Miguel Sánchez Robles se alza con el XXVIII Premio de Poesía de Cáceres
Su poemario 'El destrozado cielo de los charcos' convence a la mayoría del jurado en una edición con récord de participación y accésit para Eva Sarrías,.
Catedrático de Geografía es Historia, Miguel Sánchez Robles cuenta con una exitosa trayectoria multidisciplinar en el mundo de las letras, pues no son pocos los galardones y reconocimientos literarios que acumula en su particular palmarés, como es el caso de los premios Gabriel Celaya, Ciudad de Ronda y Bienal de León, en poesía, así como La Felguera y Julio Cortázar, en narrativa, o el Javier Tomeo y el Fray Luis de León, en novela, entro otros muchos.
El Premio de Poesía de Cáceres, de carácter bienal, ha reconocido con el accésit a la onubense Eva Sarrías por su poemario 'Islas artificiales'. Licenciada en Filología Hispánica, la escritora natural de Isla Cristina completó sus estudios de Lingüística Hispánica y Literatura Hispanoamericana en la Universidad de la Sorbona, en París, y actualmente ejerce como profesora de Secundaria.
La presente edición, en que la que se han superado los 160 trabajos recibidos en 2016, ha sido la primera en la que los aspirantes han podido enviar sus propuestas en formato digital. Unos números que, a juicio de la alcaldesa Elena Nevado, «ponen de manifiesto la buena salud de este premio».
TITULO: Aquí la Tierra -Cáceres acoge este sábado la Marcha por la Paz,.
Cáceres acoge este sábado la Marcha por la Paz
Además de la Diócesis de Coria-Cáceres, organizan esta iniciativa la Comunidad Islámica de Cáceres, la Iglesia Evangélica española de Mérida-Miajadas, la Comunidad Bahá'i de Extremadura y la Comunidad Budista 'El Olivar del Buda'.
En la rueda de prensa de la presentación del evento, que se ha realizado esta mañana, el delegado de Relaciones Interconfesionales de la diócesis, Rafael Delgado, ha explicado que el objetivo es mostrar el compromiso de las religiones en construir juntos la paz y en educar para la paz, enseñando a respetar y acoger al que piensa de manera distinta a nosotros. «Es un grito contra la intolerancia y el fanatismo en nombre de la religión», ha señalado.
La marcha comenzó por iniciativa de los jóvenes de la parroquia de Guadalupe de Cáceres, tras los atentados contra las torres gemelas de Nueva York, en 2001.
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