TÍTULO: DESAYUNO - CENA - DOMINGO - ORFEO SUAREZ,
ORFEO SUAREZ, foto
Gracias, Orfeo Suárez, por haceros peores,.
El 21 de mayo, después de que Florentino Pérez anunciara la salida
de Mourinho del Real Madrid, el periodista Orfeo Suarez del diario
El Mundo, adorador del tiki-taka y defensor del pensamiento único, escribió un artículo que lleva como título:
“
Gracias, Mou, por hacernos peores”
Este miembro de la secta de los que linchan a José Mourinho a diario y
por vicio pone a parir al entrenador portugués en su mencionado
artículo. Le culpa de que desde su llegada al Real Madrid todos los
actores del futbol español se han hecho peores. Entre ellos figuran:
Florentino Pérez, Valdano, Casillas, Guardiola, los precedentes
entrenadores del Real Madrid, Del Bosque, la afición blanca, el propio
Mourinho y los periodistas. No se salva nadie. Según Orfeo Suárez, José
Mourinho ha sido nefasto a todos ellos.
En un punto, Orfeo Suárez lleva algo de razón. Él y los otros
periodistas de su calaña eran ya muy mediocres antes de que llegara José
Mourinho al Real Madrid, acosando y linchando a Mou han desbordado los
límites de la decencia y se han hecho peores.
Veamos cómo queda el artículo de este impresentable si le damos un poco de su misma medicina:
Florentino Pérez agradeció a
Mourinho que hubiera
devuelto al Madrid su nivel competitivo y lo hubiera situado por tres
años consecutivos en las semifinales de la Champions, que lo hubiera
ayudado a mejorar.
A costa de ese salto deportivo, importante si se analiza a corto plazo, el presidente soslayó todo lo que,
gracias a Orfeo Suárez y a la prensa española, es peor que antes que llegara el entrenador portugués.
Gracias a Orfeo Suárez,
es peor el propio Pedro J Ramírez, director del diario
El Mundo
porque la impunidad que permitió a Orfeo Suárez y a sus compañeros de
redacción descubrió su debilidad, vendida la autoridad a una
posibilidad: vender más periódicos aunque sea tirando la ética del
diario por los suelos. Han fracasado, las ventas siguen cayendo en
picado.
Gracias a Orfeo Suárez y a sus compañeros de profesión,
es peor Valdano,
porque después de salir por la puerta de atrás del Real Madrid, le
permitieron participar en tertulias anti madridistas, le ofrecieron
escribir en los periódicos sus nauseabundas crónicas contra el club
blanco, creando la duda de cuáles son sus principios éticos y
señalándole como madridista disfrazado.
Gracias a Orfeo Suárez y a sus amigos,
es peor Casillas,
porque de tanto decirle lo bueno que es (aunque no lo piensan), le han
empujado a traicionar a su entrenador, quedando al descubierto su ego y
su falta de lealtad. Una condición que nadie imaginaba antes de esta
etapa y que ha colocado la duda sobre su figura, lo peor que puede tener
encima un portero.
Gracias a Orfeo Suárez y a los otros periodistas que fomentan el odio,
es peor Guardiola,
porque escondieron al público durante años la verdadera personalidad
del culé, pero al que la envidia y el mal perder le llevaron a la
situación que nunca habrían imaginado los del tiki-taka, la de llamar a
alguien “puto amo” en una sala de prensa mientras buscaba la cámara como
un poseso.
Gracias a Orfeo Suárez y a los del pensamiento único,
son peores todos los entrenadores
que precedieron a José Mourinho en los últimos años en el Madrid,
porque para menospreciar al portugués los Orfeo Suárez de turno no dudan
en minimizar los logros deportivos del entrenador luso, dejando a sus
predecesores en menos que nada.
Gracias a Orfeo Suárez y a los de su mismo talante manipulador,
es peor Del Bosque,
al que han llevado con exageradas alabanzas a que se distanciara del
Real Madrid y le han empujado a que multiplicara sus comentarios
negativos contra el club de su vida, proyectándole una imagen de hombre
rencoroso que, entre otras cosas, no quiso votar como mejor entrenador
2012 a quien acababa de ganar la Liga española batiendo records de
puntos y de goles.
