Ford Fiesta con hibridación ligera,.
La tecnología EcoBoost Hybrid de 48 voltios mejora la eficiencia de combustible un 5%,.
Los modelos Fiesta EcoBoost Hybrid, en dos variantes de 125 y 155 CV, equipan un generador que la marca denomina BISG y que sustituye al clásico alternador. Su función es la recuperación y almacenamiento de la energía que normalmente se pierde durante el frenado y el arranque para cargar una batería de 48 voltios. Además, el BISG también actúa como propulsor y brinda un empuje suplementario durante la conducción normal y la aceleración y a la vez con menor gasto de combustible.
También se incorpora un turbo de mayor tamaño mientras que el sistema de arranque y parada automático funciona en una gama más amplia de escenarios incluso cuando se hace una parada por debajo de los 25 km/h y cuando el vehículo está en marcha con el pedal del embrague pisado.
Tanto el Fiesta EcoBoost Hybrid como los motores tradicionales de gasolina -disponibles con potencias de 95 y 125 CV- utilizan ahora la última generación del motor EcoBoost de 1,0 litros con desactivación de cilindros. Esta técnica apaga automáticamente uno de los cilindros cuando no se necesita toda la respuesta, como por ejemplo al ralentí o con poca demanda en el motor en una bajada.
El motor EcoBoost de 1.0 litros y 125 CV puede montar con una nueva caja de cambios automática de doble embrague de siete velocidades que ofrece mejoras en la eficiencia del combustible y emisiones de hasta un 15% en comparación con la versión que sustituye, el EcoBoost de 100 CV.
Las tecnologías de asistencia a la conducción equipadas en el Fiesta se actualizan. Es el caso del control de crucero adaptativo con sistema de parada y arranque. Este dispositivo, que equipa la caja de cambios automática de doble embrague de siete velocidades, permite la parada completa del vehículo y el consiguiente arranque si la duración de la parada es inferior a 3 segundos.
El sistema de comunicaciones y entretenimiento SYNC 3 del nuevo Fiesta es ahora más intuitivo y fácil de usar, con una nueva interfaz con mandos más grandes que se muestran en la pantalla táctil a color de 8 pulgadas. El módem FordPass Connect permite controlar a distancia una serie de funciones desde cualquier lugar a través del móvil con la aplicación FordPass.
El futuro a corto de plazo de Ford es ofrecer una versión electrificada de cada turismo que lance al mercado en Europa. Y aumentará la gama de vehículos electrificados hasta 18 antes de finales de 2021.
TITULO: Para Todos La 2 - El periodista sardino,.
El periodista Sardino,.
Nacido en Madrid en 1781, hijo de un farmacéutico, estudió filosofía, matemáticas, química, botánica, medicina y farmacia. Con 19 años obtuvo una cátedra en la universidad de Alcalá, que no le otorgaron por su temprana edad, aunque impartió clases en diversos centros. Hablaba varios idiomas, tradujo obras científicas y escribió otras propias. Pero su actividad sustancial fue la conspiración con la pluma durante toda su agitada vida.
En 1807 fue nombrado médico del ejército de Extremadura con destino en Badajoz, donde se unió con la refugiada portuguesa María del Carmen Silva, ya citada en esta columna, mujer brava no menos exaltada, llamada luego 'La Robespierra', e inicia su actividad periodística y revolucionaria como fundador y director de 'El almacén Patriótico' y 'Diario de Badajoz', órganos de la lucha contra los franceses, pero también contra los políticos locales, y primeros periódicos privados surgidos en esta capital.
