BLOC CULTURAL,

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sábado, 20 de noviembre de 2021

LUNES -15, 22- Noviembre - EN EL PUNTO DE MIRA - Australia, una isla dividida por el virus ,. / LUNES -15, 22- Noviembre - Madridistas por el mundo - ¿Qué fue de Schuster?: El ángel rubio que pasó de rival en rival,. / JUEVES -18, 25- Noviembre -¿Qué fue de Bodo Illgner? ,. protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV, .

 

TITULO:   LUNES- 15, 22 -Noviembre  - EN EL PUNTO DE MIRA - Australia, una isla dividida por el virus,.

LUNES  -15, 22 - Noviembre  - EN EL PUNTO DE MIRA ,.

En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1​ En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes  -  15, 22-  Noviembre , a las 22:40h, etc,.

 Australia, una isla dividida por el virus,.

 Manifestación reciente en Melbourne en protesta por las restricciones decretadas por el Gobierno australiano./efe

fotos /  Manifestación reciente en Melbourne en protesta por las restricciones decretadas por el Gobierno australiano.

Ciudades como Melbourne llevan ya seis confinamientos y el hartazgo se ha apoderado de sus habitantes. Las autoridades plantean medidas similares a las de España, pero allí solo han tenido un millar de muertos frente a los 86.000 de aquí,.


Marcos Malasechevarria está obligado a deletrear su apellido con frecuencia. Posiblemente, lo debería hacer en el País Vasco, la tierra de su padre y, sin duda, pronunciarlo resulta aún más complejo en Australia, allí donde llegó hace 29 años. Curiosamente, más allá de su origen familiar, este joven representa el estereotipo del 'aussie' emprendedor que busca su lugar en aquel vasto territorio, una especie de colono contemporáneo. Junto a su mujer, Marta Ortega, gestiona tres empresas desde su casa de campo, situada a una hora del centro de Brisbane, la tercera ciudad del país. Diseña máquinas agrícolas, fabrica tejados y proporciona frutas y verduras a restaurantes. Pero, aunque vive plácidamente lejos del tráfago urbano, es consciente de la realidad de su país en la lucha contra el Covid-19, un proceso con graves consecuencias sociales. «Se está polarizando», advierte. «Hay mucha gente en pro y en contra de las medidas contra la pandemia y cada vez menos entre unos y otros».

El malestar contra el sexto confinamiento que sufre Melbourne desde el inicio de la crisis provocó el pasado martes protestas callejeras ilegales y más de doscientos arrestos. Australia, que había conseguido zafarse de las peores olas de la enfermedad, tiene ahora que enfrentarse a la llegada de la variante Delta, que ha superado los peores índices de contagio, con más de 1.800 casos diarios. En cualquier caso, los índices de mortalidad se hallan a años luz de los españoles, que alcanzan los 86.000 fallecidos. Con la mitad de nuestra población, los fallecidos apenas superan el millar.

Las autoridades no se han relajado en ningún momento. El gobierno federal de Camberra ha reaccionado con rotundidad, imponiendo el más riguroso confinamiento ante el menor brote. «Al principio, la gente estaba de acuerdo, pero tras el tercero y cuarto, la oposición ha crecido», explica Marcos. El país, isla y continente en sí mismo, preserva sus fronteras a toda costa. Desde marzo del pasado año, las comunicaciones aéreas están severamente restringidas, al igual que los desplazamientos entre los Estados. La Administración ha utilizado el aislamiento como una medida preventiva eficaz.

Control policiales en las cercanías de Victoria para asegurar el cierre de la ciudad tras un brote de solo 19 casos.

