Zalacain el aventurero,.
foto / Es la historia de Martín Zalacaín, un joven vasco natural de Urbía, un ejemplo de héroe rural encumbrado por su forma de vivir y su singular persona.
Pronto quedó huérfano de padre y después también de madre. Fue educado de una manera especial por su tío abuelo, Miguel de Tellagorri, que se encargó de él y de su hermana Ignacia a la extraña muerte de su madre tras un espectáculo de titiriteros, en el que conoció a Linda, una joven que se volvería a cruzar más tarde en su vida.
Al tiempo, el viejo Tellagorri caería enfermo, y a su muerte, Martín hubo de encargarse de su hermana, a la que dejaría a cargo de Dña. Águeda, de los Ohando. Martín era odiado por su hijo, Carlos Ohando, y mantenía noviazgo con su hija Catalina.
Más tarde, Ignacia se casaría con Bautista, un amigo de Martín, y se iría a vivir con éste a Zaro, un pueblecito vascofrancés.
No mucho después, daría comienzo la última guerra carlista, pero Martín, Bautista Urbide y otro colega, Capistun, continuarían con su negocio de contrabando a través de la frontera francesa y la española. En una de sus expediciones fueron sorprendidos en el monte por una fuerte tempestad que les obligó a refugiarse. Al amanecer, unos disparos desde el cercano pueblo de Vera, llamaron su atención. Martín y Bautista descendieron hasta el pueblo, donde fueron incluidos a la fuerza en la partida del Cura. Estuvieron unos días en una posada hasta que la partida se encaminó a detener una diligencia. Después de parada ésta y los ocupantes apresados, Martín, Bautista, un tal José, un francés, una joven y su madre huyeron en la confusión. Martín fue herido pero todos consiguieron llegar al pueblo de Hernani con ayuda de una compañía. La Srta. Rosa Briones, a la que había salvado y de la que guardaría gratos recuerdos, se ocupó de él.
Tiempo después, en Socoa, Martín aceptaría el peligroso trabajo de conseguir que unas letras fuesen firmadas por importantes militares carlistas y por el propio Carlos, dado el elevado sueldo y su falta de compromiso con nada. A pesar de todo, Bautista decide acompañarle.
Por las primeras villas que pasan logran las firmas sin más dificultades pero sería en Estella donde la empresa se complicaría, y donde volvería a encontrarse con Carlos Ohando y el periodista francés que había compartido huida con él en Hernani; la providencia haría que estos dos personajes coincidieron innumerables veces. Así todo, Martín conseguiría las cartas firmadas, pero dormiría un día en la cárcel de la cual acaba escapándose y además, saca a Catalina del convento donde la habían recluido. Al final, huirían los tres, Catalina, Martín y Bautista en una diligencia, librándose de varios perseguidores hasta llegar a Logroño.
En Logroño, entraron en el cuartel. Gracias al uniforme de general del que Martín se había apropiado y a su amistad con la familia Briones (el padre era capitán) son dejados en libertad y Martín invitado por el capitán a comer.
De la casa de los Briones no salió hasta entrada la noche y recorrió todos los albergues en busca del resto del grupo y con especial atención a Catalina. Poco después es invitado también por la joven Linda, que había conocido tiempo atrás y de la cual no se libraría en unos días, tras lo cual daría con Bautista, en Logroño buscándole.
Catalina se encontraba en Zaro y tras perdonar a Martín se celebró su boda. Poco después la guerra se daba por acabada.
Un día Catalina y Martín, de viaje cerca de la frontera, pararon en una posada donde se encontraron de nuevo con el extranjero y más tarde con Carlos Ohando y un amigo, el Cacho. Éste indignado por los actos de su hermana entra en pelea con Martín y cuando el primero estaba ya vencido, el Cacho dispara a Martín, que muere casi en el acto.
TITULO: LUNES -1- Junio - EN EL PUNTO DE MIRA - EE UU suma ya más muertes que en Pearl Harbour, el 11-S, Corea y Vietnam,.
LUNES -1- junio- EN EL PUNTO DE MIRA ,.
En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1 En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes -1- Junio - a las 22:40h, etc,.
EE UU suma ya más muertes que en Pearl Harbour, el 11-S, Corea y Vietnam,.
La pandemia se ha cobrado allí ya más de 100.000 vidas, balance que según los expertos puede llegar a duplicarse antes de su contención,.
