- ¿Cómo ve la familia Del Castillo el Sur de la Isla a los 50 años de haber impulsado Maspalomas Costa Canaria?

- Como una oportunidad para reflexionar y ver lo que se ha hecho y también para analizar hacia donde hay que dirigir el crecimiento porque no hay que olvidar que el turismo es lo que mueve la economía de toda la Isla y el sector que puede agilizarla en este momento.

- Los empresarios quieren renovar pero las licencias se retrasan mucho. ¿Qué opina?

- Sin duda, los empresarios que han apostado por la rehabilitación van en la línea correcta, pero la administración debe agilizar los expedientes y arropar a esos inversores a fin de que puedan llevar a cabo la renovación de los hoteles y apartamentos y abrir lo antes posible. Hay buenos ejemplos de rehabilitación como el hotel La Canaria que ha convertido camas en residencial temporal de calidad.

- El Gobierno canario va a dejar hacer 35.000 nuevas camas en Gran Canaria. ¿Apuesta por que el Sur siga creciendo?

- Veo perfecto que el Sur pueda ampliar su oferta de plazas alojativas. Ahora bien, el crecimiento debe hacerse con criterios de sostenibilidad para no caer en los errores del pasado.

- ¿Qué errores cree que no deben repetirse en el Sur?

- El proyecto de Maspalomas Costa Canaria tenía unas etapas de desarrollo, y Meloneras era la ciudad turística frente a Playa del Inglés o Maspalomas pero finalmente se llevó a cabo en función de la demanda del momento y eso hizo que Playa del Inglés debido al 'boom del turismo' se urbanizara más de lo previsto. Se actuó como Benidorm y por eso en Maspalomas se bajó la densidad.

- Su familia tuvo todo el suelo y no tiene grandes negocios. ¿Cómo se siente?

- Fuimos promotores de suelo turístico pero tuvimos que invertir en infraestructuras, hubo etapas difíciles en las que hubo que vender y para estar en este negocio hay que tener gran volumen de camas. Promovimos el Oasis y negocios como el Sioux City que aún gestionamos. Hoy día contamos con suelo para nuevas urbanizaciones en Santa Águeda y en Bahía Feliz.