Yo cocodrilo, tú Jane - foto,.
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Birkin no quiere ser cómplice de las masacres contra los caimanes de granja y pide a Hèrmes que retire su apellido del famoso bolso,.
Jane Birkin acaba de darse cuenta de que para fabricar el prohibitivo bolso que lleva su apellido hay que sacrificar cocodrilos... Más vale tarde que nunca. La firma francesa Hèrmes, especializada en el lujo (y otras excentricidades) lo lleva fabricando desde los años 80, inspirado en esta modelo y actriz británica que fue musa, mujer y ‘víctima’ del imprevisible Serge Gainsgbourg. Las que tenemos el pésimo gusto de habernos sentido alguna vez atraídas por el peligro animal que exhalaba Gaingsbourg siempre hemos entendido a Jane Birkin. Y ahora con lo de los cocodrilos, también. Mucho menos comprensible es que haya mujeres dispuestas a esperar hasta seis años para hacerse con un bolso (por muy francés y muy artesanal que sea) o que lleguen a pagar 200.000 euros por él, como ocurrió recientemente en una subasta celebrada en Hong Kong.
Desde entonces, el bolso más caro del mundo es un Birkin con aplicaciones de diamantes, realizado en piel de cocodrilo que para remate es... ¡Color fucsia! Vamos, que no los vejan ya bastante en vida a los pobres bichos como para tener también que humillarlos una vez muertos. Sí, es verdad que el cocodrilo es un depredador de sangre fría con el que es mejor no cruzarse. Los naturalistas están asombrados de su capacidad estratégica para la caza (en solitario o en grupo) y la inteligencia que demuestran a la hora de acorralar y reducir sin piedad a sus presas. Están dotados de un sexto sentido para la crueldad solo superado en el reino animal por una criatura infinitamente más implacable: el ser humano.
Un Auschwitz animalLo que le ha abierto los ojos a Jane Birkin, hasta el punto de llevarla a pedir públicamente a Hèrmes que borre su apellido del famoso bolso, es un escalofriante vídeo difundido por PETA en el que se muestra en toda su crudeza la despiadada masacre que sufren los cocodrilos en una granja de Zimbabue y otra de Texas; un auténtico Auschwitz animal donde los tirotean, apuñalan, insertan en varas metálicas que introducen por su cerebro o los someten a la tortura de agonizar sobre planchas de metal candentes... Todo para conseguir una bonita correa de reloj o un exclusivo bolso que el día de mañana distinguirán a sus propietarios como ejemplo de personas de éxito, seres superiores que han llegado a lo más alto en la vida... La verdad es que solo con pensarlo dan ganas de darse de baja de la especie humana.
Claro que renuncias a la piel animal, te pasas a la sintética y descubres que es mucho más contaminante para el planeta y amenazante para la capa de ozono. Y que si el lujo encubre ferocidad, el 'low cost' esconde la explotación, tortura y hacinamiento no de cocodrilos sino de seres humanos. Muchos de ellos niños... Y acabas pensando que al final, como dicen en Latinoamérica: No hay para donde hacerse.
De momento, la compañía Hèrmes se ha apresurado a responder a Jane Birkin que dichas granjas (por más que sus empleados así lo afirmen en el impactante vídeo) no figuran entre sus proveedores. Pero, en cualquier caso, es de imaginar que si no son esas serán otras parecidas. Tal vez Birkin en su inmensa ingenuidad, ignorancia o indiferencia (como la de casi todos nosotros) pensara que la piel de cocodrilo con que se fabrica su bolso la obtenían cuerpo a cuerpo y en justa pelea con los caimanes Tarzán o ‘Crocodile Dundee’, pero la realidad es bastante menos heroica. Ahora la actriz renuncia a seguir siendo todo un símbolo de la moda universal conmovida hasta las lágrimas por esos ojos amarillos que la han mirado y le han dicho: Yo cocodrilo, tú Jane.
TÍTULO: CRONICAS - EN PORTADA, EL ARTE DE LO IMPOSIBLE,.
Crónicas
Jueves a las 23.45 horas ,. fotoCrónicas - El arte de lo imposible
Un truco de magia rompe los esquemas lógicos de nuestra mente. Los objetos levitan, las monedas desaparecen, las cartas de la baraja se transforman...Delante de nuestros ojos suceden cosas imposibles. Volvemos a ser niños y nos dejamos invadir por el misterio de lo inexplicable.
Un equipo de Crónicas ha entrado en este fascinante mundo guiado por los profesores y los 40 alumnos pioneros del Real Centro Universitario María Cristina de San Lorenzo de El Escorial que estudian Ilusionismo. Durante cuatro años, aprenderán el temario más singular de la Universidad: cartomagia, levitaciones, escapismo, hipnosis o magia con monedas; hasta setenta materias que imparten algunos de los mejores ilusionistas de España.