La opinión pública está dividida en función de su ubicación. La situación es pacífica y radicalmente diferente en el norte, poco poblado, mientras que el descontento y los disturbios se incrementan en el sur, donde la densidad es mucho mayor. Marta, la esposa de Marcos, recuerda que, cada vez que regresa de España, se ve obligada a limpiarse los zapatos en la aduana para evitar la introducción de bacterias o especies ajenas a la diversidad local. «Pero aquí vivimos en una zona rural, con granjas distanciadas, e, incluso, sigues con tu vida normal y no hay mascarillas, excepto en los supermercados», indica y apunta la existencia de una aplicación institucional que los ciudadanos deben descargar en su móvil y que permite chequear el código QR de cada comercio. «Ahora bien, no en todos los establecimientos hay empleados que comprueben que se lleva a cabo». Además, el control se relaja en áreas tan extensas. «La comisaría de Policía más cercana a nuestra casa está a media hora de carretera».

«Nadie la ha pasado»

La enfermedad se antoja algo lejano en Queensland, el Estado donde viven los Malasechebarria y que casi cuadruplica la superficie española, aunque su población es similar a la de la Comunidad Valenciana. «No conocemos a nadie que la haya pasado», apunta. En el relajo septentrional, incluso la vacuna se antoja algo extraño e inútil. «Somos jóvenes, fuertes y, estadísticamente, lo que podemos pillar no es algo peor que un catarro normal», aduce Marcos y sentencia: «No merece la pena».

Su esposa cree que la reacción difiere entre los habitantes de los núcleos urbanos y las áreas alejadas. «Quizás los primeros son más complacientes, mientras que en el campo no están acostumbrados a que les digan lo que tienen que hacer, soy muy libres y la gente tiene la convicción de que no les pueden obligar». Pero esa resistencia tiene un precio. «Contamos con amigos enfermeros y trabajadores sociales que están convencidos de que, por su oposición a ser inyectados, no les renovarán su contrato».

El marido comparte ese espíritu de frontera, que también ha encontrado en sus viajes por Estados Unidos o Canadá, una forma de pensamiento independiente que vincula con la fe protestante, mayoritaria en las zonas anglófonas de la Commonwealth. «Defendemos la libertad de decisión, de expresión y de religión».

Las ayudas gubernamentales han paliado las consecuencias económicas del obligado encierro y el joven empresario se ha visto favorecido por esta inyección de fondos, aunque es consciente de que se trata de una situación coyuntural. «El interés por las zonas rurales ha inflado el precio de los terrenos, pero ¿qué pasará con esta burbuja?», se pregunta. Mientras tanto, él prosigue con sus diversos trabajos y asegura que tan sólo una vez cada seis semanas se acerca a Brisbane, donde conviven 2,5 millones de ciudadanos en un ambiente plenamente tropical. La temperatura física se enfría hacia el sur, pero se caldea en el plano social, sobre todo en los populosos Estados de Nueva Gales del Sur y Victoria. «Sus habitantes están hasta las pestañas», afirma.

Pepa Molina es una de esas personas con el ánimo chamuscado. A 900 kilómetros al sur siguiendo la línea de costa, se encuentra Sydney, con más de 4 millones de habitantes, confinados según un sistema de alertas por zonas. Esta granadina, nacida en el hemisferio austral y crecida junto al río Darro, volvió a la urbe, su ciudad natal, convertida en bailaora profesional. Pero ya no se taconea en el estudio donde enseña su arte. Ahora imparte clases 'online' y explica que, desde junio, no puede salir del interior de un área con un radio de 5 kilómetros.

Las autoridades han asegurado que sólo se relajarán las medidas cuando se llegue al 70%de vacunados: van sólo por el 40%

Las restricciones, sin embargo, carecen de éxito ante el avance de la variante Delta. Aunque el cénit llegó a principios de mes, con más de 1.600 casos diarios, los contagios se acercan ahora al millar y alcanzan más del 50% del conjunto nacional. La metrópoli se halla bajo toque de queda y tan sólo se puede salir a la calle durante una hora. Además, ese asueto sólo se puede disfrutar en solitario o en pareja conviviente y provistos de mascarilla. «Es ridículo», lamenta. «Creo que el gobierno se comporta de forma muy alarmista. Han asegurado que sólo se relajarán las medidas cuando se llegue al 70% de vacunados cuando ni siquiera se ha alcanzado el 40%». Su marido, madrileño y propietario de un negocio de catering, asegura que la gente es reacia a ponerse la mascarilla incluso en centros comerciales muy frecuentados. «Aquí no hay presión hospitalaria, han muerto decenas y no más», advierte. La hipótesis que baraja para explicar esta política tan restrictiva resulta sorprendente. «Mi opinión es que se trata de una conspiración de las élites para deprimirnos y coartar la libertad».