Cada una de estas confrontaciones armadas ha proporcionado caídos a los que llorar luego. En todas han caído jóvenes en defensa de los ideales que anidan en el Capitolio de Washington, ha habido un presidente que se ha convertido en el soldado número uno y una enemigo que amenazaba el modo de vida americano.
VÍCTIMAS DE LAS GUERRAS
Donald Trump sostuvo que se habría hecho un «gran trabajo» si el número de víctimas se frenaba en la cifra actual
Pero en la actualidad el enemigo sí ha
ocupado Estados Unidos, es invisible y muchos niegan su verdadero
potencial destructivo. La Covid-19 ha llegado desde el exterior pero
cava tumbas en suelo propio. Y muchas más que en la mayoría de los
anteriores enfrentamientos entre ejércitos.
El presidente, Donald Trump, le ha declarado la «guerra total», pero de momento las batallas caen del lado del virus. Tras la inicial infravaloración del peligro, poco a poco la Casa Blanca choca con la realidad y detecta el potencial del rival. A principios de abril Jerome Adams, director general de Salud Pública, comparaba el «grave momento» que vivía la nación «con Pearl Harbour o el 11-S» a la hora de contabilizar las bajas. Hablaba de «la semana más dura y triste de las vidas de la mayoría de los estadounidenses».
«El peor ataque jamás sufrido»
¡Hasta qué punto se equivocaba! Sólo alrededor de 2.400 norteamericanos murieron en el ataque japonés de 1941 que provocó acto seguido su entrada en la Segunda Guerra Mundial, mientras que otras 2.996 perdieron la vida en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Unos días después de las palabras de Adams los fallecimientos por el coronavirus ya habían superado ambas cifras, con más de 8.500 defunciones certificadas.Pocas semanas más tarde, aún en abril, fue el propio Trump quien recurría a la misma analogía bélica para la pandemia. El inquilino de la Casa Blanca, cuando los números no podían ser ocultados, admitía que el virus era «el peor ataque que jamás hayamos sufrido. Y no debería haber ocurrido nunca». Sin embargo, abogaba por poner fin gradualmente el confinamiento y a las restricciones de movilidad. La cadena de televisión CNN se encargó de refrescar sus nociones de historia el 21 de abril. Las 41.946 víctimas registradas superaban a las de la Guerra de Corea (1950-53), en la que murieron 36.574 estadounidenses.
El siguiente listón estaba colocado en la contienda de Vietnam (1964-1975), causante del agujero más oscuro provocado en la sociedad americana. La mayor maquinaria bélica del mundo se estrelló en la jungla del sudoeste asiático frente a un enemigo de una resistencia invencible.
Además, las protestas contra el reclutamiento obligatorio se expandieron de costa a costa, como ahora la Covid-19. Aunque para Trump no fue problema eludir su incorporación a filas gracias a unos informes médicos que alertaban sobre el riesgo de combatir con los espolones que tenía en sus pies.
El ahora presidente estadounidense siempre ha comentado que su Vietnam particular consistió en esquivar el sida durante su abundante actividad sentimental. En aquella década bélica 58.220 militares norteamericanos perdieron la vida. En sus dos primeros meses de presencia en territorio americano la pandemia ya se había cobrado la muerte de más de 61.000 ciudadanos.
Primera Guerra Mundial
Por delante quedarían la Primera Guerra Mundial (116.516 caídos), la Segunda Guerra Mundial (405.399) y la Guerra Civil norteamericana (620.000). Las bajas que sufrieron los estadounidenses en la contienda que entre 1914 y 1918 llenó de sangre y salpicó de trincheras el territorio europeo, tristemente, parece al alcance del patógeno.Las proyecciones de los servicios de salud no son demasiado optimistas. Trump recientemente afirmó que si el país tenía sólo 100.000 víctimas se habría «hecho un gran trabajo». Esta barrera se superó el lunes.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y defensor desde el primer momento de las medidas de confinamiento, estima entre 100.000 y 200.000 las víctimas potenciales. Todo apunta a que acertará a la hora de valorar el verdadero riesgo de la guerra contra la Covid-19.
estadounidenses habían fallecido hasta anoche víctimas de la pandemia de la Covid-19.
norteamericanos murieron en el ataque japonés de 1941 sobre la base de Pearl Harbour.
fueron víctimas de la sinrazón terrorista el 11-S en los ataques a Nueya York, Washington y el vuelo United 93.
militares de EE UU resultaron caídos en combates durante la Guerra de Corea.
soldados sucumbieron a la contienda de Vietnam, que marcó a toda una generación.
estadounidenses vinieron a morir a Europa durante los cuatro años en los que se extendió la I Guerra Mundial.
