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jueves, 18 de marzo de 2021

LA LOTERIA DEL VIERNES - Loteria del Padre - Viernes -19- Marzo - ¿Dónde está Wally? - ¡Qué cabeza de chorlito! ,. / DIA DEL PADRE - VIERNES -19- MARZO,./ POLICIAS EN LA CALLE - La Guardia Civil localiza droga dentro del centro penitenciario ,. / EL DIVAN DE OLGA VIZA - Estévez, de guardia en el banquillo ,.

 

TITULO:  LA LOTERIA DEL VIERNES -  Loteria del Padre - Viernes -19- Marzo - ¿Dónde está Wally? -    ¡Qué cabeza de chorlito!   ,. 

LA LOTERIA DEL VIERNES -  Loteria del Padre - Viernes -19- Marzo - ¿Dónde está Wally? -  ¡Qué cabeza de chorlito!    , fotos,.

 

¡Qué cabeza de chorlito!,.

Expertos en pandemias. Hace un año, pensábamos que no debíamos ser alarmistas,.

Fernando Simón en una rueda de prensa de abril de 2020. / HOY
 
Fernando Simón en una rueda de prensa de abril de 2020.
Resultat d'imatges de ¿Dónde está  Wally?

Hace un año, aún no sabíamos bien en qué consistía una pandemia y lo que estaba empezando a suceder con el coronavirus nos sumergía en un mar de dudas que a punto estuvo de ahogarnos. Cuando ahora, a toro pasado, recordamos aquel tiempo y criticamos a las autoridades por su falta de determinación o al doctor Simón por sus dudas y sus cálcula,.

 

 Resultat d'imatges de LA LOTERIA DEL VIERNES  once

 

Cuando un médico se decanta por el patito feo de la profesión, la salud pública, asume que su trabajo es invisible y objeto de pocos reconocimientos y que, cuando pasa algo, todas las miradas se van a posar en él. «Creo que el tiempo pondrá cada cosa en su sitio», opina la voz de la pandemia en España, Fernando Simón.

 Resultat d'imatges de Loteria del Padre

 

 

Hace justo un año que China comunicó al Reglamento Sanitario Internacional la existencia de 27 casos de una misteriosa neumonía que amenaza con dar, doce meses después, una tercera batida; España, dice a Efe el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), está más preparada, aunque otra cosa muy distinta es que lo estemos «anímicamente».

Simón no duda de que habrá un repunte de la enfermedad después de la Navidad, pero asegura que no se puede saber cómo de grande será.

Doce meses en la primera línea de la gestión de la mayor crisis sanitaria en un siglo le ha granjeado no pocas críticas, pero también alabanzas, que es con las que se queda, «con mucha diferencia». Un despacho plagado de cartas de agradecimiento y regalos lo atestiguan, como el caganer de su figura que adorna una de sus mesas.

Las alertas internacionales, más lentas de lo que se piensa

Aquel martes de Nochevieja era imposible calcular la magnitud de lo que estaba por llegar. De hecho, pasadas tres semanas, el 23 de enero, coincidiendo con el día que China cerró Wuhan y otras dos ciudades colindantes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) optó por no declarar la emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) ante el brote de coronavirus.

Siete días después cambió de opinión. Y no fue hasta el 11 de marzo cuando definió al Sars-Cov-2 como pandemia.

«Las alarmas internacionales son mucho más lentas de lo que se piensa», aclara Simón. Para cuando la OMS decretó la alarma internacional, el CCAES ya había adaptado al nuevo virus el plan de preparación y respuesta que había hecho unos años antes para el Sars-Cov.

Buena parte de febrero pasó sin que se confirmasen nuevos positivos, hasta que a finales de mes empezaron a surgir pequeños brotes, en su mayoría importados de Italia -donde los contagios iban in crescendo-, pero que fueron identificados.

Pensar en cerrar parecía una locura, pero había que hacerlo

De pronto, el 9 de marzo, los casos notificados se duplicaron hasta los 1.200, concentrados principalmente en Madrid, Vitoria y La Rioja. «Estaba claro que teníamos un altísimo riesgo de diseminación por toda España». Los retrasos de las notificaciones hacían además un flaco favor. Había llegado el momento de tomar medidas más drásticas.

«En aquel momento pensar cerrar España parecía un poco una locura», rememora. Pero hubo que hacerlo, así que el Gobierno decretó el día 14 el estado de alarma y el confinamiento de la población.

Pero ahí estaba el ya consabido decalaje de dos semanas entre que se adoptan las medidas y se comprueban sus efectos, el mismo que existe entre la confirmación de casos y su repercusión en los hospitales: se sospechaba que la curva iba descendiendo -aunque no se podía tener la certeza-, pero la carga de las ucis seguía peligrosamente en aumento.