Tras promover insurrecciones y otras empresas contra los invasores y enfrentarse con sus escritos a la Junta de Extremadura y autoridades locales, huye de Badajoz y participa en varias acciones guerrilleras, recalando finalmente en Cádiz, de nuevo como médico militar, donde funda y dirige el periódico ultraliberal 'El Robespierre Español' contra los franceses y, como en Badajoz, la Junta Central y estamentos dirigentes españoles. Publica 'El testamento político de España' y otros escritos que motivan en 1811 su detención y encarcelamiento, salvándolo de ser ejecutado la enfermedad que padece y las gestiones de su compañera, que logra su libertad sobornando al general Ballesteros con una silla de montar y otros obsequios. Aunque los percances no extinguen sus incendiarias publicaciones y acción revolucionaria, pues 'La Robespierra' las continua por su cuenta.
Conocido por su extremismo liberal, y sintiendo peligrar la vida con la vuelta del absolutismo y sus feroces persecuciones, en 1823, junto con su fiel compañera, se exilió a Inglaterra, donde, tras fundar otros periódicos y continuar sus acciones revolucionarias, muere en 1825 a los cuarenta y seis años de edad. En su agitada andadura, siempre perseguido y a menudo sostenido económicamente por su padre, también anduvo por Francia, siendo llamado a veces en esos países Sardineau y Don Sardino.
Aunque su estancia en Badajoz fue corta, su intensa labor como pionero del periodismo comprometido, en tanto que fundador y director del primer periódico político aquí surgido, desde el que mantuvo el espíritu de resistencia de la plaza, lo enraízan con nosotros, uniendo su nombre a la actividad periodística durante la Guerra de Independencia en Extremadura, particularmente de la capital pacense.
TITULO: Gigantes de La 2 - Johanna Rose ,Jueves -11- junio ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves -11- Junio,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Johanna Rose,.
Johanna Rose: "Se pierde toda la magia con los conciertos en 'streaming'",.
- Regresa en un festival emblemático que este año celebra su 69ª edición.
- Estrenaremos un nuevo proyecto de la Accademia del Piacere, que dirige Fahmi Alqhai, con Antonio Ruz, que hace la coreografía para dos bailarinas: una contemporánea y otra que viene del flamenco. También estarán la cantaora Rocío Márquez, el guitarrista Dani de Morón...
- Los escenarios al aire libre, como el de los jardines del Generalife de la Alhambra, parecen el lugar adecuado para retomar los conciertos en esta 'nueva normalidad'.
- Sí, tenemos mucha suerte porque Antonio Moral, que está en la dirección del Festival de Granada, le está echando mucho valor para que todo vaya adelante.
- Supongo que estarán adaptando el espectáculo a las restricciones del Covid-19.
- Sí, pero es complicado porque todos los días sale una norma nueva y no está muy claro para los músicos qué se puede hacer y qué no. De aquí a julio a ver si se puede pensar solo en el arte y no en las distancias entre los músicos porque, para nosotros, es mejor estar cerca para interactuar y escucharnos. Si te tienes que alejar, la sensación es completamente diferente.
- En los más de dos meses de confinamiento le habrán cancelado infinidad de conciertos.
- Sí, muchos. Marzo era un mes muy fuerte para nosotros fuera de España; teníamos una gira en Bélgica y Holanda. Hay mucha incertidumbre, cancelaciones y, en otras ocasiones, no cancelan, pero posponen para el año siguiente. Ahora tenemos un problema si hay que hacer una cuarentena cuando salgamos del país, los precios de los vuelos... En Italia, pospusieron nuestro concierto a septiembre, pero finalmente lo cancelaron porque solo van a contratar a artistas de allí.
- ¿Cómo está afectando la crisis del coronavirus a los músicos?
- A los que viven solo de los conciertos, como nosotros, nos afecta mucho. Puedes pedir ayudas de autónomo, pero son insuficientes. A nivel artístico, un parón así puede ser positivo para reencontrarse con el instrumento y, al no tener que viajar, te puedes concentrar en trabajar un repertorio más complejo.
- Hay artistas que están ofreciendo conciertos en 'streaming'.
