EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -6- Noviembre -,.
Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes -6- Noviembre - , a las 22:30 por antena 3, etc.
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO -LUNES - El adulterio era finisimo - Carmen Posadas,.
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - El adulterio era finisimo - Carmen Posadas, fotos.
El adulterio era finisimo - Carmen Posadas,.
Carmen Posadas: Con una nueva pareja, repites esquemas o buscas la antítesis,.
Cuando la escritora Carmen Posadas se enamoró del que fuera gobernador del Banco de España Mariano Rubio descubrió que era "la antítesis de mi primer marido", un hecho que le llevó a investigar sobre el impulso amoroso y que dio como fruto el ensayo "El Síndrome de Rebeca".
"Mi primer marido era el más guapo, el más líder, el que más gustaba a mis amigas, frente al hombre serio, tranquilo y comprensivo con el que me casé en segundas nupcias", rememora Posadas en una entrevista con Efe.
"Lo que me enamoró de Mariano Rubio fue el factor admiración, porque yo no concibo estar enamorada de alguien que no admire; el guapo, ya lo había tenido", asume Carmen Posadas con picardía.
Posadas se dedicó a investigar esta suerte de impulso amoroso inconsciente y publicó en 1998 este ensayo, inspirado en la película Rebecca, de Alfred Hitchcock (1940), ante un Mariano Rubio al que la iniciativa le pareció "graciosa", al principio, aunque luego vinieran las molestias.
Sin pretenderlo, Posadas acuñó hace casi tres décadas el término "Síndrome de Rebeca" que define los celos enfermizos que uno de los los miembros de la pareja siente frente a una relación anterior, y que influyen en el comportamiento normal de la persona.
Para la elaboración de este ensayo, Posadas puso un anuncio en un periódico, ya que no existía Internet por entonces, para que la gente afectada por este problema se pusiera en contacto con ella y, escogió los treinta casos más significativos de la avalancha de llamadas recibidas, algunas a horas intempestivas.
"A Mariano Rubio le gustó mucho mi libro; si no hubiera sido así, me habría llevado un disgusto de muerte porque, afortunadamente, era muy crítico", confiesa la escritora,
Preguntada sobre si, en algún momento, se sintió poseída por el "síndrome de Rebeca" cuando su marido comentaba algo de su primer matrimonio, Posadas baja el tono de voz y confiesa: "sí, un poquito, pero siempre procuraba que Mariano no se diera cuenta".
La escritora utiliza en su libro un proverbio japonés que le encantó a Mariano Rubio, según comenta, sobre las parejas que se dan una segunda oportunidad: "el amor es como la porcelana, que si la estrellas contra el suelo, tal vez se pueda volver a recomponer, pero es seguro que nunca más podrá contener perfume en su interior". "En mi historia personal, como marido, quien más me ha marcado ha sido Mariano Rubio", reconoce sin ninguna duda Carmen Posadas, sobre la creencia de que, aunque te cases o te emparejes muchas veces, en tu inconsciente siempre existirá un solo marido.
"Cuando la gente busca pareja, o bien repite esquemas o busca la antítesis, según le reclame su inconsciente, o se angustia sobre cómo era la antigua pareja, porque intenta competir", comenta Posadas sobre las conclusiones de su ensayo.
Entre los casos más extravagantes que Posadas explica en su libro figura el de una amiga separada, que seguía poniendo el pijama de su marido encima de la cama cada noche, o el de un hombre que le preguntó a su ex mujer dónde se había comprado su vestido de novia, para que la nueva esposa fuera al altar vestida de modo similar.
Entre personajes conocidos, Posadas cita el caso del ex presidente francés Nicolas Sarkozy, de Marlon Brando y de Leonardo Di Caprio, que siguen el mismo patrón estético en la elección de sus mujeres, "algo que ocurre más entre los hombres que entre el sexo femenino", recalca Posadas, que está preparando ahora una novela sobre las mujeres de Freud.
La película "Rebecca", basada en una novela de la escritora británica Daphne du Maurier, narra los sentimientos encontrados de Maximiliano de Winter, de la flamante señora De Winter y del ama de llaves, la señora Devers, hacia la primera esposa, Rebecca, fallecida en extrañas circunstancias.
"Me identifico con el señor De Winter, que escogió una segunda esposa como antítesis de la primera, porque a mi me ocurrió lo mismo; me da pena la señora De Winter, porque se obsesionó con un fantasma y, ante ellos, uno nunca puede ganar", reflexiona Posadas..
TITULO :LUNES -5- Noviembre - Imprescindibles -Muere Carmen Alborch,.
LUNES -5- Noviembre - Imprescindibles ,.
Imprescindibles, serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes -5- Noviembre a las 21:00, etc.
Muere Carmen Alborch,.
Muere Carmen Alborch, mujer pionera,.
La exministra fue una avanzada a su tiempo en la política, la docencia y la cultura,.
fotos - Carmen Alborch Bataller murió
en su casa de Valencia este miércoles siete días antes de cumplir los
71 años y solo dos semanas después de su última aparición en público. La
ceremonia de entrega de la Alta Distinción de la Generalitat se
convirtió en el homenaje a una prolífica trayectoria en la política, la
docencia y la cultura. Tres ámbitos en los que Alborch fue pionera en
romper «techos de cristal». Como decana de la Facultad de Derecho de
Valencia, como directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM)
y como ministra de Cultura. Sin perder la sonrisa hasta el final, Alborch aprovechó su último discurso,
el pasado 9 de octubre, para realizar un alegato a favor del feminismo.
