BLOC CULTURAL,

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sábado, 30 de mayo de 2020

DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - Una tarea de mucho valor . / Las rutas Capone - Pedro y los lobos. / Un país mágico - Hinojares . / Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - Bizcocho de cerezas . / Documentos TV - El virus metafísico,.

TITULO:  DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -   Una tarea de mucho valor  .

 DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -    Una tarea de mucho valor    ,. , fotos,.



Una tarea de mucho valor,.

Reloj_de_pared_con-papel … | Sobres de papel, Relojes de pared ...

Una comida a la parrilla chuletas de cordero marinado servido con ...Candy Cubierto Buñuelo En Forma De Rosca De Chocolate Y Café Foto ...Desayuno hoy con la labor más callada del mundo: las de cada día en casa. En todos los hogares del mundo... quién y por qué las hacen: amor callado y entregado. Su valor es el cuidado de lo gratuito hecho ternura y caricia en el mayor de los silencios y, a veces desgraciadamente, en el mayor de los olvidos. Sé que no hay que reducirlo a la mujer, y que esta debe liberarse de esa carga, compartiendo todos todas las tareas de lo diario. Me alegra ver cómo mis hermanos lo hacen en bastantes cosas, los envidio. No sólo ellos, mis sobrinos varones también lo hacen y con toda soltura. Yo, un poco más torpe, aunque me doy abasto. Lo he pensado muchas veces en estos dos meses de confinamiento en soledad, en los que me he reconciliado algo más con las tareas doméstica, muy ayudado desde fuera. Pero no ha estado Milagros, que es un ángel para mí, y voy sobreviviendo, pero he tenido que hacer algo de lo que hace ella, de lo que siempre hizo en mi casa mi madre, y he rezado mucho a Dios, muy agradecido, reconciliado con el valor profundo de este quehacer tan sencillo como sacrificado y necesario. Cuánta vida gastada, dada, perdida, sacrificada, amada, compasiva, sobrepasada, desbordante, estética y bella, alegre y festiva, de duelo y dolida.... madres divinas, columnas fuertes, ternura femenina hecha de servicio, cuando no esclavitud callada. Nunca, nunca yo podré pagar lo recibido, ni agradecerlo suficiente... qué grandes las que parecían insignificantes para el mundo. Recuerdo cuando siendo niño llegaba de la escuela, miraba al fondo de la casa y estaba mi madre fregando de rodillas, y me pedía que me sentara en el umbral un rato hasta que se secara lo que había fregado. Yo a veces me enfadaba, pero muchas, me quedaba contemplando.


TITULO:    Las rutas Capone -  Pedro y los lobos.

 

Pedro y el lobo: dibujo para colorear e imprimirPedro y los lobos,.



foto / EL pasado miércoles, durante el debate previo a la votación de la quinta prórroga del estado de alarma en el Congreso, Pablo Casado espetó a Pedro Sánchez que le pasa como al pastorcillo del cuento 'Pedro y el lobo', que ya «nadie se fía» de él, ni siquiera sus socios de investidura, que se permiten «chantajearle» hasta el final. El líder del PP, aunque siempre va con la posverdad por delante, estuvo acertado en su símil, pues a Sánchez ya no se lo creen ni los suyos, empezando por algún que otro barón manchego con más hechuras de Sancho Panza que de Quijote.
No obstante, a estas alturas, quien se sorprenda de ello es un cándido, porque el presidente del Gobierno ha dado pruebas más que sobradas de su doblez y de la liquidez de sus principios, tan veleidosos como sus alianzas y pactos. El penúltimo, suscrito con EH Bildu para derogar de forma «íntegra» la reforma laboral, es un episodio más en la larga serie de historias para no dormir protagonizada por el renacido líder socialista. Tras las elecciones del 28A y antes de verle las orejas al lobo de Vox tras el 10N, Sánchez decía que no dormiría tranquilo si gobernara en coalición con Podemos. Ahora que comparten alcoba, el que no debe pegar ojo es Pablo Iglesias, porque, hasta para un lobo con piel de cordero como él, su seductor amigo de conveniencia es una amistad tan peligrosa como la de Valmont.
La componenda con la marca blanqueada de los epígonos de ETA ha evidenciado, otra vez, que Sánchez es un tahúr zurdo que siempre juega con dos barajas y está más preocupado por ganar la siguiente mano que la partida. Al inicio de la semana, no tenía asegurada la aprobación de la prórroga del estado de alarma. Él quería alargarla al menos un mes, hasta el 27 de junio, pero Ciudadanos se negaba a que superara los 15 días. Como reveló el viernes 'El País', el miedo a perder la votación lo llevó a autorizar, a espaldas de sus barones y casi todos sus ministros, una negociación secreta y paralela con Bildu para amarrar su abstención. Al final, accedió a una prórroga de dos semanas y logró el apoyo de Cs. Por ende, la abstención de la izquierda 'abertzale' resultó innecesaria.
Sánchez se metió así en la boca del lobo con una estratagema que ha servido para menos que nada y con unos efectos secundarios perniciosos, al agrietar el Gobierno de coalición, enfrentando a Iglesias con Nadia Calviño, y soliviantar a casi todo el mundo: Cs, el PNV, la CEOE... Hasta los sindicatos, partidarios de revertir no solo la reforma laboral de Rajoy sino también la anterior de Zapatero, le han afeado que estos no son modos de hacer las cosas.
Pero el señor presidente es un superviviente y, como tal, vive al día y a salto de mata. Es un cortoplacista, sobrado de tacticismo y carente de estrategia, sin más plan a largo plazo que sostenerse en el poder. Para ello no duda en coquetear a diestro y siniestro y sin disimulo: ora con ERC y Bildu, ora con Cs y PNV... No mira quiénes son, sino qué tienen y puede sacarles. Más que el chantajeado, es el chantajista. Su debilidad es su fortaleza. Él los necesita y ellos a él. 'Quid pro quo'. Unos y otros le exigen que elija a unos u otros, pero él los quiere a todos y puede acabar sin ninguno. Ya lo advirtió Abraham Lincoln y lo recordó Casado el jueves en un tuit: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Eso le terminó por suceder al Pedro del cuento, pero también al personaje de otro cuento, 'Pablo, el niño que siempre fingía'.