Enfrentamientos

Australia, situada entre los países con mayor índice de desarrollo humano del mundo, se enfrenta a una crisis social sin precedentes. El horizonte de numerosos emigrantes se ha convertido en un país sumido en el descontento. El pasado martes, una nutrida manifestación de trabajadores en Melbourne ocupó el centro de la ciudad, bloqueó los accesos y acabó enfrentándose con la Policía. La Administración exige vacunarse para retomar la labor y ya ha asegurado que no se podrán cumplir el calendario de reaperturas. «Estamos cansados de seguir cerrados al mundo, de permanecer en casa y de estar obligados a recibir una vacuna que no queremos, que es tan sólo una forma de hacer dinero», asegura. «La gente se está quemando y ya no acepta hacer lo que los dirigentes quieran».

Melbourne desierta en uno de sus seis confinamientos.

«No se enteran si el suceso no tiene lugar en su patio»

G. Elorriaga

Marcos Malasechevarria senior habla de una Australia inmensa, de grandes contrastes físicos, y pleno de oportunidades, pero también encerrado en sí mismo. «Aquí no se enteran si el suceso no tiene lugar en su patio», revela. «Los informativos de los canales comerciales difunden un 80% de noticias locales, el 17% de deportes y un 3% de cuestiones internacionales. Parece que no existe vida fuera de la playa».

Australia, a su juicio, se halla alejada del mundo. «Cuando mis críos iban a la escuela, no encontrábamos una en la que se impartiera castellano como lengua extranjera, en realidad, pocas impartían una lengua foránea. Ahora han cambiado las cosas». Reconoce que la pandemia ha sido atajada con presteza gracias a la anulación de vuelos y el control sobre la navegación y a medidas rápidas y drásticas. «Hubo un brote en una escuela y a la madre de uno de los alumnos, compañera de trabajo, la confinaron durante quince días y hubo de hacerse tres veces la prueba», recuerda. «Toda el área metropolitana de Brisbane fue cerrada».

Pero en el norte la estrategia gubernamental se diluye en su vasta extensión. «Al oeste de la Gran Cordillera Divisoria, un eje montañoso que divide el país, no existen más restricciones que el cierre de bares, la vida no ha cambiado en absoluto», alega. Nada que ver con los efectos en los Estados meridionales. «El gobierno federal sigue una política demasiado similar a la europea cuando los escenarios son completamente distintos, según defienden los críticos», indica. «La sucesión de confinamientos ha generado mucho descontento, un sentimiento muy peligroso porque puede ser canalizado por corrientes populistas», advierte.

Las diferencias entre España y las antípodas son relevantes. «Aquí la gente es más abierta e inocente, aunque eso también está variando», apunta. «La relación con la Administración es amigable, allí hay más desconfianza, la vida es sencilla, más fácil, quizás en nuestro país hay más complicaciones y más fiesta. Desgraciadamente, la política contra la pandemia está provocando esa frustración en el ambiente que yo dejé allí entonces, cuando me fui». 

 

TITULO:  LUNES - 15, 22 - Noviembre  -  Madridistas por el mundo - ¿Qué fue de Schuster?: El ángel rubio que pasó de rival en rival ,.

Realmadrid TV emite  - LUNES  -15, 22 - Noviembre , noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo -

 

¿Qué fue de Schuster?: El ángel rubio que pasó de rival en rival,.

