado fresco u otro que tienen seco y salado».
Al jesuita le maravillaba que a pesar de tan magra dieta aquellas gentes fueran «las más corpulentas y de más alta estatura de todas las naciones de Nueva España y aun de las de Europa, y muy sueltas y ligeras; viven muchos años hasta la edad decrépita». Aunque conocía el fuego, aquella tribu indómita cocinaba sus alimentos de manera muy simple y habitualmente se conformaba con comer los frutos de plantas agrestes como el cardón, la pitaya, el palo fierro o el mezquite.
Semillas comestibles
No cultivaban ni sembraban, pero de otros pueblos labradores obtenían maíz a cambio de pescado y en «otro tiempo del año cogen una semilleja de hierba que nace debajo del agua en el mar, que también les sirve de pan». Ojo aquí, porque esa semilleja marina de la que habló Pérez de Ribas hace casi 400 años lleva copando los titulares de la actualidad gastronómica una semana entera.
Hace pocos días surgió la fabulosa noticia de que en su búsqueda de nuevos ingredientes marinos, Ángel León y su equipo del restaurante Aponiente (El Puerto de Santa María, Cádiz) han logrado cultivar algo que podría cambiar la historia de la alimentación humana: un 'cereal marino' que no necesita fertilizantes, agua dulce, ni tierra firme, y que tiene iguales o mejores propiedades nutritivas que los cereales terrestres. El Chef del Mar ha conseguido cultivar de manera controlada la Zostera marina, una planta acuática -¡no un alga!- de agua salada que crece a poca profundidad y que, de manera semejante a las gramíneas de tierra firme, tiene flores, frutos y semillas. Unas semillas que son comestibles pero que hasta ahora y desde hace al menos 2.000 años solamente consumían los seris de Sonora (México).
Resulta curioso que sea ahora otro inquieto andaluz, Ángel León, quien saque a la luz la importancia de este alimento que pasaron muchos españoles por alto. El conquistador Álvar Núñez de Vaca, por ejemplo, oyó hablar a su paso por la zona en 1535 de unos indios que «no tienen maíz y comen polvo de bledo y de paja y pescado». En 1729 el también jesuita Nicolás de Perera escribía a su superior el padre Nicolás de Oro sobre los seris de Isla Tiburón que los indios se sustentaban a base de «una semilla que sacan del mar».
Los seris -en yaqui significa 'hombre de la arena'- se denominan a sí mismos comcáac ('la gente') y actualmente viven en los municipios sonorenses de Pitiquito y Hermosillo. Ya no llevan una vida nómada ni comen casi «trigo del mar», pero la Zostera marina fue uno de sus alimentos básicos.
También llamada zacate marino o sedas de mar, de esta planta perenne brotan anualmente unas espigas con semillas que las mareas arrojaban a la playa en el mes de abril o, en lengua seri, xnoois ihaat iizax ('luna de cuando se recoge la semilla del trigo marino'). El fruto maduro se llamaba 'xnoois', los brotes flotantes, 'eaz', y la planta cuando estaba bajo el agua, 'hatáam'. Era tan importante para los seris que cuando conocieron el trigo auténtico lo llamaron 'caztaz', de 'cazt' (castellano) y 'eaz' (zostera). Sus espigas se dejaban secar sobre la arena y sus frutos eran recogidos por las mujeres para tostarlos, abrirlos y moler después sus semillas obteniendo una harina que se mezclaba con agua ('xnoois haaztoj'), semillas de cardón ('xnois coinim') o grasa de tortuga ('cöhanopin') para hacer desde una papilla ligera hasta bolas de masa o pan.
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