BLOC CULTURAL,

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lunes, 21 de diciembre de 2020

VIVA LA VIDA - Raphael , .SABADO-26- Diciembre ./ VIVA LA VIDA - Pablo López , DOMINGO -27- Diciembre . / Ese programa del que usted me habla con - El CD Badajoz como terapia ,. / TARDE DE TOROS - Vicente Barrera: «Sufrí once cornadas pero nunca salí a la plaza pensando que podía morir»,.

 

   TITULO: Viva la vida - Raphael  ,. -  ,.SABADO -26- Diciembre,.
 


El sabado -26- Diciembre  a las 16:00 por Telecinco , fotos,.

 Raphael,.

Raphael reivindica la cultura segura con el mayor concierto durante la pandemia,.

La asistencia de más de 4.000 personas al madrileño Palacio de los Deportes provoca críticas por las restricciones navideñas,.

 Invitar a Raphael a tu cena de Nochebuena para poder reunir a toda la  familia": indignación por el concierto del cantante en Madrid

Raphael lanzó el llamamiento y sus fieles acudieron en masa, pero bajo unas estrictas medidas de seguridad, para reivindicar que la cultura es segura. Más de 4.000 personas disfrutaron del concierto del artista jienense en el WiZink Center madrileño, en la primera cita de los dos confirmadas para este fin de semana. La segunda se celebrará este domingo. Una cantidad de público que ha convertido la fiesta por los sesenta años de carrera de Raphael en el concierto más multitudinario de la pandemia celebrado en España. Hay que remontarse hasta el fin de semana del 6 y 7 de marzo para encontrar unas citas musicales con un aforo multitudinario. Entonces, Isabel Pantoja y Camelaen sendos conciertos, reunieron a unas 10.000 personas en el mismo recinto.

Pero el clásico concierto navideño de Raphael no ha estado exento de polémica por la magnitud del evento, cuyas entradas estaban agotadas desde hace semanas. La Comunidad de Madrid permite la asistencia del 40% del público a los eventos culturales, pero la organización del concierto y el artista decidieron poner a la venta solo el 25% del aforo. «Fueron 4.368 personas las que llenaron los asientos hablitados», concretaron los responsables del recinto, cuya capacidad máxima es de 17.400 personas. Además, los 300 que trabajaron en la preparación del concierto se sometieron a un test de antígenos para garantizar su estado. «Los datos fueron incorporados al fichero de los test que está realizando la Comunidad de Madrid», indicaron en un comunicado. También informaron de que se tomó la temperatura a todos los asistentes, además de disponer de dispensadores de geles o de un sistema informático para solicitar bebida y comida sin tener que moverse del asiento.

Imagen facilitada por el WiZink Center.
Imagen facilitada por el WiZink Center.

Pero las imágenes con tanta cantidad de gente, enmascarada y separada por dos butacas entre sí y sin tener a nadie ni delante ni detrás, provocaron malestar y extrañeza. Por ejemplo, entre los aficionados al baloncesto, que no entienden cómo el artista puede presentar su último trabajo, 'Raphael 6.0', ante tanta gente en un recinto cerrado donde juegan el Estudiantes y el Real Madrid y ellos no pueden acudir a ver a sus equipos. «El tema es que las autoridades lo permiten y dan luz a la incoherencia con otras recomendaciones», indicó el doctor Alberto García-Salido en las redes sociales.

La presidenta madrileño, Isabel Díaz Ayuso, aseguró este domingo que entendía el «malestar» de muchos ciudadanos con la celebración del concierto porque en estas navidades «no vamos a poder estar con los nuestros más de seis personas». No osbtante, defendió las medidas de seguridad tomadas por el WiZink Center. «Es un recinto que renueva el aire cada doce minutos.Todos los ciudadanos que fueron al concierto se registraron para facilitar los rastreos», afirmó la presidenta regional, que también advirtió que si la incidencia acumulada fuera «preocupante», el Gobierno regional suspendería todos estos eventos.

 

TITULO:  VIVA LA VIDA -    Pablo López . , DOMINGO - 27- Diciembre .

El domingo -27- Diciembre a las 16:00 por Telecinco , foto.

  Pablo López,.

Pablo López: «No ando instalado en el masoquismo, para escribir necesito vida»,.

Ha descubierto que hasta la torpeza es «bonita» y que su equilibrio está «en la falta total de equilibrio», un proceso en el que ha sido clave su nuevo disco,.

Pablo López./José Ramón Ladra
 
Pablo López.

No ha sido sencillo pero, siete años después de convertirse en el artista del momento, el 'chico del piano' ha descubierto dónde está su equilibrio: en «la falta total y absoluta de equilibrio». Y ahora que lo sabe, Pablo López está «feliz». El malagueño ha aprendido a sentirse cómodo en la cuerda floja de la música sin tropezar en la «confusión» que provoca el afecto de miles de ojos desconocidos. Las canciones de 'Unikornio. Once millones de versos después de ti', su último disco ya a la venta, le han ayudado en ese proceso de entenderse y aceptarse.

