El viernes -7- Diciembre a las 22:00 por La 1, foto.
Ángel de la muerte (asesino en serie) ,.
Un ángel de la muerte o ángel de la misericordia es un término utilizado en la criminología para referirse a un tipo de asesino en serie, usualmente empleado como un cuidador o enfermero.123 Según los mitos se trataría de asesinas; por el contrario, en realidad, una parte sustancial de los ángeles de la muerte ha estado conformada por hombres.4 A menudo, el ángel de la muerte se encuentra en una posición de poder o son motivados por mantener el control.
Una teoría para explicar este tipo particular de asesino en serie es la teoría de la neutralización. Desarrollada por los sociólogos Gresham Sykes y David Matza, sostiene que los criminales entienden la diferencia entre el bien y el mal. Para neutralizar sus acciones, los criminales desarrollan nuevas percepciones de forma que mitiguen las circunstancias de sus crímenes.5 En este caso, el asesino podría alegar que estaba ayudando a la víctima al aliviar su dolor.
Algunas personas con interés patológico por el poder de dar vida o muerte tienden a ser atraídos por profesiones médicas o a adquirir un empleo relacionado.67 A menudo, estos tipos de asesinos son denominados "ángeles de la muerte"3 o "ángeles de la misericordia". Los profesionales médicos matarán a sus pacientes por dinero, por un sentido de placer sádico, por la creencia de que están «aliviando» el dolor del paciente o, simplemente, «porque pueden hacerlo».8
Uno de estos asesinos fue la enfermera Jane Toppan, quien admitió durante su proceso judicial que la muerte la excitaba sexualmente.9 Toppan administraba una mezcla de drogas a pacientes que escogía como víctimas, se echaba en la cama con ellos y los mantenía cerca a su cuerpo mientras morían.9
En Uruguay el 18 de marzo de 2012 la justicia procesó con prisión a tres enfermeros por el homicidio de al menos 16 pacientes del Hospital Maciel y la Asociación Española. Se trata de dos enfermeros, uno de 40 años trabajaba en el Hospital Maciel. El otro (Ariel Acevedo) tiene 46 años y trabajaba exclusivamente en la Asociación Española (Prestadora de servicios privada), el tercero es una mujer que actuaba encubriendo a uno de ellos. Fuentes policiales manejan una cifra que supera las 50 muertes que en las que también podrían tener responsabilidad los enfermeros. Los implicados admitieron haberlo hecho por "piedad", sin embargo se comprobó que varios de los fallecidos no eran pacientes terminales. Se trató de un hecho que conmocionó al Uruguay que en su historia presentaba solamente a un asesino serial (Pablo Goncalvez). Enfermeros inyectaban aire y morfina para matar a los pacientes
Otro ejemplo es Harold Shipman, apodado el "Doctor Muerte", un médico inglés que hacía parecer que sus víctimas fallecían por causas naturales. Entre 1975 y 1998, asesinó a por lo menos 215 pacientes; aunque se sospecha que habría matado a 250 personas.10 Mientras que el Dr. John Bodkin Adams habría matado alrededor de 163 pacientes en Eastbourne, Inglaterra, si bien fue absuelto en 1957 del asesinato de uno de ellos.11
Un caso de un ángel de la muerte sádico fue Richard Angelo, quien ideó un plan por el cual inyectaba drogas a sus pacientes, corría a la sala a socorrerlos e intentaba "salvarlos", con el propósito de ser considerado un héroe por la familia del paciente.8 Esta emoción al inducir una crisis sanitaria para el paciente ha sido recientemente clasificada como una versión profesional del síndrome de Münchausen, denominada patomimia.12 Richard Angelo confesó haber matado a 25 de sus pacientes.8
Varios de estos asesinatos involucraron un fraude. Por ejemplo, H. H. Holmes participó a menudo en fraudes a aseguradoras y estafas.13 Asimismo, Harold Shipman tuvo una condena previa por fraude y falsificación de prescripciones médicas, por lo que fue multado con £600.
TITULO: PUERTA CON PUERTA CANAL EXTREMADURA -La Concatedral de Santa María de Mérida, también centro de arte ,.
La Concatedral de Santa María de Mérida, también centro de arte,.
