DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Imitación a la vida . , fotos,.
Imitación a la vida,.
En esas anduvimos, entre cortados descafeinados, mascarillas y geles, descolocadas perdidas, contando cuántas éramos para podernos reunirnos, desinfectándonos las manos hasta que nos borramos las huellas dactilares, enseñándonos las fotos de los niños con el móvil a distancia, haciendo lo que hiciera falta con tal de volver a ser quienes fuimos y evitar darnos cuenta de que hoy, ahora mismo, somos otra cosa más pequeña y limitada, un papel de calco que copia desdibujadamente nuestra vida anterior. A tientas, estamos aprendiendo a vivir con esta sensación de vulnerabilidad que se nos ha quedado dentro y nos ha dejado el mismo cerco que las tazas de café sobre la mesa de mármol. Y ya puedes pasar tú el Pronto y yo el paño, que no desaparece. En fin, a todo hay que acostumbrarse: a la incertidumbre, a la inseguridad, al nudo en el estómago y a echarle trufa sintética a los huevos fritos mientras no tengamos de la buena, que tampoco pasa nada. Peor es lo de Calvo y Álvarez de Toledo. Eso sí es un melodrama. Ojalá lo hubiera rodado Douglas Sirk.
TITULO: Las rutas Capone - Regui, el '3' del nuevo Bernabéu,.
Regui, el '3' del nuevo Bernabéu,.
foto / Es un canterano puro de La Fábrica. Con ocho años ya estaba corriendo la banda en el equipo de la Fundación del Real Madrid de Becerril, en la sierra madrileña (él es de Collado Villalba). Siempre tuvo metida en su revoltosa cabeza la idea de triunfar en el Bernabéu. No tiene complejos, los espanta con su arrolladora personalidad. Cuando vio que Zidane no le iba a dar bola, se fue a hacer la mili futbolística a la UD Logroñés, donde completó dos cursos fantásticos (en un partido llegó a meterle cuatro goles al Bilbao Athletic). Ramis y Solari
sí creyeron firmemente en sus posibilidades. Con este último se
consolidó como titular del primer equipo la temporada pasada, siendo de
los pocos que en los Clásicos ante el Barça en el Bernabéu plantó cara a Messi y Luis Suárez en un pique con ambos ("¿Qué te pica a ti Pulga?", le dijo al argentino, o "Tú sí que eres feo", le replicó al uruguayo).
Pero volvió Zidane y lo borró del mapa. Literalmente. Marcelo, Marcelo y Marcelo. Incluso fichó en verano a Mendy por 48 millones de euros. Me pregunto entonces cuánto vale Reguilón. Su valor actual es de 25 millones, pero si sigue así su progresión con el Sevilla pronto doblará la cifra. En un vestuario tan curtido como el de Nervión se ha hecho respetar desde el primer día, bien tutelado por Lopetegui, que fue quien le hizo debutar en el Madrid.
Zidane debería rectificar con Sergio. No es un canterano más que puede triunfar en Primera en un equipo medio-alto. Es un lateral zurdo con una velocidad tremebunda, una capacidad defensiva más que demostrada y un cuchillo jamonero en sus incursiones al ataque. Da goles, asiste, recupera, incordia, grita, canchea, nunca se arruga, da ánimos a sus compañeros... Es un chaval feliz, que disfruta de la vida y del fútbol. Un diamante. Debe ser el '3' del nuevo Bernabéu. Sí o sí.
Pero volvió Zidane y lo borró del mapa. Literalmente. Marcelo, Marcelo y Marcelo. Incluso fichó en verano a Mendy por 48 millones de euros. Me pregunto entonces cuánto vale Reguilón. Su valor actual es de 25 millones, pero si sigue así su progresión con el Sevilla pronto doblará la cifra. En un vestuario tan curtido como el de Nervión se ha hecho respetar desde el primer día, bien tutelado por Lopetegui, que fue quien le hizo debutar en el Madrid.