¿Qué fue de Schuster?: El ángel rubio que pasó de rival en rival

Bernd Schuster - fotos,.

El alemán fue un centrocampista de clase con mucho recorrido en los grandes del fútbol español. Pasó por varios banquillos de LaLiga y ahora, está en medios,.

Con un carácter indomable, Bernd Schuster causó sensaciones para todos los gustos en España. Campeón de la Eurocopa de 1980 con Alemania, combinado al que renunció por su familia, tuvo un paso muy sonado por el fútbol español tras vestir las camisetas de los tres grandes de LaLiga: Barcelona, Real Madrid y Atlético. Todocampista con una calidad exquisita, colgó las botas en el Pumas de la UNAM en 1997 para pasarse al mundo de los banquillos, donde se le pudo ver por última vez en 2014 al frente del Málaga. Ahora, se ha pasado al mundo de las ondas, siendo comentarista deportivo en la radio. 

Bernhard Schuster (Augsburgo, Baviera, Alemania, 22 de diciembre de 1959), conocido popularmente como el 'Ángel Rubio', se formó como futbolista en las categorías inferiores del Augsburgo. En 1978 dio el salto al fútbol profesional fichando por el Colonia, que le sirvió de trampolín para la selección alemana y para dar el salto a LaLiga española, donde su fuerte temperamento nos dejó momentos inolvidables. 

Con sólo 20 años, se convirtió en una pieza clave del combinado alemán siendo protagonista en la Eurocopa de 1980, dónde la Mannschaft consiguió proclamarse campeona del Viejo Continente. Sería sus últimos minutos disputados con la camiseta de Alemania puesto que no podría disputar la Copa del Mundo de 1982 al estar lesionado y se negaría a ir convocado para un amistoso ante Albania un año más tarde de la cita mundialista debido al nacimiento de uno de sus hijos. 

En 1980 aterriza en la Ciudad Condal pasando a formar parte de un Barça dirigido por Kubala y en el que compartiría vestuario con jugadores de la talla de Quini o Maradona. Un año después de su llegada, sufrió una grave lesión tras un dura entrada del exjugador del Athletic Goikoetxea que le mantuvo alejado de los terrenos de juego. Vistió la azulgrana hasta 1988, siendo el motor del Barcelona en la consecución de los ocho títulos que ganó el cuadro catalán en aquellos años: una Recopa de Europa (81/82); una Liga (84/85); tres Copas del Rey (80/81, 82/83 y 87/88);  dos Copas de la Liga (82/83 y 85/86); y una Supercopa de España (83/84). Durante sus últimos años como culé, su relación con la directiva empeoró. A nivel individual ganó dos Balones de Bronce (1982 y 1985). 

El momento clave en su salida fue la 'espantá' en la final de la Copa de la UEFA en Sevilla. El exzulgrana fue cambiado en la recta final del encuentro entre el Barcelona y el Steaua de Bucarest y se marchó al hotel donde vio por televisión la tanda de penaltis en la que fue eliminado el Barça. Aquel suceso sentenció salida. "Ni por un minuto pensé que tenía que irme. No quería irme. Era feliz. Pero esa respuesta no les gustó (a la directiva). Llegaron a decir que no estaba bien de la cabeza... Cosas desagradables. Llegamos a los juzgados. La siguiente temporada me quedé sin jugar. No me inscribieron. Entrenaba cada día pero el fin de semana me quedaba en casa", destacó el excentrocampista en una entrevista con TV3 hace unos meses. En el conjunto del Camp Nou jugó casi 300 partidos y dejó más de 100 goles con la azulgrana. 

Tras una temporada en blanco, tomó la decisión de fichar por el máximo rival del Barcelona, el Real Madrid. "Tuve una oferta de la Juventus en febrero, finalizaba la era Platini. Me reuní con ellos en Suiza, pero no me veía ahí, en el fútbol italiano. Me iba libre y me pusieron un cheque en blanco. Querían que fuera el sustituto de Platini. Pero decidí no ir", contaba en la misma entrevista. En la capital española coincidió con la generación de la Quinta del Buitre. Dos temporadas vistió de blanco jugando un total de 88 partidos y firmando 16 goles. Con los de Chamartín ganó dos ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España.

