BLOC CULTURAL,

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jueves, 5 de marzo de 2015

TAPAS Y BARRAS, Bienvenidos al Candy Bar,./ UN PAIS PARA COMERSELO, Guía para usar bien los tuppers en el trabajo,./ A QUEMARROPA, Dora Noemí Kerchen, MODELO,.

 TÍTULO: TAPAS Y BARRAS, Bienvenidos al Candy Bar,.

Candy Bar montado para una ceremonia nupcial. :: mikado weddingLa aburrida ceremonia de la política debería aprender de la imaginativa evolución de las bodas, foto,

La vida es un aburrimiento salpicado por ráfagas de diversión. Lo descubrieron los románticos, lo explicaron los existencialistas y lo encarnó Celia Villalobos mientras hablaba Rajoy. Nescafé y Coca-Cola, con sus buenos momentos y su chispa de la vida, lograron ponerse de moda al identificar en un producto esas ráfagas de diversión que los mortales sin marca ni capacidad para sustanciar teorías filosóficas resumimos en una frase: «Si no fuera por estos ratitos».
Hasta el siglo XIX, la vida era un valle de lágrimas en el que no cabía el aburrimiento: bastante divertido era ya procurar que no te mataran y buscar la manera de comer cada día. Después, a medida que nos saciábamos y descubríamos que el tiempo también podía ser libre, empezó a preocuparnos eso de realizarnos, trascender y ser algo en la vida, ergo llegaron la frustración, el hastío, el vacío, la nada, la náusea y el aburrimiento.
La falta de perspectivas, que nos ha regalado la crisis, nos ha abocado a un mundo sin grandes sueños, hemos rebajado el nivel de expectativas y hemos convertido nuestras vidas en aburrimientos entreverados de buenos ratitos. Por un instante de escapismo, somos capaces de hacer lo que sea y si antes nos aburríamos en silencio y con educación, ahora lo hacemos groseramente. Somos de teléfono fácil. Antes, seguíamos poniendo cara de atención al escuchar al profesor, al conferenciante o a nuestra tía abuela relatando achaques mientras nuestra mente vagaba por una playa de Lanzarote. Ahora, sacamos el móvil y vivan los ratitos.
Una forma sencilla de evadirse, antes y después de los móviles y las tablets, era y es tomar golosinas, que por aquí llamábamos y llamamos guarrerías o chucherías. Una bolsa de gominolas, esponjitas y regalices basta para entretener la náusea entre las siete y las nueve de la tarde, que, como todo el mundo sabe, son las horas del hastío: cuando el mundo se nos viene encima, sube la fiebre y se muere más gente. Hay extremeños, como el señor Sánchez Cortés, que han montado un pequeño imperio a partir del buen ratito de las chuches. Es más, nuestro emperador de las golosinas tiene su particular medidor de la crisis: el índice gusanitos. A mayor consumo, más intensidad crítica.
La modernidad última ha traído un nuevo vocablo, inglés, naturalmente, para referirnos a las castizas 'guarrerías'. Ahora, las golosinas, caramelos y gominolas se llaman candy y la sublimación absoluta de los buenos ratitos es la unión de las candy y los móviles o las tablets en un juego entretenido, adictivo y simple llamado Candy Crush.
La jugada de Celia Villalobos, presidiendo el Congreso mientras le daba al Candy Crush y hablaba el presidente del Gobierno de España, es la síntesis de nuestro aburrimiento mortal y de nuestro escapismo grosero. Si quien preside el Parlamento busca su buen momento, su chispa de la vida, su ratito jugando a las golosinas en la tablet, ¿cómo no vamos a tirar nosotros del móvil mientras un conferenciante nos duerme, un profesor nos amuerma y un colega nos describe su fin de semana familiar en el campo?
Aunque a lo peor, la culpa no es nuestra, sino de quienes nos aburren. Mientras los actos sociales, políticos o académicos siguen celebrándose con la misma concepción que hace 30 años, el resto del mundo se devana los sesos para encontrar buenos ratitos como sea. Yo pondría como ejemplo a seguir las bodas, un evento social que no deja de evolucionar buscando entretener a los participantes. Los urdidores de lo nupcial no paran. Pasaron de trocear corbatas a pasear camareros entre bengalas. Ahora, han sustituido las cajitas de cigarrillos y el puro por un bodegón tabaquero, cuelgan babuchas morunas de un árbol y el culmen del buen ratito es, lo han adivinado, el Candy Bar, o sea, un self service gigante de golosinas, que es algo así como una tablet viviente con un Candy Crush real al que solo le falta Celia Villalobos para que la vida sea una chispa perfecta.

  TÍTULO:  UN PAIS PARA COMERSELO, Guía para usar bien los tuppers en el trabajo,.

Respondemos a todas tus dudas para que no mueras intoxicado-foto,.