Zidane debería rectificar con Sergio. No es un canterano más que puede triunfar en Primera en un equipo medio-alto. Es un lateral zurdo con una velocidad tremebunda, una capacidad defensiva más que demostrada y un cuchillo jamonero en sus incursiones al ataque. Da goles, asiste, recupera, incordia, grita, canchea, nunca se arruga, da ánimos a sus compañeros... Es un chaval feliz, que disfruta de la vida y del fútbol. Un diamante. Debe ser el '3' del nuevo Bernabéu. Sí o sí.
TITULO: Un país mágico - Galicia y recorre el Camino de Santiago.
El sabado -20- Junio a las 18:30 por La 2, foto,.
Galicia y recorre el Camino de Santiago.
También descubrirá la magia de Ourense y Lugo y el actor Sergio Pazos acompañará a Miguelillo en su recorrido,.
Miguelillo sigue su recorrido por España y llega esta semana a tierras gallegas en 'Un país mágico'. Ourense y Lugo serán las capitales cuyos mágicos secretos se pondrán al descubierto en una entrega que no podía dejar de pasar por el Camino de Santiago. Y todo con un guía de excepción: el actor Sergio Pazos.Miguelillo continúa su aventura por Galicia. Después de disfrutar de la feria del libro, Sergio Pazos acompañará al ilusionista a descubrir la ciudad de Ourense para terminar en el Museo del Juguete de Allariz, localidad que aunque es conocida por la leyenda de su hombre lobo, puede presumir de muchas más sorpresas. 'Un país mágico' las descubrirá paseando por la ribera del río Arnoya.
La siguiente parada será Lugo donde espera Bernardino Lombao y un grupo de runners a los que Miguelillo dejará sin aliento. Para acabar, recorrerá una etapa del Camino de Santiago, más concretamente la que pasa por la localidad de Sarria. A pocos kilómetros de ella, se encuentra La Casa del Alquimista, donde unos peregrinos esperan para ver la magia que esconden estas tierras a la luz de las luciérnagas.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo -21- Junio a las 19:00 por La 2 , foto.
Etapa desde Gijón a Cadavedo,.
Kepa se dirige a Salinas para encontrarse con Carmen López,
una sufista invidente. Continúa su camino hacia Cadavedo, donde pernocta
en un albergue de peregrinos. En Tapia de Casariego hablará de pesca
sostenible con pescadores de la zona. Kepa termina su etapa en
Castropol.
TITULO: Un trío en la cocina - Tenedor y mochila Destino Nueva York.
fotos,. Un trío en la cocina - Tenedor y mochila Destino Nueva York ,.
Destino Nueva York.
-¡Un dólar!
-¡Agua fría! ¡Un dólar!
Hola.
Una botella de agua.
¿Una?
Una.
Un dólar.
Agua fría, un dólar.
Tengo... A ver... Sí, tenga.
Gracias. Buen día.
Gracias. Adiós.
Y para celebrar este aniversario
hemos decidido ofreceros
un bonito regalo.
Ya me aparto.
¡Una gran manzana!
Nueva York, es quizá,
la capital gastronómica
de Estados Unidos,
con su capacidad para absorber
sabores del mundo entero
y de crear una identidad
culinaria propia,
un auténtico arte de vivir.
Cocina callejera,
cocina internacional, comida rápida,
y muchas otras cosas.
¡Empezamos! ¡Vamos!
Cuando una ciudad o barrio
comienzan a hacerse inaccesibles,
¿qué es lo que pasa?
Que la juventud se marcha,
y con ella, la creatividad.
Y eso es lo que ha pasado
en Manhattan,
ahora es en Brooklyn
donde pasa todo,
en el barrio de Bushwick.
Parece un barrio cualquiera
y, sin embargo,
es aquí donde hay que estar.
Vamos a conocer Roberta's,
que es un restaurante.