 

TITULO: Un país mágico - Hinojares ,.


El sabado -30- Mayo  a las 18:30 por La 2, foto,.

 Hinojares ,.

Hinojares
municipio de España
Escudo de Hinojares (Jaén).svg
Escudo
Vista de la localidad. Vista de la localidad.
Hinojares ubicada en España
Hinojares
Hinojares
Ubicación de Hinojares en España.
Hinojares ubicada en Provincia de Jaén (España)
Hinojares
Hinojares
Ubicación de Hinojares en la provincia de Jaén.
PaísFlag of Spain.svg España
• Com. autónomaFlag of Andalucía.svg Andalucía
• ProvinciaBandera de la provincia de Jaén.svg Jaén
• ComarcaSierra de Cazorla
• Partido judicialCazorla
Ubicación37°42′56″N 2°59′57″OCoordenadas: 37°42′56″N 2°59′57″O (mapa)
• Altitud 6681msnm
Superficie 40,04 km²
Núcleos de
población
Cuenca
Hinojares
Población 401 hab. (2019)
• Densidad 8,34 hab./km²
Gentilicio hinojariense
hinojareño, -a
Código postal23486
Pref. telefónico(+34) 953 73 8X XX
Alcalde (2015-) Marón Martínez (PSOE)
PatrónSan Marcos
PatronaVirgen de los Dolores
Sitio webwww.hinojares.es
Hinojares es una villa y municipio español de la provincia de Jaén, en la Comunidad autónoma de Andalucía. Situada a 668 metros de altitud, tiene una extensión de 40,04 km²,2​ cuenta según el padrón municipal para 2017 del INE con 334 habitantes, 173 son hombres y 165 mujeres, y una densidad de 8,34 hab./km². Casi la totalidad del municipio forma parte del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.
Rodeada de barrancos, fue aldea de Pozo Alcón hasta el año 1690 en que se convirtió en villa, pasando su señorío a manos de D. Íñigo Fernández de Angulo y, posteriormente, al marqués de Hinojares. Destaca la Iglesia Parroquial de San Marcos Evangelista, en cuyo interior existe una pila bautismal de mármol blanco.
El municipio cuenta con la pedanía de Cuenca, donde nace el río Turillas.
Sus fiestas más populares son San Marcos (25 de abril) y las fiestas del Santo Cristo (21 de agosto)., etc,.


TITULO: Diario de un nómada  - Caminando sobre las olas ,.


El domingo -31- Mayo a las 19:00 por La 2 , foto.

 

Gijón y sus mil lugares

'Elogio del Horizonte', de Eduardo Chillida./
'Elogio del Horizonte', de Eduardo Chillida.

Gijón, coqueta y pintoresca como un pueblo, ofrece la comodidad e infraestructuras de una gran urbe,.