Una causa a la que se entregó y por la que será recordada siempre. Ante
el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, propuso que se iniciaran los
trámites para declarar al feminismo Patrimonio de la Humanidad.
Las secuelas de la cruel enfermedad que se la ha llevado ya resultaban patentes. Pero Alborch continuaba transmitiendo la vitalidad que le había llevado a superar retos a lo largo de su vida.
Su fallecimiento ha suscitado múltiples muestras de condolencia desde todos los estamentos sociales y políticos, incluidos los Reyes de España.
Natural de la localidad de Castelló de Rugat,
Alborch fue la mayor de cinco hermanos. En 1973 logró el doctorado cum
laude en Derecho. En unos años en los que no resultaba fácil para las
mujeres acceder a los cargos de responsabilidad, fue elegida decana de
la Facultad. Apenas contaba con 37 años. Más allá de su
faceta profesional como profesora de Mercantil, Alborch dedicó su vida a
la lucha por la igualdad de las mujeres, a defender la causa
feminisita, que descubrió cuando una compañera le prestó «El segundo
sexo», de Simone de Beauvoir, y a la cultura.
Su pasión por el arte le llevó a abandonar el Decanato y pasar a la política de la mano de Ciprià Ciscar en
1987, cuando todavía no poseía el carnet del PSOE. Un partido al que se
afilió en el año 2000 al que se mantuvo fiel y que este miércoles
lloraba su muerte. Tras su paso por la dirección general de Cultura de
la Generalitat Valenciana y el IVAM (que la recordará dando su nombre al
auditorio del museo), Alborch dio en 1993 el salto a la política
nacional cuando le llamó Felipe González para que asumiera la cartera de Cultura. Se convertía así en la primera ministra valenciana de la historia.
Tras
el cambio de Gobierno, Alborch pasó al parlamentarismo y a cultivar su
faceta de escritora con una temática que giraba sobre el universo
femenino en la que llegó a publicar cinco títulos. En el último, editado
en 2014, se centró en «Los placeres de la edad».
Para
entonces ya andaba de retirada de la vida política, que abandonó en
enero de 2016. Su último destino había sido el Senado, donde coincidió
durante seis meses con Rita Barberá. Ambas eran viejas
conocidas. En las elecciones municipales de 2007 el PSPV-PSOE optó por
Alborch como candidata a la Alcaldía de Valencia ante la entonces
imbatible líder del Partido Popular. La socialista perdió los comicios
pero asumió la derrota con talante y llegó a ejercer de portavoz de la
oposición durante los cuatro años de la legislatura, tras lo que regresó
a Madrid.
Pero Alborch fue profeta en su tierra, que le brindó la
oportunidad hace ahora dos semanas, de despedirse con un mensaje que
hoy suena a epitafio: «Mi meta es construir y luchar por un mundo mejor hasta el último suspiro». Y así fue.
Las secuelas de la cruel enfermedad que se la ha llevado ya resultaban patentes. Pero Alborch continuaba transmitiendo la vitalidad que le había llevado a superar retos a lo largo de su vida.
Su fallecimiento ha suscitado múltiples muestras de condolencia desde todos los estamentos sociales y políticos, incluidos los Reyes de España.
Natural de la localidad de Castelló de Rugat, Alborch fue la mayor de cinco hermanos. En 1973 logró el doctorado cum laude en Derecho. En unos años en los que no resultaba fácil para las mujeres acceder a los cargos de responsabilidad, fue elegida decana de la Facultad. Apenas contaba con 37 años. Más allá de su faceta profesional como profesora de Mercantil, Alborch dedicó su vida a la lucha por la igualdad de las mujeres, a defender la causa feminisita, que descubrió cuando una compañera le prestó «El segundo sexo», de Simone de Beauvoir, y a la cultura.
Su pasión por el arte le llevó a abandonar el Decanato y pasar a la política de la mano de Ciprià Ciscar en 1987, cuando todavía no poseía el carnet del PSOE. Un partido al que se afilió en el año 2000 al que se mantuvo fiel y que este miércoles lloraba su muerte. Tras su paso por la dirección general de Cultura de la Generalitat Valenciana y el IVAM (que la recordará dando su nombre al auditorio del museo), Alborch dio en 1993 el salto a la política nacional cuando le llamó Felipe González para que asumiera la cartera de Cultura. Se convertía así en la primera ministra valenciana de la historia.
Tras el cambio de Gobierno, Alborch pasó al parlamentarismo y a cultivar su faceta de escritora con una temática que giraba sobre el universo femenino en la que llegó a publicar cinco títulos. En el último, editado en 2014, se centró en «Los placeres de la edad».
Para entonces ya andaba de retirada de la vida política, que abandonó en enero de 2016. Su último destino había sido el Senado, donde coincidió durante seis meses con Rita Barberá. Ambas eran viejas conocidas. En las elecciones municipales de 2007 el PSPV-PSOE optó por Alborch como candidata a la Alcaldía de Valencia ante la entonces imbatible líder del Partido Popular. La socialista perdió los comicios pero asumió la derrota con talante y llegó a ejercer de portavoz de la oposición durante los cuatro años de la legislatura, tras lo que regresó a Madrid.
Pero Alborch fue profeta en su tierra, que le brindó la oportunidad hace ahora dos semanas, de despedirse con un mensaje que hoy suena a epitafio: «Mi meta es construir y luchar por un mundo mejor hasta el último suspiro». Y así fue.
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