Bueno, es mucho más que eso,
es un lugar experimental.
A ver, el patrón...
¡Hola!
¡Hola!
Hola. ¿Eres Eddy?
Sí, Eddy.
¿Eres uno de los tres propietarios
del restaurante?
Somos tres socios
y yo soy el director general.
Bien.
¿Esto era antes una pizzería?
No, no, aquí no había nada.
Era un almacén.
Ah, vale.
Todo lo que estás viendo,
lo hemos hecho nosotros,
con nuestras propias manos.
Este invernadero es la culminación
de nuestro trabajo.
Todo está construido
con materiales reciclados.
Un poco como en el almacén.
Utilizamos todo
lo que cae en nuestras manos.
Por eso siempre
está en constante evolución.
¿Qué es lo que cultiváis aquí?
¿Tomates?
Son guisantes.
¿Y lo usáis para vuestra cocina?
Sí, en el momento álgido
de la temporada,
el 35% de lo que cocinamos
sale de aquí.
¿Qué idea hay detrás de esto?
Es una idea muy sencilla:
hacer todo nosotros mismos.
No hay ninguna razón
para ir a comprar verduras
cuando las puedes cultivar
con tus propias manos.
Independiente y construida
por ellos,
el restaurante tiene
su propia emisora en el patio.
Me entrevistaron para hablar
de la cocina francesa.
Esto funciona así:
buscas una mesa
donde haya sitio libre, te sientas,
hablas con los vecinos,
y, pides,
o bien una pizza,
que son excelentes,
o un plato
de la cocina de Carlo Mariachi,
miradlo, está allí,
que es excelente.
Eso son vieiras de Nueva Jersey...
Sí...
Y esto son guisantes silvestres
del estado de Nueva York
y aquí tengo ajo fermentado.
Vamos a empezar con las vieiras.
Cuidado, que te puedes quemar.
¿Por qué decidiste preparar
en el mismo restaurante
platos gourmet y pizzas?
Me gusta dejar que la gente
pueda elegir.
Y a menudo mezclan las dos cosas.
¿Ah, sí?
Sí.
Hay que acompañar la vieira
con un poco de mantequilla.
No la cocinamos con mantequilla
porque se quemaría.
Pero la añadimos al final.
Y como la sartén está muy caliente,
es muy rápido.
Es una receta muy sencilla,
pero muy eficaz.
Ahora, le añado un poco
de aceite de oliva...
¿Y las pones a la plancha?
Sí. Ya.
¿Julie, quieres una "Coors"?
¿Una qué?
¿Una Coors?
Sí, claro...
¡Ah, esto es una Coors!
¡No lo sabía! Muy bien. Vale.
Vamos.
Bueno, vivo intensamente,
al límite.
Esto está hecho.
No me gusta la cerveza.
¡No te cortes, Julie!
¿Esto es lardo de Colonata?
No, lo hacemos aquí.
Ponemos una buena loncha...
Hasta ahora, los ingredientes
que he probado
tienen un aroma increíble.
Su interés desde el punto de vista
gustativo es evidente,
más allá del interés ecológico
e intelectual.
Es asombroso ver hasta que punto,
cuando el alimento se produce cerca,
conserva todas sus cualidades
nutricionales y organolépticas.
Es delicioso y, al tiempo,
super sencillo.
¡Listo!
Vale, bien.
Gracias.
Ya lo veis, esta pequeña paradoja
es la particularidad de la casa,
disfrutamos al mismo tiempo
de una cocina extremadamente
delicada,
con productos locales,
muy bien tratados,
que en Francia merecería
una estrella con una pizza.
En fin, todo Estados Unidos está
aquí, o por lo menos Nueva York.
¿Queréis probarla?
Esta es una pizza 100% local, ¿no?
Sí, aquí en Williamsburg,
venimos a comer productos locales
y frescos
que vienen directamente del huerto.
Y ahora empieza a haber también
restaurantes como este en Manhattan.