- Hemos trabajado toda la vida para tener un buen sonido, una presencia en la escena y ahora nos sentamos con el teléfono móvil y hacemos un concierto casi en pijama... Con estos conciertos en 'streaming' se pierde toda la magia. Tengo mis dudas acerca de que esto lo vea la gente. Con el tiempo, se podrá filmar con profesionales y con micrófonos bien puestos. Pero, de momento, estos conciertos no están muy bien pagados.
- Publicó un disco justo antes de la pandemia dedicado a Marais. En la portada, sale usted con unas alas negras.
- Marais fue un gambista que trabajaba en la corte de Versalles; lo llamaban el ángel de la viola da gamba. En la corte, había otro gambista, Forqueray, que era conocido como el diablo. La música de Marais es especial y bellísima, pero sabiendo cómo era la vida en la corte y las intrigas, no todo era tan angelical. Por eso lo del negro. Las alas están ahí, pero no de blanco.
- Hay un crítico que dice de usted "Rose posee como intérprete muchas virtudes, pero, si nos viéramos compelidos a destacar solo una de ellas, esa sería la elegancia".
- Son visiones de fuera. Intento transmitir, vivir la música y comunicarme de la mejor manera posible. El intérprete tiene que tener muchas virtudes, no solo tocar bien el instrumento, sino también tener un presencia en el escenario y comunicación con el público.
- Hay muy pocas mujeres en el panorama musical, ¿por qué?
- Cuando eres madre, es más difícil dar conciertos y estar fuera de casa mucho tiempo. El Papa Inocencio XI decía que la música era dañina para la modestia que debían tener las mujeres y se les prohibía. Hay algunas canciones y piezas anónimas de las que me gusta pensar que han sido compuestas por mujeres.
- Hay músicos españoles que para hacer carrera se van fuera de España, pero usted se ha afincado en Sevilla.
- No siempre es necesario salir de España, depende del profesor que necesites para tu instrumento. No hay muchos sitios en los que se pueda aprender a tocar la viola da gamba. Y en Sevilla, cuando yo estudié, había muchos gambistas, un nivel muy alto y Ventura Rico, que me dio clase, era muy buen profesor.
- Para una mentalidad alemana como la suya, ¿no supuso un choque cultural la idiosincrasia sevillana y andaluza?
- Yo siempre he ido hacia el sur. Primero, del norte de Alemania al sur de mi país; luego, a Italia y, finalmente, a España. Choque cultural no sé, pero hay cosas que me gustan de Sevilla, como la calidad de vida. Es verdad que en Alemania hay más posibilidades de conciertos y más vida cultural. Como hacemos muchos conciertos fuera, no importa tanto dónde vives.
- ¿El Gobierno valora a los músicos?
- No. Si eres músico, tienes que ser autónomo, lo mismo que cualquier empresario. La música y la cultura dan mucha riqueza, son las joyas de un país, y deberían tener más apoyo. En otros países, sí se valoran más. Aquí hay que hacer un esfuerzo sobrehumano y arriesgar todo el tiempo.
TITULO: ¡ Atención obras !- María Pagés: "Los escenarios tienen más de 2.000 años, hemos sufrido otras pandemias y ahí siguen",.
María Pagés: "Los escenarios tienen más de 2.000 años, hemos sufrido otras pandemias y ahí siguen",.
foto - María Pagés. Sevilla, 1963. Tras 30
años recorriendo el mundo con su compañía, la bailaora dirige ahora con
su marido, el hispanista marroquí El Arbi El Harti, el Centro
Coreográfico de Fuenlabrada, un faro para la danza en la era
'postcovid'.
- ¿Cómo afronta el confinamiento?
- Con muchísima actividad, aunque parezca una contradicción. En el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada estamos diseñando cómo va a ser el futuro. Ahora hay muchas incertidumbres, dudas e inquietud. Nunca hemos vivido una situación así.
- Se han suspendido conciertos y espectáculos, ¿cómo van a salir de esta crisis los artistas?