TITULO:
LUNES -1- Junio - Madridistas por el mundo -Las once finales de Lucas Vázquez ,.
Realmadrid TV emite - LUNES-1 Junio- noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo -Las once finales de Lucas Vázquez ,.
foto - Lucas Vázquez ,.
El extremo marca el reto de ganar todos los partidos para que el Real Madrid se proclame campeón en la temporada más difícil del gallego tras su vuelta a Chamartín,.
El Real Madrid completó este lunes su primer entrenamiento con el bloque trabajando al completo en un mismo grupo -sólo se ausentaron los lesionados Jovic y Nacho-, dentro de la última fase de un regreso a la competición en el que los blancos tendrán como primer rival al Eibar. El domingo 14 de junio, a las 19:30 horas, el conjunto de Chamartín afrontará en el Alfredo Di Stéfano, su casa temporal en esta nueva etapa con partidos a puerta cerrada, la primera de las «once finales» que tiene ante sí para proclamarse campeón de Liga. El fiasco frente al Betis en el último encuentro celebrado antes del parón a mediados de marzo por la pandemia del coronavirus dejó a los pupilos de Zinedine Zidane casi sin margen de error, como reconoció Lucas Vázquez, uno de los pretorianos del marsellés, que marcó el reto de lograr un pleno de victorias para amarrar el título.«El Eibar es el punto de partida para esas once finales que nos quedan y ojalá podamos sumar todas las victorias hasta el final y conseguir el título de Liga», destacó el extremo en declaraciones efectuadas este lunes a los medios del club, en las que trazó la senda para recuperar un trofeo que los blancos sólo han levantado dos veces en las diez últimas temporadas.
El atacante aplaudió volver a entrenar con todos sus compañeros sin limitaciones numéricas y poder disputar ya partidillos, algo que Zidane ansiaba para allanar el regreso a la competición. «Es lo que nos gusta a todos, los entrenamientos en los que estamos todos los compañeros disfrutando del fútbol. Estamos entrenando para intentar ponernos a tope para el inicio de Liga», manifestó.
Confianza de Zidane
El gallego reiniciará la Liga con un objetivo grupal, conseguir el ambicionado título, y el desafío personal de ganarse la permanencia en la plantilla para la próxima campaña. El 'overbooking' del Real Madrid, con 25 futbolistas en la nómina del primer equipo más el brasileño Reinier, apuesta de futuro, y otros trece cedidos cuya situación tendrá que valorar el club, augura un verano agitado pese a los condicionantes de un mercado que se verá sacudido por la pandemia del coronavirus. Hay varios futbolistas cuyo futuro está en el aire, y uno de ellos es Lucas Vázquez.El futbolista de Curtis es uno de los soldados predilectos de Zidane. Fue el que más partidos (50) disputó en la temporada 2016-2017, la primera íntegra del francés en el banquillo del Real Madrid, culminada con el histórico doblete Liga-Champions. Y repitió en el primer puesto del ranking, esta vez compartido con Marco Asensio (53 encuentros cada uno), en la segunda campaña completa del marsellés, la 2017-2018. Su versatilidad, sacrificio, verticalidad y capacidad para encarar sedujeron al técnico, que volvió a darle galones a su regreso para el tramo final del pasado curso.
Pero la actual ha sido una campaña llena de contratiempos para el '17'. Se ha perdido once partidos por un par de lesiones. La más grave, la fractura en un dedo del pie izquierdo que sufrió a finales de noviembre al caérsele encima una pesa con la que estaba entrenando. Unos percances que sólo le han permitido participar en 18 encuentros, en los que ha marcado tres goles y repartido dos asistencias. También ha sentido el recelo de la afición, que le silbó durante el partido ante el Brujas de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Santiago Bernabéu. «Lucas ha hecho cosas buenas y también le han aplaudido. Hay que aceptarlo», zanjó Zidane.