Gracias a Orfeo Suárez y a sus cómplices,
es peor la afición del Real Madrid,
manipulada por tanta mentira de la prensa, radio y televisión. Con
tanta falsedad los piperos del Bernabéu se han alejado de los valores
del madridismo, apoyando sin darse cuenta los intereses del Barça, el
gran beneficiario del burdo proceso ideado por Orfeo Suárez y los anti
Mou.
Gracias a Orfeo Suárez, Diego Torres, Alfredo Relaño y tantos otros,
nuestra liga será mucho peor
porque José Mourinho se va a ir. Hemos perdido al mejor entrenador del
mundo. El futbol vertical y eficaz llora, los del tiki-taka aplauden
porque saben que volverán al poder absoluto que pensaban haber perdido
para siempre. En Inglaterra también aplauden, están convencidos de que
los decadentes medios de comunicación españoles han logrado lo
inimaginable: tirar por la borda a la gallina de los huevos de oro. Se
ríen de ellos a carcajadas y los tratan de estúpidos vanidosos.
Gracias a Orfeo Suárez y a los medios de comunicación españoles,
los periodistas anti Mou son peores,
han llegado a lo más bajo que permite la profesión. Llevan la mentira
como estandarte y la infamia como religión. Ya no pueden ni mirarse al
espejo, se dan asco.
Mourinho seguirá triunfando allá donde vaya. El periodismo español,
con gente como Orfeo Suárez a la cabeza, se ha enterrado un poco más en
su propia basura. Pronto desaparecerán.
A cada cual lo que se merece.
Su
desayuno: «Llevo una dieta cardiosaludable a rajatabla, recomendada por
el médico: zumo de naranja, pan integral con aceite de oliva y un
descafeinado aguachirri».
La cena una tortilla de jamón, pan, tomate y lechuga, beber una copa de vino, postre un platano,.
TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER,CR 7, EN EL METRO A LA PENSIÓN,.
Cristiano Ronaldo, ilustre huesped de la pensión Dom José,.
Cristiano Ronaldo, el más ilustre huésped de la pensión Dom José
Fotografía
tomada el pasado 23 de enero en la que se registró al defensa portugués
del Real Madrid Fábio Coentrão al llevar en hombros a su compatriota
Cristiano Ronaldo, durante un entrenamiento del club español.
EFE/Archivo
En
pleno centro de Lisboa, en un edificio con visibles signos de
deterioro, se esconde la pensión Dom José, modesta residencia que alojó
durante cerca de dos años a un adolescente Cristiano Ronaldo, quien se
vio obligado a superar cuantiosos obstáculos durante su paso por la
capital portuguesa.
El que es considerado
mejor
futbolista del mundo -en encarnizada disputa con Lionel Messi- cumple
hoy 30 años en lo más alto de su carrera. Deportista reconocido y
multimillonario, su privilegiada situación actual contrasta con las
dificultades que vivió durante su niñez y juventud, antes de convertirse
en una estrella.
Una
parte
de ese período la pasó en la pensión Dom José, donde hablan de él como
"el huésped más ilustre" del establecimiento, abierto hace tres décadas.
Tanto José Pereira, gerente del negocio, como Deolinda Barros, limpiadora, se acuerdan de aquel
joven "flacucho" de 16 años que siempre estaba de bromas con su compañero de cuarto.
Ronaldo era sólo uno más de un grupo de 17
jóvenes
de la cantera del Sporting de Lisboa a los que el club buscó
alojamiento en pleno centro de la ciudad, al lado de la emblemática
plaza de Marqués de Pombal, mientras construía su centro de formación.
La residencia ocupa toda una planta de un edificio con
señales exteriores de envejecimiento - como sucede a muchos de la
capital lusa- y se anuncia a través de un pequeño letrero amarillo
colocado en el exterior.
