La noche encendida,.
'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc.
Investidura de Pedro Sánchez: La zorra de Gabriel Rufián y los mariachis de Aitor Esteban,.
Los
portavoces de los partidos independentistas, nacionalistas y
regionalistas han tirado de metáforas, fábulas, poemas y frases célebres
para lanzar sus advertencias y reproches a Pedro Sánchez,.
Si la primera jornada del debate de investidura de Pedro Sánchez fue una jornada tosca
en la que quedaron expuestas las diferencias y las faltas de acuerdo
entre las principales formaciones políticas, especialmente entre PSOE y Unidas Podemos, que todavía no han logrado llegar a un acuerdo de investidura, la segunda jornada ha estado protagonizada por los reproches, críticas y advertencias de los partidos independentistas, nacionalistas y regionalistas al candidato socialista.
Reproches e invitaciones al diálogo, que los portavoces de los distintos partidos políticos han reflejado tirando de metáforas, fábulas de Esopo, poemas y chascarrillos.Rufián y la zorra
Arrancaba la segunda jornada del debate de investidura el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, con la fábula de Esopo de La zorra y el leñador. Rufián ha trastocado un poco la historia cambiando a la zorra original de la fábula por el zorro, pero su mensaje estaba claro: "Está jugando a la ruleta rusa".Cuenta la fábula la historia de una zorra perseguida por cazadores que pide ayuda a un leñador para que la esconda. El leñador accede y la esconde, pero cuando llegan los cazadores, el leñador les dice que allí no está, pero con la mano les señala dónde se encuentra escondida. Los cazadores no entienden sus gestos y acaban marchándose. Cuando la zorra sale del escondite, el leñador le pide que le dé las gracias, pero la zorra le responde: "te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo".
La moraleja no es otra que "no niegues con tus actos lo que pregonas con tus palabras". Una moraleja con la que Rufián ha querido reprochar la actitud del candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, al pedir la abstención de la derecha antes de "entenderse" con Unidas Podemos y con ERC, los cuales ya le han confirmado que llegado el momento no obstaculizarían la formación del Gobierno.
Unamuno y la moderación
Estuvo Rufián inspirado y no sólo tiró de Esopo sino también de Miguel de Unamuno para lanzar un golpe a Cs, PP y Vox. El portavoz de ERC parafraseaba al filósofo y su discurso del 12 de octubre de 1936 ante el "fascista" Millán Astray para pedir la moderación de las tres fuerzas políticas: "Me parece inútil pediros que penséis en España. Y si un señor tan conservador como él -Unamuno-, pero justo, hoy aquí escuchara a algunos de ustedes lo repetiría mirándoles a los ojos. Modérense señores del PP, Cs y Vox que no estamos en el 36".Esteban, el Rolex y las setas
Rufián no era el único que tiraba de metáfora en su intervención. Le llegó el turno a Aitor Esteban, portavoz del PNV, y comenzó hablando de un paseo por el monte para recoger setas."Los acuerdos siempre son discutibles, pueden ser mejores o peores. A cada parte siempre le parece que puede haber recogido más, pero se trata de recoger setas, mejores o peores, pero lo que no se puede es salir al monte y despreciar las setas". ¿A qué estamos a Rolex o a setas?", ha dicho en tono jocoso el portavoz nacionalista.
Rivera y su banda de Mariachis
Un tono irónico, a modo de reproche a Sánchez y su inmovilismo, que también ha usado para lanzarle una pulla al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y al calificativo que usó en el debate de este lunes al referirse a los posibles socios de Sánchez como "la banda"."¡Qué curioso!, tanto patriota en la cámara y tienen más responsabilidad institucional los de la "banda", como dice Rivera. Yo a usted también le imagino en una banda, pero en una banda de mariachis", le ha espetado Esteban a Rivera entre risas.