¿No solo hay en Brooklyn,
también en Manhattan?
-Ahora hay restaurantes que tienen
incluso sus propias granjas,
que les proveen de huevos
y productos lácteos.
¿Creéis que es una moda
o es algo que va a permanecer?
La salud se ha convertido
en un factor importante.
¿Queréis un consumo más responsable?
Sí, por supuesto.
¿Cuál es el precio medio aquí?
-Unos 55 euros.
¿55 euros? ¡No!
No, todo aquí cuesta menos
de 15 euros.
Entre ocho y quince euros.
Muy bien de precio.
Son las siete de la mañana y
nos dirigimos al Centro Rockefeller.
Grant y Samira me han invitado a
pasar el día con ellos en su camión.
Es un sweet-truck,
como lo llaman aquí; es decir,
un camión que circula vendiendo
pasteles, postres...
Enseguida lo vais a ver.
Y lo mejor de todo es
que ellos me han propuesto
que conduzca yo el camión.
Afortunadamente, tengo la motivación
de la repostería.
¡No quería frenar tan fuerte!
Perdón.
¿Necesitáis un permiso para cada
lugar en el que os paráis?
No, hay un permiso
para toda la ciudad.
¿Podéis ir donde queráis?
Sí.
¿Y no os resultaría más fácil
fidelizar a la clientela
parándoos siempre en el mismo lugar?
La verdad es que los clientes
se aburren.
Los neoyorquinos están siempre
buscando cosas nuevas.
Hemos probado a quedarnos
toda la semana en el mismo sitio,
pero hemos visto que las ventas
caían día a día.
Por eso somos itinerantes
y tuiteamos nuestra posición.
¿Qué son esas bolitas?
¿Son helados?
No, son galletas de chocolate
sin harina.
Creo que me van a encantar.
¿Me pasas la receta?
Sí, la tengo por aquí, espera.
Primero, pongo a tostar
125 gramos de nueces en el horno.
Y las saco del horno
en cuanto empiezan a oler bien,
y luego, las pico.
Después, añado 300 gramos
de azúcar glas,
y también pongo
cuarenta gramos de cacao en polvo,
una pizca de sal
y cuatro claras de huevo.
Lo mezclas todo, aunque no demasiado,
y lo dejas reposar 30 minutos
en la nevera.
Precalientas el horno
a unos 160 grados
y las dejas horneando
durante 14 ó 15 minutos.
Es importante que queden
blandas por dentro
y crujientes por fuera.
Esta es la auténtica galleta
americana.
Bueno, la galleta de Samira,
no sé si es la verdadera
galleta americana...
Voy a despertar muchas envidias,
pero ya podéis hacerlas en casa.
Me encantan así, crujientes.
Muy rica. Es como tener
a América en mi boca.
Empieza la hora punta,
así que me he puesto la gorra
para intentar hacer negocios.
-¿Podría tomar un brownie?
-Quisiera un macarrón.
Un macarrón, vale.
Me encantan.
-Sí, yo también quiero un macarrón.
Me ha convencido.
¿Dónde están los macarrones?
Son esos dulces de ahí.
Ah, vale.
¿Quieres que te lo caliente?
-Sí, por favor.
Vale. ¿Hablas francés?
Un poquito.
¿Venís todos los días?
No, la verdad,
solo estamos aquí un día.
¡Oh no!
-Quédese el cambio.
¡Gracias!
Una propina,
pero solo hago mi trabajo.
Gracias.
Señora!
¡Tiene que salir!
La señora olvidó su vuelta.
No sé lo que pretenden
pero tiene que salir.
No pueden grabar aquí.
Salga del edificio.
Vale.
Bueno, al menos lo he intentado.
Además, si se da cuenta,
no estamos lejos,
los puede recuperar.
Solo porque hayamos venido
a trabajar
no significa
que no podamos hacer una pausa,
en este caso familiar,
tengo un primo que vive aquí.
