TITULO: Cartas Olvidadas -España empieza a encarar la tercera ola de covid con el sistema sanitario en estrés "extremo" ,.
España empieza a encarar la tercera ola de covid con el sistema sanitario en estrés "extremo",.
Ocho comunidades ya tienen las UCI por encima del 25% y el ingreso de pacientes de coronavirus casi alcanza el máximo de la segunda andanada.
Personal médico en una uci del hospital Puerta de Hierro de Madrid - foto,.
España encara el inicio del ascenso a la tercera ola en una situación muchísimo más delicada que cuando a mediados de octubre empezó a escalar las primeras estribaciones de la que luego sería la segunda andanada del virus. El país se enfrenta ya a un nuevo tsunami infectivo con el 'talón de Aquiles' de cualquier pandemia, el sistema asistencial y hospitalario, en una situación de alerta "extrema".
El panorama -no se cansan de avisar en Sanidad- es preocupante porque España se enfila la nueva oleada partiendo de puntos muy altos, no solo de nuevos casos, sino de pacientes en los centros.
Récord de positivos el viernes
Este viernes España marcó su máximo histórico de la pandemia al superar por primera vez los 40.000 contagios diarios. El dato, sin duda, fue visto con preocupación en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) porque el país, que ya llevaba moviéndose en cifras récords durante toda la semana, solo ha empezado a trepar las primeras cuestas de la nueva montaña y, sin embargo, supera ya en un 57% el techo máximo de la segunda ola, los 25.595 positivos que se registraron el 30 de octubre.
TITULO: Cartas en el Cajon - Illa desoye a las autonomías que reclaman un nuevo confinamiento domiciliario ,.
Illa desoye a las autonomías que reclaman un nuevo confinamiento domiciliario
El ministro se abre, en cambio, a revisar las franjas horarias del toque de queda ante la «tercera ola» de la pandemia,.
foto / Las autonomías presionan pero el Gobierno pide calma y tiempo. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dio este sábado una de cal y otra de arena a los ejecutivos autonómicos, que ven cómo se están disparando las cifras tras las navidades y las medidas adoptadas, algunas de ellas tras las fiestas, no acaban de surtir efecto. Así, el ministro se abrió a revisar los horarios contemplados en el toque de queda, pero en cambio cerró la puerta a un nuevo confinamiento domiciliario, como el que medio mundo tuvo que soportar partir de marzo del año pasado y como el que han reeditado algunos países, como Reino Unido.
Illa compareció ayer desde la Delegación del Gobierno en Cataluña un día después del clamor de una buena parte de ejecutivos autonómicos, que reclaman cambios en el estado de alarma para poder aprobar restricciones más severas. La pandemia se ha desbocado de nuevo. La tercera ola está registrando cifras récord de contagios, más de 40.000 en el último registro reportado por el Ministerio de Sanidad el viernes pasado, y la presión hospitalaria no para de crecer.
Hay unos 20.000 pacientes ingresados por Covid-19 en toda España y cerca de 3.000 personas en las UCI. La pandemia se ha descontrolado tras las Navidades y las administraciones autonómicas vuelven a pisar el acelerador en la toma de medidas más drásticas porque entienden que con las herramientas que proporciona el estado de alarma no tienen suficiente. Algunos gobiernos van más allá, y Andalucía, Castilla y León, Murcia o Asturias han pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez que vuelva a poner sobre la mesa el confinamiento domiciliario. Ciudadanos apoya esta reclamación y pide un «confinamiento inteligente». El PP, por ahora, guarda silencio. Organizaciones de profesionales sanitarios también presionan en este sentido.
Illa, de momento, no quiere oír hablar de encerrar a la gente en sus casas como en marzo. «No contemplamos un confinamiento domiciliario», aseguró.
El argumento que esgrime es que no fue necesario confinar a la población para doblegar la segunda ola y no lo será para esta tercera. El cierre total garantiza la contención del virus, pero tiene derivadas económicas, sociales y de salud mental. Illa reconoció en cualquier caso que las cifras a día de hoy son «muy preocupantes», con una incidencia de 575 contagios por cada 100.000 habitantes, una cifra que va a más. «Sabemos cómo doblegar esta tercera curva», afirmó el ministro.