Una vez dentro, unas letras con luces de neón invitan a subir a
los huéspedes. Son escasas las referencias al paso de Ronaldo por la
pensión.
"Es la figura más ilustre que pasó por aquí, no hay la más
mínima duda (...) Pero no hemos explotado demasiado el hecho de que
viviera más de un año con nosotros", reconoce José Pereira, quien se
lamenta de no tener registros fotográficos de aquella época.
Al hoy capitán de la selección lusa le tocó compartir el
cuarto número 34. "Lo volvimos a pintar, pero incluso el cabecero de las
camas es el mismo", asegura José Pereira mientras muestra la pequeña
habitación, con televisión, espejo, lavabo y bidé por todo equipamiento y
que actualmente está disponible por 25 euros la noche.
Aunque ya entonces Ronaldo y sus compañeros vivían centrados
en el fútbol, también encontraban tiempo para alguna que otra
gamberrada.
"Una vez empezaron a atar todos los cordones de sus botas uno a
uno y les colocaron al final unos globos de agua, para luego desde el
balcón dar en la cabeza a quien pasaba. Alguno subió a quejarse", afirma
sin poder esconder una sonrisa.
Memorias similares tiene Deolinda, quien lleva veinte años
quitando el polvo y haciendo camas en la residencia "Dom José" y a la
que no se le olvida la simpatía de aquellos jóvenes que iban con
frecuencia a los jardines del parque Eduardo VII -anexos al Marquês de
Pombal- para seguir jugando al fútbol en sus tiempos libres.
"Estaban siempre de broma, era como si fuesen nuestros hijos", asegura la limpiadora.
Nacido en un desfavorecido barrio de Funchal (Madeira) en el
seno de una familia humilde, Cristiano Ronaldo despuntó temprano en el
club de su barrio, el Andorinha, lo que le permitió recalar en el
Nacional.
Con apenas doce años hizo una prueba en el Sporting de Lisboa, que se lo llevó a la capital.
Solo, sin el apoyo de su familia, los comienzos fueron duros.
Así lo recuerda Aurélio Pereira, el responsable de las categorías
inferiores de los "leones" que convenció a la directiva de afrontar una
importante inversión para contratar a un infantil.
"Ronaldo llegó con una misión complicada, porque el Nacional
pretendía saldar una deuda con nosotros de 5.000 contos -equivalente a
25.000 euros- con su traspaso. Era una cantidad que nunca pagamos por un
infantil", explica a EFE Pereira.
Él mismo asistió personalmente al segundo entrenamiento. Un
día fue suficiente para escribir un informe que recomendaba
encarecidamente su incorporación. "Lo que más me impresionó fueron sus
condiciones psicológicas, el descaro que tenía", rememora.
Hasta el caso de Ronaldo, en la cantera del Sporting "nunca se
había tenido a un jugador lejos de sus padres tan joven", comenta
Pereira, pues "lo normal era esperar a que tuvieran por lo menos 15 o 16
años".
Los inicios en Lisboa fueron especialmente difíciles. A la
nostalgia familiar se sumaba un profundo acento madeirense por el que
algunos compañeros de clase se mofaban de él.
De hecho, el propio Pereira tuvo que reunirse con la dirección
del colegio después de que Ronaldo discutiese con una profesora
-algunos dicen que la amenazó con una silla- por reirse de su acento.
"Es verdad que reaccionó mal, pero es por el orgullo del que
no le gusta ser vacilado", justifica su descubridor, quien insiste en
que ya por aquel entonces "estaba siempre centrado en ser el mejor en
todo" y recuerda que sólo era un adolescente "cuando iba a escondidas al
gimnasio para trabajar solo incluso sin permiso".
Un joven "bromista", "rebelde" y "perfeccionista", según dicen
quienes le conocieron entonces, y a los que todavía hoy no deja de
sorprender los logros de un Ronaldo que tras pasar por el Manchester
United y el Real Madrid es el mayor símbolo actual de Portugal en todo
el mundo.
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