Es probable que lo conozcáis,
o al menos sus libros.
Se llama Marc Lévy
y he quedado con él
delante de su mercado favorito,
el mercado de Chelsea.
Allí está.
¡Hola, primo!
¡Hola, Julie!
¿Cómo estás?
¡Me alegro mucho de verte!
Dime, ¿aquel es tu mercado?
Sí, allí es donde hago la compra,
en el mercado de agricultores
de Chelsea,
y es el escenario
de una de mis novelas.
¿Ah, sí, de cuál?
"Las cosas que no nos dijimos".
La oficina de mi protagonista
es una de esas ventanas de allí.
Lo más fascinante del sitio es
que es una antigua
fábrica de galletas.
¿Ah, sí?
Mira la forma en la que están
hechas las paredes del ascensor...
Vaya, increíble.
Mira, esto está hecho
con los antiguos buzones de cartas...
¿De los pisos?
Sí.
Quedamos en hacer un picnic
y te recuerdo
que aún no hemos comprado nada.
Ahora nos ocupamos.
¿Qué vamos a hacer?
Verás, para demostrarte
que en Estados Unidos
no es todo comida preparada o rápida,
he pensado que sería divertido
intentar preparar algo
que es una auténtica tradición aquí,
la famosa ensalada César neoyorquina.
¡Ah, me encanta!
Y vamos a preparar en la calle.
¿De picnic? ¿La salsa la harás tú?
Sí, exacto, lo haremos todo nosotros.
¡Vaya!
Pero lo primero que tenemos que hacer
es...
¿Comprar un tenedor y...?
Pero no cualquier tenedor,
un tenedor dentro de una mochila.
¡No, has estado localizando!
Por supuesto. Fíjate.
¡Lo han hecho para nosotros!
Sí.
Voy a estar genial con esto
por todo el mundo.
¡La cueva de Alí Babá!
¿Tendremos suficiente con esto?
Tenemos todo lo necesario
para hacer una ensalada César.
Tenemos de sobra...
Aparte de lo que has comprado tú.
Tenemos lechuga romana...
Paninis...
Queso parmesano...
Mostazas, anchoas...
Huevos...
Unos pastelitos, también.
Nos hemos dejado seducir, ¿eh?
Y aceite, vinagre, sal,
pimienta y limón.
El lugar en el que estamos se llama
High Line.
Es una antigua línea de ferrocarril
que servía al Meatpacking District.
Nos encontramos en pleno universo
de Scorsese,
el barrio de los mataderos
y de las carnicerías.
¡Genial, con las vías del tren!
Con las infraestructuras
han hecho el mobiliario urbano...
¿Sí?
Y estos jardines
con estas increíbles vistas.
Ese es el río Hudson.
Este es uno de los cada vez
más numerosos espacios
que se han abierto
para los neoyorquinos.
La gente de compras, lee un libro,
escucha música, almuerza...
¿Banco o mesa?
Banco. Más cómodo para cocinar.
¿Está permitido?
Sí, aquí.
¡Vamos!
Venga...
Tenemos trabajo,
es la hora de comer.
No tardamos nada.
¿Será rápido?
Dime lo que tengo que hacer.
Muy bien.
Para empezar,
necesito que me consigas...
Vas a necesitar algo
para tirar la clara...
¡La clara ahí!
¡No!
Eso es asqueroso.
¿Por qué? ¿Hay gente debajo?
No lo sé, pero si hubiera...
¿Qué? Tiene muchas proteínas.
La yema.
Sin mirar.
Esto no lo había hecho nunca.
Listo.
Añadimos un poco mostaza.
¿Cuánta? ¿Una cucharilla de café?
Sí, una cucharilla,
y después, la pimienta...
¡Me encanta el plan del picnic!
Cuando pones pimienta,
pones bien, ¿eh?
¡Vaya!
Bueno...