A través de las clases y de sus actuaciones, Crónicas ha descubierto el paralelismo que existe entre la magia y el teatro, y la profundidad psicológica del 'arte de lo imposible'.
TÍTULO: ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - UN OSITO FALSO,. Un osito falso - foto,.
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Extremadura es la región más barata, más sensata y más segura,.
- Mañana empiezan mis vacaciones y me voy dejando en el aire un montón
de temas. Me gustaría, por ejemplo, haber comentado esta espiral de
gestos políticos que amenaza con desbancar a las ideas: Yo no soy de
izquierdas ni de derechas, caballero, yo gesticulo.
Primero iré a Asturias a ver a la familia y después pasaré por Galicia para ver a los amigos. Cuando llegue a Asturias, no sé con qué voy a encontrarme. Ya saben que en el ayuntamiento asturiano de Corvera ahora se habla en femenino y allí todo son concejalas, tenderas, empresarias, jugadoras de fútbol y fontaneras. ¿Se habrá extendido la medida por el principado? ¿Cómo deberé hablar cuando esté con mis tíos y mis primos, deberé decir nosotras?
Han pasado más de dos meses desde las elecciones y la gestualidad parece primar sobre la acción. No digo que no se tomen medidas, pero la espiral de gestos es tremenda y empaña la gestión. Empezamos firmando pactos en un banco de un parque y hemos acabado, por ahora, refiriéndonos a nosotras cuando nos dirigimos a una comisión de siete concejales varones. Afortunadamente, en Extremadura, como escribe de nosotros el filósofo alemán Peter Sloterdijk, somos tan materialistas y estamos tan pegados al suelo que a lo más que hemos llegado es a que Vara coma con gaseosa.
Esta espiral de tonterías aniñadas me recuerda a los primeros tiempos de las autonomías, cuando todo se convertía en señas de identidad y los gallegos hacían de Rosalía de Castro una guerrillera nacionalista, los vascos exaltaban sus pimientos, ya fueran fritos (piperade), ya fueran colgados a secar en Espelette, a la categoría de símbolo de la patria, los andaluces se apropiaban primero del flamenco y luego de sus ríos y los aragoneses se envolvían en el cachirulo. De aquellos barros de símbolos identitarios forzados vienen estos lodos en los que Mas y otros mixtificadores de la historia quieren ahogarnos.
En Extremadura, ya digo, no caímos en la tentación de convertir a Gabriel y Galán en guerrillero, el pimentón en símbolo patriótico ni el sombrero de montehermoseña en icono nacional, tampoco nos apropiamos de la Jota ni del Tajo, y, aunque nuestra historia tiene, siglo a siglo, elementos suficientes para dar forma a una épica más emocionante y exclusiva que la catalana, desdeñamos todas esas posibilidades porque nos pueden dos sentidos: el común y el del ridículo.
Somos pobres, pero prudentes y sensatos. Les decía que, tras ver a la familia en Asturias, me iré a Galicia a saludar a los amigos y notaré que los cafés, las cañas y los hoteles son más caros que en Extremadura, que vuelve a ser la región más barata de España con diferencia. Para compensar, en Galicia volveré a escuchar historias de narcotráfico y me alegraré de vivir en la provincia más segura de España, Cáceres, esa ciudad donde hasta los delitos son pijos y el crimen de este mes es el de varios «asesinos a sueldo» que vendían bisutería con un osito falso.
Sensatos, baratos, seguros y gaseosos. Hace unos días, comenté lo de que Vara come con casera blanca, nombré varias gaseosas extremeñas y mi Facebook se ha llenado de historias entrañables que quiero recoger antes de marcharme de vacaciones. Así, Kike Asensio me contó que en Burguillos del Cerro aún beben la gaseosa Curusan de Custodio Ruiz Sánchez; Alberto Cañedo recordaba La Galisteña de Galisteo; José Luis Carpintero se refería a las gaseosas caurienses Pepín y La Morenita; Manuel Barbero no olvida La Serradillana, que hacía el tío Marcelo en Serradilla y se vendía fresquita en 'ca' tío Serafín el barbero, que la enfriaba en el pozo metida en la 'lambrera' del brasero.
Esperemos, en fin, que a la vuelta de vacaciones se hayan acabado los ositos falsos, o sea, que las tonterías gestuales «tengan menos fuerza que la gaseosa de José María», como decían en Villanueva del Fresno de la 'casera' que hacía el abuelo de otra amable lectora, Ana Vega. Felices vacaciones a todas... Y a todos.
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