TITULO: Un país en la mochila - El hormiguero Lunes -22- Jueves -25- Agosto ,.
El hormiguero Lunes -22- Jueves -25- Agosto ,.
El lunes al jueves a las 21:45 horas, en Antena 3, fotos.
Lunes -22- y Martes -23- Agosto ,.
David Summers: «Nunca en la vida fuimos pijos»,.
De derecha a izquierda, Dani Mezquita, Rafa Gutiérrez, David Summers y Javier Molina, este martes en Madrid.
El grupo regresa con el disco 'Resurrección', su primer álbum con canciones inéditas en casi una década,.
Lo han titulado Resurrección porque sabían que parte de la crítica los había dado por muertos durante estos casi 10 años de ausencia de discos con canciones inéditas. Pero ellos cuentan que el nombre del nuevo álbum es solo una ironía más de la que han echado mano para causar impacto y recordar que siguen siendo "igual de cachondos". Hombres G ha estrenado este viernes nuevo disco casi una década después de Desayuno Continental (2010), su último álbum de temas originales, y lo hace recordando que durante estos años, además de haber estado de forma permanente sobre el escenario, han presentado varios singles, un disco acústico (En la playa, 2011) y un recopilatorio de sus grandes éxitos por su trigésimo aniversario, 30 años y un día (2015).
No solo no han resucitado, sino que cuentan que siguen tan vivos como siempre e igual de displicentes. Prueba de ello es el tema que abre el álbum, Con los brazos en cruz, toda una oda a ese lado gamberro que les hizo tan populares en los ochenta. “La canción es la historia de un tipo que viene desde el pasado e irrumpe en este momento, se da cuenta de que ante la muchísima autocensura y corrección política que hay no puede hacer nada con libertad y entonces decide no acojonarse y comportarse de la misma forma que cuando uno podía pasárselo bien”, explica el vocalista David Summers, para quien el tema es también una especie de flashback a los Hombres G del 83 o 84, a ese alma de punkies que cree que tienen todavía. “No podíamos perder el humor en los tiempos en los que se prohíbe todo”, resume entre carcajadas el batería Javier Molina.
La receta que prescriben contra el enfado social que perciben es la que sus fans ya conocen: ese toque fanfarrón que permite olvidar el día a día y abrazar, cuentan, emociones más intensas. “Lo nuestro es chulería sana, con sentido del humor. Es decir ‘¡Venga, que esto no es para tanto!”, cuenta Rafa Gutiérrez, primer guitarra del grupo. “Y eso ahora que parece que la ironía se ha vuelto privada”, añade el guitarrista y teclista Dani Mezquita. Pero en Resurrección —el álbum de la banda más complejo y avanzado en armonías, en palabras de Summers— Hombres G no deja de lado ni mucho menos la faceta amorosa que ha convivido todos estos años con su cara más desvergonzada. No les apetece nada cambiar ahora de tercio: lo difícil, dicen, es hablar del amor y hacerlo con tal variedad de sentimientos que parezca que ese tema no se cierra nunca.
Summers, compositor de la mayoría de temas, reconoce que ha pulido sus letras amorosas durante estas tres décadas largas de vida. “Hemos pasado por lo cómico, también hemos sido muy irreverentes. Ahora intento que lo que cantemos sea consecuente con la edad que tenemos”, bromea. El líder del grupo que enamoró con Devuélveme a mi chica, Venezia o Marta tiene un marcapasos considera que la evolución de la banda en las composiciones también se puede percibir en la forma como han ido despersonalizando las historias que contaban. “Antes, las letras que hacíamos eran historias concretas, reales algunas y ficticias otras, como la de Marta; pero con el tiempo he tratado incluso de no determinar a veces ni siquiera el género para que las canciones de amor le puedan servir a cualquier pareja”, relata.
Cóctel de historias tiernas y del resultado de dar rienda suelta a la autoafirmación, Resurrección expresa también la renuncia del cuarteto pop a tratar de contemporizar con canciones sobre temas de actualidad. La experiencia ya les demostró que lo suyo son los universales: el amor, la soledad, la desesperación. “Denunciamos la violencia bestial que existía en los años noventa en Esta es tu vida; ahora hay incluso más violencia, y, lo peor, cuando la cantábamos en directo era una forma de recordarle al público la mierda que era todo”, cuenta Summers, y añade: “Una letra de amor sincera y bonita puede sobrevivir décadas, las canciones sociales o de denuncia, en cambio, aburren al cabo de cierto tiempo”. “Son hasta un poco oportunistas”, puntualiza Mezquita.
Miercoles -24- y Jueves -25- Agosto,.
«Un musical es para un actor lo que un ironman para un atleta»,.
El actor talaverano Leo Rivera vuelve a Mérida cinco años después de su estreno en un escenario donde experimenta «grandes sensaciones»,.