–Sacar un disco en plena pandemia, sin posibilidad de presentarlo en directo en las condiciones óptimas, ¿es un gesto valiente o inconsciente?

–Teniendo en cuenta que estamos duchos al respecto y hermosamente fascinados por lo que pasó en los 30 conciertos que hicimos hace tres meses, tengo la seguridad de que inconsciente no es. Si algún rol cumplí al subirme al escenario fue ser espectador de algo hermoso, de cómo la gente se esforzaba por que todo saliera bien con una solidaridad absoluta con ellos mismos y con los demás.

–Muchos decidieron parar al no poder hacer macroconciertos, pero usted seguió adelante reformulando su gira. ¿Por qué?

–Porque yo no puedo vivir sin tocar, literalmente. Es una sensación extraña tocar para 800 donde has tocado para 7.000, pero no le di importancia a eso. Lo importante era que yo quería tocar y alguien que quería escucharme.

–Titula su disco 'Unikornio' con K. ¿Se siente_un poco 'bicho raro'?

–Bicho raro, no. El ponerle la K es porque mi unicornio siempre me lo he imaginado con cicatrices, con el cuerno perdido, trasnochado... Los unicornios son imposibles como las canciones. Una cosa que me cuesta muchísimo siendo tímido es explicarle a la gente lo que siento profundamente, pero con las canciones lo hago con una desnudez agresiva. En ese aspecto sí me siento un poquito peculiar.

–Muchas veces ha hablado de su alto nivel de exigencia. ¿Ha aprendido ya a aceptarse o sigue peleándose consigo mismo?

–Si las canciones de 'Unikornio' tuvieran un 'leitmotiv' sería el proceso de aceptarme a mí mismo, de saber que realmente es bonito hasta ser torpe. Y que, sobre todo, nunca puedes esperar constantemente. La idealización del que tienes enfrente quizás sea un reflejo de que te estés idealizando a ti mismo. He aprendido a darme cuenta de que fallo, pero eso no tiene nada que ver con la exigencia. La exigencia sigue pero no se ha vuelto delirante.

–¿Qué necesita perdonarse? 'KLPSO' es una súplica desgarradora.

–Es como si fuera una liturgia para hacer crecer el alma, la mente o al individuo que eres. Fue simplemente el acto absoluto de pedirme perdón._Si uno quiere aprender a perdonar, primero tiene que decírselo a sí mismo. No creo que ande instalado en el masoquismo porque si no, no tendría vida, y para escribir necesito vida. Pero cualquiera debería saber pedirse perdón como liturgia.

–Cuando todo esto empezaba, confesaba que tenía miedo de acostumbrarse a esta vida. ¿Teme ahora que las cosas cambien?

–Nunca se me ha ido la olla en plan 'chaval baja de la nube'. Al revés. He tenido que luchar muchísimo para que mi verdad siga intacta, teniendo en cuenta que tengo tantas presiones y de gente tan importante que uno puede llegar a confundirse.

–También se rodea de muchas alabanzas y elogios...

–No, no, de verdad. No he vivido nunca en el elogio constante. Algo peor. Hay gente que me ha querido tanto que hasta la forma de querer se ha transformado en las acepciones del verbo: hay gente que te quiere y gente que te requiere. Lo más peligroso no es que te digan qué bien lo haces, sino el exceso de querer hasta el punto de que ya te quieran para ellos.

–¿Y ya ha encontrado su sitio en esa confusión de la que habla?

–Estoy superfeliz porque me he dado cuenta de que el equilibrio es la falta total de equilibrio. Lo más bonito de la música es que no hay ninguna fórmula.

–Le da muchas vueltas a todo. ¿Le ha pasado factura el encierro?

–Ha sido un superávit absoluto. Tuve la oportunidad de sentarme en mi casa, de deshacer cajas. No había inspiración porque yo necesito vivir, pero tuve ocasión de conocer cada rincón de donde vivo.

 

 TITULO: Ese programa del que usted me habla con - El CD Badajoz como terapia,.

El martes -22- Diciembre por La 2 a las 21:30, foto,.

El CD Badajoz como terapia,.

Despejar la mente del dolor. Enrique Díaz trabaja en la UCI de Toledo y agradece a sus colores blanquinegros el poder apartar la mirada del sufrimiento humano, aunque sea un instante,.