- Hay que reivindicar los espacios escénicos para que sigan abiertos porque la danza y el flamenco son artes vivas que deben representarse en escenarios. Parece dibujarse esa idea de que la tecnología va a ser la gran sustituta de artes como la danza, pero ni veo ni quiero un flamenco enlatado en la tecnología. El contacto con el público y esa vivencia de asistir a un espectáculo flamenco en directo, piel con piel, no lo sustituye la tecnología. Los espacios escénicos tienen más de dos mil años, hemos sufrido otras pandemias en la humanidad y ahí siguen.
- El Gobierno no se ha mostrado muy receptivo con las demandas del sector cultural.
- Vivimos tiempos complicados y si no están a la altura se lo vamos a exigir. La responsabilidad sobre la cultura recae en muchas instituciones y todas tienen que funcionar unidas para hacer una cultura fuerte.
- Pero esa unidad no se percibe.
- Tengo fe en ella. El problema es que no hemos sabido crear una red cultural fuerte, con independencia de que cada estructura política de ayuntamientos, Gobierno y autonomías funcionen. La cultura es el espejo de la sociedad y todos, al mirarnos, nos reconocemos, incluso con la diversidad y riqueza que tiene este país. Demandamos un pacto de Estado sobre la cultura. Hasta ahora, hemos tenido otras prioridades y se nota que aquí no es como en otros países, donde la cultura ha sido considerada de primera necesidad, como pueda ser la educación o la sanidad.
- ¿Debe estar la cultura en una escala similar a la educación y la sanidad?
- Por supuesto. No tengo la menor duda; debe de ser así. Es cierto que hay otras prioridades y ahora es la salud física, pero eso no quita que hay otra salud, la emocional, donde las artes y la propia identidad son fundamentales; ¡no sólo de pan vive el hombre! La humanidad ha dado prioridad a la economía y por eso el planeta se nos va al garete y vemos que la cultura es demasiado precaria y desestructurada y se nos viene abajo ante cualquier crisis o dificultad. La danza, dentro de las artes, es de las últimas. Llevamos tres meses sin poder salir de gira y, si no actúas, no comes.
- Nació en una cuna no flamenca. Su padre, matemático de Ibiza, y su madre, empresaria sevillana.
- Sí, los orígenes de mi padre están en Ibiza, según cuenta la leyenda familiar. Los de mi madre están en Cataluña, pero ella vivió en Sevilla y aquí sigue. Mi familia no estaba dedicada a las artes o al flamenco.
- Pero comenzó a bailar a los 4 años.
- Sí, empecé a ir a clases con esa edad. Con 15 años me fui a Madrid a trabajar con compañías y a los 16 fue mi primera gira internacional a Japón y a la antigua Unión Soviética. Comencé muy joven, aunque yo me veía muy mayor; he sido muy entregada desde siempre.
- Trabajó con el maestro Antonio Gades.
- Surgió cuando trabajé para la película 'Carmen' de Saura. Pasé unas pruebas y conocí a Gades. Cuando vio que podía ser parte del elenco de su compañía, me llamó y estuve con él un par de años.
- ¿Cómo ha cambiado el flamenco en estos años?
- Ha evolucionado mucho porque tiene esa capacidad de transformarse, de influir y dejarse influir... Tiene esa facultad hospitalaria; me encanta esa idea de que acoja. Es un arte enormemente rico que empieza en los lugares más marginales de una sociedad, pero luego pasa a los grandes escenarios. No obstante, siempre subyace una resistencia por parte de un sector social a no reconocer el flamenco como un arte. Es una lucha que todos los flamencos llevamos.
- ¿Como si fuera un arte menor?
- Sí, hay gente que se resiste a valorarlo y prefiere que se quede en ese pozo del arte menor que entra siempre por la parte de atrás de las casas señoriales. Me apena y me entristece decirlo, pero hay que hacerlo y que cada cual se dé por aludido y recapacite.