Las Orejas de Borràs
Del zorro, las setas y los mariachis, a la poesía de Laura Borràs, la portavoz de JxCat, muy crítica con el presidente del Gobierno en funciones, al que no sólo le ha confirmado el 'no' de su formación, sino que para ello ha recogido un poema de Fabio Morábito titulado Orejas. "Quiere gobernar, pero no quiere escuchar. Acepte un consejo y escuche", le ha espetado la diputada independentista.Orejas
"Dos orejas: una para oír a los vivos
otra para oír a los muertos
las dos abiertas día y noche
las dos cerradas a nuestros sueños
para oír el silencio no te tapes las orejas
oirás la sangre que corre por tus venas
para oír el silencio aguza los oídos
escúchalo una vez y no vuelvas a oírlo
si te tapas la oreja izquierda oirás el infierno
si te tapas la derecha oirás... no te digo
había una tercera oreja pero no cabía en la cara
la ocultamos en el pecho y comenzó a latir
está rodeada de oscuridad
es la única oreja que el aire no engaña
es la oreja que nos salva de ser sordos
cuando allá arriba nos fallan las orejas".
otra para oír a los muertos
las dos abiertas día y noche
las dos cerradas a nuestros sueños
para oír el silencio no te tapes las orejas
oirás la sangre que corre por tus venas
para oír el silencio aguza los oídos
escúchalo una vez y no vuelvas a oírlo
si te tapas la oreja izquierda oirás el infierno
si te tapas la derecha oirás... no te digo
había una tercera oreja pero no cabía en la cara
la ocultamos en el pecho y comenzó a latir
está rodeada de oscuridad
es la única oreja que el aire no engaña
es la oreja que nos salva de ser sordos
cuando allá arriba nos fallan las orejas".
TITULO: Documentales - Las recetas de Julie -Visitantes radioactivos ,.
Visitantes radioactivos ,.
foto / Se
estima que 200 toneladas de material radiactivo supuran bajo la
estructura de contención de acero en el interior de Chernóbil, el lugar
donde ocurrió la peor catástrofe nuclear de la historia. Sin peso, sin
olor e invisible para el ojo humano, se ha filtrado en el suelo y ha
asolado el angustioso paisaje.
Hoy, el radio de 30 kilómetros alrededor de la zona más contaminada —la zona de exclusión— es un mausoleo de la locura tecnológica del hombre. Su ruina se ha convertido en un símbolo de los ideales utópicos fracasados de la Unión Soviética, una advertencia de la capacidad de la humanidad para causar estragos ecológicos y un recordatorio de nuestra fragilidad y nuestra resistencia.
31 años después de haber sido declarada zona muerta, los vivos vagan por sus rutas de nuevo. Durante la última década, un número cada vez mayor de los autoproclamados stalkers entra en la Zona ilegalmente. Ocultos por la oscuridad y el camuflaje, recorren kilómetros de bosques irradiados, duermen en aldeas abandonadas y contemplan cómo se despliega el amanecer sobre los tejados barrocos desmoronados de la época de Brezhnev, en la ciudad de Prípiat.
Hoy, el radio de 30 kilómetros alrededor de la zona más contaminada —la zona de exclusión— es un mausoleo de la locura tecnológica del hombre. Su ruina se ha convertido en un símbolo de los ideales utópicos fracasados de la Unión Soviética, una advertencia de la capacidad de la humanidad para causar estragos ecológicos y un recordatorio de nuestra fragilidad y nuestra resistencia.
31 años después de haber sido declarada zona muerta, los vivos vagan por sus rutas de nuevo. Durante la última década, un número cada vez mayor de los autoproclamados stalkers entra en la Zona ilegalmente. Ocultos por la oscuridad y el camuflaje, recorren kilómetros de bosques irradiados, duermen en aldeas abandonadas y contemplan cómo se despliega el amanecer sobre los tejados barrocos desmoronados de la época de Brezhnev, en la ciudad de Prípiat.
«Te sientes como la última persona de la Tierra», afirma Eugene Knyazev, que
calcula que en el transcurso de 50 viajes ha pasado un año de su vida
en la zona de exclusión. «Deambulas por caminos, ciudades, pueblos
vacíos. Es una sensación mágica».
El libro de los hermanos Strugatsky, publicado 15 años antes del desastre de Chernóbil, demostró ser profético.
El 26 de abril de 1986, una serie de errores en la central eléctrica de Chernóbil desató el peor desastre nuclear de la historia (solo Fukushima comparte su clasificación de 7, el nivel máximo). Una explosión en el reactor número cuatro liberó una nube de polvo radiactivo que envenenó cientos de miles de hectáreas en Ucrania, Bielorrusia y Rusia y obligó a evacuar a casi 100.000 personas. Además de las víctimas humanas, las consecuencias económicas y políticas fueron profundas y duraderas.