Leandro Rivera Hernández, conocido artísticamente como Leo Rivera (Talavera de la Reina, Toledo. 1980), vio con cinco años el musical 'Wide Side Story'. Supo entonces que quería dedicarse a los musicales y la interpretación. Encontró en los musicales el cóctel que une todo lo que le gusta, por eso antes de estudiar interpretación se formó,.
TITULO : AQUI HAY TRABAJO -Telefónica entra en beneficios en Alemania en el primer trimestre, pero en Brasil gana un 20% menos,.
Telefónica entra en beneficios en Alemania en el primer trimestre, pero en Brasil gana un 20% menos,.
La filial alemana registró unas ganancias netas de 27 millones de euros en los primeros tres meses del año,.
foto / Telefónica Alemania ha entrado en beneficios en el primer trimestre con 27 millones de euros en ganancias netas frente a los 40 millones en pérdidas del mismo periodo el año anterior. En cambio, el beneficio neto de Telefónica Brasil ha disminuido un 20%, hasta los 750 millones de reales (138 millones de euros). La filial brasileña se ha visto perjudicada por unos mayores costes financieros y el incremento de las depreciaciones y amortizaciones a nivel contable en este comienzo del año, según su presentación de resultados.
Telefónica Brasil ha facturado 11.352 millones de reales (2.095 millones de euros) hasta marzo, un 4,6% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que su beneficio bruto de explotación (Ebitda) ha sido de 4.511 millones de reales (832 millones de euros), lo que supone un incremento del 1,3%. El margen sobre Ebitda se ha situado en el 39,7%, 1,3 puntos menos debido al crecimiento a doble dígito de la venta de equipos y servicios digitales a empresas, dos negocios menos rentables que la conectividad.
La compañía ha aumentado en el primer trimestre un 7% interanual su base de clientes móviles, hasta los 85 millones, a la espera de sumar los 12,5 millones adquiridos en la operación de compra de Oi, que se cerró ya en el segundo trimestre. Telefónica ha aumentado en un 29% sus hogares conectados con fibra óptica en Brasil hasta los 4,8 millones de clientes, mientras que su red ya llega a más de 20 millones de unidades inmobiliarias.
La compañía ha experimentado un crecimiento de sus ingresos de televisión IPTV y en fibra óptica debido a reposicionamientos de precios realizados durante el año. Asimismo, ha invertido 1.880 millones de reales (346,9 millones de euros) en Capex, de los que un tercio están destinados a fibra óptica.
Telefónica Alemania capta más clientes
Además del retorno al beneficio, Telefónica Alemania ha crecido hasta marzo un 5,2% en ingresos, hasta los 1.946 millones de euros, aupada especialmente por la venta de dispositivos electrónicos, que se ha disparado un 13,2%, hasta los 392 millones de euros. La filial centroeuropea ha registrado un resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) de 601 millones de euros, un aumento del 10% respecto al mismo periodo de 2021, con unos márgenes del 30,9%, lo que supone 0,6 puntos porcentuales más que el año anterior.
La compañía ha cerrado el trimestre con 45,9 millones de clientes móviles, un 3,3% más, y ha seguido aumentando el porcentaje de su base de pospago hasta representar el 55,3% del total, 1,7 puntos más que hace 12 meses. Por su parte, los clientes de banda ancha se han reducido en 7.000 líneas interanuales hasta los 2,33 millones.
La compañía ya ha instalado 10.000 antenas 5G en el país y cuenta con cobertura con esta tecnología en el 40% de la superficie del mismo. Telefónica Alemania ha mantenido sus previsiones de crecimiento y ha propuesto un dividendo de 0,18 euros a sus accionistas a cuenta del pasado ejercicio. Telefónica presentará los resultados del grupo este jueves, antes de que abra el mercado.
TITULO : 80 cm - El Jumbo desnuda sus ambiciones y la debilidad de Roglic en el Tour de Francia,.
El Jumbo desnuda sus ambiciones y la debilidad de Roglic en el Tour de Francia,.
Victoria del maillot amarillo, Wout van Aert, tras un ataque en un monte a 11 kilómetros de Calais en el que el esloveno no pudo aguantar su ritmo,.
foto / La naturaleza imita al arte y Wout van Aert y sus jumbos le echan una mano a la naturaleza, que, en los acantilados de Calais, en Cassel, en los montes testigo de Flandes, se cree Miguel Ángel, nada menos, o Van Aert. Ese bloque de mármol tiene encerrado un David y para liberarlo solo se necesita quitarle la piedra que sobra, veía el genio renacentista, que agarraba el escoplo y el martillo y terminaba la faena, como la naturaleza, ante el paisaje sereno que se acerca al mar de un salto sobre unas paredes de 100 metros, verticales, verticales, de margas blancas, de calizas, los esqueletos calcáreos de millones y millones de moluscos, y brillan en la oscuridad, blancos, blancos, decide que allí hay un monte, y ordena a sus ríos, al viento, a todas las fuerzas de la erosión, que trabajen, que eliminen la tierra que sobra, que den forma basta a un monte para que millones de años después, otro Miguel Ángel, un belga sobre dos ruedas y unos pedales que mueve con furia y potencia admirables le dé los últimos toques, lo refine, lo convierta en un monumento que, como el David, deja a todos con la boca abierta y a Philipsen, que gana el sprint del pelotón 8s después, con cara de tonto por celebrar la que creía su victoria.