- ¿Puede haber algo de clasismo en esa concepción?
- Por supuesto. Como existe, hay que verbalizarlo y denunciarlo porque el flamenco está en los grandes teatros. Y más aún porque es nuestro y debemos ensalzarlo.
- ¿Fuera de España se valora más?
- Encuentro de todo. Desde hace décadas, hay artistas que estuvieron en grandes escenarios y fueron aclamados. Pero se olvida. Es fundamental que todos los estamentos que formamos la cultura: la sociedad, los artistas, los gestores y los políticos, seamos capaces de poner en su lugar a este gran arte.
- Su idea del flamenco que acoge está en las antípodas de la tesis que reclama un arte puro.
- Son las dos vertientes de un arte popular y tradicional. Ambas caras son necesarias y pueden convivir. Los conservadores quieren preservar el flamenco clásico y otros estamos en la creación, la evolución y la transformación porque es un arte vivo que debe ser reflejo de los cambios sociales. Vemos un cuadro de Goya y percibimos cómo era la historia en ese momento, la vida... Con el flamenco es igual.
- Usted defiende un flamenco reivindicativo.
- Sí, la danza y el flamenco tienen una misión social. Bailar requiere muchísimo esfuerzo; es un trabajo basado en el respeto. Las artes ayudan a cultivar las emociones. Y eso puede ayudar a niños y adolescentes.
- Esa misión social, ¿quiere decir que haya que mostrar filias o fobias políticas?
- Entiendo la política como la responsable de gestionar la sociedad. Los políticos están al servicio de la sociedad y los elegimos nosotros. Vivimos en un sistema democrático en el que no todos pensamos igual y debe haber discusión. La cultura debe estar por encima de la política: no puede ser que un teatro cambie de director porque cambie el partido en el gobierno. La cultura a veces está a merced de los cambios políticos y no debe ser así. Imagínate que la sanidad cambiara continuamente; no habría un sistema sanitario fuerte que aguantara esta crisis.
- ¿Qué enseñanza extrae de esta pandemia?
- Todo es efímero y hay que ser consciente de ello. La pandemia es el resultado, no como castigo porque no creo en eso, pero sí de una mala gestión de la naturaleza. No lo estábamos haciendo bien porque no podemos pensar solo en el enriquecimiento económico y olvidar el resto; eso tiene sus consecuencias. Si estamos así es porque hemos ido en esta dirección; no es casual. Lo que está ocurriendo nos tiene que hacer recapacitar, como todas las crisis. ¿Cómo queremos que sea el futuro? ¿Qué planeta queremos dejar? Se está viendo un retroceso en las democracias ya cansadas y maltratadas por todos.
- ¿Cree que nada será igual?
- Sí, el futuro no va a ser como lo hemos conocido hasta ahora. Ni la sociedad, ni las artes y ni la cultura van a ser las mismas. Hay que revisitar todo aquello que no ha funcionado en nuestro país. Llevamos más de 40 año de democracia y no hemos sabido crear unas políticas culturales sólidas y ahora, que estamos en una situación muy precaria, nos damos cuenta.
- ¿Qué labor hace, junto a su marido El Arbi El Harti, en el Centro Coreográfico?
- Con esta crisis, tiene un papel fundamental para las nuevas generaciones. Es un lugar de encuentro y reflexión para intentar que la danza, como arte, sea valorada y dignificada. Es lo que nos corresponde después de 30 años recorriendo el mundo con la compañía. La danza está muy necesitada de estos espacios de investigación y encuentro. El centro es un espacio que tiene salas de ensayo, una sala para crear, una residencia para las compañías residentes... es un lugar que acoge al flamenco y a todas las disciplinas dancísticas. Está en Fuenlabrada, que ha mostrado una gran complicidad y compromiso con las artes, la danza y el flamenco.
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