La naturaleza que la rodea y una arquitectura majestuosa conforman el marco perfecto a una tierra que sobrecoge. Gijón, coqueta y pintoresca como un pueblo, ofrece la comodidad e infraestructuras de una gran urbe. A pesar de haberse modernizado y adaptado a los tiempos, ha sabido preservar con mimo los vestigios que distintas culturas han legado, como un eterno tesoro. Prueba de ello son estos rincones, imprescindibles en cualquier visita a la ciudad.
El barrio de Cimadevilla
Sin duda alguna, la zona más representativa de la ciudad. Este antiguo barrio de pescadores, situado en el cerro de Santa Catalina, hay que saborearlo paseando sin prisa, descubriendo las reliquias arqueológicas que conserva y su entramado de calles, repletas de encanto. En él encontramos muchos de los edificios emblemáticos de Gijón, como la casa natal del ilustrado Jovellanos.
Cuesta del Cholo
Otra parada imprescindible en Gijón es la de la Cuesta del Cholo, una empinada calle que desemboca en el puerto deportivo y que tiene un encanto especial que le confiere su suelo empedrado. Si el buen tiempo acompaña, la tradición manda tomar en la calle una buena sidra recién escanciada, con los barcos amarrados como telón de fondo. Un verdadero placer.
El legado de Chillida
La parte alta del cerro de Santa Catalina está coronada por una escultura de Eduardo Chillida. La obra, Elogio del horizonte rinde homenaje a las vistas que se disfrutan desde lo más alto de la colina, una panorámica que no podemos perdernos por nada del mundo. Esta creación, construida en hormigón, es una de las más destacadas de la carrera del artista.
Iglesia Mayor de San Pedro
Lo más espectacular de esta iglesia es su ubicación, al final del paseo marítimo de El Muro, a la vera del mar, donde las olas salpican su fachada en los días de fuerte temporal. El templo se construyó en los años cuarenta sobre una antigua edificación parroquial del siglo XV y fue durante muchos años la única iglesia de la villa.
Palacio de Revillagigedo
También conocido como palacio del Marqués de San Esteban del Mar, es un soberbio palacio enclavado en la plaza del Marqués de San Esteban. Sede actual del Centro Internacional de Arte Contemporáneo Palacio de Revillagigedo, su construcción se remonta a tiempos de la Edad Media, cuando presumiblemente se edificó la primera de las dos torres del conjunto.
Escaleras hacia el cielo
Una de las vistas más impresionantes de Gijón la conseguimos desde lo alto del parque de la Providencia (a media hora caminando desde El Muro) donde encontramos una pequeña y preciosa ermita del mismo nombre. La panorámica la obtenemos desde su mirador, que es en sí mismo una escultura, con un sinfín de escaleras que parecen llevarnos hacia el cielo.
Jardín Botánico Atlántico
A dos kilómetros de distancia de Gijón encontramos un oasis de 25 hectáreas de extensión. Es el único jardín botánico de Asturias. El parque, que ofrece una muestra de lo más selecto de la vegetación autóctona, se divide en cuatro secciones: el entorno cantábrico, la factoría vegetal, el jardín histórico de la Isla y el itinerario atlántico.

 

TITULO: Un trío en la cocina -Bizcocho de cerezas .

  fotos,. Un trío en la cocina -   Bizcocho de cerezas ,.

 

Ingredientes:
Para la Sopa de chocolate blanco: 

  •  1/2 litro de nata 
  • 200 g. de chocolate blanco
  • 2 yogures tipo griego
Un trío en la cocina con Nicola, Julius y Gonzalo | Gastronomía & CíaPara el bizcocho de cerezas:

  • 200 g de cerezas 
  • 90 g de mantequilla sin sal
  • 100 g de azúcar
  • 3 huevos
  • 2 yogures tipo griego
  • 200 g de harina
  • 1 cucharada de levadura 
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
Elaboración:      
Lavar unos 200 g de cerezas, deshuesarlas y reservarlas. 
Para la sopa de chocolate blanco, calentar 1/2 litro de nata al fuego hasta que hierva y verter sobre 200 g de chocolate blanco. Mover bien y, cuando se derrita por completo, incorporar 2 yogures griegos. Batir hasta integrar todos los ingredientes y reservar al frío. 
Para el bizcocho, mezclar con ayuda de la batidora, 90 g de mantequilla blanda con 100 g de azúcar.
Agregar, de 1 en 1, 3 huevos, 2 yogures tipo griego y un poco de extracto de vainilla.
Tamizar encima 200 g de harina, 1 cucharadita de levadura y mezclar con suavidad.
Incorporar las cerezas reservadas e integrarlas en la masa. 
 Verter en un molde, previamente engrasado y espolvoreado con un poco de harina, repartir un poco de azúcar por encima y llevar al horno, precalentado a 180ºC, durante 40 minutos aproximadamente.

 

TITULO: Documentos TV -  El virus metafísico,.

 
 Martes 26 de Mayo a las 00:00 horas en La 2, foto,.


El virus metafísico,.