El viajero posnuclear
El término stalkers procede de la novela de ciencia ficción de 1971 de Arkady y Boris Strugatsky, Picnic exstraterrestre, en la que los invasores alienígenas han dejado basura peligrosa en un área conocida como «la Zona». Los stalkers se infiltran en esta Zona para robar y vender objetos en el mercado negro. La historia se adaptó para la película de Andrei Tarkovsky, Stalker.El libro de los hermanos Strugatsky, publicado 15 años antes del desastre de Chernóbil, demostró ser profético.
El 26 de abril de 1986, una serie de errores en la central eléctrica de Chernóbil desató el peor desastre nuclear de la historia (solo Fukushima comparte su clasificación de 7, el nivel máximo). Una explosión en el reactor número cuatro liberó una nube de polvo radiactivo que envenenó cientos de miles de hectáreas en Ucrania, Bielorrusia y Rusia y obligó a evacuar a casi 100.000 personas. Además de las víctimas humanas, las consecuencias económicas y políticas fueron profundas y duraderas.
Surgió una nueva subcultura
inspirada en los recuerdos de Chernóbil, los reales y los imaginarios.
Grupos organizados con nombres, símbolos y rituales comenzaron a entrar
en la zona ilegalmente.
«[Los stalkers] ven su afición como una forma de escapar de un mundo excesivamente regulado: una forma de huir a otra realidad en la que pueden entender y contemplar los fragmentos del derrumbe de una sociedad. Muchos de estos lugares, la Zona incluida, están cercados por un perímetro, y existen implicaciones políticas a la hora de traspasarlo, más allá de la pura emoción de lo prohibido», afirma Stuart Lindsay, un investigador de Chernóbil de la Universidad de Stirling.
«[Los stalkers] ven su afición como una forma de escapar de un mundo excesivamente regulado: una forma de huir a otra realidad en la que pueden entender y contemplar los fragmentos del derrumbe de una sociedad. Muchos de estos lugares, la Zona incluida, están cercados por un perímetro, y existen implicaciones políticas a la hora de traspasarlo, más allá de la pura emoción de lo prohibido», afirma Stuart Lindsay, un investigador de Chernóbil de la Universidad de Stirling.
«Vas a uno de los mayores museos de la vida soviética, literalmente puedes tocar la historia», afirma Alexander Sherekh, físico que ha hecho este viaje 11 veces. «Escapas de la semana laboral de 40 horas, de la vida en una caja de hormigón, y entras en un mundo totalmente diferente. En lugar de los problemas de la sociedad y de la ubicuidad de los smartphones y las redes sociales, se trata de una oportunidad de estar solo contigo mismo».
Ciberespacio contra realidad
El videojuego ucraniano S.T.A.L.K.E.R., un videojuego en primera persona ambientado en la zona de exclusión, se lanzó en 2007 y ha ejercido mucha influencia en el movimiento.«Nunca alentamos a los jugadores a visitarla ilegalmente, hay que distinguir entre el mundo virtual del juego y el mundo real», afirma Oleg Yavorsky, uno de los creadores del juego. «Es obvio que el deseo de verla con sus propios ojos ha sido muy fuerte».
Los críticos del juego y del movimiento stalker argumentan que se trata de egoísmo juvenil: la reducción de una tragedia real al entretenimiento posapocalíptico de ciencia ficción. La realidad podría tener más matices.
«Muchos de los supervivientes originales se sentían como si los extranjeros los vieran como un circo de animales o de monstruos, principalmente los medios occidentales», afirma Lindsay. «La segunda generación de supervivientes —más numerosos y más asentados que los liquidadores iniciales— sufren ahora sus propios problemas de salud relacionados con Chernóbil. A mi parecer, las personas mayores se contentan con dejar que los más jóvenes se acerquen a la Zona usando las herramientas de su época».
La mayoría de stalkers está de acuerdo en que tienen un vínculo significativo con el lugar y lo que algunos consideran como explotación es para ellos un homenaje.
«[La intención de] S.T.A.L.K.E.R. era advertir a la humanidad de los peligros de jugar con fuerzas desconocidas de la naturaleza», afirma Yavorsky. «Al mismo tiempo, el juego tenía el objetivo de generar interés por la historia en un público joven. Esperamos que se recuerde la lección del accidente de Chernóbil, así como las acciones de las personas que dieron sus vidas para salvarnos de las secuelas nucleares».