Yo creo que con el parmesano y
las anchoas tenemos suficiente sal.
Pero bueno...
No pasa nada,
tenemos una docena de huevos.
Volvamos a empezar.
Sí, espero que no haya nadie debajo.
No, te lo suplico, mejor aquí.
¿Qué diferencia hay?
Debajo es menos asqueroso...
¡Listo!
¡Fantástico!
¡Vale!
¡Me encanta!
La mostaza, a ver...
La pimienta.
Si aún te queda sal, ponle sal.
¿Aceite de oliva o vinagre?
Primero las anchoas.
Ah, las anchoas.
Sí.
Te voy a enseñar un truco, mira.
Vale...
Mejor ponlo ahí para abrirlo.
¡Fantástico!
¿Para esto la prensa de ajos?
Sí.
Están buenas.
Es muy importante el limón,
sino sabría demasiado
a yema de huevo.
Nada de pan...
No, picatostes.
Van a absorber toda la salsa, ¿no?
Eso es justo lo que quiero.
¿Dados gruesos?
De pollo.
¿Así? ¿Cuántos pongo?
Pon seis.
Venga, ataca.
Qué aproveche.
Está buena.
Super rica.
¡La cantidad perfecta!
¿Cómo hacéis aquí?
Conoces los mejores rincones
de la ciudad,
pero yo tengo un amigo
que conoce muy bien Nueva York
y que también tiene algunas
direcciones que quiere compartir.
Me pregunto si ya lo conoces...
Ahí está.
¡Por supuesto!
-Hola.
¿Os conocéis?
Sí.
¿Qué tal?
¿Cómo estás?
-Bien.
¿Este es el que querías enseñarnos?
-Sí.
Un chef como tú, y nos traes
a una tienda de sándwiches...
Conozco al chef,
que tiene mucho talento,
y que hace una cocina nueva.
Es extraordinario.
Alain Ducasse ha abierto
dos restaurantes en Nueva York
cuando viene recorre
la ciudad sin descanso.
Seducido por los sándwiches
de Angelo Sosa,
le ha propuesto pasar
por sus cocinas en Francia.
Un auténtico cuento de hadas
para un cocinero.
Sus sándwiches son sublimes.
Este me ha reconciliado con el tofu.
¿Cómo descubriste este lugar?
Lo conozco desde hace mucho.
Un domingo por la tarde,
paseaba por el Soho cuando vi
a un joven en el mostrador
con el gesto preciso...
Entré y...
¿Son los mejores de Nueva York?
Claramente.
¿Seguro?
Seguro.
Ah, ¿ya habías pedido? ¡Genial!
¡Madre mía!
El trocito que he comido...
está delicioso.
Has destrozado mi régimen.
El problema es que todo
está condimentado en exceso.
Todo está más salado o más dulce
que lo que comemos nosotros.
Las porciones son más grandes
y engordas,
en una semana
he engordado dos kilos.
Hay muchísima oferta,
la comida está por todas partes
y, si no te controlas todo el tiempo,
caes en la trampa, ¿verdad?
-Incluso cuando vas a restaurantes
con estilos que te convencen,
los buscas y tienes cuidado...
El sushi...
¡Caes en la trampa!
El arroz de los sushis lleva azúcar.
Yo tengo amigos que vienen
una semana
y solo comen ensaladas
y cuando se van,
han engordado tres kilos.
¡Bien merecido!
Te vengas con los demás.
Sí.
Bueno, vamos a tomar un postre,
porque...
Es el momento, sí.
Sería una pena estar en Nueva York
y no visitar Chinatown.
No necesito explicaros
que es el barrio chino.
Es la mayor población
china en Estados Unidos.
Ahora ocupa una gran parte,
desde Tribeca
hasta el Lower East Side
y sin duda merece la pena visitar
el barrio por su lado pintoresco.
Me encanta, pintoresco.
Hoy he quedado
con una experta en la materia.