El virus metafísico



MIENTRAS todas las editoriales esperan impacientes la Gran Novela Mundial que trate del coronavirus, de este sanguinario capataz que le ha salido a la muerte, cae en mis manos un breve ensayo, 'Meditaciones en tiempos de crisis', de John Donne, y tengo la impresión de que uno de los libros que esperan los editores ya fue escrito hace cuatro siglos, en 1623. La buena literatura del pasado nos sigue hablando ahora con la misma frescura, porque trata de lo esencial del hombre y nos recuerda que lo que ayer éramos, lo somos hoy y lo seremos mañana.
El poeta metafísico inglés John Donne, cuyos versos velan desde antiguo en la cabecera de mi cama, fue un tipo muy peculiar, un católico en Inglaterra en tiempos de la Armada Invencible, peligrosos para los papistas, con sacerdotes brutalmente torturados antes de ser ejecutados. Pero sobre todo era valiente: en su primer retrato, con 18 años, se hizo grabar en español un lema a la vista de todos: «Antes muerto que mudado», es decir, renegado de su fe, aunque años después renegaría para convertirse en un alto cargo de la iglesia anglicana.
Donne también conoció los estragos de una pandemia, la peste bubónica. De un día para otro, con 52 años, enfermó de un mal cuyo remedio se ignoraba. Temiendo lo peor, escribió un diario de su resistencia a la enfermedad que hoy resulta de enorme actualidad. Sus palabras resuenan en los tiempos de este coronavirus cruel con el anciano y mortal con el valetudinario, que multiplica las coronas funerarias y a todos nos asusta.
Así, cuando escribe en la decimoséptima meditación: «Ningún hombre es una isla, completa en sí misma; cada hombre es un pedazo del continente, una parte del todo [...] La muerte de cualquier hombre me disminuye, pues soy parte de la humanidad. Y, por lo tanto, nunca mandes a nadie preguntar por quién doblan las campanas, pues doblan por ti», el lector actual piensa en el necesario confinamiento, porque en esta lucha contra la COVID-19 la seguridad de uno es la de todos, todos vamos en el mismo barco, luchando contra la misma tempestad.
En su doliente lecho, Donne habla de la soledad del enfermo, pues nadie se acerca a él por temor al contagio y a expandir luego la pestilencia. De la vejez como una trampa mortal, y nos hace pensar en nuestros geriátricos. De la seguridad que siente cuando a su alrededor montan guardia los médicos, y parece estar hablando de nuestra sanidad, como si fuera el doctor Simón. Del desconcierto que provoca la virulencia de la enfermedad, y «al ver un río tranquilo y transparente por la mañana volverse una cloaca de agua fangosa al mediodía», parece como si hablara del vecino a quien saludamos por la mañana y a quien por la tarde se lleva la ambulancia. Y también habla de la alegría cuando se supera el mal y el enfermo por fin puede levantarse de la cama y volver a tomar las armas para morir en el campo de batalla de la vida, y no en prisión, que nos recuerda las imágenes de pacientes cuando salen de la UCI.
Donne nos resulta actual porque este no es un vulgar virus de gripe, reducido al vocabulario clínico de termómetro, analgésicos y décimas de fiebre, que solo afecta al cuerpo, sino un virus metafísico y global que también afecta al pensamiento, a las instituciones políticas y sociales, a las ideologías sobre lo público o lo privado, a los aplausos y a las cacerolas. No solo nos cambia el presente, también influirá sobre el futuro, porque se va a quedar agazapado en los dobles techos de Occidente.
Ya sé que suena a rancio hablar de que el mundo va derecho a la perdición. Toda generación de adultos considera que es la última con sentido común y que la siguiente está al borde del abismo. Incapaces de vislumbrar un futuro libre de catástrofes, muerta toda esperanza de mejora, creen que los valores de justicia y libertad que defendieron están siendo pasados por la trituradora y que está llegando el fin del mundo.
La letal irrupción de la COVID-19 que hace tambalear nuestras formas de vida parece confirmar que nunca ha habido tantos motivos para creerlo. No han sido necesarios ni el fuego nuclear, ni meteoritos de otras galaxias, ni cambios climáticos, sino un virus astuto que hasta ayer mismo no tenía nombre y que con una nueva organización de su código genético confirma lo que muchos temían: que ya está aquí el apocalipsis.
A pesar de la tentación de ceder al pesimismo, no ocurrirá así y saldremos adelante y nos levantaremos, como se levantó John Donne de su lecho. Se curará la COVID-19, aunque la economía del mundo quedará inmunodeficiente durante algún tiempo y muchas empresas, muchos comercios, muchos hogares se llenarán de polvo.
A la espera del alta médica, conviene mantener la fortaleza en el presente, la esperanza en el futuro y la paciencia, que mira hacia el pasado. ¡Paciencia! No estamos patinando sobre la fina capa de un lago helado donde se va tanto más seguro cuanto más rápido se cruza. Ahora mismo, la paciencia y el paso corto son la mejor garantía de seguridad.

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