El gallego fue relevado en el minuto 65 de aquel partido por Vinicius. El brasileño es uno de sus competidores en un poblado frente de ataque con diez efectivos que pelean por tres puestos en el esquema más habitual de Zidane, el 4-3-3. El carioca, al igual que su compatriota Rodrygo, es una de las grandes inversiones de futuro de la directiva, y riñen por los minutos con un futbolista de perfil medio, pese a que sus tiempos de esplendor con Zidane le llevaron a la selección española, con la que acudió a la Eurocopa de 2016 y al Mundial de Rusia 2018.
Eso juega en contra de un futbolista con contrato hasta 2021 y que aún no ha renovado. A favor pesa la confianza del técnico, que siempre ha contado con él cuando ha estado disponible. «Es muy profesional, siempre está alegre, trabaja al máximo. Me encanta como jugador y como persona», dijo en octubre de 2016.
TITULO: JUEVES -4 - Junio - Christian Panucci . , protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.
Realmadrid TV el jueves -4- Junio , a partir de las 22:30 h, una nueva entrega de Campo de estrellas en esta ocasión - Christian Panucci ,.
Christian Panucci ,.
EL MADRID FICHA A UN ÁNGEL
Ha sido una de las portadas que más me han marcado hasta el punto de que, veinte años después, la sigo recordando con total nitidez pese a que no se trataba de ningún partido, de ningún título, ni de ninguna remontada... Era una portada dedicada a un fichaje de invierno. Y el protagonista era Christian Panucci.
El viernes 10 de enero de 1997 el diario Marca llevaba a su primera página al jugador italiano con un titular que se me grabó a fuego en la memoria. El Real Madrid ficha a... Un ángel. El juego de palabras respondía al dramático quiebro al destino que había protagonizado el futbolista sólo unos pocos meses antes...
El 17 de julio de 1996 el vuelo 800 de Trans World Airlines partía de Nueva York a Roma con escala en París. Pocos minutos después del despegue, y con el aparato en pleno vuelo, el avión explotó y sus restos se precipitaron al Océano Atlántico. No hubo supervivientes. Murieron las 230 personas que viajaban en el aparato entre pasajeros y tripulación. El futbolista Christian Panucci tenía billete en aquel vuelo...
Panucci se encontraba en Estados Unidos para disputar los Juegos Olímpicos que se celebraban en Atlanta en aquel año 1996. El defensa transalpino era el capitán de la Selección italiana. Sin embargo, una lesión de rodilla le iba a impedir participar en la competición y dos días antes de inaugurarse los juegos se veía forzado a regresar a casa.
Ya en el aeropuerto John F. Kennedy el jugador sufre un imprevisto al extraviarse su equipaje. Las gestiones tratando de recuperar sus pertenencias le impiden tomar el vuelo 800 de la TWA. En cualquier caso, Panucci prefería tomar un vuelo directo a Milán en lugar del vuelo a Roma que hacía escala previa en la capital parisina. Finalmente encontró billete en otro vuelo directo a Milán... Y de paso, salvó su vida.
Christian Panucci nació por segunda vez aquel 17 de julio de 1996 en Nueva York. La primera fue el 12 de abril de 1973 en Savona, Italia.
Inició su carrera deportiva en Génova en el año 1990. Debutó en la Serie A italiana en la última jornada de la temporada 1991-92. En la temporada 1992-93 disputa 30 partidos ligueros y anota 3 goles, llamando la atención de los grandes del fútbol italiano. La Juventus se interesa por el jugador pero finalmente es el Milan el que se hace con sus servicios. Tenía veinte años de edad. Se proclama Campeón de Europa en su primera campaña vistiendo la camiseta rossonera. Fue en aquella Final de Atenas frente al Barcelona de Cruyff en la que el conjunto dirigido por Fabio Capello se impone con abrumadora autoridad goleando 4-0 a su rival.
Con el Milan, Christian Panucci se consagra como uno de los mejores laterales derechos del continente. De hecho, en el año 1994 el defensa recibe el prestigioso Trofeo Bravo al mejor jugador del fútbol europeo Sub-21. Además del Scudetto y de la Champions League, Panucci ganó el Europeo Sub-21 con la Selección de Italia.