El templo se ha incluido, junto a Santa Eulalia, en el circuito turístico de Mérida | Destacan el retablo mayor, el órgano de finales del XVIII, y algunas figuras procesionales, como el Cristo de las Injurias,.
La posibilidad de visitar ya tanto la Basílica de Santa Eulalia como la Concatedral de Santa María hará que Mérida crezca, año tras año, en turismo religioso. Y se asemeje en gran medida a lo que un día fue esta ciudad, según conclusiones de varios estudios, la cuna del Cristianismo Hispano.
El delegado de Patrimonio del Arbobispado Mérida-Badajoz, Agustín Velázquez, conservador del Museo Nacional de Arte Romano y uno de los grandes protagonistas de la Semana Santa Emeritense, conoce muy a fondo el patrimonio artístico que acoge la Concatedral. Explica cuáles son las obras de arte en las que hay que fijarse si uno opta por hacer una visita guiada a este templo.
Otros de los tesoros artísticos son unos retablos de la Inmaculada que datan del siglo XVIII
Por un lado resalta la existencia del
imponente órgano que se encuentra en la parte trasera del templo. Es de
finales del siglo XVIII y pertenece al organista madrileño Tomás
Ruiseño. Este ha estado en funcionamiento hasta hace relativamente poco
tiempo deleitando a los fieles de la Iglesia con música del gran Manuel
Domínguez Merino.«El órgano está en buenas condiciones porque no solo conserva el mobiliario, con todos sus tubos, sino también la maquinaria. Pero debido al paso del tiempo y por no usarlo de forma habitual el fuelle es lo que está más estropeado. Con la reparación que se le va a realizar, y alguna limpieza, en poco tiempo podremos volver a disfrutar de nuevo de conciertos de órgano de música religiosa», explica.
El retablo mayor
También le otorga mucha importancia, sin duda alguna, al retablo mayor. Salió de las manos de Agustín Núñez Barrero, un carpintero del siglo XVIII, que sustituye a un retablo anterior que existió, del siglo XVII, que es el que en la actualidad se está restaurando, y que es el de La Candelaria.En el retablo mayor se puede apreciar que las figuras son bastante grandes en relación al tamaño del propio retablo. «Eso es porque son figuras renacentistas heredadas del retablo anterior. Es un retablo muy barroco, con mucha hojarasca, mucho dorado y con pocas imágenes, que están centradas en La Asunción, custodiada por dos Apóstoles. También hay una imagen de Santa Julia y otra de Santa Eulalia, que poca gente conoce que está aquí. En la parte superior se puede observar La Trinidad, como solían estar en todos los retablos de la época, flanqueada por grandes clípeos o rosetones con los escudos de la Orden de Santiago, que es la que realizó la obra.
Otro retablo muy interesante, que también data del siglo XVIII, es el que se encuentra al lado del retablo mayor y que es el que acoge la talla del Cristo de la O.
Dice Velázquez que después de haber hecho su restauración se ha averiguado que es de la misma factura que el que hizo el retablo mayor. Este cobija una imagen tardo gótica, el Cristo de la O, que es del siglo XIV. «Este retablo no tiene nada que ver, en estilo, con esta imagen tan venerada en Mérida, que presidió los funerales de la hermana del Emperador Carlos V», explica.
Otro de los tesoros artísticos que guarda la Concatedral son unos retablos de la Inmaculada, también del siglo XVIII, que está al lado de la capilla bautismal.
Esta capilla también es muy interesante, históricamente hablando. Según Velázquez es la heredera del antiguo baptisterio, donde se bautizaban los neocatecúmenos pera luego pasar en procesión ritual en la noche de Pascua y participar en las celebraciones cristianas
Velázquez destaca también algunas figuras procesionales como el Cristo de las Injurias, una imagen que data de finales del siglo XVII principios del XVIII y cuyo autor es el afamado Blas Moler.
Tampoco hay que olvidarse de la Capilla del Sagrario, que acoge un retablo que data del siglo XVII, donado por el Conde la Roca, un retablo de terracota que está lleno de reliquias y que procede de Italia. «El altar que está delante es una mesa altar visigoda, la primitiva mesa altar visigoda con la que contaba la catedral ya en el siglo VI».