«Necesitábamos que el descenso fuera mucho más rápido porque si no, ni las ucis ni los hospitales iban a aguantar. Hubo muchas que estuvieron sobrepasadas, aunque a nivel global podemos decir que estuvimos al límite, pero no llegamos», argumenta.

Fue así como el 31 de marzo se dio cerrojazo a toda actividad que no fuera esencial durante dos semanas -en las que estaban incluidos los días de las vacaciones de Semana Santa- para reducir la movilidad un 80 % y dejarla a la equivalente de un fin de semana. «Con el efecto que estaba teniendo la epidemia en los sistemas sanitarios -mantiene- había que tomar esta decisión, no hay ninguna duda».

¿Se podía haber hecho antes? «¿Quién en España habría aceptado un cierre como el del 14 de marzo teniendo 150 casos? Por mucho que pensáramos que había riesgo, no era aceptable». Las medidas, de una dureza sin precedentes, «se tomaron en los tiempos que se pudieron tomar«.

Un verano demasiado normal

Una vez reducida la transmisión, y con mucho más conocimiento del patógeno, se pudieron plantear medidas adaptadas a la situación epidemiológica de cada territorio, que fue muy desigual desde el principio. Y es lo que se ha venido haciendo desde la desescalada.

 

TITULO: DIA DEL PADRE  - VIERNES -19- MARZO,.

Familia Marfil Tallada: «De mis padres hemos aprendido a pelear»,.

Manuel Marfil, el patriarca, nació en Málaga y se instaló en Valencia porque a su mujer le tiraba mucho su tierra. Cuarenta años después conserva el acento y las costumbres andaluzas, aunque la afición por viajar la ha heredado de María José. «Hemos recorrido el mundo entero».-

María José Tallada, Manuel Marfil y sus hijos Paloma, Begoña y Héctor, en la nueva joyería que abrieron en plena pandemia. /D. TORRES
fotos / María José Tallada, Manuel Marfil y sus hijos Paloma, Begoña y Héctor, en la nueva joyería que abrieron en plena pandemia.

Llamándose de apellidos Marfil y Tallada parecía predestinado en la familia que su profesión iba a ser la joyería. «Todavía hay quien piensa que el nombre del establecimiento tiene que ver con el marfil», comenta Begoña, la hija mayor de un matrimonio que ha estado cuarenta años dedicado a la joyería. Empezamos la entrevista y Manuel Marfil se aposenta en un pequeño sillón extendiendo los brazos, como acaparando bajo su manto protector a la familia. «Le pregunto a usted primero, si le parece», y contesta: «Capitán Marfil». La expresión la repetirá varias veces durante la entrevista, e incluso enseña un colgante que representa un timón, y que lleva colgado al cuello. El lugar elegido para el encuentro es la nueva joyería inaugurada hace tan solo unos meses en la esquina de Cirilo Amorós con Hernán Cortés, en un cruce de calles que se han convertido en los últimos años en sinónimo de lujo y exclusividad. En el lugar se respira el estilo del interiorista Carlos Serra, que andaba metido en el proyecto en pleno confinamiento, y para el que se inspiró en el Nueva York del arquitecto valenciano Guastavino. Define muy ajustadamente lo que quiere transmitir esta familia, a caballo entre la primera y segunda generación, entre el pasado representado por la aguja de la corbata y las perlas enormes y el presente de unas joyas apenas visibles o una pieza que se puede ir componiendo como un puzzle.

-¿Cómo recuerda los inicios?

-Manuel. Yo tengo el corazón partido, porque nací en Málaga, pasé allí cuarenta años y otros cuarenta en Valencia. Aquí conocí a María José, me enamoré de ella y al poco tiempo nos casamos. En Málaga nacieron Begoña y Héctor.

-María José. Volvimos, porque la tierra tira mucho.

-¿Cómo fue el crecimiento?

-M. Desde que llegamos hemos hecho la ruta del capitán, desde plaza de España, pasando por Colón, ahora Hernán Cortes, siempre buscando el triunfo. Y cuarenta años después hemos aguantado el tipo y mantenemos orden, cultura, precio, respeto al cliente y confianza absoluta.

La familia Marfil Tallada, cuarenta años dedicada al negocio de la joyería.
 
La familia Marfil Tallada, cuarenta años dedicada al negocio de la joyería. 

-Pero usted, María José, no iba para joyera.

-MJ. Yo en realidad soy perito agrícola y estuve cuatro años trabajando en el Jardín Botánico, pero al casarme me fui a Málaga y lo dejé. He estado trabajando de joyera hasta que me he jubilado, y mis hijos nos han visto siempre.