De nuevo con Cesare Maldini como seleccionador, Christian Panucci es el capitán de la Selección italiana que se vuelve a imponer en el Europeo Sub-21 de 1996. Los transalpinos repetían título dos años después tras imponerse a España en la Final disputada en el Estadio Olímpico de Montjuic el 31 de mayo de 1996. Junto a Panucci había jugadores como Cannavaro, Nesta, Totti, Buffon, Tacchinardi... Se adelantaron los italianos con un gol en propia puerta de Idiakez y empataron los españoles con un golazo de falta directa ejecuatada por Raúl. El encuentro se resolvió en los penaltis. Curiosamente Panucci fue el primer lanzador de la tanda. Y erró su disparo. Sin embargo, para España también fallaron, curiosamente, las dos estrellas del equipo de Javier Clemente y Andoni Goikoetxea. El guardameta Pagoto detuvo los lanzamientos de Iván de la Peña y de Raúl dando a Italia el título de Campeón de Europa de Selecciones Sub-21.
Panucci, aunque ya había debutado con la Selección absoluta italiana en 1994, no acudió ni al Mundial de Estados Unidos ni a la Eurocopa de Inglaterra de 1996. Al parecer, su relación con el entonces seleccionador italiano, Arrigo Sacchi, no era la mejor posible. Y la cosa se complicó para el jugador cuando el 1 de diciembre de 1996 Sacchi presentaba su dimisión como seleccionador italiano... para regresar al Milan. El conjunto rossonero no estaba atravesando un buen momento deportivo durante aquellos primeros meses de la campaña 1996-97. Sacchi, que había llevado a lo más alto al Milan durante su primera etapa al frente del equipo entre 1987 y 1991, volvía al club con el que tantos éxitos había conseguido para sustituir a Oscar Washington Tabárez. El técnico uruguayo no había conseguido enderezar el rumbo de un Milan que parecía echar de menos a Fabio Capello.
El que también parecía echar en falta a Fabio Capello era Christian Panucci, que no veía muy clara su situación con la llegada de Arrigo Sacchi. Su mala relación con el técnico iba a propiciar su salida del Milan. Su etapa en el club lombardo se cerraría en aquel mes de diciembre de 1996. A lo largo de las tres temporadass y media que vistió la elástica del Milan Christian Panucci ganó dos Scudettos, dos Supercopas de Italia, una Champions League y una Supercopa de Europa.
Llegada a Madrid
Su siguiente destino será Madrid. Allí le esperaba su gran valedor, Fabio Capello. El hombre que le había llevado de Génova a Milán. El técnico italiano no estaba conforme con el rendimiento del portugués Carlos Secretario en el lateral derecho del Real Madrid. Quería reforzar ese puesto y la mejor opción era la de su ex pupilo en el Milan Christian Panucci.
Lorenzo Sanz accedió y en enero de 1997 se cerró la contratación del jugador, que llegó en el mercado de invierno. Como indicaba al comienzo de la entrada, el Real Madrid fichaba "a un ángel".
El jugador fue presentado como nuevo jugador del equipo blanco el martes 14 de enero de 1997, es decir, tal día como hoy de hace veinte años. Christian Panucci se convirtió en el primer jugador italiano de la Historia del Real Madrid.
La confianza de Capello en Panucci era ciega. Al día siguiente de su presentación el nuevo jugador ya viajó con el equipo a Valladolid, donde el Madrid disputaba la vuelta de su eliminatoria de Copa del Rey. En la ida había ganado 2-1 el conjunto blanco y en el segundo encuentro se volvierona imponer los blancos 0-2. Tres días más tarde, el sábado 18 de enero de 1997, el Real Madrid visitaba el Vicente Calderón para jugar con el Atlético de Madrid. Capello ya había anunciado que Panucci iba a jugar ese partido.
Y, efectivamente, Christian Panucci debutó con el Real Madrid en aquel derbi frente al Atlético de Madrid. Llevaba el dorsal número 17 a la espalda. Ya en su primer partido dejó muestras de lo que nos podía ofrecer. Marcó un gol de cabeza... Pero se lo anularon. Aún así, el Real Madrid, que acabó con diez por expulsión de Mijatovic, se impuso 1-4 con una extraordinaria actuación de Raúl, que marcó dos goles y dio los otros dos. Panucci entró con buen pie en el Madrid.