Son algunas de las obras de arte que se pueden disfrutar en la Concatedral, que abre sus puertas de lunes a viernes de 11.30 a 13.30 horas y de 17 a 19 horas de forma gratuita, aunque quien lo desee puede dejar un donativo. Serán atendidos por voluntarios de la iglesia.
TITULO: Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA -Es una pena, pero está meditado» ,.
Es una pena, pero está meditado,.
Almendralejo
Llegó con 13 años a trabajar al negocio familiar, pero ahora el cambio de tendencias de compra le ha obligado echar el cierre «He llorado», dice Tomás Izquierdo, que cierra ahora la librería Maribel,.
Llegó a trabajar con 13 años al negocio familiar, después de terminar el colegio. Comenzó para trabajar en el negocio que su tío, un empleado del antiguo banco Banesto sin hijos, había montado un tiempo antes.Así que con 56 años Tomás Izquierdo, aunque para todo Almendralejo es 'Tomás el de la librería Maribel', no puede evitar que los ojos se le pongan brillantes cuando sentencia que tiene que cerrar el negocio porque la cosa no va bien.
«He llorado, porque me he acordado de mi tío, me he acordado de mi madre. Es una pena, pero está meditado».
La crisis, que la lectura es una afición que cada vez ocupa menos tiempo en nuestras vidas, la cada vez más peculiar costumbre de comprar libros físicos de lectura y el remate, la liberalización del mercado de los libros de texto, son demasiadas piedras en el camino.
«Antes los libros de los colegios nos salvaban casi todo el año, prácticamente las librerías podíamos subsistir con ello, pero ahora, entre que muchos libros los tienen los centros educativos y que los puedes comprar ya en los chinos...».
También servían de ayuda los libros de lectura obligatoria que mandan los centros educativos a los alumnos, aunque Amazon y las plataformas digitales de compra venta de segunda mano han terminado de hacer el resto para firmar la defunción de las librerías de toda la vida.
En Almendralejo, apunta, ya casi nadie compra libros. Sin embargo, recuerda a algunos que son aficionados compradores de volúmenes de lectura y cita especialmente a uno: «don Antonio Alba, es impresionante».
Tomás reconoce que ha hecho muchos números, pero las cuentas ya no salen. Hace dos años estuvo ya a punto de cerrar, pero aún vivía su madre, una circunstancia que ahora ya no se produce y que, aunque con mucha tristeza, no tiene más remedio que cerrar.
«Las librerías están muy mal, yo he hablado con gente de Valencia y me han dicho que está muy mal y también otros de Badajoz. Tienen que tirar de otras cosas como la lotería».
Herencia
Apesadumbrado, confiesa que aunque él es el heredero, lo ha consultado antes con su hermana Maribel, la que da nombre a la histórica librería de la céntrica calle Pizarro.La archiconocida librería Maribel liquida en estos días sus últimas existencias de libros de lectura y material de oficina y para estudiantes antes de descolgar definitivamente el toldo de la fachada en el que se indica el negocio.
«Voy a alquilar el local, qué remedio», afirma con trabajo.
Con una sonrisa pícara, Tomás reconoce que a él nunca le ha gustado leer, «eso lo sabe toda la gente, que no me gusta la lectura, la verdad». Pero en cambio le encanta el trato con el público, es lo que más va a echar de menos en un futuro próximo en el que no quiere ni pensar. «Todavía no sé qué voy a hacer, pero no me voy a quedar en casa».
En estos cuarenta años Tomás, un tipo sencillo, con una amabilidad innata, de los de Almendralejo de toda la vida, han sido muchos los amigos que ha hecho desde el mostrador.
«Yo sé que el pueblo de Almendralejo me quiere mucho. Me lo demostró el día que murió mi madre. Hasta ahí no me di yo cuenta de lo que me quería la gente. Yo jamás me esperaba que estuvieran así conmigo ese día».
Otro cierre
La librería Maribel es uno más de esos tantos establecimientos comerciales que cierran en la calle Pizarro, aunque es de los que duelen más a los almendralejenses, nada comparable con una franquicia.Y es que han sido muchos los almendralejenses que han comprado en una de las primeras librerías que hubo en la ciudad, emplazada en la plazoleta de La Hierba. Uno de esos negocios de los de toda la vida que pasará a la historia.
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