Todos le disculpan al sprinter belga. Lo que hizo Van Aert de amarillo tan brillante como el blanco de los acantilados nadie podía creérselo. Es normal que no piense que no había nadie delante. Cuatro etapas de Tour, una contrarreloj, dos sprints, un ataque. Van Aert: segundo, segundo, segundo, primero. “Dicen que la tercera ya tocaba”, se ríe, por fin, sin sombras en sus ojos, el a veces meditabundo flamenco. “Pero lograrlo a la cuarta tampoco está mal”.
El arte verdadero exige al artista desnudar su alma, quitarse de encima todo lo que le oculta, someterla sin miedo, casi exhibicionista, al juicio de todos, al análisis de sus rivales, que la estudian y saben, y le temen más o aprenden a dominarlo, y al Jumbo le da igual. No temen a nadie, ni a Pogacar, que, mal colocado, se queda en tierra de nadie cuando el ataque colectivo, definitivo, de la subida al Cabo de la Nariz Blanca que tan bien conocen los habituales de los Cuatro Días de Dunkerque, su asfalto engañoso, el viento que sopla por todos los lados, las banderas despendoladas. En Dunkerque, ya lo saben todos. Como Marc Gómez, el ganador increíble de la Milán-San Remo de 1982, Van Aert viste el mono de contrarreloj, todo de una pieza, sin bolsillos, solo las dos pegatinas de los dorsales, agitadas por el viento, en la espalda, puro aerodinámico. El mono de atacar. Desnudo, el mono sobre el que resbala el aire y el sudor, delante de todos, ataca, y desnuda a su equipo. Su amigo Van Hooydonck acelera al pie del cabo, su otro amigo Benoot le toma el relevo. A su espalda, Vingegaard, Roglic, los jumbos que quieren ganar el Tour, y Adam Yates, peligroso. Nadie más Ni Pogacar, ni Mas, también descolocado, ni ningún otro aspirante. “Era la jugada prevista”, dice Van Aert. “La teníamos pensada desde hace semanas. El plan era doble. Mi etapa y un golpe en la general”. Todo se queda a medias cuando Roglic se abre. El esloveno no resiste el ritmo de Benoot. Vingegaard, muy fuerte, sí. Van Aert no duda. Es su turno. Se va a por la etapa. Pasa solo por la cresta porque Vingegaard, inteligente, no releva a Yates, que se queda también cortado. Le quedan 11 kilómetros. Un corto descenso, unas rectas, y el viento. Nadie le puede alcanzar.
Vingegaard es el hombre. Van Aert homenajea a su patrocinador personal agitando sus brazos como alas al cruzar la meta. “El maillot amarillo me da alas”, dice, y se ríe por su ocurrencia también pensada desde hace meses. Todo su equipo, ágil, le felicita. Qué espíritu. Abrazos de uno en uno.
El ataque del Cabo hacia Calais, ya ensayado, con éxito, en una cuesta de la París-Niza hace cuatro meses, preanuncia el pavés del miércoles que tiene preparado el Jumbo. Y Van Aert, con altavoz, lo repite, para que tiemblen los flojos, para que se preparen el mundo y Pogacar. “Queremos ganar la etapa y también que Roglic y Vingegaard ataquen la general”, dice. “Lo queremos todo”. Sin miedo. Alma desnuda. Todos saben que al llegar de Dinamarca, el lunes, todo el equipo se fue a entrenar de nuevo a los 11 tramos, 19 kilómetros, del pavés para estrenar unas bicicletas con un cuadro menos rígido, más absorbente. Y para más cosas, sospechan. Ambiciones sin límite. Miguel Ángel del ciclismo. Y la boca abierta de todos le saluda.
Los UAE, que no pueden contar, positivo por covid, con Matteo Trentin, su experto en pedruscos, confían tanto en la habilidad y el talento de bailarín en los montes de Flandes de su Pogacar como en el dispositivo de más de 20 personas apostadas con material de recambio y avituallamiento en los 11 tramos de pavés para contrarrestar la posible mala suerte, y también lo que más temen, lo que hagan los Jumbo de Van Aert imparable. Mauro Giannetti, el patrón del UAE, no cree que los Jumbo se conformen con sobrevivir en pavés. Alimenta su intuición el pasado, la forma en la que el Armstrong de Hincapié y Ekimov usaba el pavés para asustar a sus rivales, y destrozarlos, y también el presente, la manera en la que el colectivo Jumbo hizo papilla al pelotón en el kilómetro del Cabo de la Nariz Blanca, llegando a Calais. Y no necesita que Van Aert se lo diga.
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