No tardó mucho en volver a ver puerta pese a su posición sobre el campo. Sólo dos jornadas después, en el triunfo 3-2 sobre el Deportivo, Panucci volvió a ver puerta y, esta vez sí, consiguió su primer gol oficial con la camiseta del Real Madrid. Se habían adelantado los gallegos pero Panucci, de cabeza en un saque de esquina, establecía el 1-1. Volvieron a marcar los visitantes pero Hierro, en lanzamiento directo de falta, y Suker voltearon el marcador. Dos semanas más tarde, y de nuevo en el Bernabéu, el Real Madrid empató 2-2 con el Betis. El segundo gol madridista lo anotó Panucci, otra vez de cabeza. Su celebración no se me olvidará nunca. El italiano corrió hacia el córner, se quitó la camiseta y la colocó en el palo del banderín agitando la elástica blanca como si fuera una bandera. Muy original, desde luego.
El futbolista italiano se convirtió en fijo de las alineaciones de Capello en lo que restó de temporada. El veterano Chendo pasó a ser el primer recambio para el lateral derecho del equipo por delante de Secretario, que sólo dispuso de unos pocos minutos en dos partidos tras la llegada del defensa italiano.
Una de las virtudes de Panucci era la de su polivalencia. Pese a que su posición natural era la de lateral derecho, cumplía perfectamente en cualquier posición de la defensa. En Italia había llegado a jugar como líbero e incluso como lateral izquierdo. En el Milan había ocupado la banda izquierda cuando Paolo Maldini se iba al centro de la defensa. De hecho, en la famosa Final de la Champions League de Atenas frente al Barcelona, Panucci jugó como lateral izquierdo.
En el Real Madrid también llegó a jugar de lateral izquierdo. En el tramo final de la temporada 1996-97 el italiano fue el encargado de cubrir las ausencias de Roberto Carlos y fue Chendo el que jugó como lateral derecho. De hecho, el día que el Real Madrid se proclamó Campeón de Liga, el sábado 14 de junio de 1997, Chendo y Panucci ocuparon esos puestos. El de Totana en la derecha y el italiano en la izquierda. Y, precisamente, Panucci fue el encargado de asistir con un centro desde la izquierda a Raúl en el primer gol madridista. 3-1 se impusieron los de Fabio Capello.
Panucci celebró con entusiasmo su primer título como jugador del Real Madrid. Campeón de Liga. Su primera temporada se saldó con 21 partidos oficiales y dos goles.
Temporada 1997-98
Su segunda campaña en el Real Madrid fue su primera temporada completa con el equipo. Una temporada que empezó muy bien, además. En agosto de 1997 el Real Madrid se impuso al Barcelona en la Supercopa de España ya con el alemán Jupp Heynckes en el banquillo.
En el plano personal, Panucci pasó por ciertas dificultades en el plano personal debido a problemas musculares derivados de una lesión que le apartó un par de meses del equipo y al estado de salud de su madre. Lo explicaba en una entrevista que concedió a Javier de la Calle para la revista oficial del Real Madrid, en marzo de 1998. "Mi madre tiene problemas de salud y eso me ha mantenido muy preocupado. Soy una persona sensible y cuando hablaba con ella me entristecía aún más, me hubiera gustado estar a su lado. La distancia se convirtió en una adversidad añadida. A ello se unió la lesión....", confesaba Panucci.
Pese a que ya no estaba Fabio Capello como entrenador, Christian Panucci siguió siendo uno de los futbolistas más importantes de una plantilla que pasaría a la historia del Club con la consecución de La Séptima Copa de Europa. El lateral derecho italiano formó parte de aquel inolvidable once que saltó al césped del Amsterdam Arena y que todos los madridistas se saben de memoria: Illgner, Panucci, Hierro, Sanchís, Roberto Carlos, Karembeu, Redondo, Seedorf, Raúl, Morientes y Mijatovic. Aún recuerdo las imágenes de un Panucci radiante de felicidad celebrando el triunfo junto a su amigo Seedorf.
La temporada 1997-98 jugó un total de 33 partidos, 23 de Liga, 8 de Champions League, uno de Copa y uno de Supercopa.
Temporada 1998-99
La temporada 1998-99 sería su último ejercicio con la camiseta del Real Madrid. Chendo se había retirado y tras temporada y media llevando el 17 a la espalda, Panucci heredó el dorsal número 2.
De aquel tercer ejercicio como madridista, Panucci recordará un partido de Champions League en Austria frente al Sturm Graz disputado el jueves 5 de noviembre de 1998. Ganó el Madrid 1-5. Se adelantaron los anfitriones en el entonces llamado Estadio Arnold Schwarzenegger pero los jugadores merengues le dieron la vuelta al marcador y acabaron goleando. Panucci, que fue duda para jugar el encuentro, anotó dos goles, el 1-1 y el 1-4. Los dos cabeza, uno en el saque de una falta por la derecha y otro en un saque de esquina por la izquierda. Además, fue el encargado de asistir a Seedorf en el 1-3. Sin duda, fue una de las grandes noche de Panucci, probablemente su mejor partido con la camiseta del Madrid.