Son la vajilla que más usas. Te pasas media vida llevándolos de tu nevera al trabajo y del comedor de la oficina a tu casa. Los utilizas para guardar comida, para transportarla y como recipiente para comerla. ¿Te has planteado alguna vez si estás usando los tuppers correctamente?
Aclaración: Por tupper en realidad deberíamos utilizar “tartera”, que es la palabra aceptada por la RAE. Tupper se refiere exclusivamente a la marca Tupperware, cuyos productos no se encuentran en tiendas y se venden exclusivamente mediante demostraciones a domicilio solicitadas por clientes, pero como estamos ante uno de esos casos en los que el lenguaje popular le ha ganado la batalla a la academia, utilizaremos el nombre de la marca para referirnos al producto genérico.
¿Después de cocinar, hay que guardar la comida directamente en la nevera? Nos contesta Mónica Escudero, Comidista adjunta: “Siempre hay que dejar enfriar antes de meter un plato en el tupper; si no, nos cargamos la textura de los alimentos porque chupan vapor”. Para Sergio Garrosa, técnico de seguridad alimentaria en una importante industria alimentaria, lo ideal es dejar enfriar la comida en el utensilio donde la hayamos cocinado, luego pasarla al tupper y guardarla en la nevera, pero (y aquí empiezan las diatribas), el lapso de tiempo de pasar por ejemplo de 80 grados a 8 puede ser muy largo, así que si queremos ser especialmente rigurosos, habría que guardar los alimentos directamente en la nevera sin esperar a que enfriasen. Sobre la advertencia clásica de que meter comida caliente en el frigorífico puede estropear el electrodoméstico, con las nuevas neveras no hay peligro de que ocurra porque son más eficientes energéticamente, aunque como dice Mónica Escudero “haces trabajar más a la nevera por nada”.
¿Hay que guardar los tuppers en la nevera otra vez al llegar a la oficina? La respuesta sería utilizar el sentido común. O sea, que si estamos en invierno y vamos a tomar una ensalada a temperatura ambiente, no sería imprescindible guardar el tupper en la nevera. Lo mismo ocurre si lo que estamos transportando son embutidos o alimentos que aguantan perfectamente una ruptura de la cadena de frío. Sin embargo, otros que han sido muy manipulados previamente (como la carne picada) se degradan con rapidez y es preferible conservarlos en la nevera; en cuanto a la mayonesa o al huevo crudo de una tortilla poco cuajada (alimentos susceptibles de estropearse con facilidad), mejor abstenerse de llevarlos en tupper.
¿Cómo sé si mi tupper es adecuado para microondas? Hay muchos tipos de tuppers y sólo algunos son aptos para utilizar en el microondas. Para reconocerlos hay que fijarse en que lleven este símbolo o una variante de las rayas en zigzag en la base. Calma, no supone un peligro utilizar en microondas un recipiente que no tenga este símbolo -siempre que esté homologado como apto para uso alimentario (este otro símbolo) y en principio todos los que están a la venta lo están-, pero la vida del producto y los resultados que se obtengan con él mermarán.
¿Al calentar en el microondas, hay que destapar el recipiente o es mejor mantenerlo tapado? Nos explica Fernando Sierra de Tupperware España: “Los productos Tupperware para calentar en el microondas (Líneas Microflash y Microserver) llevan en las tapas una válvula que debe permanecer abierta durante su uso en el microondas. La potencia adecuada del microondas para calentar la comida en los productos Tupperware ha de ser 500 W como máximo". Para Mónica Escudero, “tapar evita que la comida se reseque, pero también puede ablandurriarla. Normalmente las texturas crujientes y el tupper se llevan mal, pero por ejemplo un gratinado puede aguantar estupendamente, y si se calienta sin tapar puede (esto no es una ciencia exacta, depende de factores como lo líquida que sea la salsa que lo acompaña) seguir crujiente en el momento de comerlo".
Sergio Garrosa recomienda calentar con tapa, porque esa barrera evita que la comida se seque o caliente demasiado. Además, el vapor de agua que se forma en el interior de la tapa facilita que el calentado sea más uniforme, sobre todo si, una vez calentado, se espera cinco minutos a abrir el recipiente (algo que en realidad difícilmente haremos al estar precisamente empleando para calentar la comida un microondas, cuya principal virtud es la rapidez).
¿Es mejor emplear un tupper de plástico o de cristal? Nos responde Mónica: “El plástico homologado no tiene mayor problema, pero es mucho menos agradable para comer directamente del recipiente. El de cristal es más frágil ante un golpe directo, pero se come estupendamente en él. La respuesta sería depende de lo bruto/cuidadoso que seas y de si tienes platos en el sitio donde vayas a comer".
Sergio Garrosa nos explica que no hay ninguna diferencia a la hora de meter un recipiente de plástico o de cristal en el microondas, porque este electrodoméstico actúa calentando las moléculas de agua de la comida, no sobre el material que la contiene. El miedo a los peligros del microondas y a mezclar plásticos con comida es un viejo conocido del mundo de los mitos alimentarios; en este post del blog Gominolas de petróleo lo explican y desmienten.
Luis de Guindos acudió a una reunión de los responsables de finanzas de la zona euro con una tartera de croquetas. Según recogió El País. "estaban muy buenas" y las compartió con sus homólogos europeos
¿Se pueden usar papel film y papel aluminio? En el microondas NO; sí son adecuados para envolver y transportar la comida.
¿Qué hay de las comidas preparadas que vienen en su propio envase? Hay que leer el etiquetado de cada envase y seguir lo que se nos indique en él especialmente en lo referente a si puede introducirse o no en un microondas, pero no hay problema en, por ejemplo, guardar los envases una vez abiertos en la nevera. Otra cosas son las latas: si ya se han abierto y están a medio consumir debería volcarse su contenido en otro recipiente a la hora de guardarlas en la nevera porque su interior puede oxidarse con facilidad.
¿Qué recetas o productos deberían evitarse a la hora de comer de tupper porque no aguantan bien la espera y el recalentado? Nos responde Mónica Escudero, autora del libro de cocina de recetas especialmente pensadas para ser transportadas A vueltas con la tartera: “El crujiente lleva mal el paso del tiempo; las patatas y el frío se llevan regular; el arroz tipo redondo, si no está previamente nacarado y está rodeado de líquido quedará tipo pelota; convendría evitar cualquier cosa susceptible de estropearse durante el transporte si está al punto o resecarse durante el calentado (por ejemplo, ciertos de tipos de pescado o la típica "pechuguita fina vuelta y vuelta)". Los aliños tienen que transportarse siempre aparte y no mezclarse hasta el último momento. En cambio potajes, estofados y los típicos platos que mejoran al día siguiente son perfectos para la tartera, y si encima funcionan como plato único todavía nos harán la vida más fácil (siempre acompañados de un tomate aliñado, algo de fruta o cualquier alimento fresco, por aquello de equilibrar). PD: Las verduras y las legumbres son nuestras amigas".
¿Cómo se limpia un tupper? Igual que un plato o una olla: con agua y jabón o detergente para vajillas. Eso sí, para evitar que la grasa se convierta en la pesadilla de cualquier estropajo, hay que intentar lavarlos nada más terminar de comer. Y cada cierto tiempo, para evitar la acumulación de bacterias en las ranuras y tapas, conviene dejarlos en remojo con vinagre o limón (y luego lavarlos normalmente).