-¿No quedó nada de lo de perito agrícola?

-MJ. Me quedó la afición por la jardinería, es lo que me gusta y me distrae, y todavía recuerdo la época en el Botánico, o en Bélgica, donde trabajé en un centro de investigación.

-En aquella época, ser mujer con una carrera universitaria, o salir al extranjero, no era lo más común.

-MJ. En el curso de Agrónomos éramos cinco o seis chicas y ellos doscientos y nos ponían en primera fila. Pero es que mi padre era médico y mi madre profesora de Mercantil, así que en mi casa nos lo inculcaron de pequeños, como yo lo hice con mis hijos. Es cierto que tienen la joyería, pero antes era importante que se prepararan.

«El capitán no se jubila nunca, siempre está en la proa del barco»

-¿Qué recuerdos tienen de su infancia?

-Begoña. El primer despacho estaba en casa. A nosotros siempre nos pareció natural que con la familia fuera unido el trabajo.

-Paloma. Recuerdo que en Navidades nos íbamos a Andorra, a nosotros nos dejaban en las pistas para esquiar y ellos con las maletas se iban a visitar joyerías.

-Héctor. Y gracias a sus viajes de trabajo a Andorra esquiábamos tres veces al año.

-P. Además, veraneábamos en Ibiza, donde mi padre siempre aprovechaba el mes para seguir trabajando, cargado con sus maletas visitando joyerías.

Hace ya veintiséis años que Héctor, el mediano, se incorporó a la empresa, donde empezó con unas prácticas de la carrera de Empresariales. Y se quedó. Paloma, la pequeña, lo tenía muy claro. «A mí siempre me gustó la orfebrería». Así que estudió Gemología, se sacó el título de tasador de joyería, se especializó en diamantes.

-¿Y usted?

-B. Yo también estudié Empresariales, como mi hermano, pero en mi caso empecé a trabajar en el departamento de márketing de una farmacéutica. Sin embargo, llegó un punto en que me planteé que yo también quería estar en el negocio familiar. No quería quedarme fuera. Hasta mi marido está en la empresa.

-¿Pueden dejar de hablar cuando cierran la puerta?

-B. Mi marido y yo no hablamos de trabajo, o al menos lo procuramos.

-Supongo que es una alegría que el negocio haya podido pasar a una segunda generación.

-MJ. Ya lo creo. Esto es fruto de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo, y que pueda seguir gracias a ellos es una alegría.

«Para mí sería terrible que hubiera problemas entre mis hijos»

-¿Ha sido difícil dejar las riendas?

-M. Si yo todavía no lo he dejado. El capitán no se jubila nunca, está siempre en la proa del barco y viendo de dónde sopla el viento (ríen).

-MJ. Lo tiene más claro que el agua.

B. Y afortunadamente, porque nos da muchísima tranquilidad.

-¿Qué han aprendido de sus padres?

-P. Todo. A pelear, a saber lo que cuesta ganar el dinero, a trabajar las horas que haga falta.

-MJ. Hemos procurado darles ejemplo, y creo que lo hemos conseguido.

-B. Cuando mi madre tenía la joyería en un primer piso en la plaza de España sus ventas eran equiparables a las que hacemos aquí. Empezando de cero, sin publicidad, sin redes sociales. En la forma de tratar al cliente no ha habido mejor maestra.

-P. Y todavía hay gente que viene a nosotros porque se siguen acordando de ella.

-No son fáciles las empresas familiares.

-MJ. Es muy importante el respeto, y nosotros nunca hemos llegado a discutir. Cada uno tiene su opinión y no es fácil, las 24 horas del día juntos.

-B. Creo que es fundamental, además, repartir bien y saber cuál es el espacio de cada uno. Y puede que tengamos opiniones diferentes, pero lo resolvemos. Creo que nos han educado de la misma manera, y en este sentido es muy fácil.

«Es muy importante el respeto y saber cuál es el espacio de cada uno»

-¿Creen que puede haber sucesión en una tercera generación?

-B. Mi hijo ha estudiado ADE y el trabajo de fin de grado lo va a hacer sobre la empresa familiar, pero el objetivo es que se vaya fuera, empezar en otros sitios, como yo hice en su momento.

-M. Yo quiero que sea el futuro CEO en la empresa.

-P. Mis hijos y las de Héctor son pequeños todavía, pero una de sus hijas, cuando viene, se pone a dibujar las joyas y es una maravilla.

-¿Todavía regresa a Málaga, Manuel?