Un mes más tarde, y en calidad de Campeón de Europa, el Real Madrid se desplazó a Japón para jugar la Copa Intercontinental frente al Vasco de Gama. Panucci jugó de titular aquel partido en el que Guus Hiddink alineó el siguiente once: Illgner, Panucci, Sanchís, Fernando Sanz, Roberto Carlos, Hierro, Redondo, Seedorf, Savio (Suker, 89’), Raúl, Mijatovic (Jarni, 86’). Ganó el Madrid 2-1 con el famoso tanto de Raúl, el del Aguanís. El Real Madrid se proclamó Campeón de la Copa Intercontinental y Panucci conquistó su cuarto título como madridista. El italiano, además, se sacó una espinita puesto que no había podido ganar esa competición con el Milan, que había perdido frente al Vélez Sarsfield argentino en la Final de 1994 y frente al Sao Paulo en la edición de 1993.
De cara a las estadísticas, Panucci ofreció sus mejores números como madridista en aquella temporada 1998-99. Jugó 42 partidos oficiales, 31 de Liga, 7 de Champions League, 2 de Copa del Rey, uno de Supercopa de Europa y otro en Final de la Copa Intercontinental. Sin embargo, no siguió en el Madrid. En 1999 se puso punto y final a su etapa merengue. El Real Madrid ficharía aquel verano a Michel Salgado para el lateral derecho.
En total, Christian Panucci disputó 96 encuentros oficiales con la camiseta del Real Madrid en los que anotó seis goles, dos en cada una de las tres campañas que militó de blanco. Como madridista, el italiano ganó una Liga, una Supercopa de España, una Champions League y una Copa Intercontinental.
Tras el Madrid
Tras su salida del Real Madrid, Christian Panucci regresó a Milán, pero para jugar en el Inter. En realidad, y según confeso en muchas entrevistas, el Inter era el equipo del que había sido seguidor desde que era niño. Permaneció una campaña en el Internazionale, la temporada 1999-00. Allí coincidió con un ex madridista, Iván Zamorano, y con un futuro madridista, Ronaldo Nazario. Mediada aquella campaña, además, recaló en el Inter el holandés Clarence Seedorf, también procedente del Real Madrid.
En la temporada 2000-01 es cedido por el Inter al Chelsea, entonces entrenado por el italiano Gianluca Vialli. Sólo permanece media campaña en el equipo inglés y en el mercado de invierno recala en el Monaco para disputar la liga francesa.
En la temporada 2001-02 llega, también en calidad de cedido, al AS Roma. De nuevo coincide con Fabio Capello y allí vuelve a encontrar la regularidad y la estabilidad. En la temporada 2002-03 la AS Roma se hace en propiedad con los derechos de Christian Panucci y el defensa se convierte en un fijo de las alineaciones del equipo de la capital italiana hasta el final de la campaña 2008-09. En total, Panucci juega durante ocho temporadas en la Associazione Sportiva Roma. Con el equipo romano gana dos Copas de Italia y una Supercopa de Italia.
En julio de 2009, con 36 años de edad, Christian Panucci ficha por el Parma, equipo con el que juega sus últimos partidos como profesional durante la temporada 2009-10. En febrero de 2010 el jugador decidió rescindir su contrato con el Parma alegando "motivos personales" y en agosto de aquel mismo año, pese a recibir ofertas para seguir jugando, Christian Panucci anunciaba su retirada del fútbol.
Colgó las botas con 37 años y más de medio millar de partidos oficiales. Con su selección jugó el Mundial de Corea-Japón de 2002 y las Eurocopas de 2004 y 2008. Fue Internacional absoluto en 57 ocasiones. En su palmarés, dos Scudettos, una Liga, dos Copas de Italia, tres Supercopas de Italia, una Supercopa de España, dos Champions League, una Supercopa de Europa, una Copa Intercontinental y dos Campeonatos de Europa Sub-21 con la Selección de Italia.
Tras su retirada como futbolista ejerció de entrenador en el Associazione Sportiva Livorno y en el Ternana Calcio.
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