Su salida del Madrid no estuvo exenta de polémica. El club madrileño organizó en 1990 una gira por México y Estados Unidos para aquellos jugadores que no habían sido convocados por sus selecciones para el Mundial de Italia, donde precisamente serían los alemanes, sin Schuster, los que levantaron el título de campeones del mundo. El exfutbolista se negó a ir a aquel viaje después de que el club no permitiese que su familia le acompañase. Este hecho desencadenó la ruptura entre el exjugador y la entidad madridista. A principios de junio de ese mismo verano, Ramón Mendoza y Schuster llegaron a un acuerdo para que quedase desvinculado del club y obtuviera la carta de libertad quedándose sin equipo varios meses.

Esta situación fue aprovechada por Jesús Gil, en aquel entonces presidente del Atlético de Madrid, eterno rival del Real Madrid, que se hizo con los servicios del mediocentro en pleno mes de octubre con la temporada ya en marcha. Con 30 años, Schuster llegaba al Atlético para cubrir durante tres campañas las necesidades en la sala de máquinas rojiblanca. Durante su etapa en el Manzanares, ganó otras dos Copa del Rey en 1991 y 1992, destacando esta última en la que el Atleti gana en la final frente al Madrid con un golazo de falta con la firma del alemán. Una diana cuanto menos histórica que se sumaría a las 16 que anotó en los 101 partidos en los que vistió la elástica rojiblanca. Tras su paso por el club madrileño, volvió a su país para jugar en el Bayer Leverkusen. Y, como guinda a su carrera, se marchó al Pumas de la UAM donde jugó 9 partidos hasta colgar las botas en 1997.

En el mismo año de su retirada, se sacó el título de entrenador estrenándose en el mundo de los banquillos en el Fortuna de Colonia. Un año más tarde dirigiría durante una temporada al equipo en el militó como jugador en 1978, el Colonia, hasta que decidió volver a España donde entrenó al Xerez CD. Con el cuadro andaluz estuvo a punto de conseguir el ascenso a Primera.

El FC Shakhtar Donetsk y el Levante fueron los siguientes equipos en los que tomó las riendas en los años siguientes. Pero, sin duda su mayor éxito como entrenador lo vivió con el Getafe, equipo en el que está durante dos temporadas (2005-06 y 2006-07) logrando el pase del club azulón a la final de la Copa del Rey en 2007, lo que le abrió las puertas para disputar la Copa de la UEFA en la temporada siguiente.

Su buena actuación en el Getafe le valió para convertirse en entrenador del Real Madrid en 2008, sustituyendo a Capello. Con los blancos consigue una Liga y una Supercopa de España en su primera temporada. Fue destituido de su cargo en su segunda campaña tras ser derrotado frente al Sevilla por 3-4, después de ser eliminado en dieciseisavos de final de Copa por el Irún y declarar que era imposible que el Madrid ganase al Barcelona en el Clásico del Camp Nou. Juande Ramos fue su sustituto.

En el verano de 2011 se marcha a Turquía para dirigir al Besiktas, pero vuelve a LaLiga dos años después. Esta vez cogió la batuta en el Málaga tras la marcha de Pellegrini del conjunto andaluz. En La Rosaleda vivió sus últimos partidos como entrenador. Fue destituido en 2014 y, desde entonces, se ha mantenido siempre ligado al fútbol pero desde otra perspectiva. Ahora, 20 años más tarde de colgar las botas, se le puede escuchar comentar partidos de LaLiga en Onda Cero.

Envuelto en más de una polémica, Schuster se convirtió en uno de los futbolistas más mediáticos de nuestro país dejando alguna que otra anécdota para el recuerdo de todos aquellos que le siguieron de cerca en su paso por tres equipos entre los que existe una rivalidad muy intensa.