 TÍTULO:   A QUEMARROPA, Dora Noemí Kerchen, MODELO,.

Dorismar--foto

Dorismar
Dorismar con tortuga.jpg
Dorismar
Nombre real Dora Noemí Kerchen
Nacimiento 14 de marzo de 1975 (39 años)
Bandera de Argentina Buenos Aires, Argentina
Características físicas
Medidas 92-60-93
Estatura 1,78 m (5 ft 10 in)
Color de cabello Castaño
Color de ojos Cafés
Sitio oficial
Ficha en IMDb

Dora Noemí Kerchen, (Buenos Aires, 14 de marzo de 1975) mejor conocida como Dorismar, es una modelo, actriz, presentadora de televisión y cantante argentina. Participó como conductora del programa de televisión estadounidense, Caliente de 2000 al 2006.
Trabajó primero en Argentina y en 2000 se trasladó a Miami. En ese año empezó a trabajar en el programa El gordo y la flaca de la cadena Univisión.1
En el 2002 el fotográfo y cineasta Frank Kleriga le realizó su primer calendario en Los Ángeles, California, con la dirección de arte de Yullisa Rivera y el fotógrafo de Penthouse Alec Middleton. Entre las fotos posó desnuda junto a uno de los caballos del cantante Ezequiel Peña en su rancho de Rialto, California.2
En marzo de 2003 apareció en la portada de la edición estadounidense de Playboy, como integrante de Las más bellas mujeres de la TV Latina.
Para el 2004 participó en el reality show Protagonistas de la fama VIP.
Durante el 2005 formó parte de una campaña para detener la depredación de huevos de tortuga en el estado de Guerrero, México. Entre otras acciones de la campaña fue imprimir pósters y mantas donde aparecía la imagen de Dorismar, pero un grupo de mujeres protestó por la difusión de carteles donde la calificaron de "encuerada". El gobierno mexicano, para evitar conflictos, decidió optar por la censura e impidió se colocaran los carteles de la modelo.3
El 5 de enero de 2006, Dorismar fue deportada de Estados Unidos, porque entró a ese país a través del programa Waiver, con el que no necesitó visa para ingresar, pero no podía permanecer por más de tres meses.4 5
En 2007 trabajó en el programa La parodia de Televisa y junio de 2007 apareció en la edición mexicana de Playboy.6
Su carrera como cantante dio inicio en México, grabando su primer álbum en Los Ángeles. Desde 2007 trabaja en el programa Desmadruga2, donde presenta la sección "Tu fantasía con Dorismar".
En 2009 salió en la revista H mes de Febrero y en 2009 volvió a desnudarse, ahora para H Extremo en el mes de junio.
En 2010 participa en la telenovela mexicana Triunfo del amor, bajo la producción de Salvador Mejía, cuya telenovela es protagonizada por Victoria Ruffo, Maite Perroni, William Levy y Osvaldo Ríos.
En 2011 posó desnuda en la revista H Extremo del mes de enero.

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