Se llama Kendie y organiza tours
gastronómicos por Chinatown.
Todo es posible.
Hola, ¿eres Kendie?
-Sí, soy yo.
Encantada de conocerte, soy Julie.
Encantada.
Yo también.
¿Qué hacemos aquí?
Vamos a empezar comprando
unas ranas vivas
para prepararlas en uno de
los mejores restaurantes cantoneses.
Son ranas transgénicas, ¿no?
¿Qué tiene de especial
la comida aquí, en Chinatown?
La comida de Chinatown
es muy auténtica y tradicional,
porque a los chinos
les gusta mantener sus tradiciones.
¿Es incluso más tradicional
que en China?
Sí, en algunos restaurante, sí,
porque en China las recetas
siguen evolucionando.
En China intentan e innovar,
¿pero aquí no?
En algunos lugares se está perdiendo
el talento
para hacer platos tradicionales.
Bueno, aquí es.
El restaurante Big Wong.
¿Las compras antes tú misma para
asegurarte de que sean frescas?
Sí.
Y a los estadounidenses,
¿les gustan las ranas?
No.
¿No?
Porque, ¿sabes?,
a los franceses nos encantan.
Sí, lo sé,
lo vi en la Wikipedia.
¿Y cómo las preparan aquí?
¿Tienen una receta especial?
No te lo van a decir.
Es su secreto.
TITULO: Documentos TV - Kalipay, la alegría de los niños,.
Kalipay, la alegría de los niños,.
Kalipay es el sueño hecho realidad de la empresaria Anna Balcells que
dejó su exitosa vida occidental para instalarse en Filipinas y rescatar
de las calles a los niños desahuciados. Documentos TV se acerca a este
hogar que acoge y cuida a cientos de niños de la calle, explotados
sexualmente por sus familias, cuando no reclutados por las mafias para
robar o extraerles los órganos.
Por la cálida y acogedora casa que ha abierto Anna Balcells en la isla de Negro corretean ruidosos, decenas de niños alegres. A simple vista nadie diría que detrás de la sonrisa de estos pequeños seKalipay es el sueño hecho realidad de la empresaria Anna Balcells que dejó su exitosa vida occidental para instalarse en Filipinas y rescatar de las calles a los niños desahuciados. Documentos TV se acerca a este hogar que acoge y cuida a cientos de niños de la calle, explotados sexualmente por sus familias, cuando no reclutados por las mafias para robar o extraerles los órganos.
Por la cálida y acogedora casa que ha abierto Anna Balcells en la isla de Negro corretean ruidosos, decenas de niños alegres. A simple vista nadie diría que detrás de la sonrisa de estos pequeños se esconden espantosas y traumáticas experiencias, que con toda certeza arrastrarán a lo largo de sus vidas. La misma certeza que mantendrá su recuerdo de los días felices, que pasaron en este hogar de nombre 'Alegría'.
Por la cálida y acogedora casa que ha abierto Anna Balcells en la isla de Negro corretean ruidosos, decenas de niños alegres. A simple vista nadie diría que detrás de la sonrisa de estos pequeños seKalipay es el sueño hecho realidad de la empresaria Anna Balcells que dejó su exitosa vida occidental para instalarse en Filipinas y rescatar de las calles a los niños desahuciados. Documentos TV se acerca a este hogar que acoge y cuida a cientos de niños de la calle, explotados sexualmente por sus familias, cuando no reclutados por las mafias para robar o extraerles los órganos.
Por la cálida y acogedora casa que ha abierto Anna Balcells en la isla de Negro corretean ruidosos, decenas de niños alegres. A simple vista nadie diría que detrás de la sonrisa de estos pequeños se esconden espantosas y traumáticas experiencias, que con toda certeza arrastrarán a lo largo de sus vidas. La misma certeza que mantendrá su recuerdo de los días felices, que pasaron en este hogar de nombre 'Alegría'.
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