 

TITULO:  JUEVES - 18, 25 - Noviembre -  ¿Qué fue de Bodo Illgner?  ,. -  protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.

Realmadrid TV  el jueves -18, 25- Noviembre  , a partir de las 22:30 h, una nueva entrega de Campo de estrellas en esta ocasión -¿Qué fue de Bodo Illgner?,.

 ¿Qué fue de Bodo Illgner?,.

 

Su mujer no le dejaba juntarse con sus compañeros del Madrid para salir de fiesta. Pilar de la Séptima y baluarte para Capello, escribió un polémico libro y ahora es comentarista.


¿Qué fue de Bodo Illgner?

  Bodo Illgner - fotos,.

Hay deportistas a los que se les recuerda por sus vírtudes, otros por su palmarés y otros, por sus vidas privadas. A Bodo Illgner (Coblenza, 53 años) se le recuerda por las tres. El gigante alemán fue uno de los héroes de la Séptima, con la que el Madrid puso fin a 32 años de sequía europea (desde la temporada 1965-66 no ganaba una Copa de Europa). Sería la guinda a la etapa más dorada de su carrera. Y fue tardía, porque Illgner fichó por el Madrid cuando ya tenía 29 años. Era lo que hoy en día se conoce como un 'One Club Men', jugadores que pasan todas sus carreras en un mismo equipo (Giggs, Puyol, Maldini...), pero el Madrid logró sacarle de ese selecto grupo y traérselo tras 12 años en el Colonia. Quizá el haber conocido el furor del Bernabéu de la década de los 80 le ayudase también a dejar su equipo alemán: Bodo era el portero suplente del Colonia al que el Madrid apalizó en la final de la Copa de la UEFA (5-1 en Madrid y derrota 2-0 en Berlín) de la campaña 1985-86...

Fue una petición expresa de Fabio Capello, que para la portería sólo tenía una condición: quería un portero alto. Bodo la cumplía (1,91m), era internacional con la República Federal Alemana, habiendo ganado el Mundial de 1990 (compartía selección con los Matthaus, Klinsmann, Brehme o Voller) y siendo titular. Aterrizaba con caché, vaya. Su fichaje costó 2 millones de euros, firmando por el Madrid el verano de 1996. Rápidamente se hizo con la titularidad y la confianza de la afición. La de Capello ya la tenía desde antes de subirse al avión.

Illgner levanta el Mundial de 1990 en el Stadio Olímpico de Roma.

Jugó en el Madrid cinco temporadas. Las tres primeras fue titular; las dos últimas, suplente de Casillas. Era un portero muy fiable en el juego aéreo, ágil en las estiradas y seguro a la hora de atajar: en definitiva, sobrio. Jugó 119 partidos de blanco (10.740') en los que encajó 142 goles (1,19 por partido) y dejó 34 porterías a cero. Capello quedó tan contento con su rendimiento que en 2007, cuando volvió al Madrid, al ser preguntado por la portería dijo que estaba bien cubierta con "Illgner y Diego López", cuando quería decir con "Casillas y Diego López". El buen recuerdo le jugó una mala pasada y esa escena ya forma parte de su anecdotario particular.

La mentalidad de Illgner encajaba a la perfección con el Real Madrid. Era un ganador nato, en su cabeza el resultado estaba por encima de todo y no valían excusas. También un luchador. Acabó perdiendo el puesto con Casillas, pero antes peleó por la titularidad con Buyo y, posteriormente, con Cañizares, ganándoles. Casi nada. Su palmarés de blanco es envidiable: levantó dos Ligas (1996-97 y 2000-01), dos Champions (la Séptima ante la Juventus y la Octava contra el Valencia) y una Intercontinental (1998, la Segunda, frente al Vasco de Gama).

Illgner y Casillas, durante un entrenamiento con el Madrid.