Antes de esperar a que el Gobierno autorice el cierre total, algunas autonomías como Galicia, Castilla y León, Andalucía o La Rioja han reclamado y recomendado a su población a que se autoconfine. No es solo una cuestión de que la medida sea más o menos eficaz, sino que comporta dificultades políticas y jurídicas para el Gobierno pues un nuevo cierre de la población tendría que ser aprobado por el Gobierno y luego validado por el Congreso.
Toque de queda
Illa, en cambio, sí que se abrió a revisar los horarios contemplados en el toque de queda del estado de alarma, y también a favor de la adopción de medidas adicionales, siempre con «cobertura legal», que sirvan y sean «eficaces» para doblegar la tercera ola. «Seguimos escuchando» a los gobiernos autonómicos, dijo. Pero advirtió de que si hay que adoptar «nuevas medidas», el foro para estudiarlo será como hasta la fecha el consejo interterritorial. «Si hay que revisar la franja horaria del toque de queda se hablará con las comunidades autónomas», afirmó. Castilla y León, por ejemplo, ya ha aprobado adelantar a las 8 de la tarde el toque de queda y Andalucía y Aragón lo reclaman al Ejecutivo central, que avisa que el toque de queda que contempla el estado de alarma es de 10 a 12.
Más optimista se mostró el ministro con la estrategia de vacunación. «Está funcionando», dijo. El 70% de las dosis suministradas por las compañías farmacéuticas han sido administradas, según sus cifras, y a su juicio ya se ha adquirido la «velocidad de crucero» en el ritmo de vacunación, con 90.000 personas diarias.
El objetivo, insistió, sigue siendo que el 70% de la población esté vacunada en verano y a corto plazo que haya más vacunados que contagiados. En los próximos días, anunció, el Gobierno dará a conocer los nuevos grupos para recibir las vacunas tras el primer sector de sanitarios y los mayores de las residencias. Avanzó además que mañana empieza la administración de la segunda dosis a los que ya fueron vacunados en primera instancia.
TITULO: REVISTA TENIS - Carlos Boluda, el chico que sobrevivió ,.
Carlos Boluda, el chico que sobrevivió,.
El alicantino, ya retirado, fue uno de los jugadores más talentosos como juvenil, pero nunca copó las expectativas y la presión que le impusieron,.
Cuando se etiqueta a Carlos Alcaraz como el «nuevo Nadal» suele aparecer la voz opuesta que anima a no enaltecer a chicos jóvenes cuando su camino a la cumbre está aún lejos y la figura de Rafael Nadal es imposible de alcanzar. Uno de los casos más recordados por no haber copado nunca los adjetivos que se pusieron sobre él lleva el nombre de Carlos Boluda y hace apenas unos días que ha anunciado su retirada con 27 años.
«Mucha gente me ha dicho que no ha visto nada igual a mí», recuerda con nostalgia Boluda cuando se le mencionan los dos torneos de Les Petits As (el campeonato sub14 más importante del mundo) que conquistó en 2006 y 2007, siendo el único tenista en la historia en haber logrado el doblete.
Sin embargo, este chico de Alicante nunca se convirtió en el nuevo Nadal. «Nunca lo habrá», apunta. Su mejor ranking fue el 254 en mayo de 2018 y conquistó nueve títulos Future, pero una lesión de muñeca cuando tenía 18 años, además de un entorno complicado e innumerables cambios de entrenador, pusieron una presión sobre sus hombros a la que nunca venció.
Ahora, 15 años después de aquellos triunfos en Tarbes (Francia), que le catapultaron como la gran esperanza de España, ha tomado la decisión de retirarse y de convertirse en entrenador, ejerciendo junto a Nuria Parrizas. «Nada más llegar a mi último torneo sentía que mi cabeza lo veía todo diferente», explica Boluda, de 27 años, por teléfono tras aterrizar desde Dubái, donde se ha celebrado la previa del Abierto de Australia.