«Sin dosímetro no hay radiación»
Tres décadas después del apresurado abandono de la ciudad, la vegetación domina las ruinas y la fauna salvaje vaga en libertad. Aunque los bajos niveles de radiactividad natural hacen que sea relativamente seguro que los turistas visiten rutas aprobadas, los stalkers son famosos por sus permisivos estándares de seguridad: ingieren agua sin filtrar, consumen bayas y manipulan objetos contaminados.De hecho, un proverbio de los stalkers es «sin dosímetro, no hay radiación».
Científicos como Vadim Chumak, Director del Departamento de Dosimetría e Higiene de Radiación en el Centro Nacional de Investigación para la Medicina de Radiación, desafían esta idea. «Los stalkers pertenecen a la misma categoría que los humanos que practican salto base o nadan con tiburones, este tipo de persona es adicta a la adrenalina y le atrae cualquier tipo de riesgo o peligro», afirma. «Como la radiación no tiene olor ni sabor, evolutivamente no tenemos sensores biológicos integrados para detectarla. Como resultado, la sensación de riesgo asociada a la radiación ionizante es naturalmente tendenciosa. Si un saltador base se estrella contra el suelo, es bastante definitivo. Si 15 años después de exponerse desarrolla un cáncer, es menos obvio», afirma.
Aunque los niveles de radiación sean razonablemente bajos, las estructuras inestables, las fosas ocultas, los ríos y lagos y los animales salvajes pueden representar una amenaza aún mayor, según Chumak.
Pese a la indiferencia hacia su propia salud, los stalkers reconocen el riesgo de contaminación dentro de su comunidad. «Lo más absurdo en la Zona es un hombre y su afán de lucro», afirma Knyazev. «La gente vende como materia prima el metal contaminado de los cementerios de tecnología radiactiva y la madera que saca del bosque. Es una amenaza de cáncer para aquellos que entren en contacto con estos materiales. Al fin y al cabo, puedes hacer cunas con la madera y juguetes con el hierro».
TITULO: Documentales - En busca de esplendores secretos -Jemeres, los reyes constructores ,.
Entre los siglos VIII y XII unos reyes constructores edificaron
innumerables templos en Tailandia, en la frontera con Camboya. Es la
expansión del reino jemer, que se extendía desde Angkor hasta Bangkok.
El Camino Real está bordeado de templos y otras construcciones con
funciones más prácticas. foto,.
TITULO: LA BICICLETA - La falsa borrachera del argelino Zaaf en el Tour de 1950 ,.
LA BICICLETA -La falsa borrachera del argelino Zaaf en el Tour de 1950 ,. , fotos,.
La falsa borrachera del argelino Zaaf en el Tour de 1950,.
El africano sufrió un colapso y fue regado en vino. Ese día se superaron los 40 grados. Sólo él y Marcel Molinès se atrevieron a atacar en esa etapa.
Molinès y Zaaf superaron los 16 minutos de ventaja, tenían la gesta a tiro. Quedaba una veintena de kilómetros, cuando Zaaf empezó a sentir vértigos, mareos, náuseas… Y perdió el conocimiento. Después de ser atendido por unos vendimiadores, el argelino recuperó la conciencia y retomó el camino, pero estaba tan desorientado que lo hizo en dirección inversa a la carrera y se topó de bruces con el coche escoba. Pasó la noche en el hospital, del que se escapó para tomar la salida del día siguiente, aunque los jueces no se lo permitieron, porque no había acabado la etapa anterior. Como reivindicación, Zaaf cubrió en solitario la parte del recorrido que le restaba.
Hay dos versiones de lo que le había ocurrido. La que circuló entonces por los medios de comunicación fue que Zaaf bebió de una botella de vino que le ofreció un espectador, y como era musulmán y no toleraba bien el alcohol, sufrió la crisis.
La versión real es menos poética. Zaaf había consumido anfetaminas, que mezcladas con el esfuerzo y el terrible calor, le provocaron el colapso. Los vendimiadores que le recogieron y le apoyaron en el platanero no tenían agua a mano, así que le rociaron con vino para intentar reanimarle. Aquella fue la imagen que se encontraron los periodistas. Y aquel olor a alcohol les inspiró la otra historia.
Molinès ganó la etapa y recibió los honores como primer vencedor africano, pero la fama y la popularidad se la llevó Zaaf, que aumentó su leyenda al año siguiente, en 1951, cuando volvió al Tour de Francia para protagonizar ataques a destiempo que le valieron el mote de 'El Rompe Barracas', y para ocupar el farolillo rojo en la clasificación final. Todo un personaje.
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