Pero recordada también es su vida extradeportiva. Hijo de un militar, contrajo matrimonio en 1990 con Bianca Illgner, con la que tiene tres hijos. Sus compañeros en el vestuario destacan su actitud sobria y seca, pero también que cuando le apetecía 'tirarse a la piscina' le frenaban en casa. Su mujer, Bianca, no le dejaba salir a cenar o ir de fiesta con sus compañeros, hasta el punto que no participó en los actos de la Séptima en 1998. No fue ni a Cibeles. El jolgorio de la afición en torno a la diosa fue síntoma inequívoco de que el Madrid había vuelto a la primera plana del fútbol europeo. Aquella noche fue histórica... Pero Bodo no estuvo. Le costaba conseguir ir a las cenas, como para ir ahí.

Los jugadores del Madrid celebran la Séptima en una Cibeles repleta.

Una retirada prematura

A los 34 años dijo adiós al fútbol. Una lesión en el hombro y haber perdido la titularidad ante Casillas fueron los detonantes de su despedida definitiva. Normalmente un futbolista cuando se retira vive un momento duro e incluso protagoniza una rueda de prensa dramática. No fue el caso, ni mucho menos, de Bodo Illgner. "Despedirme del fútbol en activo no fue difícil para mí. No se trataba de un cambio brusco. Ya en los últimos años de mi carrera solía ser suplente en el Madrid, así que indirectamente me fui alejando poco a poco de los campos. Deseaba conscientemente dedicarme a mi familia después de mi retiro", declaró en una entrevista para la FIFA.

Y así fue. Él, amante de España y de la forma de vida peninsular, se quedó a vivir en Alicante. Previamente pasó un par de años viajando con su familia por Europa en autocaravana. Fue su etapa más nómada antes de asentarse en el mediterráneo, lejos de los focos y del ruido mediático. Illgner apostó por el sol, la tranquilidad, la playa... Y la caña y la tapa. Actualmente compagina su estancia en la Comunidad Valenciana con viajes a Boca Ratón (Miami), donde posee otra vivienda y disfruta de hobbies como el surf, el squash o el voleibol.

Un libro cargado de polémica

En Alicante, donde residió junto a su mujer Bianca, escribió el libro Alles ('Todo', en español). En esas páginas Bodo relató el lado más oscuro del fútbol (sexo, drogas, poder...) a través de la historia de un futbolista con enorme parecido a él. En la presentación reconoció que la historia poseía un 80% de realidad y un 20% de ficción, tal vez para cubrirse ante los posibles reproches que le pudiesen hacer sus ex compañeros.

Bodo Illgner y su esposa, Bianca, durante una cena.

Porque el libro contiene historias realmente comprometedoras de jugadores con mucho renombre. Ese 20% de "ficción" abre la puerta a que el lector dude si son verdad o mera narrativa inventada. En Alles, entre otras cosas, confiesa una aventura de su mujer con un ex compañero del equipo y alude a leyendas del fútbol alemán en situaciones delicadas como Beckenbauer, Matthaus o Effenberg, siempre refiriéndose a ellos con seudónimos.

A qué se dedica ahora

No le costó colgar las botas, pero tampoco se ha desligado del mundo del fútbol. Actualmente es comentarista, habiendo pasado por diversos canales de televisión. Primero aceptó la propuesta del canal alemán de pago Premiere para comentar partidos en directo. Ese papel de analista fue potenciándose con el paso de los años, hasta que acabó colaborando con cadenas más grandes como BeIN Sports o Sky Sports.

Bodo Illgner, junto a Ruud Gullit en una conexión de BeIN Sports. 

"Si un club de la Bundesliga me ofreciera ser director deportivo, tal vez volvería a Alemania. La Bundesliga siempre ha sido interesante para mí", declaró recientemente. Su papel de tertuliano televisivo le ha devuelto a la primera plana mediática y, ahora, no descarta regresar a algún equipo. Sea como fuere, el gigante alemán podría volver al mundo del fútbol en cualquier momento. O a las librerías...

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