-M. Ahora llevo varios meses sin ir, pero cuando pase esto quiero volver y comerme un espeto de sardinas y disfrutar de un poquito de flamenco.

-¿Han pasado miedo con el Covid?

-M. Si veo el miedo, yo le doy un capote, como el torero. Hay que adaptarse.

-MJ. Hemos estado prácticamente confinados estas semanas. Manuel ha empezado a venir algún rato por la mañana, lo traigo yo en el coche y así se distrae.

-¿Es de los que morirá con las botas puestas?

-M. Claro. Con las botas y la gorra. Ya le digo que algo tiene el capitán, que las mujeres siempre se vuelven (ríe).

-P. Hasta los amigos le llaman así.

-B. Y cuando nos vamos de viaje, siempre lleva su gorra puesta.

-¿Les gusta viajar?

-M. Nos hemos recorrido el mundo entero, desde el Polo Norte hasta el cabo de Hornos, la India, China, NuevaZelanda.... hasta llevé el barco español de la Copa América. El mundo es tan bonito... y España también.

-B. Hemos viajado mucho juntos, desde que éramos pequeños, ahora con los nietos, que también viajan solos con los abuelos. El último viaje fue a Marrakech y lo pasamos tan bien...

«Si veo el miedo yo le doy un capote, como el torero. Hay que adaptarse»

-Qué placer ver a la familia unida, ¿no, María José?

-MJ. Para mí sería terrible ver problemas entre mis hijos.

-Mirando ahora hacia atrás, Manuel, ¿cree que ha tenido suerte en la vida? Momentos duros siempre hay.

-M. Pero con sacrificio, viendo donde uno se ha equivocado y con la imagen de Dios cerca se supera todo. Suerte también he tenido, mucha. Con todo lo que he pasado, un marcapasos y un toro que casi me cogió («es que el capitán quiso torear», ríen).

-Cuéntemelo.

-M. En Arévalo salió un toro de 600 kilos y se fijó en mí. Mi socio se tiró de cabeza al callejón, a mí en el burladero no me hacían sitio y me quemó el pantalón. «Haberse tirado», me decían. Otra vez, en la finca de un amigo yo estaba en la plaza y cuando vi al toro hacia mí me quedé quieto. Pasó por mi lado. Luego decían: «no he visto a alguien con más valor en mi vida». En realidad, estaba paralizado por el pánico. Eso es suerte (ríen).

   TITULO : POLICIAS EN LA CALLE - La Guardia Civil localiza droga dentro del centro penitenciario  ,.

 

foto / La Guardia Civil localiza droga dentro del centro penitenciario,.

La Guardia Civil localiza droga dentro del centro penitenciario

La Guardia Civil, a través de su servicio cinológico, ha localizado esta semana la presencia de pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes en las dependencias de varios internos del centro penitenciario de Cáceres, que consiguió retirar.

La Guardia Civil ha detenido en Villena a una mujer de 29 años como presunta autora de un delito de tráfico de drogas, al llevar dos gramos de cocaína y cien de hachís en preservativos escondidos en el interior de la ropa, justo antes de realizar una visita al centro penitenciario de la localidad alicantina.

Ocurrió el pasado martes, efectivos del servicio cinológico (guías caninos) consiguieron identificar a la joven en el aparcamiento del Centro Penitenciario de Alicante II, donde uno de los perros la detectó como posible portadora de droga.

Dos agentes acompañaron a la sospechosa hasta una zona de cacheo, donde le hallaron 14 trozos de hachís (100 gramos) metidos en siete preservativos, al margen de dos bolsitas que contenían dos gramos de cocaína.

La mujer, que tenía previsto realizar un vis a vis, fue arrestada por un presunto delito de tráfico de drogas. Las diligencias fueron instruidas por el equipo de policía judicial de la Guardia Civil de Villena. Quedó en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.

 

TITULO:  EL DIVAN DE OLGA VIZA - Estévez, de guardia en el banquillo ,. 


Estévez, de guardia en el banquillo,.

El técnico del Badajoz volvió a ejercer de médico de urgencias al asistir a un aficionado que se había roto el codo tras caerse en la grada,.

Fernando Estévez atiende al jugador del Talavera Adighibe. / J. V. ARNELAS
 
foto / Fernando Estévez atiende al jugador del Talavera Adighibe.

Fernando Estévez lleva la bata blanca debajo del chándal. Siempre está de guardia. Como justo antes de recibir la llamada para entrenar al Badajoz. Entonces, en plena crisis sanitaria, ejercía de médico de urgencias en una UVI móvil en la sierra de Granada. Ahora ocupa un banquillo, pero la profesión va por dentro. , etc,.

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