El CD Badajoz como terapia


La pandemia lleva meses poniendo a prueba la capacidad del ser humano de soportar el dolor, ya sea propio o ajeno. Bien lo sabe Enrique Díaz, un joven pacense de 25 años, enfermero, a quien casi sin esperarlo lo situaron en prímera línea de esta cruenta guerra sin apenas experiencia, en la primera oleada en la UCI del Hospital Universitario , etc,.

 

 

TITULO:  TARDE DE TOROS -  Vicente Barrera: «Sufrí once cornadas pero nunca salí a la plaza pensando que podía morir»,. 

Vicente Barrera: «Sufrí once cornadas pero nunca salí a la plaza pensando que podía morir»,.

Pese a que su abuelo paterno fue un reconocido matador de toros, la vocación no fue entendida en la familia. «Hubo incomprensión y sufrimiento, pensaban que era una locura que me iba a llevar a la ruina», dice el torero, que ejerce ahora de padre de una niña de cinco años a la que le inculca «amor por esta cultura»,.

Vicente Barrera, en el cauce del Turia, un lugar que le trae recuerdos de niño, aunque prefiere el campo a la ciudad./IVÁN ARLANDIS
 
Vicente Barrera, en el cauce del Turia, un lugar que le trae recuerdos de niño, aunque prefiere el campo a la ciudad. /  foto,.

Hace ya casi una década que Vicente Barrera se cortó la coleta, y no dudó entonces de su decisión ni lo hace ahora, a pesar de que el tiempo ha pasado y podría ver con nostalgia unos años gloriosos en las plazas, esa mezcla de adrenalina, temor y orgullo que embriaga a muchos hasta no poder decir basta. Lleva otra vida muy distinta, centrada en los negocios familiares, no en vano tiene sangre de empresario, de aquel José Simó que llegó a ser presidente de Aguas Potables, que vendió mantas de Paduana a medio mundo y que se codeaba entre la alta burguesía valenciana. Pero la sangre del otro abuelo, Vicente Barrera, uno de los más afamados toreros de todos los tiempos, todavía sigue ahí, con mayor fuerza si cabe. Quedamos en el cauce del río Turia, aunque confiese que su lugar natural es el campo, allá en Ontinyent. Es una persona con un talante serio, al que le cuesta abrirse, y al mismo tiempo apasionado, sobre todo si se abre el melón de la política.

-¿Cómo es su vida ahora?

-Llevo una vida muy tranquila, tengo una niña de cinco años a la que le dedico mucho tiempo, lógicamente, y además, me gusta estar en el campo. Profesionalmente, tenemos algún negocio familiar, que como hermano mayor me hago cargo de él, y una empresa de importación de atún, que traemos de México.

-¿Es difícil retirarse, ahora que lo puede mirar con mayor perspectiva?

-Para mí no lo fue, creo que la decisión estuvo muy meditada, la tomé muy consciente de lo que quería, pensando en no volver nunca.

-¿Por qué lo tenía tan claro?

-Lo tenía claro porque es una profesión de altísimo nivel, y jugar en las grandes ligas es difícil. Creo que fue una decisión acertada y, en ese sentido, no siento ninguna añoranza. Sí echo mucho de menos el torear, aunque sea en el campo, porque la experiencia es tan maravillosa… Por el argumento artístico que conlleva, de vanidad también, por qué no. Sé que he quedado enganchado de por vida. Lo que nunca recuperaría es la vida diaria del torero, porque he estado muchos años fuera de casa y he tenido altibajos.

«Soy un enamorado de la naturaleza y me encanta estar rodeado de animales»

-Hay quien tras estar al más alto nivel le cuesta llevar una vida de rutinas, lejos del reconocimiento.

-Sé que estoy en otra etapa que no conlleva el aplauso, tampoco el reconocimiento público, pero esa parte vanidosa que puede mover a algunas personas que estuvieron durante años en primera fila es algo que no me motiva. Quizás incluso al revés, he descansado, porque nunca me he sentido excesivamente cómodo con esa parte social.

-Su abuelo fue un gran torero, pero usted no se crió en esta cultura.

-Es más, mi padre, a pesar de haber sido hijo de un grandísimo torero, no iba a la plaza y nunca me inculcó esa afición. Yo llegué ahí a través del caballo, que fue mi primera gran pasión, enseguida descubrí cuál era mi vocación y peleé con uñas y dientes por ella. Es verdad que al principio se entendió poco, porque a pesar de los antecedentes, no había cultura del toro. En mi familia el viaje ha sido al revés; yo le he transmitido a mi padre la cultura y el amor por la tauromaquia.

-Supongo que no es fácil de aceptar esa vocación.

-Es difícil porque es una profesión bien rara; como si de repente tu hijo te dice que quiere ser domador de circo. Es legítimo, pero son cosas para las que un padre nunca está preparado. Por ese motivo costó que lo entendieran, hubo incomprensión y sufrimiento, sobre todo por parte de mi madre, porque pensaba que iba por un camino equivocado y que lo que tenía que ser una simple afición estaba derivando en una locura que me iba a llevar a la ruina, a poder perder la vida. Era lógico, pero con el tiempo empezó a entender que era una vocación firme y que lo que debían hacer era apoyarme.