«He sido muy feliz jugando al tenis. Y lo sigo siendo. Pero este último año estaba sufriendo, porque te ves perdido, no sabes muy bien dónde ir, dónde entrenar, te empiezas a cuestionar el nivel... Llegaba a un torneo y veía a mucha gente a la que antes ganaba, ahora a todos los ves durísimos. Yo en el tenis siempre lo he dado todo. Siempre me he levantado, he salido de situaciones complicadas, pero no podía permitirme perder partidos porque no estuviera en la pista», añade.
Y en la cima de todas esas malas experiencias se sitúa la lesión de muñeca que sufrió cuando tenía 18 años y que le apartó dos años del circuito. «Se me olvidó jugar al tenis completamente. Esa etapa fue durísima, porque no encontraba mi nivel. Lo había olvidado. Ahí tienes que asumir muchas cosas. Tenía que volver a aprender cosas que yo sabía hacer muy bien antes. Fue un hostión tan grande que no hubo margen de pensar nada», explica.
Boluda, cuya historia quedó retratada en un Informe Robinson, admite que cuando su renglón se torció, tuvo que soportar que la gente fuera a los torneos a reírse de él. A ver lo «acabado» que estaba. «Yo no he jugado para callar bocas. He luchado porque quería salir de esta. He podido estar el 250 del mundo y disfrutar jugando. Cuando era pequeño me ponían en la pista central y se llenaba para ver lo bien que jugaba. Luego se llenaba para escuchar a gente que decía 'madre mía si no pasa la pelota por encima de la red, está acabado...'. Ahí te das mucha cuenta de quiénes te quieren de verdad», rememora. «Eso le pasó a un chico de 18 o 19 años. Fue un golpe enorme. Me dolía que gente cercana desapareció. Le cogí un poco de asco al mundo del tenis. No al deporte en sí, al mundo que lo rodea», afirma.
Económicamente, en un deporte tan brutal en gastos como el tenis, Boluda aguantó muchos años gracias a los grandes contratos que firmó cuando estaba explotando, sobre todo con Nike y Prince, aunque confiesa que no todo se aprovechó bien. «Como tuve el entorno que tuve, me refiero a un mánager en particular, se despilfarró mucho dinero. Luego tenía la ayuda que me podían dar mis padres, que al final los he tenido para siempre, pero no son ricos. Me han podido ayudar hasta cierto punto. En 2017, 2018 y 2019 no perdía dinero, pero tampoco lo ganaba, porque te mantenías en el top 300 y no te puedes permitir muchas cosas», explica.
Sus padres, gran apoyo en su carrera, aceptaron la retirada de su hijo tras muchos años de altibajos. «Costó un poco más contárselo. Ellos me han visto sufrir mucho. Mi madre sí me dijo por primera vez 'ya está'. Mi padre siempre ha confiado mucho en mí. Si yo le digo ahora que vuelvo, él seguiría confiando en mí, pero como me ven tranquilo...», señala Boluda.
Pero volver no parece una opción por ahora. De momento su camino está ligado al de Parrizas, con la que intentará subir en el ranking, y no descarta ayudar a chicos jóvenes que tengan que enfrentarse al golpe de presión que sufrió él. «Yo estoy encantado de ayudar. Enseguida lo veo, porque cuando lo has vivido es muy fácil de ver. Cuando yo era pequeño, con 17 años, hago mi primeras semis y mi primera final en un Futures, y mi entrenador me iba diciendo 'la actitud no está siendo buena', tú dices sí, sí. Escuchas, pero no escuchas. Luego te pasa algo y dices 'qué razón tenía'».
Ahora Boluda cuelga la raqueta, se aparta del camino del deporte que ama y echa la vista atrás hacia una carrera de muchos golpes y muchas expectativas que han moldeado un hombre maduro y experimentado. ¿Ha merecido la pena? «Sí, pero no se lo deseo a nadie. Sirve, aprendes, pero fue muy duro», finaliza el chico de Alicante que sobrevivió.
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