«Me han ofrecido un puesto en política pero lo he rechazado. Vivo tranquilo»

-Usted ha triunfado en las plazas, pero también ha sufrido graves cogidas.

-Cornadas he tenido diez y luego he pasado trece veces por quirófano porque un toro me rompió el párpado, otro el húmero del brazo izquierdo y otro los ligamentos cruzados. Pero, afortunadamente, estoy de una pieza.

-¿Uno piensa que puede quedarse ahí?

-Yo jamás he pensado que iba a morir en una plaza; puedes salir dispuesto a morir pero en el fondo de tu ser o, al menos, esa ha sido mi experiencia, no piensas que vayas a morir. Si una tarde hubiera creído que iba a ser la última te aseguro que no hubiera salido. Sí es cierto que vives las cogidas con cierta naturalidad, y haces de lo extraordinario algo habitual.

-¿Su madre fue a verle?

-Solo la recuerdo una vez, en un festival benéfico en Jávea. Sí me ha visto en el campo, pero no en la plaza. Lo pasaba mal y no quería; el que sí vino conmigo siempre fue mi padre, que me acompañó también en mis viajes a América y vivió unas experiencias increíbles.

-Tiene una hija pequeña. Si en el futuro quisiera dedicarse al toreo, ¿qué le diría?

-Yo lo primero que quiero es que conozca y que ame esta cultura, que la respete; lógicamente, ser torero son palabras mayores y si quisiera ser torero y mujer la apoyaría. Seguramente, si tuviera que elegir no elegiría ese camino para ella, pero sería su decisión. Solo hay una vida y hay que luchar por lo que uno quiere, por los sueños en los que cree y aspirar a conseguirlos.

-¿Su mujer se alegró de que se retirara?

-Creo que sí. No me lo pidió, fue una decisión personal, igual que fui yo el que decidí ser torero tenía que ser yo el que tenía que elegir el momento de retirarme. En realidad, torero sigo siendo, lo que he dejado es de estar en activo. Yo seré matador de toros hasta que me muera. Ha sido un sueño.

«Mi abuelo era un señor de los pies a la cabeza, una persona de principios»

-Volvió a su tierra.

-Estar en Valencia y estar con mi familia. Estuve años viviendo en Extremadura, también en Andalucía, pero nunca se me ocurrió, ni por asomo, que el día de mañana no volvería a vivir en Valencia. Siempre pensé que mi sitio estaba aquí.

-Tenía mucho arraigo, desde luego.

-Mi abuelo materno fue un empresario muy importante que aportó mucho en su tiempo y está bien, por qué no sentirse orgulloso de tus antecesores, y yo lo estoy. José Simó perteneció a una generación que padecieron de todo y que nos dejaron un gran legado. Él era un señor de los pies a la cabeza, una persona de principios, de jamás aprovecharse de los cargos; nunca se hizo millonario. Él pagaba todo de su bolsillo, desde una comida hasta el chófer.

-Usted ha decidido involucrarse en política. Le hemos visto en algún acto de VOX.

-Nunca he estado afiliado a ningún partido político, tradicionalmente he sido votante del PP, también durante una temporada de UPyD, pero las circunstancias, la pérdida de los principios y valores, me han hecho que por primera vez me afiliara, y lo hice a VOX.

-¿Le han ofrecido algún puesto?

-Sí, pero no lo he querido, soy un ciudadano de a pie, si me he comprometido lo he hecho a nivel personal, vivo tranquilo y pensé que no era el momento.

-¿Qué valores son los que cree que están en peligro?

-Probablemente todo el mundo defendería los mismos: la justicia, la verdad, la igualdad y la libertad, aunque cada uno los interprete de una forma. Los últimos dos valores, la igualdad y la libertad, no pueden ser atacados por la política, y ahora ocurre.

-¿Son los mismos que le transmitieron a usted?

-Sin tanta conciencia política porque mis padres no la tenían pero, en esencia, son los mismos.

-¿En qué lugar es feliz?

-En el campo. Mi madre tiene una finca en Ontinyent y paso mucho tiempo allí, soy un enamorado de la naturaleza. El mundo del toreo es un mundo profundamente ecologista. A mí me vuelve loco estar rodeado de animales; caballos, gallinas, perros... La naturaleza es mi hábitat natural, aunque viva mucho tiempo en la ciudad. Mi hija lo ha vivido de pequeña y le encanta como a mí, espero ser capaz de transmitirle ese principio de amor y respeto por la naturaleza.



 

 

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